martes, 18 de marzo de 2025

En Inglaterra han incrementado los robos a tiendas de conveniencia, muchos, por necesidad

 

En Inglaterra han incrementado los robos a tiendas de conveniencia, muchos, por necesidad

Por Adán Salgado Andrade

 

La carestía, los bajos salarios o el desempleo, han incrementado los índices de pobreza en todo el mundo. Actualmente, 44 por ciento de la población mundial, unos 3,500 millones de personas, son pobres. Pero un 8.5 por ciento, lo son extremadamente, con ingresos de menos de $2.15 dólares (42 pesos) por día (ver: https://www.worldbank.org/en/publication/poverty-prosperity-and-planet).

Por ello es que han surgido formas de sobrevivencia, digamos, peculiares. Una de ellas es el llamado “robo por hambre”, por el cual, personas entran a supermercados a robar comida, su primera y gran necesidad, con tal de comer el día que lo hacen. A pesar de ello, son castigadas con rigor, con penas de 2 a 6 años, según sean las condiciones por las que se dio (el llamado robo “famélico” puede llegar a “perdonarse” con una multa o sin cargos, siempre y cuando se demuestre que fue la primera vez que se hizo, que no hubo engaño y que los objetos robados realmente sirvan para aliviar el hambre. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Hurto_fam%C3%A9lico#:~:text=El%20hurto%20fam%C3%A9lico%20es%20la%20sustracci%C3%B3n%20de,esta%20figura%20como%20un%20estado%20de%20necesidad).

Pero otros robos son los llamados robos “hormiga”, realizados por los “farderos”, quienes entran a los mencionados supermercados o tiendas de conveniencia (OXXO’s por ejemplo) a robar, no alimentos, pero sí objetos. Tuve una amiga hace muchísimos años que robaba perfumes para vender. Lo hacía en tiendas departamentales, pidiendo que se los mostraran, varios, y aprovechaba para robar alguno. Nunca me explicó muy bien cómo lo hacía (no creo que tomara alguno de los que le ponían en el mostrador), pero vaya si era audaz y temeraria. Y nunca la sorprendieron (dejó de hacerlo justamente porque ya no quiso arriesgarse, como me lo confesó).

Y a pesar de todas las medidas de seguridad de las tiendas, la gente se aventura a seguir robando, los más, por necesidad, pero algunos porque les gustan los retos y porque es una forma de hacerse de cosas caras, como botellas de vino o cigarros.

Esa tendencia también se está dando en Inglaterra, en donde la creciente pobreza está llevando a muchas personas a robar en tiendas. El artículo de The Guardian, titulado “’Son muy descarados’: trabajadores de tiendas enfrentando a farderos, los que rompen récords de estadísticas de robos en Inglaterra”, firmado por Jem Bartholomew, relata el problema, agregando que “trabajadores de tiendas dicen que los robos les cuestan miles, en tanto que los farderos dicen que por culpa del encarecimiento de la vida, se han visto forzados a delinquir” (ver: https://www.theguardian.com/business/2025/mar/04/retail-workers-shoplifters-uk-record-theft-crime).

Inicia Bartholomew con el testimonio de Katherine (no es su nombre real), empleada de un Tesco Express, quien narra con qué descaro mucha gente entra a robar. “Sí, recientemente un hombre entró a la tienda y rompió unas barreras de plástico para robar detergente y suavizante, que metió a una mochila y salió como si nada. Y eso es de todos los días. Y no queremos arriesgarnos a decirles algo, pues vayan a agredirnos, a golpes o con arma blanca. Preferimos dejar que se marchen”.

Bueno, eso, en México, no podría ser tan sencillo, supongo, a menos que el ladrón entrara con pistola y robara cuanto quisiera. Pero que en Inglaterra se les deje ir, así, sin más, indicaría que hay generalizado temor ante la violencia que se incrementa. Los crímenes con cuchillos en Inglaterra son algo común y tienden a incrementarse (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/03/el-alarmante-incremento-de-crimenes-con.html).

Aunque los criminales que entran armados a tiendas y supermercados también se han incrementado en ese país (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/10/los-robos-super-mercados-y-tiendas-en.html).

Además, la actuación policial, por la reducción de presupuesto, es deficiente, por no decir que pésima. Por tal razón, se han organizado vecinos para crear grupos de vigilancia, a través de redes sociales como WhatsApp, con tal de actuar más rápida y eficazmente (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/09/en-poblado-de-inglaterra-decidieron.html).

