sábado, 24 de enero de 2015

Cero tolerancia o de represivas leyes para violarse



Cero tolerancia o de represivas leyes para violarse
por Adán Salgado Andrade

La muy procapitalista escritora Ayn Rand, mentora del sector más conservador y reaccionario de Estados Unidos (EU), señalaba dos cuestiones que incomodan bastante a sus seguidores. Una de ellas es que, de acuerdo con su “objetivismo”, creer en Dios es absurdo, algo que, definitivamente, para los muy religiosos republicanos es inaceptable, pues si algo los distingue es su “profundo” amor por la religión, sobre todo porque ésta es una muy lucrativa ocupación. Un conservador cálculo indica que tan sólo en ese país la iglesia católica, a pesar de los escándalos de pederastia en que se ha estado involucrando recientemente, de sus ingresos, gasta alrededor de 170 mil millones de dólares anuales (ver: http://www.slate.com/articles/business/moneybox/2013/03/catholic_church_and_pope_francis_religious_institutions_are_exempted_from.html).
Si eso es lo que gasta tan sólo la iglesia católica, imaginemos los miles de millones que en conjunto los cultos en EU deben generar. Así que más que profesar una fe, parecieran las religiones ser muy buenos negocios.
El otro incómodo señalamiento de Rand hacia los “gobernantes” (los que yo prefiero llamar mafiosos en el poder, pues eso son), es que, desde su coto de control, ejercen poderes fácticos que parecieran responder más a un cártel gansteril, que a un así llamado “gobierno”. Una de sus obras en las que más critica a la llamada “regulación gubernamental”, es la novela “Atlas Shrugged” (Atlas Subyugado), larguísimo escrito (1084 páginas de menuda letra en su edición original de 1957, publicado por Signet Books) en el que, comparando tal regulación con lo que sucedía en esos años en la URSS, hace una velada crítica al “socialismo” (esto porque Rand, nacida en la Rusia zarista, tuvo que enfrentar con sumo dolor, el que su acaudalada familia lo perdiera todo a causa de la revolución bolchevique. Emigraron a EU, deslumbrándose ella al ver por primera vez Nueva York, desde el barco en que llegaba. Desde entonces, decidió defender a ultranza al capitalismo).
Sin embargo, era también una crítica a las políticas keynesianas que aplicaban los gobiernos de aquellos años, no tanto por convertir al capitalismo en un sistema “más justo”, sino porque, tras las constantes, características crisis en las que cae tal sistema, se pensó, con algo de razón, que “regulando” la economía mediante intervención estatal (con empresas estatales o paraestatales), se podrían acabar o mitigar tales crisis (lo que sí, es que, si no se acabaron, en efecto, se mitigaron, pues no eran tan graves como las que actualmente vivimos. Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2008/11/el-convenenciero-capitalismo-salvaje.html).
En un párrafo de la mencionada novela, Rand escribe, en la boca de un personaje, Dr. Ferris, un emisario gubernamental, que trataba de que un acaudalado industrial de la metalurgia, Hank Rearden, inventor de un súper acero, quien actuaba sólo “en su propio beneficio y no en el de la sociedad”, entendiera por qué el “gobierno” estaba imponiendo tantísimas restricciones: “¿Pensó usted que realmente queremos que esas leyes sean respetadas? La verdad es que más deseamos que se violen. Es mejor que usted entienda que no está tratando con un montón de principiantes, pues así comprenderá que esta no es una época para que nos andemos con sutilezas. Vamos tras el poder y realmente lo vamos a lograr. Ustedes sólo son apostadores sin importancia, pero nosotros sabemos cuál es el verdadero truco y es mejor que usted esté al tanto. No hay modo de controlar a hombres inocentes, no. El único poder que cualquier gobierno tiene es el de acabar con los criminales. Así que si no hay suficientes criminales, uno los hace. Uno impone tantas cosas que serán un crimen, que es imposible para los hombres vivir sin violar las leyes. ¿A ver, quién quiere una nación de ciudadanos respetables de la ley? ¿Qué se ganaría con eso? Pero sólo apruebe la clase de leyes que ni pueden ser observadas, ni ejercidas, ni objetivamente interpretadas y usted crea una nación de violadores de la ley y entonces usted se hace rico con las sanciones. Así que ese es el sistema, señor Rearden, ese es el juego y una vez que usted lo entienda, será más fácil para nosotros tratar con usted” (p. 411, subrayado mío).
