sábado, 29 de agosto de 2020

El dictador chino Xi Jinping

El dictador chino Xi Jinping

Por Adán Salgado Andrade

 

Desde que China abrazó el sistema capitalista de producción, ha crecido económicamente, pero a costa de depredar sus recursos naturales y contaminar su medio ambiente, a niveles sin precedente alguno (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/06/la-creciente-y-letal-contaminacion-china.html).

Ese cuestionable crecimiento, ha sido anárquico, lo que ha ocasionado que, en cuanto a la mencionada contaminación, China tenga el peor nivel de envenenamiento del aire, así como los ríos más polucionados del planeta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2011/01/el-sobrevalorado-y-anarquico.html).

Eso lo ha logrado, también, a costa de imponer un régimen represivo, en donde la disidencia política, las críticas a la mafia en el poder, los intentos reformistas, no tienen cabida. Los disidentes políticos y críticos del autoritario sistema, son tratados como vulgares delincuentes, aplicándose la pena de muerte a varios de ellos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/09/china-autoritarismo-capitalismo-salvaje.html).

El actual mandamás, Xi Jinping, ha mostrado que no está dispuesto a permitir ningún tipo de apertura social y que China seguirá manteniéndose como una férrea dictadura, disfrazada de “país socialista”. Eso lo mostró, con la nueva ley de seguridad, impuesta a finales de junio del 2020. Así, todo aquél que se manifieste en contra de las “autoridades”, será encarcelado y condenado a varios años de prisión, según sea la “ofensa” (ver: https://www.nytimes.com/2020/06/30/world/asia/china-critics-security-law-hong-kong.html).

Ya, entre algunos de los funcionarios chinos, se está cuestionando su férreo autoritarismo.

Es el caso de Cai Xia, anteriormente profesora de la elitista Escuela del Partido Central, muy importante cargo, quien expresó, en una ocasión, que Xi Jinping se estaba comportando más como un “jefe mafioso”, que como un líder del país. Como esas palabras se “filtraron” públicamente, fue expulsada de la escuela. Pero, por su propia seguridad, también decidió abandonar el país.

La informadora Lily Kuo, de The Guardian, escribió una nota, sobre una entrevista que le hizo a la profesora Cai Xia, titulada “ ‘El mató a un partido y a un país’: una ex funcionaria critica duramente a Xi Jinping”, en donde Xia manifiesta duros puntos de vista contra el autocrático “líder” (ver: https://www.theguardian.com/world/2020/aug/18/cai-xia-chinese-insider-hits-out-at-xi-jinping-he-killed-a-party-and-a-country).

Dice que Xia ha visto cómo, por años, el partido comunista ha ido decayendo, y por eso abandonó su país.

Antes de que Xia huyera de China, temía mucho  de que se publicaran sus críticas, pero ahora que ya es libre, de alguna forma, habló sin ambages sobre los errores del dictador.

Para ella, el que Jinping haya reformado la constitución china, para permanecer en el poder indefinidamente, es señal de su autoritarismo. “Pero nadie protestó, así que ha convertido al partido en un mero zombi, para sus muy personales servicios”, declara a Kuo.

De paso, critica que, desde Mao Tse-tung (1893-1976), en China, varios de los que han tenido el poder, lo han conservado indefinidamente, hasta su muerte. “Por eso, Jinping, está matando al partido y a su país”. En efecto, Mao Tse-tung, hasta que murió, dejó el poder. Y es lo que, al parecer, quiere también hacer Jinping. En eso, se parece bastante a Vladimir Putin, que sigue siendo presidente de Rusia e, igualmente, modificó la constitución rusa para ser vitalicio. Desde el 2012, es presidente de ese país, habiendo estado ya antes en el cargo, de 1999 al 2008. Tampoco parece que quiera dejarlo.