Indica la Asociación Inglesa de Tiendas, AIT, que esos robos de farderos se han incrementado un 25 por ciento entre el 2023 y 2024, con más de 20 millones de incidentes, “el más alto número, desde que comenzaron a medirse en el 2023. Además del costo, cerca de £2,200 millones de libras ($56,937 millones de pesos), la AIT reportó violencia y abuso contra los trabajadores, con incidentes que sumaron  más de 2,000 diarios”.

“Ladrones robando objetos caros de mostradores, farderos insultando a trabajadores, padres escondiendo artículos en carriolas, adolescentes despreocupados tomando dulces, gente robando vinos en bolsas, son sólo algunos ejemplos de historias que docenas de personas respondieron a una encuesta de The Guardian acerca de sus experiencias con los farderos”.

Lo peor, dice Katherine, de 26 años, es que los dueños de la empresa nada hacen realmente por incrementar la vigilancia y la seguridad de sus trabajadores. “Los funcionarios de la empresa protestan cuando se pierde mercancía, pero no invierten en capacitar a empleados o en colocar seguridad  enfrente de las tiendas. Es muy frustrante”.

Claro, es lo que menos les importa a las empresas, la seguridad de los empleados. Su mayor interés es que sus ganancias se maximicen.

Dice Katherine que en seis meses, se “pierden” unas $3,000 libras ($77,640 pesos) en mercancía robada. “Y muchas veces, nos descuentan esas pérdidas de nuestros sueldos”.

Una injusticia, pues si de por sí perciben salarios reducidos (alrededor de £1,462 libras mensuales, $37,853 pesos), tomando en cuenta que una renta anda en promedio en £1,000 libras, que todavía les descuenten por hurtos ajenos totalmente a su voluntad, es realmente mezquino de las empresas.

Paul, jefe de una tienda de abarrotes, de Perthshire, dice que unas tres veces a la semana se dan robos de botellas de licor. “Recientemente, vimos a una mujer robarse varias botellas, guardarlas en un portafolio y salir de la tienda. Seguramente, las venderá en el mercado negro”.

Como señalé, la mayoría de esos robos son cometidos por necesidad. Es el caso de George (tampoco es su verdadero nombre), citado por Bartholomew. “George tiene 45 años, era electricista y desde hace siete años, dejó de trabajar por problemas mentales. Tiene una pensión de apoyo por discapacidad de £783.78 libras (es el llamado crédito universal, dado a la gente con discapacidades, pero que ya se quiere disminuir, como veremos adelante). De allí, paga una renta de £475 libras, £170 libras por electricidad (es muy cara la electricidad en Inglaterra) y £20 libras de impuestos locales, así que sólo se queda con menos de £120 libras para alimentos. Dice que acudía a un banco de alimentos, pero sólo podía hacerlo una vez cada cuatro semanas, así que era insuficiente porque, además, comparte el cuidado de una hija de diez años con la madre de ésta”.

“La verdad, robo por necesidad, pues mi pensión es muy baja. Sólo comida y ahora robo más que antes, pues con todo tan caro, menos me alcanza con lo que gano. Nada más lo hago cuando se termina mi pensión. Odio hacerlo, de verdad, me aterra que me sorprendan, pero el hambre es hambre. Contra ella, no puedes”, dice el hombre, algo apenado.

Va a un supermercado, paga por una canasta de cosas, pero se esconde algunas en su gabardina. “Sí, tengo una gabardina con grandes bolsillos. No me avorazo, sólo un paquete de salchichones o un paquete de queso, cosas así. Sí, antes, me sentía mal. Pero ahora, es algo que debo de hacer. Todo es más caro como el chocolate, que una barra para mi niña, ya me cuesta el doble. No, así, no se puede vivir”.

Antes señalé que el actual gobierno laborista, encabezado por Keir Starmer (1962) quiere reducir los apoyos por discapacidad. Ah, pero, muy oportunamente, está señalando que Inglaterra debe de incrementar su gasto en defensa, ahora que Estados Unidos, con Donald Trump (1946) a la cabeza, ha decidido disminuir su ayuda militar, a Ucrania, sobre todo. Es decir, pone Starmer por encima de la seguridad social el abultado gasto en armas, pretextando que “invertir más en defensa, incrementará los empleos y la economía” (ver: https://www.theguardian.com/society/2025/mar/10/starmer-decries-worst-of-all-worlds-benefits-systems-ahead-of-deep-cuts).  