Quizá sea esta cita una de las más ejemplares de la panfletaria novela, sobre todo por su agudeza en cuanto a sentenciar que, en efecto, las “leyes” se hacen cada vez más complicadas y represivas, que es más fácil “romperlas” o “medio cumplirlas”, en el mejor de los casos.
Más adelante, otro personaje, un obscuro individuo deseoso de hacerse de una gubernatura, muy molesto porque en el tren donde viaja, la máquina descarriló, por falta de mantenimiento a las vías férreas, reflexiona que “el hombre no vive y no necesita vivir mediante la razón”.
En efecto, a pesar de que somos supuestos seres racionales, en estos decadentes, represivos tiempos, no parece que apelar a la razón sea, en efecto, el conductor de nuestra existencia. Los poderes fácticos son quien menos la emplean, los que controlan al planeta mediante gansteriles imposiciones que nada tienen que ver, en efecto, con la razón, pero sí con sus mezquinos intereses, sobre todo económicos, guiados por el decadente capitalismo salvaje (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2014/08/la-estructura-mafiosa-de-los-poderes.html).  
Es, en efecto, con la “aprobación” de absurdas y, más bien, represivas leyes, que al ciudadano común, como apunta Rand, se le hace más y más propenso a violarlas. Y no sólo eso, sino que, como bien señala el párrafo referido, las mafias en el poder se benefician con las penas pecuniarias (monetarias) que imponen. Multas, fianzas, impuestos… y más penalizaciones, “legales” o no, son mucho muy lucrativas. Por ello es que, en el caso de la “aplicación de justicia”, son los pobres, incapaces de pagar extorsiones o fianzas, los que mayoritariamente terminan en la cárcel, muchos de ellos acusados falsamente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2011/07/otros-presuntos-culpables.html).
Miles más son acusados por delitos menores, como robos simples a súper mercados, por ejemplo, lo cual hacen por extrema necesidad (ver:  http://www.redpolitica.mx/metropoli/por-robo-simple-28-mil-personas-estan-presas-en-df). 
En todo lo dicho, algo que se aplica muy convenientemente es el concepto llamado “cero tolerancia”. Dicho concepto, conocido en el idioma inglés como Broken Windows Theory (teoría de las ventanas rotas), fue desarrollado en 1982 por el sociólogo James Q. Wilson y el criminólogo George L. Kelling y su principal argumento es que al vigilar y monitorear áreas urbanas para prevenir (y castigar) “pequeños crímenes”, tales como vandalismo, beber en la vía pública o evadir casetas de cobro (en Nueva York, por ejemplo), se ayuda a crear una “atmósfera de orden y respeto a la legalidad, que puede llevar a la prevención de crímenes más serios” (ver: http://en.wikipedia.org/wiki/Broken_windows_theory).
Esa muy cuestionable “teoría anti-crimen” fue aplicada totalmente por Rudolph Giuliani en Nueva York, quien fuera alcalde de dicha ciudad de 1994 al 2001. Como resultado, tanto la intolerancia, así como brutalidad policiacas fueron en aumento, hasta llegar a los niveles actuales, en donde los “más sospechosos” son generalmente personas de raza no blanca, tales como latinos o afroestadounidenses. Fueron muy famosos casos como el de Abner Louima, inmigrante haitiano, quien por un altercado menor, frente a un centro nocturno, fue brutalmente golpeado, torturado y sodomizado por “policías” neoyorquinos. Otro caso fue el de Patrick Dorismond, también afroestadounidense, quien trabajaba como guardia de seguridad. Fue asesinado por un “policía” que se hizo pasar como un comprador de marihuana. Como Dorismond le reclamara que él no era traficante de drogas y comenzara a forcejear con aquél, dicho “policía” le disparó a quemarropa en el pecho.
