domingo, 29 de septiembre de 2024

Signal busca crear un internet libre de vigilancia y de lucro

 

Signal busca crear un internet libre de vigilancia y de lucro

Por Adán Salgado Andrade

 

En la actualidad, todo lo que busca innovar, lo hace con el fin primero de obtener una ganancia, que es el objetivo central del capitalismo salvaje. Por ejemplo, los LLM (Large Language Models), que han dado lugar a los mal llamados sistemas de Inteligencia Artificial, IA, que no son otra cosa más que sistemas de entrenamiento redundante, hasta la fecha, no están generando ganancias, pues todos son libres, con sólo algunas de sus aplicaciones teniendo que pagarse. Compañías como OpenAI, la pionera en la evolución de los LLM, con el ChatGPT, pudiera quedar como muchas empresas que innovaron cosas que marcaron hitos en el desarrollo tecnológico, pero que desaparecieron por la voraz competencia capitalista (Intel – casi quebrada –, Netscape, Philips, Memorex, Ampex, Atari, Studebaker, American Motors Corporation, Panam… entre cientos de otras. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/08/la-inteligencia-artificial-no-esta.html).

Sin embargo, una empresa comunicacional quiere salir de ese molde, de sólo operar si hay ganancias, además de que busca terminar con la excesiva vigilancia que existe en la red global.

Se trata de Signal, fundada en el 2013, la que señala en su página digital que “Diga ‘hola’ a una experiencia de mensajes diferente. Un énfasis impensable en privacidad, combinado con todas las funciones que usted espera tener. Con encriptación de punta, sus conversaciones están seguras. No podemos leer sus mensajes o escuchar sus llamadas y ninguna otra persona, puede hacerlo. La privacidad no es opcional, es justamente como Signal trabaja. Con todos los mensajes, las llamadas y en todo momento” (ver: https://signal.org/).

En septiembre del 2022, la tecnoactivista estadounidense Meredith Whittaker tomó la dirección de Signal y su cometido es seguir con la esencia fundacional de la empresa: mantener la información de la gente, realmente privada, y no cobrar por sus servicios (de hecho, se sostiene Signal con donaciones voluntarias. Para acceder a Signal, se debe de cargar su app en el celular y, efectuado eso, puede cargarse en computadoras o laptops).

Andy Greenberg, investigador tecnológico de la publicación Wired, sostuvo una interesante conversación con Meredith, en la que la tecnoactivista le platicó sobre sus años en Google, porqué dejó la empresa y sus preocupaciones sobre la sobrevigilancia ejercida por compañías tecnológicas y mafias en el poder sobre la gente, “pues vivimos vigilados en todo momento y esas empresas trafican con nuestros datos y ganan con ellos” (ver: https://www.wired.com/story/meredith-whittaker-signal/).

Meredith, de unos 42 años (mantiene, acorde con lo que busca, mucha de su vida privada), trabajó en Google, atraída por un puesto que se llamaba “asociado de operaciones del consumidor” (consumer operations associate), que supuestamente era para “compartir ideas creativas. Terminé fundando un grupo de investigación, pero nunca me tomaron en serio. Y ahí estuve hasta que Google comenzó a trabajar con el Pentágono para idear un software para espiar los datos de las personas. Fue cuando todos los que trabajábamos allí protestamos, no aceptamos que el ejército nos dominara. Si yo no lo hubiera hecho, ahorita sería una alta ejecutiva de Google y tendría cinco casas y autos lujosos”.

Luego, en el 2017, fundó el AI Now Institute, un instituto universitario de vanguardia, dedicado a la investigación de las implicaciones de la Inteligencia Artificial, IA, junto con otra afamada investigadora, Kate Crawford. Y en el 2019, dio un testimonio frente al Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología del Congreso de Estados Unidos, sobre las implicaciones que la IA puede provocar. “Puede llevar a los sesgos en la información y a replicar funcionamientos dañinos”. Declaró que era fundamental proteger a los “soplones” que denunciaban las cuestionables prácticas de las empresas en el manejo de la información y de los datos de las personas (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Meredith_Whittaker).

Dice Meredith que cuando trabajaba en Google, fundó Measurement Lab “en donde me di cuenta de que las empresas deseaban usar los datos de las personas, tratarlos estadísticamente y llamarle a eso inteligencia, cuando que, en realidad, era una apropiación hasta ilegal de esos datos. Lo podían lograr con masivas cantidades de información y poderosos chips computacionales, usando viejos algoritmos de los 1980’s, con los que se lograban cosas impresionantes. Por eso fue que tuve mis dudas”.