Puras argucias sin sentido que sólo incrementarán la pobreza y, en consecuencia, los robos a tiendas y a otros sitios (por ejemplo, los robos de bicicleta son comunes y se han incrementado. Ver: https://www.theguardian.com/uk-news/2023/sep/21/bike-theft-britain-i-showed-the-thief-the-photo-and-said-this-is-my-bike).

Otra mujer a la que entrevistó Bartholomew es Jacqueline (tampoco es su nombre verdadero), una administradora de 57 años, de Surrey (como ven, no hay edad para eso y ni tampoco es un impedimento moral) . Ella, comenzó a robar por puras circunstancias. “Una vez, la caja automática no me cobró un artículo, pues no me lo escaneó bien. Me di cuenta de que era más fácil salirme con él, que llamar a un empleado para que corrigiera el problema. La verdad, me percaté de lo fácil que es robar. “Me robo algún queso, una ensalada, y los pongo en mi bolso. Y no me siento mal, pues todo está muy caro. Nos dan todo al doble y nada más nos dan la mitad del servicio”.

Para otras personas, como Tommy Cooper, un corredor de bolsa pensionado, citado por Bartholomew, es triste ver “cómo se ha transformado la sociedad. La otra vez, observé a un joven que se robó una pizza y un paquete de cervezas de la tienda cooperativa local. Y se salió sin pagar. Le dije a la cajera, pero me contestó que no creía que la policía se interesara. Sin embargo, fue la manera tan relajada en que el hombre lo hizo, lo que me dejó perplejo. Parecía más como un acto de anarquía, como si estuviera viendo a la sociedad revelarse”.

Puede ser, pues, finalmente, cuando uno entra a un supermercado, el tener al alcance tantas cosas, para el que no tiene dinero, casi es una invitación a robarlas.

Y si sale invicto, quien las roba, además de tener algo qué comer para su familia y él ese día, si fue un robo por hambre, será también una forma de desafío a la tienda en cuestión.

En palabras de Carlos Marx (1818-1883), será una victoria del explotado proletariado sobre la explotadora burguesía.  

 

Contacto: studillac@hotmail.com  

 

   

Sólo 36 petroleras emiten la mitad de las emisiones de CO2 y es difícil demandarlas

 

Sólo 36 petroleras emiten la mitad de las emisiones de CO2 y es difícil demandarlas

Por Adán Salgado Andrade

 

La glotonería energética, incrementada porque cada nuevo “avance tecnológico” requiere más y más electricidad (Inteligencia Artificial, autos eléctricos, celulares, computadoras, servidores más potentes, minado de criptomonedas…), sigue demandando el creciente uso de energías fósiles. Tan sólo Estados Unidos, a pesar de que había buscado una transición a las llamadas energías “verdes”, durante la administración Biden, sigue obteniendo 82 por ciento de sus requerimientos energéticos de combustibles fósiles, como carbón, petróleo, gas natural o fracking. Y las mencionadas energías “verdes”, solar y eólica, sólo montan 1 por ciento (ver: https://usafacts.org/just-the-facts/energy/).

Por tal razón es que recientemente el nuevo Secretario de Energía de Donald Trump (1946), Chris Wight (1965), sentenció que se incrementará el uso de las energías fósiles, pues “no hay forma de que el Sol, el viento o las baterías puedan reemplazar la miríada de usos del gas”. Y aunque reconoció que las emisiones de los combustibles fósiles están calentando al planeta, “es un efecto colateral de construir el mundo moderno”. Como el señor es ex ejecutivo de una empresa de fracking, debe de estar feliz de ayudar a sus amigos a que expandan sus negocios (ver: https://www.theguardian.com/us-news/2025/mar/10/chris-wright-climate-fossil-fuels).

Por eso, el poder que han ejercido las petroleras por años, sigue vigente, a pesar de que se busque disminuir el empleo de los combustibles fósiles (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/10/todo-el-planeta-esta-colonizado-por-los.html).

Y ahora, gracias al renovado apoyo de Trump, su imperio mundial continuará.

Tal es la razón por la que actualmente, la mitad de las emisiones de los más de 40,000 millones de toneladas de CO2 emitidos cada año a la atmósfera, provienen solamente de 36 petroleras, de acuerdo con un estudio. Es lo que expone el artículo de The Guardian, titulado “La mitad de las emisiones de CO2 provienen de 36 petroleras, de acuerdo con un estudio”, firmado por Damian Carrington, quien nos introduce a su trabajo diciendo que “investigadores dicen que los datos refuerzan el caso de responsabilizar a firmas por su contribución a la crisis climática” (ver: https://www.theguardian.com/environment/2025/mar/05/half-of-worlds-co2-emissions-come-from-36-fossil-fuel-firms-study-shows).