Sin embargo, el más sonado caso fue el del joven Amadou Diallo, asesinado el 4 de febrero de 1999. El inmigrante guineano de 23 años fue balaceado frente a su domicilio por cuatro “policías” vestidos de civil, quienes formaban la ya desaparecida Unidad Contra Crímenes Callejeros. Ésta unidad “policiaca”, fundada en 1971, actuaba en clara violación a las libertades y derechos humanos, pues sus miembros operaban vestidos de civil, haciéndose pasar por traficantes de drogas o proxenetas, con tal de, según ellos, “descubrir” a los culpables de felonías. Con Giuliani, esa unidad se reforzó aun más. Sin embargo, tras asesinar a mansalva a Diallo, a quien dispararon 41 tiros, 19 de los cuales penetraron su cuerpo, esa banda de brutales “agentes” se disolvió. El único “delito”, si así puede llamarse a lo que cometió Diallo, fue llegar muy tarde a su casa y tratar de sacar su identificación cuando los “policías”, desde su auto, se la pidieron. Como la credencial del muchacho estaba dentro de un porta-credenciales metálico, aquéllos supusieron que se trataría de un arma y, miedosa y cobardemente, vaciaron sus armas. A pesar de ello, los cuatro fueron absueltos.
Aun así, contrario a la lógica, la brutalidad e intolerancia policiacas, sobre todo hacia no blancos, continúa no sólo en Nueva York, sino en muchas ciudades estadounidenses. Basta señalar uno de los casos más recientes, el de Michael Brown, adolescente afroestadounidense, quien a pesar de estar desarmado y no oponer resistencia a un “arresto”, fue asesinado de varios tiros (ver: http://www.cnn.com/interactive/2014/08/us/ferguson-brown-timeline/).
Y son afroestadounidenses los que llenan mayoritariamente las cárceles de EU (ver: http://www.naacp.org/pages/criminal-justice-fact-sheet).  
Giuliani, en su momento, se jactó de que su “cero tolerancia” había bajado los crímenes en Nueva York. Sin embargo, investigaciones serias, mostraron que ya antes de su aplicación, habían comenzado a bajar los índices de criminalidad, sobre todo gracias a algunos programas de reconstrucción del tejido social aplicados en esa ciudad.
Es evidente que la criminalidad no se combate sólo atacando sus consecuencias, sino reconstruyendo el tejido social, a partir de programas de integración social, de aplicación de actividades artísticas y humanísticas (enseñanza de música o pintura, por ejemplo), creación de empleos con salarios dignos (no con salarios de hambre, que no son solución), implementación de servicio social, actividades deportivas, entre otras estrategias, tal criminalidad puede, si no eliminarse, sí disminuir. Especialmente se ha contemplado la enseñanza artística y humanista como una efectiva manera de disminuir los índices de violencia y delincuencia que vivimos. Véase, por ejemplo, la cinta “Escritores de la libertad”, protagonizada por Hillary Swank, basada en la historia verdadera de una profesora de enseñanza media – high school –, que asignada a dar clases en una escuela enclavada en un barrio pobre de alta criminalidad, logra sacar adelante a todo su grupo, mediante actividades que consistían en escribir, dibujar, realizar visitas a museos, conocer personajes famosos y así. El arte, pues, es transformador (ver: http://www.jorgemiyagui.com/#!tx-arte-y-transformacion-socia/co58).
Volviendo a la “cero tolerancia”, ahora ésta es más que conveniente, no sólo para “combatir al crimen”, lo que menos logra, sino a cualquier forma de sedición o activismo social. En todo el mundo, se “criminaliza” ya a cuestiones como manifestaciones, tal cual sucede en España, por ejemplo, en donde ya es un “delito” manifestarse. Esa infame, represiva imposición, bautizada por activistas como ley mordaza, criminalizará la protesta ciudadana, sobre todo la que se haga frente al Congreso de los Diputados o ante la sede oficial del Ejecutivo español. Este esperpento, defendido por el fascista Rajoy, también pretende que quien se oponga a un embargo y desalojo (desahucio) de una vivienda que ya no se pueda pagar, por las razones que sean, será “criminal” (la brutal crisis ha golpeado tanto a los españoles, que más de una cuarta parte de la población trabajadora, unos seis millones está desempleada. Ver:  http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2012/06/asi-esta-golpeando-la-crisis-en-una_16.html).