Tiene razón Meredith, pues no se puede llamar inteligencia artificial a una mera compilación de datos. Es lo que señala Kate Crawford, investigadora con la que Meredith formó el AI Now Institute. En su libro Atlas de la IA, Crawford, profesora de la Universidad de California del Sur e investigadora de Microsoft, señala que “el indiscriminado empleo de la IA en todo, es equivocado, pues la IA ni es artificial, ni es inteligente. La IA, está hecha de vastas cantidades de recursos naturales, combustible y trabajo humano. Y no es inteligente en la forma en que lo es un humano. No es capaz de discernir cosas, sin un extensivo entrenamiento humano y tiene una total diferente lógica estadística de cómo el pensamiento se hace. Desde el principio de la IA, en 1956, hemos ocasionado este terrible error, una especie de pecado original de ese campo, pensar que las mentes son como computadoras y viceversa. Asumimos que estas cosas son análogas a la inteligencia humana, algo muy alejado de la realidad”. Por eso se entendieron muy bien las dos tecnoactivistas, pues coinciden en que no se puede llamar a una vasta recolección de datos “inteligencia”.

Es como los programas de reconocimiento facial, que trabajan con millones de fotos de personas, obtenidas hasta ilegalmente, que son vendidos muy caros a las dependencias policiacas para detectar a “criminales”, pero hasta se equivocan. Pero eso no les interesa a las empresas que hacen esos programas, sólo las buenas ganancias que obtengan de venderlos. Incluso, si son empleados para reprimir a la gente, como hacen en Irán, para perseguir a las mujeres que no usan el absurdo velo obligatorio (hijab), y que hasta las asesinan, no es de su incumbencia (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/en-iran-usan-reconocimiento-facial-para.html).

También se dio cuenta Meredith de que la infraestructura computacional es cara. “Cuando hace diez años fundé el Measurement Lab, costó $40 millones de dólares al año para tener conectividad rápida. ‘Es en donde está el dinero’, me dije”.

Y el resultado de mejores sistemas para almacenar y manejar datos “es la publicidad personalizada. Es lo que hace Google, manejar todos esos datos mierderos para su propio beneficio”, afirma.

Por eso dejó Google, porque, finalmente, comenzó a trabajar en proyectos militares con el Pentágono para realizar con sistemas de IA, “drones que vigilaran y atacaran objetivos. Es lo que se llama un golpe por perfil (signature strike), que combina geolocalización con esos sistemas ‘inteligentes’ y ataques reales para matar. Se dirigen a alguien que es considerado terrorista, por ejemplo, relacionado con los Talibanes. Si el perfil que se ha estado vigilando, dice que es terrorista esa persona, entonces, lo matan”.

Greenberg le comenta que es lo que el ex director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) Michael Hayden dijo, “que nosotros matamos a gente basándonos en meta información”. “Si, exactamente, es el matrimonio entre la corporación que más vigila, Google, y el ejército más letal, como el Pentágono se llama a sí mismo. Fue cuando dije ‘no, no puedo seguir en esto, haciendo análisis de porqué esto puede ser malo, si se busca una forma de hacerlo malo. No, eso ya no lo soporté”.

Y esa extrema vigilancia para matar es el llamado Proyecto Maven. Y seguramente los genocidas judíos usan la geolocalización, a partir de sondear a alguien considerado “terrorista”, seguir todos sus movimientos en la red, irlo copando… ¡hasta asesinarlo con un bombazo!

Es lo que deben de haber hecho con tantos líderes de Hamas o de Hezbollah que, sorprendentemente, han localizado con gran precisión (en Líbano o en Irán) y los han asesinado certeramente. El más reciente asesinato es el de quien fuera líder supremo de Hezbollah, Sayed Hassan Nasrallah, en Líbano, el sábado 28 de septiembre del 2024, como si hubieran sabido que estaba en la zona de los intensos bombardeos, que lo mataron a él y a decenas de personas inocentes más, los “daños colaterales” como son considerados por los genocidas (ver: https://www.jornada.com.mx/2024/09/29/mundo/016n1mun).

Con esa vigilancia militar, ya no se necesitan espías, como puede verse.

De hecho, abordan en la entrevista – ¡muy bien que lo hagan! – el genocidio de Gaza que se está haciendo con esas herramientas de IA, creadas por el nefasto Google, y las armas de los genocidas. “Sí, para atacarlos algorítmicamente, tú requieres primero de mucha información. Y los gazatíes son la gente más vigilada del mundo. Se analizan sus perfiles y se determina si son terroristas y los bombardean. Así es como trabajan esos infames sistemas”, dice Meredith.