Comenta Carrington que el estudio señala que 36 de las mayores gaseras, carboníferas y petroleras, son responsables de más de 20,000 millones de toneladas (mdt), que se dieron en el 2023, “entre las que se incluyen la saudí Aramco, la hindú Coil, la estadounidense ExxonMobil, la inglesa Shell y muchas compañías chinas (de hecho, China es ya el mayor contaminador del mundo). Si Aramco fuera un país, sería el cuarto mayor contaminador, luego de China, Estados Unidos e India, en tanto que ExxonMobil es responsable de emisiones equivalentes a las de Alemania, país que es el noveno contaminador, de acuerdo con la información”.

Muy grave que esas cuantas empresas contaminen tanto y que no se les pueda ni demandar, como veremos más adelante.

Una tabla muestra la cantidad de contaminación que produce cada empresa. Por ejemplo, la mencionada Aramco, emitió en el 2023, ¡1,839,000,000 de toneladas de CO2! Y dos chinas, CHN Energy y Jinneng Group, ¡2,761,000,000 toneladas!   

Tomen en consideración que una tonelada de CO2 ocupa un volumen de 556 metros cúbicos, equivalentes a un espacio cúbico de 8.2 metros por lado (ver: https://www.icbe.com/carbondatabase/co2volumecalculation.asp).  

Ahora, extrapólenlo a los 20,000 millones de toneladas emitidas sólo por tales empresas de combustibles fósiles. Estamos hablando de ¡11,120,000,000,000 de metros cúbicos!, 11,120 kilómetros cúbicos, que equivaldrían a un cubo de 22.32 kilómetros por lado, distancia que un automóvil, viajando a 20 km/h, recorrería en unos 21 minutos. Así que las emisiones totales de CO2, más de 40,000 millones de toneladas, llenarían un cubo de 44.64 kilómetros por lado, que ese mismo auto recorrería en unos 44 minutos.  

Por eso, tanto de ese gas, atrapado en la atmósfera, en la tropósfera, está calentando aceleradamente al planeta, provocando la actual catástrofe climática, cada vez más intensa (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/06/las-capas-superiores-de-la-atmosfera-se.html).

Para cumplir con la meta (cada vez más lejana), de que la temperatura mundial se incremente a un máximo de 1.5º C, tendrían que reducirse las emisiones de CO2, 45 por ciento para el 2030, pero, al contrario, “casi todas las compañías, de las 169 emisoras de ese gas, incrementaron sus emisiones en el 2023, que en ese entonces, fue el año más caliente de la historia”.

Obviamente, con esa tendencia, cada año ha sido más caliente que el anterior.

Eso demuestra que no hay real voluntad por el capitalismo salvaje, el artífice de todos los problemas de depredación y contaminación que padecemos, por el cual operan tales empresas, para resolver esos graves problemas de las emisiones y la depredación que está ocasionando. Mineras chinas, por ejemplo, operan en zonas protegidas por la ONU, contaminando ríos, tierras y ocasionando desastres, sin que les importe, en lo más mínimo, más preocupadas sólo por obtener la mayor ganancia posible  (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2025/03/las-mineras-chinas-siguen-depredando-y.html).

Y guardan silencio esas empresas de energías fósiles. Carrington dice que ninguna le quiso proporcionar información sobre si están tratando de reducir sus emisiones, excepto Shell, la que dijo que “estamos comprometidos a reducir a cero nuestras emisiones para el 2050”. Pero la realidad es que no está cumpliendo sus compromisos y está incrementando su producción, con tal de dar buenos dividendos a sus voraces inversionistas (ver: https://www.theguardian.com/business/2023/jun/14/shell-drops-target-to-cut-oil-production-as-ceo-guns-for-higher-profits).        

Y China, con tal de seguir incrementando su economía, anárquicamente, ya se convirtió en el mayor contaminador del planeta y depreda y contamina no sólo su territorio, sino el de otros países, sobre todo africanos (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/12/china-mina-oro-en-zona-natural.html).