Aquí, en la vecina entidad del Estado de México, también como justificación al combate de la “delincuencia organizada”, se aprobó una absurda “ley” que criminaliza a la persona que circule en un auto sin placas y sin tarjeta de circulación, la que podría pasar de uno a tres años de cárcel. Así, se criminaliza a cualquiera (ver:  http://www.alfadiario.com.mx/articulo/2015-01-21/52121/a-la-carcel-quien-circule-sin-placas-en-edomex).
También ha servido excelentemente la “cero tolerancia” para la farsa que es el “combate al terrorismo”. Todas las creaciones de EU, a través de la CIA, tales como Al-Qaeda o el más reciente Estado Islámico (EI), han logrado perfectamente su objetivo de crear una especie de islamofobia global que sataniza, muy convenientemente, a casi todos los árabes, con tal de favorecer los intereses territoriales, petroleros y económicos de EU y compinches, (el eufemísticamente llamado “Occidente”. Ver: http://www.argenpress.info/2015/01/frustran-complot-terrorista-en-el.html).
No sólo eso, sino que el “combate al terrorismo” está aboliendo o restringiendo severamente las libertades civiles y derechos humanos en todo el mundo, pero sobre todo en EU, en donde a partir de los muy sospechosos y mediáticos ataques a las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001 por “terroristas”, se dio pie a una serie de abusos y violaciones, sobre todo a árabes, como menciono antes. El llamado “Departamento de Seguridad Doméstica” (DHS) se constituyó durante la presidencia de George Bush y aprobó una serie de severas “leyes” que autorizan, entre otras cosas, el permanente espionaje de ciudadanos, tanto estadounidenses, así como del resto del mundo que sean considerados “sospechosos”, tal y como ha informado el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia (ver:  http://en.wikipedia.org/wiki/Edward_Snowden).
Incluso, se espió a personajes importantes, tales como la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff o incluso al mafioso, corrupto Enrique Peña Nieto (mientras que Rousseff protestó enérgicamente, Peña Nieto, servilmente, nada cuestionó).
Y son tan cínicas las “autoridades” estadounidenses, comenzando por el propio presidente Obama, que se insiste en que gracias al espionaje que desde hace años se realiza, se “han evitado más ataques terroristas”, lo cual es falso, como el propio Snowden afirma (ver: https://firstlook.org/theintercept/2015/01/23/edward-snowden-shares-billing-nsa-official-privacy-conference/).
Además, la “amenaza terrorista” es un muy buen negocio y conforme se incrementan las represivas “medidas de seguridad”, aumentan las ganancias de lo que yo llamo miedoempresas, por tanto costoso equipo de “seguridad” que debe de adquirirse y emplearse forzosamente en aeropuertos y otras instalaciones, impuesto desde EU (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2007/11/la-amenaza-terrorista-el-nuevo-gran.html).
Igualmente tal “amenaza terrorista” ha servido para justificar una masiva militarización en muchos países, pero más que combatir al “terrorismo” o la criminalidad, tal militarización ha servido perfectamente para reprimir cualquier forma de activismo social. Se ha empleado lo que Naomi Klein llama “la doctrina del shock”, la que precisamente justifica el recrudecimiento de la represión “gubernamental” y la imposición de arbitrarias medidas anticonstitucionales de excepción (toques de queda o la ya mencionada militarización), con tal de “restituir la paz social” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2009/03/la-muy-oportuna-descomposicion-del.html).
En México, empleando tales “argumentos”, una criminal acción de la mafia en el poder fue el aún no aclarado caso de la desaparición de 43 normalistas de la normal rural de Ayotzinapa, que ha sacudido la opinión pública y al activismo a nivel mundial. A esos jóvenes, tan sólo por atreverse a exigir más recursos para su abandonada escuela, los trataron como criminales y, según testimonios recientes, supuestos “policías” los capturaron y los entregaron a verdaderos delincuentes, para que los asesinaran y desaparecieran (ver:  http://www.jornada.unam.mx/2015/01/23/politica/005n1pol).