Dice Xia, también en abierta crítica a Mao, que la Revolución Cultural fue un “desastre”. En efecto, esa “revolución”, fue una arbitraria etapa, durante la cual, violentos grupos de choque, llamados las “guardias rojas”, agredían y condenaban a la cárcel, a todo aquello que fuera una manifestación cultural “burguesa”, quemando libros occidentales, agrediendo a intelectuales que disintieran de la doctrina maoísta, destruyendo arte “de ricos” y otras cosas. La novela Brothers, del escritor chino Yu Hua, documenta muy bien esa etapa de violentas hordas de enajenados jóvenes, quienes actuaban sin restricciones, y que decían “defender” la cultura popular china, agrediendo y hasta asesinando a los “enemigos del pueblo” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/01/con-la-novela-brothers-de-yu-hua-de-la.html).

Para Xia, un desastre como ése, está sucediendo de nuevo, pues “China se está confrontando con el mundo, vea como es enemiga de Estados Unidos, se ha convertido en un enemigo del mundo. Como Jinping no quiere críticas, los del partido, lo dejan actuar a sus anchas, a pesar de que está cometiendo infinidad de errores. Pero quiere distraer a los chinos con la confrontación contra Estados Unidos, para que haya un sentimiento antiestadounidense o como hizo con India, que ya inició un conflicto”. Sí, es muy recurrente para los dictadores del mundo, llevar a sus países a conflictos internacionales, con tal de ocultar su represiva y mala función. Ahí está, por ejemplo, el mismísimo Hitler, que alimentando un sentimiento antimundo y antijudío en los alemanes, los logró enajenar, hasta el extremo de iniciar una nueva guerra, a pesar de que, la de unas décadas antes, había significado la ruina para Alemania (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/06/el-tercer-reich-el-gran-negocio-de.html).

Recalca que Jinping está cometiendo errores y va a cometer muchos más, pues sus allegados, temerosos de contrariarlo, no le dicen que se equivoca y va a seguir creyendo que hace bien las cosas. Un Hitler en potencia, podría decirse.

Por ejemplo, dice Xia, su actuación ante la pandemia, fue de inicial ocultamiento. Por ello, murieron miles de chinos, más de los que se anunciaron. Y ya, cuando vio las cosas graves, fue que emitió una alerta, y se comenzó a actuar contra la pandemia. “El desastre ya ha comenzado para los chinos. Hay mucho desempleo, suben los precios de todo y la gente más pobre, no puede sobrevivir”, enfatiza la profesora.

Kuo insiste en saber cuál fue el error de Jinping en cuanto a la pandemia. “Al principio, no se había enterado de las verdaderas noticias, por su cerrazón. Pero dijo en una junta del 7 de enero (2020), que la situación estaba bajo su personal control. Si lo supo el 7 de enero, ¿por qué le tomó hasta el 20 de enero, para anunciar la pandemia? Funcionarios de todos los niveles, escondieron la verdad y la reportaron, sólo cuando no la pudieron ocultar más. Pero cuando Jinping conoció la situación, el 7 de enero, no la hizo pública, ni movilizó recursos. Entonces, ¿tendría que asumir la responsabilidad, no?”.

En eso, también tiene razón Xia, pues varios medios y mismos ciudadanos chinos apuntaban al problema, pero fueron censurados y hasta encarcelados. Eso sucedió, por ejemplo, con Li Wenliang, el doctor que fue castigado, cuando trató de anunciar los casos de enfermos atacados por el, en aquél entonces, desconocido virus del Covid-19. El doctor, de 34 años, falleció, afectado por la enfermedad (ver: https://www.theguardian.com/global-development/2020/feb/07/coronavirus-chinese-rage-death-whistleblower-doctor-li-wenliang).

Y Jinping ha previsto todo, con tal de que nadie se le insubordine, como el “código de disciplina”, de los miembros del partido, adoptado en el 2016, que señala que nadie puede criticarlo, aunque esté mal. Por otro lado, asegura Xia, que todos esos miembros, son corruptos, así que no podrían criticarlo, pues no tienen la entereza moral para hacerlo. “Si no estás limpio, no puedes objetar nada”, dice la profesora.

Señala que un 70% de los funcionarios del partido comunista, piensan que debe de haber una reforma, que desde la apertura comercial e industrial de China, promovida por Deng Xiaoping (1904-1997) en 1980, las cosas en China, comenzaron a estar mal. Xiaoping, afirmaba que “no importa si un gato es negro o blanco, mientras cace ratones, es bueno”. Por esa “filosofía, China adoptó al capitalismo salvaje, como la “panacea económica”, y es lo que critican los opositores a Jinping, como señala Xia, que el país va por una dirección incorrecta. Seguramente ven toda la problemática de contaminación ambiental y depredación de los recursos, que ha ocasionado que China se convirtiera en la maquiladora mundial.

