domingo, 19 de febrero de 2023

La fibra óptica podría también a ayudar a avisar con algo de antelación sobre temblores

 

La fibra óptica podría también a ayudar a avisar con algo de antelación sobre temblores

Por Adán Salgado Andrade

 

El planeta está cubierto de todo tipo de cables, como los que conducen electricidad o los que transmiten datos. Éstos últimos, son de fibra óptica.

Un nuevo estudio muestra que se puede usar tal fibra óptica para detectar temblores en sus inicios y que se pueda dar aviso, al menos por unos segundos, a las zonas que lo sufrirán, como ya se hace en México, con la alarma sísmica – cuando funciona adecuadamente, claro –, la cual da algunos segundos previos al evento, aunque a veces, no sean suficientes, sobre todo, en edificios muy altos.

Una alarma sísmica, de haberla tenido, quizá habría podido dar algunos segundos a la gente, para huir de la catástrofe que sufrieron Turquía y Siria, cuando el 6 de febrero de este 2023, un fuerte sismo de 7.7 grados, sacudió a zonas de ambos países. La pobreza de Siria, sobre todo, se ha profundizado por esa causa (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/las-condiciones-de-miseria-en-siria-que.html).

El artículo “Cómo la fibra óptica, podría prevenir sobre un terremoto”, firmado por Matt Simon, expone ese intento. Dice Simon que “disparando láseres a través de fibras ópticas subterráneas, los científicos pueden detectar ondas sísmicas y quizá mejorar las alerta, con lo que la gente tendría algo más de precioso tiempo para prepararse” (ver: https://www.wired.com/story/how-fiber-optic-cables-could-warn-you-of-an-earthquake/).

A la fecha, a pesar de que hay muchos avances en el estudio de los sismos, no es posible predecirlos. Son caprichosos, no tienen un comportamiento preciso. Por ejemplo, en México, ya se han dado tres sismos, dos muy fuertes, en fecha del 19 de septiembre, en 1985, 2017 y el del 2022. No hay una explicación “lógica”, porque, además, los dos últimos, se han dado luego del simulacro sísmico. Y eso nos tiene a todos ciscados, pues cada que se acerque un 19 de septiembre, estaremos temerosos de que se produzca un temblor.

Explica Simon que el sistema, llamado Distributed Acoustic Sensing (DAS, sensores acústicos distribuidos), “emplea cables ópticos de telecomunicaciones para detectar temblores. Podría modificarse algo su función, para que pudieran sentir temblores y erupciones volcánicas, los que interfieren la luz que viaja por dichos cables, generando una señal peculiar”.

Como por todo el mundo existe ya una gran red de tales cables, de ser posible el proyecto, serían como un “complejo mundial que podría detectar temblores en cualquier sitio, proporcionando algo más de tiempo, para prepararse para ellos”.

En efecto, cualquier cosa que detecte los temblores y proporcione más segundos, podría reducir los decesos, sobre todo, en los fuertes.

El DAS, “no predice temblores, sólo los detecta, como hacen los sistemas de sismómetros instalados en varios países, que experimentan un temblor y envían señales para activar alarmas sísmicas o avisos por celulares, para que la gente se prepare, tome sus papeles más importantes y se meta debajo de una mesa”, dice Simon.

En Estados Unidos, el sistema ShakeAlert, cumple la función de la alarma sísmica en México, “con 1,400 estaciones sísmicas colocadas a lo largo de California, Oregón y Washington, que son las zonas más telúricas. Y avisan cuando un temblor excede los 5 grados de magnitud”.

El sistema funciona mediante mecanismos llamados “interrogadores (interrogators), que se acoplan a los cables ópticos, con autorización de las compañías de telecomunicaciones. Disparan pulsos de láseres a través del cable y analizan los rebotes cuando la fibra es perturbada por algún movimiento. De acuerdo a la velocidad de rebote, se puede determinar si es un temblor o una simple sacudida de un camión pesado”.

Eso es bueno, dice Simon, porque no sucedería lo que pasa con algunos sismómetros, que pueden ser perturbados por un camión pesado.

La ventaja del DAS, dicen sus proponentes, es que se usaría, como señalé, la gigantesca red de fibra óptica que ya está instalada por todo el planeta. “Incluso, áreas en donde no existen sismómetros, como las rurales, podrían beneficiarse”.

Claro que en países pobres, en donde no hay tanta fibra óptica instalada, no sería tan efectivo el DAS, como en Estados Unidos u otros países “desarrollados”.

También indican sus creadores que como hay cables ópticos submarinos, “podrían usarse, incluso, para avisar sobre tsunamis, ya que pueden avisar con una precisión de cada diez metros, sobre la magnitud del sismo”.

Es decir, que, a diferencia de un sismómetro, la detección sería continua, a lo largo de los cables que detectaran un sismo. “No reemplazan la alta sensibilidad de los sismómetros, pero la pueden complementar, al enviar señales más continuas a lo largo de la trayectoria del sismo”.

El problema es que algunos cables ópticos, no están bien asentados en el suelo, pero la ventaja es que como hay miles, serían redundantes y se usarían los más sensibles.

Otro problema es que tantos interrogadores enviando señales, “crearían un gran cúmulo de información, la cual tendría que analizarse al instante, pues no podría enviarse toda por internet para ser examinada, pues cuando se descargara, ya habría pasado el temblor. Así que tendría que conocerse instantáneamente la determinación del sitio e intensidad del temblor”.

En efecto, eso significaría que todas las señales de los miles de interrogadores que detectaran un sismo, tendrían que analizarse simultáneamente, y en fracciones de segundo. Por ello, el DAS todavía tardará para ser aplicado, dicen sus creadores, pero en pruebas que han efectuado, han visto que podría trabajar bien.

Lo ideal sería que pudiera predecirse un terremoto, sobre todo, uno muy intenso, con horas, al menos, de anticipación.

Pero son los secretos que todavía guarda este planeta, que mucho se especula que sea un ser vivo todo él.

Quizá, hasta sea su protesta, por tanto mal que le hemos ocasionado al depredarlo y contaminarlo en demasía.

Y los fallecidos, son como los sacrificios que exige, a cambio de permitirnos seguir viviendo bajo su noble amparo.

 

Contacto: studillac@hotmail.com