Ese infame, vergonzoso hecho es criminal, represiva intolerancia. Por desgracia, la mafia en el poder, con todo su poder mediático, combinado con una lamentable falta de generalizada consciencia, está desgastando el movimiento en apoyo a los 43, así como, en su momento, logró ir atenuando la masacre de octubre de 1968, la que ha quedado más como un hecho histórico, que como una triste, vergonzosa realidad que aun seguimos viviendo (ver:  http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2014/12/de-desapariciones-propaganda-comadrera.html).
Y no sólo en el activismo social se aplica la “cero tolerancia”, sino que incluso en las labores que la gente desempeña para sobrevivir, como en la llamada economía informal. Gracias a ésta, es que sobreviven millones de personas en todo el planeta, aproximándose su valor bastante al PIB de EU, siendo de poco más de once billones de dólares (11,000,000,000,000) anuales.
Pues bien, como las actividades informales, cuestionablemente se dice, tienden a “perjudicar” a los “negocios formales” (las empresas, de todos modos, se benefician de la venta informal de sus productos), más que a las mafias en el poder (aunque no “cobren “ impuestos, finalmente se benefician de la constante extorsión que aplican al sector informal, con tal de dejarlo trabajar), de repente, se aplican decenas de restricciones que hacen muy difícil que alguien informal se “formalice”. Mucha gente ha preferido cerrar sus locales, dado que ante tanta restricción, sobre todo arancelaria (impuestos y sanciones por todo), lo que les quedaría al final sería menos de la cuarta parte de lo que requieren para sobrevivir. Es el caso de un hombre que me cuenta su caso. Él y su madre operaban un pequeño restaurante casero, “informal”, digamos (fonda, como aquí se les llama). Hace poco lo cerraron. Al cuestionarlo de por qué lo habían hecho, me platicó, sin tapujos, “porque llegaron inspectores y me pidieron los permisos y licencias de todo, que sanitarias, que de riesgos, que de protección al ambiente, que registro ante hacienda… no, la verdad es que no hubiéramos podido seguir. Si con trabajos sacábamos para irla llevando… no, por eso, mejor, cerramos”.
Como de todos modos deben de seguir sobreviviendo, optaron por repartir comida en otros establecimientos o entre los clientes que asistían habitualmente a su extinto restaurante. Claro, al final, ese cierre es una menor competencia para cadenas de restaurantes o tiendas en las que se vende comida chatarra, por ejemplo. Sí, pues pareciera que sólo el big money, o sea, los grandes negocios, comparsa de los mafiosos en el poder, son los que logran imponerse, sobre todo en estos cruentos tiempos de profunda crisis económica
Pero no sólo negocios “informales” son cerrados debido a severas, casi incumplibles, restricciones, sino, incluso, establecimientos acreditados y formales. Tal es el caso de lo que en entrevista me refirió una doctora que labora en una conocida cadena de farmacias de genéricos (las conocidas como Farmacias Similares). En el 2014, la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), realizó sorpresivas e intimidantes “revisiones”, incluso cuando la doctora tenía en consulta a algún paciente. “¡Llegaron de repente, me sacaron al paciente y me exigieron que les mostrara todo, expedientes, historias clínicas, recetas, el kit de emergencia… y como las otras doctoras tenían un desorden, yo fui la pagana. ¡No sabe la impotencia y la rabia que sentí cuando me pusieron el sello, frente a todos mis pacientes, de Clausurado!”. Por la forma en que platica sobre ese arbitrario, prepotente evento, pareciera que eran esos “inspectores”, más que trabajadores de un “organismo gubernamental”, miembros de un cártel delincuencial, tipo “La familia michoacana”, quienes ejecutaron tan artera acción.
Sorprende que en este caso la mencionada Cofepris haya actuado tan diligentemente, cuando no ha sido así con tantos “accidentes” ocasionados por la megaminas, por ejemplo, como la de Buenavista del Cobre, en Sonora, la que derramó millones de litros de desperdicios lodosos y acuosos contaminados con cianuro y otras letales sustancias (ver: http://www.milenio.com/estados/rio_Sonora-contaminacion_en_el_rio_Sonora-Rio_Sonora_afectado_0_361164065.html).