Subraya que debe de haber una democratización y una reforma del poder chino, que realmente recaiga en el pueblo. El partido “cava su propia tumba. Como ha estado en el poder desde 1949, ha cometido muchos crímenes y errores. Entre 1959 y 1961, (cuando Mao emprendió el llamado ‘Gran paso adelante’), cuando murieron de hambre casi 40 millones de personas. El movimiento anti-derecha de 1957 y la Revolución Cultural, lastimaron a casi todas las élites chinas y a los intelectuales. También, las protestas de Tiananmen, fueron aplastadas por el partido comunista en 1989. Y eso es inaceptable para los chinos. Se supone que el ejército es el Ejército Popular de Liberación, ¿no? ¡Así que también el país es del pueblo!”.

Tiene razón, pero ya sabemos que eso membretes se usan para simular, para que la gente piense que, en efecto, su ejército trabaja para ellos, no que está para matarlos, como hizo en Tiananmen.

Aquí, por ejemplo, la casi extinta mafia política, denominada Partido Revolucionario Institucional, PRI, muy convenientemente, empleó la palabra “revolucionario”, para significar que era combativo y de izquierda. Y lo de “institucional”,  pues que esos “principios revolucionarios”, estaban inscritos en las leyes, institucionalizados, para que nada, ni nadie, acabara con ellos. Por eso, permaneció 90 años en el poder, desde que fue creado por Plutarco Elías Calles en 1928. Pero nada perverso dura cien años.

Xia dice que esas arbitrariedades y corrupción, se reflejan entre la gente del partido y la creciente brecha entre ricos y pobres. “Cuando en el futuro, China pase a una democracia, todos esos serán como los grandes errores o pecados, cometidos por el partido comunista”. Exactamente como sucedió aquí con la mafia priísta, que la altísima corrupción en que incurrió, además de ser represiva, acabó con el pleno poder que detentó durante tantas décadas.

Xia está segura que China hará una transición a la democracia, pues no pueden seguir las cosas como hasta ahora, con la libertad restringida. “La gente necesita libertad y sólo es posible cuando los derechos humanos están protegidos. Para proteger esos derechos, usted necesita un sistema basado en la democracia y el imperio de la ley. Sólo cuando los derechos humanos están protegidos, puede la gente ser libre y, la libertad, está en la naturaleza humana”.

Siempre que la gente de un país dictatorial, pretende liberarse del yugo del autoritarismo, se apela a la “democracia”. Sin embargo, ese término se ha usado, incluso, para definir estados policiacos. En realidad, deberíamos de hablar de un gobierno, en el que fuera la propia gente, la que tuviera más control sobre el poder, evitar la centralización que la “democracia” promueve. Debemos tener presente que la “democracia” se creó, cuando el capitalismo salvaje fue imponiendo su modelo político, que centralizó el poder económico en unos cuantos. Con la “democracia”, que se define como el “poder del pueblo”, se hacía la simulación perfecta, para que la gente creyera que el poder recaía en ella. Pero nada más alejado de la realidad.

¿Cuántos países, Estados Unidos, entre ellos, supuestamente democráticos, violan el poder del pueblo, imponiendo a poderosos ineptos – como a Trump –, sólo porque son parte de la mafia de poderes fácticos, que controlan política, cultura, educación, economía, industria, recursos, leyes, gente… absolutamente todo? (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/08/la-estructura-mafiosa-de-los-poderes.html).

Lo vemos ahorita, en medio de la pandemia, que pocas empresas tecnológicas – Amazon, Netflix, Apple, Facebook, Google –, son las que están creciendo, junto con sus obscenas ganancias, y dominando la economía mundial, a pesar de la catástrofe económica que tal emergencia sanitaria ha ocasionado (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/el-mezquino-capitalismo-salvaje.html).