Así que la IA es un producto del modelo de masiva vigilancia, es un negocio, no está separado de la tecnología, agrega Meredith.

Le coementa Greenberg que debe de haber formas más benéficas de actuar de la IA, como en los escaneos de tumores, por ejemplo. “Sí, eso está bien, pero supón que se use para perjudicar. Por ejemplo, las empresas de seguros pueden usarlos para negar cobertura o los hospitales para rechazar a pacientes. Les estamos dando mucho poder a las empresas tecnológicas para recabar información y usarla como mejor les convenga. Por eso es tan difícil crear alternativas que realmente sean benéficas. Es lo que está tratando de hacer Signal, crear una plataforma que no te espíe, que no recolecte tus datos, que no te anuncie cosas basada en tus preferencias. Y eso, como te digo, lo hacemos sin afanes de lucro. Y a pesar de ello, nuestros ingenieros están bien pagados. Ganan más que yo, de verdad, no me importa, lo que me importa es cambiar este modelo de sobrevigilancia centralizada que nada más sirve para enriquecer a un puñado de empresas y para incrementar la represión gubernamental sobre la sociedad”.

Muy buen esfuerzo el que está haciendo Meredith, de continuar con lo que Signal ha buscado desde su creación: que no nos dé miedo compartir informes, videos, imágenes… que vayan a ser utilizados de forma malévola (por el robo de imágenes, se han dado casos de fake porn, por ejemplo, involucrando a mujeres que nada tienen que ver con los videos pornográficos en los que aparecen. Ver: https://www.theguardian.com/commentisfree/2023/apr/01/ai-deepfake-porn-fake-images).

Sólo esperemos que las grandes corporaciones de vigilancia que siguen nuestros pasos en todo momento, no acaben con Signal, que no lo sobrevigilen y lo hundan.

 

Contacto: studillac@hotmail.com

 

 

 

 

 

sábado, 28 de septiembre de 2024

Ahora, los genocidas judíos van contra Líbano

 

Ahora, los genocidas judíos van contra Líbano

Por Adán Salgado Andrade

 

Líbano es un país que ha sido golpeado por crisis económicas, corrupción, guerras civiles y foráneas y creciente empobrecimiento. Con un área de apenas 10,400 km2 y una población de 5,364,482 personas (lo que da una alta densidad de casi 516 por km2), tiene un PIB de $65,818 millones de dólares (2023), y un ingreso per cápita de $12,300 dólares, aparentemente alto, pero porque grupos muy fuertes económicamente, dominan al país.

El desempleo juvenil se ubica en casi el 24 por ciento y el general, en casi 12 por ciento (ver: https://www.cia.gov/the-world-factbook/countries/lebanon/).

Pero la pobreza, como dije, es creciente. Hasta por la basura que recolecta la gente hay peleas, a veces, hasta mortales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/en-libano-la-gente-hasta-puede-matar.html).

Como la moneda nacional, la libra libanesa (cotizada actualmente en 89,600 libras por un dólar, devaluadísima), muchos han preferido minar criptomonedas, aprovechando que hay algunas plantas de electricidad cercanas de donde la pueden robar o comprar legalmente, como hacen algunos. Pero es más seguro que tener, por ejemplo, dólares en el banco, pues los bancos están quebrados por tanta corrupción y entregan devaluadas libras a sus tenedores, pues las distintas mafias en el poder que han dominado a Líbano, los han usado, a los bancos, como sus cajas de ahorros, haciendo lo que han querido con esos fondos (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/11/en-el-quebrado-libano-usan.html).

Por si eso no bastara, hasta hubo el 4 de agosto del 2020, un poderoso estallido de casi 3,000 toneladas de fertilizantes guardados en una bodega (junto con cohetes, llantas y cinco rollos de cuerdas para explosivos), en Beirut, capital de Líbano, que dejó 200 fallecidos y 6,500 heridos, asestando otro duro golpe a la precariedad económica de ese país. tuvo mucho que ver la negligencia y la corrupción imperantes (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/11/estudio-forensico-demostro-que-la.html).