No paró allí lo que me narra la afligida doctora, sino que por el cierre, se descuidó la seguridad del consultorio y ocurrió un robo. “¡Se llevaron más de veinte mil pesos de sustancias controladas y equipo!”, lamenta. Así que por la clausura y el tiempo que tomó dejar el consultorio apto de nuevo para la atención médica, seis meses permaneció cerrado. “¡A esas personas no les importó dejarme sin trabajo!”, reclama indignada la doctora.
Ahora tiene que cumplir al pie de la letra con cuestiones tales como historias clínicas, aunque los pacientes vayan una sola vez y con expedientes, si van más de dos veces. “¡Mire – señala a cuatro pilas de papel acumuladas al fondo del consultorio –, todas esas son historias clínicas, son como 7500, que son las que llevo, nada más de agosto para acá!”. Y también me enseña los expedientes, los que guarda en un archivero. “Los de cofepris me dicen que use una caja de cartón, pero yo les dije que no, que yo prefiero un archivero bien, no sea que hasta por eso otra vez nos quieran clausurar”.
Cuestionada de por qué no emplea una laptop, por ejemplo, para evitarse tanto papel, exclama “¡No, ya ve lo del robo que le dije, no, me la vayan a robar y nadie me responde, no, no, prefiero seguir acumulando papeles y más papeles!”. Dice que prefiere seguir gastando en todo eso, copias de historiales clínicos, impresión de recetas, que ella debe de sufragar de su bolsillo. No recibe salario, sólo lo que cobra de cada consulta, debiendo dar un porcentaje a la empresa. “¡Fíjese, nos exigen estar mejor que en los hospitales públicos!”, reclama, lo cual es verdad, pues quienes hemos asistido alguna vez a “clínicas” u hospitales públicos, nos podemos percatar de que las condiciones tanto de equipo, atención, urgencias, internamiento, medicamentos, así como sanitarias, entre otras, no son las mejores (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2009/03/los-deficientes-servicios-publicos.html).
En fin, como hemos revisado, es, en efecto, en todo el planeta, mucho más fácil y lucrativo para los poderes mafiosos, fácticos, crear “criminales” promulgando “leyes” absurdas, estúpidas, represivas, de “cero tolerancia”, que perseguir y hallar a los verdaderos delincuentes, cientos de los cuales se encuentran mimetizados entre las mafiosas cúpulas de poder que nos subyugan y controlan desde siempre.

     
   
   
  
     

jueves, 8 de enero de 2015

La inocultable, inteligente existencia extraterrestre



 
La inocultable, inteligente existencia extraterrestre
Por Adán Salgado Andrade

En la lluviosa noche del 24 de diciembre del 2014, en sembradíos cercanos al municipio mexiquense de Texcoco algunas personas vieron luces, sin embargo, no le dieron importancia, pensando que se trataría de cohetes o algún auto (debido a la lluvia del 24 de diciembre, la navideña celebración fue inusual y desmovilizadora de reuniones sociales).
En la mañana del 25, con gran asombro, cientos de personas acudieron al sitio a contemplar y fotografiar, en un campo de cebada, extrañas figuras geométricas, perfectamente trazadas, que de repente aparecieron, de la noche a la mañana (ver: http://afondoedomex.com/aparecen-ocho-figuras-extraterrestres-en-sembradio-de-texcoco/).
Por supuesto que no es la primera vez que se forman figuras de esa naturaleza en campos de cultivo, no sólo en México, sino en otros países. Ha sucedido muchas veces. Se han reportado más de diez mil casos hasta la fecha en distintos lugares, y aunque en algunos se ha comprobado que fueron hechos por humanos, una buena cantidad no tienen una explicación lógica sobre su origen, sobre todo porque se forman a lo largo de la noche (http://en.wikipedia.org/wiki/Crop_circle).   
Pero, como siempre ha sido desde que se ha hablado de la vida extraterrestre o alienígena, como también se le nombra, persisten tanto escepticismo, así como censura sobre el tema. Particularmente Estados Unidos (EU), es uno de los países que más han tratado de controlar y hasta de negar el tema, siempre que se reportan figuras sobre cosechas o, más aun, avistamientos o los llamados encuentros cercanos (en el siguiente link, pueden ver un video filmado por militares mexicanos que, según las redes sociales, trató de ser censurado por el Pentágono: https://www.youtube.com/watch?v=z3yNWTIrYtU).