Pero, probablemente, la profesora Xia se refiera a que, realmente, sea la gente, la depositaria del poder político y, en consecuencia, que se reparta mejor la riqueza, que también se “popularice”.

Por desgracia, dice que todavía dista un cambio en China, pues “la sociedad civil ha sido destruida”. Las redes sociales se censuran, como el sitio WeChat, en el que, a diario, se suprimen los grupos críticos al sistema. “Y ahora, ponen de pretexto a la pandemia, para incrementar la vigilancia del alta tecnología. Pueden encarcelar a la gente por cualquier razón”, dice Xia.

“Así que, se debe de echar abajo la Gran Barrera de la Censura y acabar con el bloqueo informativo. Cuando los chinos estén bien informados, no los podrán detener en sus exigencias de cambio. Pienso que la comunidad internacional, puede ayudar mucho, exigiendo que en China, haya libertad de expresión”.

Enfatiza, por tanto, que todos los chinos deben de obtener real información, pues eso los llevará a pensar. “Y deben de defender, también, su derecho a expresarse, a opinar. Si todos pueden defender sus derechos, si todas las personas pueden hablar por ellos mismos, superar el miedo, cuando todos seamos seres humanos y, no, esclavos, entonces, el cambio social vendrá lo antes posible”.

Por ello es que Xi Jinping y su banda de mafiosos, controlan todas las formas por las que la gente pueda informarse, obtener hechos reales de cómo están las cosas en China, y que sólo son las élites, las que más se están beneficiando de la depredación de sus recursos y la peligrosa contaminación ambiental.

Pero, como lo vimos aquí, cuando se logró deponer a la mafia priísta en el poder, no son eternas las dictaduras.

En Hong Kong, a pesar de la nueva ley de seguridad mencionada, hay una alta disidencia. Puede ser que se vaya diseminando por todo el país.

Como dice Xia, no se puede seguir siendo esclavo, tener resuelto, en apariencia, el problema económico, si, por otro lado, se reprime, si se piensa diferente.

Necesitamos que los chinos se liberen de ese Big Brother, que los reprime a diario.

Ese Big Brother, que no es otra cosa que el capitalismo salvaje, que domina, igualmente, a China. Sus mafiosos en el poder, son corruptos y represores, porque quieren gozar, al igual que el 1% de los que dominan el planeta, del ostentosamente obsceno nivel de vida que otorga la riqueza.

Y por eso, no sólo los chinos, sino todos los ciudadanos de este devastado planeta, debemos librarnos, junto con ellos, de las garras del capitalismo salvaje y sus mafiosos esbirros.

 

Contacto: studillac@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 27 de agosto de 2020

La indigente que se hizo pasar por princesa

La indigente que se hizo pasar por princesa

por Adán Salgado Andrade

 

Fingir que se es otra persona, a veces, es por cuestiones de sobrevivencia, sobre todo, si con la asumida personalidad, se tiene acceso a lo necesario para una decorosa existencia.

Aunque, en ocasiones, se dan extremos, como a los que llegó Anna Sorokin, una joven mujer rusa, quien, a sus 27 años, fue sentenciada por hacerse pasar por Anna Delvey, “princesa alemana” y socialite, heredera de $60 millones de dólares.

Esta chica, de familia clasemediera rusa, quien, según sus padres, tuvo una ejemplar educación y a la que nada le faltó, de repente, algún día de su vida, muy influenciada por lo de que el estatus lo da la riqueza, la que lleva a la fama, ideó un sistema para estafar y hacerse rica que, desgraciadamente para ella, no le funcionó (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/05/ladrona-de-fama.html).

Y, como Sorokin, hay varios casos de suplantación de personalidad. Incluso, ahora, con el cada vez más intensivo empleo del Internet, con el llamado phishing, los hackers roban identidades de miles de personas diariamente, par apoderarse de su dinero, datos y detalles de sus vidas.

Pero, siglos atrás, ya también se adoptaban falsas identidades, como en el caso famoso de la llamada “Princesa Caraboo”. Fue un muy chusco suceso, narrado en el artículo “La misteriosa ‘princesa’ del siglo 19, que engañó a un pueblo”, firmado por Paul Anthony Jones, aparecido en el portal digital Mental Floss (ver: https://www.mentalfloss.com/article/92250/mysterious-19th-century-princess-who-fooled-town-thinking-she-was-royalty).