Pero como señalé antes, los intentos por detener las operaciones de esas empresas o que paguen indemnizaciones por los daños que ocasionan, son difíciles. Muchos gobiernos optan por no demandarlas o cerrarlas, porque les sale más caro. Por ejemplo, durante la presidencia de AMLO (1953), se detuvo la tóxica y depredadora operación de la minera Calizas Industriales del Carmen, Calica, filial de la estadounidense Vulcan Materials, la que extraía piedra caliza en cantidades mayores a las autorizadas en área verde de Quintana Roo. Se obligó a tal empresa a suspender operaciones, pero ha metido amparos y demandas. Y sigue vigente la suspensión, aunque la empresa demandará una millonaria “compensación”, a pesar de que por los daños ocasionados a la zona forestal en donde operaba, sería la que tendría que pagarle a México una indemnización. Esa empresa demanda $1,500 millones de dólares por “compensación” y se ha puesto más prepotente desde la llegada de Trump (ver: https://www.proceso.com.mx/nacional/2025/1/30/reves-calica-continua-decreto-impuesto-por-amlo-para-restringir-la-explotacion-de-material-petreo-344685.html).

Es una situación en que la supuesta “legalidad” impera sobre la conservación ambiental. Por eso es que muchos gobiernos prefieren no demandar y respetar la vigencia de los contratos de contaminantes y depredadoras empresas, pues les saldría más caro suspender de inmediato sus operaciones.

Esa situación la expone otro artículo de The Guardian, titulado “El temor de tener que pagar demandas de miles de millones de dólares, interfiere con los intentos de países por suspender el uso de combustibles fósiles”, firmado por Phoebe Weston y Patrick Greenfield, quienes nos introducen a su trabajo comentando que “las compañías pueden demandar a gobiernos por cerrarles campos petroleros y minas. El riesgo de fuertes daños económicos está deteniendo a muchos países para aprobar leyes verdes, señalan ministros” (ver: https://www.theguardian.com/environment/2025/mar/06/isds-fear-of-billion-dollar-lawsuits-stops-countries-phasing-out-fossil-fuels-aoe).

Mencionan un concepto llamado “acuerdo legal entre el estado y los inversionistas” (investor-state dispute settlement, ISDS), del cual se cuelgan las depredadoras empresas para sostener por la fuerza, incluso, tratados comerciales. Por ejemplo, aunque AMLO trató de prohibir la importación del cancerígeno maíz transgénico, al final, una fuerte demanda estadounidense, reforzada con la presidencia de Trump (alegando que era parte del Tratado Comercial), echó para atrás la medida (ver: https://piedepagina.mx/mexico-elimina-decreto-que-prohibia-la-importacion-de-maiz-transgenico/).

Y seguimos obligados a comprar tal dañino maíz (también por culpa de que no producimos lo suficiente, prefiriendo que empresas extranjeras establezcan maquiladoras, en lugar de que incrementemos nuestra producción alimentaria. Ver:  https://www.jornada.com.mx/2025/01/15/economia/013n1eco).

The Guardian ha analizado 1,400 casos en donde por el ISDS, varias empresas pueden demandar por miles de millones (mdd), si el Estado interfiere en sus operaciones. En abril del 2018, Nueva Zelanda prohibió nuevas operaciones petroleras, pero se cuidó de detener las existentes. Por esa situación, ese país no pudo ser parte de la alianza Más Allá del Petróleo y el Gas”.

Indican los reporteros que cuesta mucho dinero a los países litigar contra las depredadoras empresas. Por ejemplo, citan que Honduras, “está demandada por $18,000 millones de dólares”.

El PIB de Honduras en el 2023, fue de $26,904 millones de dólares, así que si paga esas demandas sería el 67 por ciento de tal PIB. Simplemente, ¡impagable!

Así que por eso ya están optando muchos países por dejar lo que actualmente se encuentre en operación.

“La investigación de The Guardian sobre los ISDS reveló que se han pagado a empresas de energías fósiles $84,000 mdd. Más de $120,000 mdd de dinero de impuestos, ha sido entregado a inversionistas privados de muchas industrias desde 1976. El pago promedio de cada demanda fue de $1,200 mdd”.

(Aquí, la dañina privatización de la Industria Petrolera promovida por la corrupta administración peñanietista, no se ha podido echar para atrás, a pesar de que muchas empresas ni siquiera han seguido con los proyectos que les fueron concesionados. Amenazan con aplicar fuertes demandas si se desprivatiza otra vez la producción petrolera, antes en manos totalmente de Pemex).

Asi que seguirán operando esas petroleras, gaseras, frackingeras, las carboneras, a su antojo, pues temen los países que les cobren hasta por el papel de las millonarias demandas.

Mejor que siga la depredación y la contaminación, prefieren.

Y esperar cincuenta años, en muchos casos, hasta que venzan los contratos.

 

 

Contacto: studillac@hotmail.com