viernes, 17 de febrero de 2023

Los antidepresivos incrementan la resistencia bacteriana a los antibióticos

 

Los antidepresivos incrementan la resistencia bacteriana a los antibióticos

Por Adán Salgado Andrade

 

En el mundo tan estresante en que vivimos, las enfermedades mentales, van a la alza. En el 2017, alrededor de 792 millones de personas, un 10.7 por ciento de la población de ese entonces, padecían algún desorden mental (ver: https://ourworldindata.org/mental-health).

Entre ellos, justamente la temida depresión, que nos puede atacar a cualquiera y que en casos extremos, es incapacitante, dejando a los que la padecen, en cama, sin deseos o ganas de seguir con su vida. En casos límite, hasta se suicidan (ver: https://www.psychiatry.org/patients-families/depression/what-is-depression).

Y se usan distintos antidepresivos para tratar de curar la depresión. Por desgracia, un reciente estudio halló que tales medicamentos, incrementan nada menos que la resistencia de las bacterias a los antibióticos, otros muy usados fármacos para combatir infecciones.

El artículo del portal digital ArsTechnica, titulado “¿Los antidepresivos  incrementan la resistencia bacteriana a los antibióticos?”, firmado por Diana Gitig, expone esa situación (ver: https://www.psychiatry.org/patients-families/depression/what-is-depression).

El artículo se basa en la investigación de Jianhua Guo, profesor del Centro del Agua Australiano y Biotecnología Medioambiental. “Su investigación, se enfoca en remover contaminantes de las aguas negras y determinar la resistencia ambiental de las bacterias hacia los antibióticos, los que al usarse demasiado, promueven tal resistencia”.

Interesado en ver si otros medicamentos inducían también la resistencia bacteriana, halló que ciertos antidepresivos, provocan resistencia bacteriana hacia los antibióticos.

Estudió los que incrementan la cantidad de serotonina en el cerebro, los SSRIs, así como los que elevan la serotonina, junto con la norepinefrina, los SNRIs.

Ambos fármacos, tratan de mejorar las conexiones neuronales y la química cerebral. Es como si se restableciera la red eléctrica cerebral. Nuestro cerebro, funciona con electricidad, pero si las conexiones entre neuronas y otras estructuras cerebrales, no se realizan adecuadamente, vienen los problemas mentales, en este caso, de depresión.

Dice Gitig que los antidepresivos, “son los medicamentos más prescritos en el mundo. Constituyen alrededor del 5 por ciento de las medicinas vendidas, más o menos lo mismo de la venta de antibióticos. En Estados Unidos, son el 10 por ciento de los medicamentos psiquiátricos más vendidos.

Guo experimentó con la bacteria E. coli, a la que expuso por 60 días a los citados antidepresivos. Luego, probó con tres tipos de antibióticos “y halló el equipo, que los antidepresivos, aumentan la resistencia bacteriana a ellos y en sólo un día”.

Si ya, de por sí, se está generando resistencia a los antibióticos, esto agrava el problema. La absurda acción de producir carne industrialmente, por ejemplo, incrementa las infecciones de miles de animales que son sacrificados a diario. Por lo mismo, suben las infecciones y, para prevenirlas, es que se usan indiscriminadamente antibióticos en los animales sacrificados. Esos antibióticos, de tanto que se emplean, van induciendo resistencia de las bacterias a las que supuestamente tenían que matar. Pero no es así. Y varias, aguantan tanto, que ya son súperbacterias, que ni desinfectantes como el cloro, las mata (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/12/la-fortalecedora-evolucion-de-bacterias.html).

Enfermedades como la milenaria gonorrea, cada vez son más difíciles de curar, por ejemplo, pues es resistente a casi todos los antibióticos ya (ver. https://www.cdc.gov/std/gonorrhea/drug-resistant/default.htm).

Se trata, simplemente, del gran poder de adaptación que tienen bacterias y virus, los que han estado cientos de millones de años en este planeta y seguirán aquí.

Pero si otros factores los vuelvan más resistentes, será mayor esa resistencia, así que las muertes debidas a infecciones bacterianas intratables, se incrementarán. Tan sólo en el 2019, 1.27 millones de decesos, se debieron a que las personas enfermas no respondieron a los antibióticos. La escherichia coli, el staphylococcus aureus, el streptococcus pneumoniae o el acinetobacter baumannii, están entre las bacterias muy o totalmente resistentes a los antibióticos (ver: https://www.nature.com/articles/d41586-022-00228-x).

Los antidepresivos, en el experimento, permitieron a las bacterias desarrollar más absorción de oxígeno, lo que aumenta su resistencia, además de que también las indujeron a producir más proteínas, lo que “expulsa a los antibióticos fuera de las células de las bacterias atacadas”.

Además, la mayor resistencia se propagó tanto horizontalmente, es decir, a todas las bacterias presentes en los experimentos, así como a su descendencia. Así que, en adelante, la resistencia se integra como parte de ellas. Es “persistente” tal resistencia,

“Los antidepresivos son muy empleados en grandes cantidades. Pero deberían de considerarse nuevas formulaciones, para evitar la mencionada resistencia antibacteriana, pues, a la larga, provocarán mayor mal que bien”, señala Gitig.

Sí, pues infecciones y depresión, son enfermedades que irán avanzando paralelamente. Podremos curarnos de una depresión, pero a costa de que nos pueda matar una infección no tratable con antibióticos.

Y, eso, nos volverá a deprimir nuevamente.

 

Contacto: studillac@hotmail.com