Todo comenzó cuando una mujer, con traza de indigente, el 3 de abril, de 1817, apareció, de la nada, en la comunidad rural de Almondsbury, a unos kilómetros al norte de Bristol, en el suroeste de Inglaterra.

Dice Jones que “vestía una obscura capa y una chalina, con un turbante en su cabeza, se veía confundida y muy cansada, como si hubiera completado un largo viaje. Bajo su brazo, llevaba algunas pertenencias, que incluían una barra de jabón, y cosas de baño, envueltas en un pedazo de tela. Lo más curioso, era que hablaba un lenguaje exótico, que nadie parecía entender”. Sí, muy buena entrada, con tal de que fuera creíble el relato que, después, todos conocieron.

Los lugareños pensaban que era una indigente, y la llevaron a la casa de asistencia. Pero el encargado, sospechando que se podría tratarse de una espía de Napoleón, pues recién habían concluido las guerras con Francia, la llevó con el magistrado Samuel Worrall. Éste, envió por su valet, un griego que sabía varias lenguas mediterráneas, pero tampoco entendió el “lenguaje” de la mujer.

Le pidieron, mediante señas, que mostrara papeles de identificación, y ella, sólo mostró algunas monedas. Es decir, no entendía nada, supuestamente.

La esposa de Worrall, más sensible con la mujer, hizo que su esposo la hospedara en la posada local. Pero su comportamiento “se volvió más errático. Rehusó la comida y bebió sólo té, recitando antes una extraña oración, mientras se tapaba los ojos con una mano. Pareció reconocer una piña que estaba impresa en una pared de la posada, por lo que el personal supuso que habría viajado de una lejana tierra tropical. Y cuando fue la hora de dormir, miró la cama, con extrañeza, y prefirió dormir en el suelo”. Con esos comportamientos, esa mujer se volvió más enigmática.

Al otro día, el señor Worrall fue por ella y ya pudieron saber que se llamaba “Caraboo”, palabra que pronunciaba, mientras se señalaba. Pero Worrall, se desesperó, convencido de que se trataba de una pordiosera, y la llevó al hospital de indigentes del lugar. La fama de “Caraboo”, fue creciendo y mucha gente la visitaba, hablándole en varios idiomas, para ver si ella lograba comprender alguno… ¡pero fue inútil!

Hasta que un supuesto marinero portugués, Manuel Eynesso, que visitaba Bristol, pudo descifrar la lengua de Caraboo que, dijo, era una mezcla de dialectos nativos de Sumatra y, de inmediato, pudo enterarse de la historia que la extraña mujer le contó.

Así, Caraboo le platicó que era una “princesa” de la isla “Javasu”, del océano índico, que había sido secuestrada por piratas y que, cuando llegaron al puerto de Bristol, había brincado al canal. De allí, anduvo vagando seis semanas, antes de llegar a Almondsbury.

Con eso bastó para que la señora Worrall, la rescatara del hospital y la llevara a su casa, para tratarla con los honores que la tal princesa merecía. Se hicieron fiestas, a las que acudían invitados especiales, con tal de platicar y tratar a tan famosa mujer, de azul sangre. La princesa era “excelente moviendo la espada, manejaba muy bien el arco y la flecha, hechos por ella, entretenía a los huéspedes con su extraño lenguaje y excéntrico comportamiento, bailaba exóticamente, nadaba desnuda en el lago, cuando estaba sola, y le rezaba al ser supremo ‘Allah Tallah”, desde las copas de los árboles. Los románticos intelectuales, se quebraban la cabeza, tratando de averiguar de dónde exactamente provenía. Al principio, ella, como que dejó entrever que venía de China, pero su apariencia, totalmente europea, señalaba lo contrario” (ver: http://www.bbc.co.uk/legacies/myths_legends/england/bristol/article_3.shtml).

Un doctor Wilkinson, incluso, escribió que nada daba indicios de sospechar de tan singular personaje.