Y para complicar todavía más las cosas, ya Hezbollah provocó una nueva guerra con Israel. Como desde el pasado octubre del 2023, ese grupo guerrillero (considerado terrorista por Israel, Estados Unidos y otros países), que está apoyado por Irán, comenzó a lanzar cohetes contra Israel, en apoyo a Hamas y a Gaza, víctima ésta de un brutal genocidio –  que a la fecha ha dejado más de 41 mil fallecidos, más de cien mil heridos, y más del 70 por ciento de la ciudad y la infraestructura urbana destruida –, de repente, la respuesta de los judíos ha sido tremenda con sus bombardeos. En sólo una semana, ha dejado más de 600 asesinados, 2,000 heridos y varias construcciones derribadas totalmente. Antes, alevosamente, hizo estallar bíperes y walkie-talkies que dejaron también varios muertos y cientos de heridos, en un acto condenado por la comunidad internacional (ver: https://www.theguardian.com/world/2024/sep/19/hezbollah-chief-vows-punishment-of-israel-after-explosive-device-attacks).

Y esos ataques, ya están dejando secuelas psicológicas en Líbano, además de los fallecidos, heridos y construcciones. La gente teme más ataques y por sus vidas, a pesar de que ya están acostumbrados generacionalmente, a distintas guerras, abuelos, hijos, nietos, de una u otra forma saben lo que es una guerra. Es lo que ilustra el podcast de The Guardian, titulado “La semana más mortífera en Líbano en décadas”, grabado por Michael Safi, quien comenta sobre las entrevistas que hizo a William Christou, corresponsal de The Guardian en Beirut y a tres ciudadanos de ese país, azotado por continuas desgracias (ver: https://www.theguardian.com/news/audio/2024/sep/27/deadliest-week-in-lebanon-for-decades-podcast).

La última guerra que tuvo Líbano contra Israel fue en el 2006, la que duró 34 días. Fue muy destructiva para Líbano, dejando más de media ciudad en ruinas, pero al final, un alto al fuego, promovido por la ONU, se estableció (que no parece actuar mucho en la actualidad, siendo una simple marioneta de Estados Unidos. Ver: https://www.youtube.com/shorts/emonJ_doR64).

Los ataques se anunciaron con textos a todos los celulares de los civiles viviendo en el área que se iba a bombardear, diciéndoles que debían desalojar, pues iban a bombardear “objetivos de Hezbollah”, que estaban allí.

Obviamente que la mayoría de los fallecidos que quedaron tras los ataques, no eran combatientes de Hezbollah. Sólo les dieron dos horas para desplazarse, así que probablemente muchos no pudieron evacuar las zonas que iban a bombardearse. O, como sucede con muchos, que, muy dignos y orgullosos, prefieren perecer en sus casas, a acatar esas miserables órdenes de genocidas que no tienen escrúpulos en matar a quien sea, hombres y mujeres, de distintas edades y condiciones. Una polémica decisión, pero quizá entendible para esa cultura, muy orgullosa.

Una mujer, Dalia Farran, quien tiene un club de playa en Tyre, al sur de Líbano, le dijo a Safi que comenzó a escuchar los bombazos y que salió de su tienda de campaña que tenía justo en la playa, pensando que eso era “irreal, surrealista, el fuego, los estallidos y empiezas a temer por tu vida”.

También habló Safi con Sarah Jaroush, investigadora, que dice que teme, pues se escuchan cada vez más cerca los bombardeos, como a 2 kilómetros de distancia. “No puedo dormir, no puedo ir a trabajar, pues quiero estar con mi familia, si algo pasa”.

Y, de hecho, Christou le dijo a Safi que la gente ya no va a trabajar, ni a la escuela, ni en Beirut, alejado de la zona de conflicto, pues no saben qué pasara, porque los judíos han amenazado con que habrá una invasión terrestre.

Nadie esperaba una escalada tan brutal. Pensaban que seguiría Israel deteniendo los cohetes lanzados por Hezbollah, desde que comenzó a hacerlo el año pasado (le dicen tit for tat en inglés). Pero no imaginaron lo del lunes 23 de septiembre del 2024 y los siguientes días, que han dejado, como señalé,  los 600 muertos y dos mil heridos.

Y al parecer, hasta Hezbollah está negociando ya un cese al fuego (se habla de una propuesta de Estados Unidos y Francia de 21 días de cese, que el genocida Netanyahu dice que no ha aceptado), pues no aguantarían.

Dejarían los judíos, con su mortífero arsenal – proporcionado por Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia y otros hipócritas países, más interesados en hacer negocios, que en la paz y las vidas de gazatíes y libaneses –, arrasado a Líbano, tal como a Gaza.