Ilustra el artículo, una pintura hecha de la “princesa”, luciendo elegante vestuario de satinada tela, con sandalias y un turbante blanco, engarzado con exóticas, coloridas plumas. Sí, no habría cabido duda de que se trataba de una verdadera princesa, de lejanas tierras.

Pero, como dice Jones, no tardó en descubrirse quién era, realmente, la “princesa Caraboo”.

Como su imagen se publicó en el Bristol Journal, una señora Neale, dueña de una casa de huéspedes, un día, adquirió un ejemplar y vio la imagen de la “princesa”. De inmediato, la reconoció, pues había estado en su establecimiento. “Era una mujer llamada Mary Baker, hija de un zapatero de Witheridge, una villa que estaba a 112 kilómetros de Almondsbury, así que era un total engaño, afirmó la señora Neale”. Pues qué mujer tan metiche, podría decirse, ¿no?

La señora Worrall, decepcionada y, aún, incrédula, arregló con la “princesa”, que la llevaría con un pintor, para que le hiciera un retrato. Pero fue su plan, para confrontarla con la señora Neale, quien la identificó plenamente. Mary Baker, alias la “princesa Caraboo”, aceptó que, en efecto, todo lo había inventado. Incluso, el idioma, que había creado, cuando vivía en la casa de huéspedes, para jugar con los hijos de la señora Neale.

Y contó su historia real, que, desde niña, había sido muy pobre, maltratada por sus padres, por lo que decidió salirse de la casa de ellos. Trabajó, luego, en varios lugares, “antes de que terminara pidiendo caridad en las calles de Inglaterra y Bristol, por allí de los 1810’s. Fue cuando descubrió que haciéndose pasar como extranjera, la gente la trataba con más simpatía y ella recibía más dinero”. Qué bueno que en esa época, trataban mejor a los “migrantes”, no como ahora, que sólo se busca echarlos del país de “primer mundo” en el que pidan asilo

Y se inventó Mary Baker lo de que era la princesa Caraboo. Y tampoco existió la isla de “Javasu”.

Pero la gente, contrario a lo que podría pensarse, la tomó como una heroína, que, gracias a su ingenio, había engañado a la aristocracia y se había servido de ella, a pesar de tratarse de una mujer pobre, sin educación.

También, la señora Worrall, a pesar del engaño, sintió el afecto que la gente le manifestaba a Mary Baker y decidió ayudarla, pues su historia real, la conmovió.

Reunió fondos para que se fuera a vivir a Filadelfia, en 1817. Allí, montó un show con su ficticio personaje, la princesa Caraboo, que fue todo un éxito, pues hasta en Estados Unidos, se conoció su increíble historia.

Años más tarde, regreso a Inglaterra, en donde pretendió, de nuevo, montar el show, pero como su fama ya se había ido apagando, tuvo un marginal éxito.

Luego, Mary Baker se casó, adoptando el nombre de Mary Burguess, por su marido, pero enviudó al poco tiempo. No tuvo hijos.

Después, se dedicó a vender sanguijuelas al hospital local (por esos tiempos, eran recomendadas, en muchos procedimientos “curativos”, las sangrías, practicadas con sanguijuelas criadas).

Así se la pasó, durante 30 años, hasta que, en 1864, un fulminante infarto, la mató.

Dice Jones, sobre el marinero que descifró su lenguaje, que nunca se le volvió a ver y que “no está claro cómo pudo entender un lenguaje inventado, a menos de que él, también, hubiera sido un impostor”.

De todos modos, mucha gente estuvo de acuerdo en que, para haberse tratado de una mujer de muy humildes orígenes, Mary Baker, estuvo dotada de nata inteligencia, como para caracterizar a tan encumbrado personaje.

Y tan bien lo hizo, que logró engañar a tantos ingenuos, que trataban de averiguar la verdadera historia de la princesa Caraboo.

Sí, Mary Baker, fue toda una muy talentosa actriz, descubierta, sólo por la mezquindad de una metiche, envidiosa mujer.

De lo contrario, muy probablemente, habría terminado como la esposa de algún aristócrata o de algún banquero, que se hubieran disputado el amor de tan bella princesa.

No cabe duda, fue una gran actuación.

 

Contacto: studillac@hotmail.com