Pero esos dos genocidios los apoyan, encantados, los países señalados, porque las ventas de armas siguen constantes y luego vendría la reconstrucción de Gaza y Líbano – si es que pueden reconstruirse, muy difícil, pues se ha estimado que tan sólo para retirar los escombros en Gaza, se requerirían diez años.

También habló Safi con el doctor gazatí Ghassan Abu-Sitta, quien estaba en Gaza y desde hace una semana se encuentra en Líbano. El galeno le dijo que está viendo lo mismo, en el hospital libanés en el que actualmente trabaja: abundan los heridos, los amputados, los desangrados, los muertos…

Dice que como los caminos están bloqueados por tanta gente que quiere huir hacia Beirut, “los heridos no pueden llegar y han muerto en el camino, es doloroso, terrible. Y como el sistema de salud de Líbano es muy frágil, pocos hospitales operan, por la crisis económica que comenzó en el 2019, por corrupción y por la falta de un verdadero gobierno. Todo está muy vulnerable, casi colapsado y con esto, peor. Tenemos una unidad pediátrica intensiva, pero no nos damos abasto”.

Christou le comentó a Safi que lo de la invasión terrestre, puede ser para atemorizar a la gente “y lo han logrado, pues no saben ya qué esperar. No salen a trabajar, ni a estudiar, están paralizados, aterrados, de no saber cuánto van a vivir y cosas así. En Beirut, se han acondicionado los estudios o salas para albergar a los familiares que llegan desde el sur, pensando en que su estadía será larga, pues no se sabe si las casas que se abandonaron fueron o no destruidas”.

De hecho, Sarah le dijo, a pregunta de Safi de qué cree que sucederá, que “pues, francamente, no sé, no sé qué pasará”. Él le dice que “espero que estés segura” y ella responde “gracias, sí, eso esperemos”. Porque, así como van, pues ser desplazada o quizá hasta pueda morir en un bombardeo.

Lo peor es que la gente siempre ha apoyado mucho a Hezbollah, pero ahora, muchos con los que platicó Christou se mostraron molestos porque ese grupo está llevando al deprimido Líbano a una guerra que no provocó el país directamente.

Cabe preguntarse cómo es posible que en esos países, Gaza o Líbano y otros árabes, tengan tanta fuerza esos grupos guerrilleros. Es como si por culpa de los zapatistas o el EPR (Ejército Popular Revolucionario), entráramos con guerra con Estados Unidos, porque aquéllos realizaran ataques contra éste. Obviamente, perderíamos, pero sería por culpa de tales grupos.

Líbano cuenta con un ejército, las Fuerzas Armadas de Líbano (LAF, por sus siglas en inglés), cuya responsabilidad es defender al país de una incursión extranjera y esta es una incursión extranjera, ¿no?, pero como está muy mal armado, con viejos equipos vendidos justamente por Estados Unidos y la extinta URSS, perdería, de todos modos, una confrontación con Israel, perfectamente equipado con moderno armamento proporcionado, como señalé, por sus esbirros Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania…

Y aún así, se deja a Hezbollah actuar a sus anchas, aun a costa de arriesgar a todo el país. Pareciera como si se hubieran creado, tanto Hamas, como Hezbollah, exprofesamente por Israel, como grupos de provocación para justificar esos genocidios. De hecho, se afirma que Hamas es un “engendro” creado por Israel – así como en su momento Estados Unidos creó Al-Qaeda, comandada por Osama bin Laden (1957-2011) –, para perturbar los procesos de paz entre Israel y Palestina.

Mehdi Hasan, un comunicador inglés-estadounidense, sostiene que “no es una teoría conspiracionista”. Dice Hasan que el general judío Yitzhak Segev “buscó el financiamiento de Hamas (acrónimo de Movimiento de Resistencia Islámica, en árabe), viéndolo como un ‘contrapeso’ para el movimiento secular de la Organización para la Liberación de Palestina y el partido Fatah, liderado por Yasser Arafat (1929-2004), quien justamente se refería a Hamas como ‘el engendro de Israel’” (ver: https://www.tbsnews.net/hamas-israel-war/how-israel-went-helping-create-hamas-bombing-it-718378).

Sea como sea, el nuevo conflicto amenaza con dejar miles de asesinados y heridos, y una destrucción casi total, como ya ha hecho en Gaza.

Para las fábricas de armamento, es un excelente negocio.

Deben de estar celebrándolo.

¡Viva la guerra!, han de proclamar.

 

Contacto: studillac@hotmail.com