Quien esto escribe ha sido testigo de avistamientos, especialmente en una ocasión, una noche, de uno muy cercano, consistente en, digamos, “naves” formadas por dos esferas que emitían una fosforescente luminosidad, una de ellas color púrpura y la otra azulada. Tales esferas estaban unidas por una especie de estructura cilíndrica, también fosforescente, de obscura tonalidad. Es un recuerdo muy, muy vivo, a pesar de los años. Las “naves”, según mi recuerdo, estaban a no más de quinientos metros de altura del punto en el que me hallaba y debieron de ser grandes, quizá de unos cien metros de largo. Su comportamiento era algo errático, pues primero pensamos mi padre y yo (que era con quien me hallaba), que era una sola, la cual, de repente, se posaba encima justo de nosotros. Luego, se alejaba rápidamente, sin emitir ruido o propulsión alguna, como si estuviera flotando-levitando, y llegaba de otra dirección, posándose de nuevo sobre nosotros y así, durante unos minutos. De pronto, al alejarse, llegaron no una, sino tres “naves” al mismo tiempo. Flotaron varios minutos sobre nosotros y, por último, tomaron las direcciones de donde provinieron, alejándose rápidamente, en medio de la obscuridad. Y quizá una especie de sentido especial (sexto sentido, como se le llama) o algo así, da la certeza de que es algo totalmente ajeno a este mundo, nada de “globos” o “fenómenos meteorológicos” o “lumínicos”, con lo que los negadores y escépticos de tales cuestiones tratan de “explicar” tales avistamientos.
El astrofísico Carl Sagan empleaba una analogía, en cuanto a la extraterresterialidad, afirmando que si se creía en la existencia de Santa Claus, al bonachón gordito, suponiendo tres segundos por hogar (considerando 100 millones en ese entonces), le habría tomado tres años y no ocho horas “dejar todos sus regalos” los 24’s de diciembre. Así, decía Sagan, si se creía en ese disparate, ¿por qué, entonces, negar la existencia extraterrestre? (ver: http://todayinsci.com/QuotationsCategories/E_Cat/ExtraterrestrialLife-Quotations.htm).           
Más aun, científicos como Frank Drake han propuesto una ecuación que permitiría calcular el número de planetas que probablemente podrían tener vida. De acuerdo con los más conservadores cálculos, realizados en 1961, año en que se propuso tal ecuación, podría haber, tan sólo en la Vía Láctea, nuestra galaxia, entre 1000 y cien millones de planetas con algún tipo de vida (ver: http://en.wikipedia.org/wiki/Drake_equation).
Actualizada, la ecuación de Drake, al considerar factores incluidos por posteriores deducciones, ubica entre 2 y 280 millones los planetas con vida. Incluso satélites o cometas podrían albergarla, como se trata de mostrar con la misión de la sonda europea Rosetta, que recientemente contactó al cometa Churyumov-Gerasimenko y cuyo robot Philae logró descender a la superficie, pero trabajó muy poco debido a que sus baterías se agotaron (ver:  http://www.space.com/27782-philae-comet-lander-silent-no-batteries.html). Se espera que el cometa cambie de posición, Philae reciba luz solar otra vez y funcione de nuevo, para continuar los experimentos.
De hecho, la sonda que explora la superficie del planeta Marte, Curiosity, proyecto de la NASA, recientemente halló un poco de gas metano, muy abundante en la tierra, el cual puede originarse por reacciones orgánicas, aunque también procesos puramente químicos pueden crearlo (ver:  http://www.theguardian.com/science/2014/dec/17/methane-mars-curiosity-rover-life).
Como quiera, sería absurdo pensar que en el infinito universo, no habría más vida que en este devastado planeta y, más aun, que no existan civilizaciones, digamos que “inteligentes”. Aunque podría pensarse que, vista la Tierra y estudiada por otras civilizaciones, se han de preguntar ¿qué tipo de vida “inteligente” puede destruir y devastar su planeta como lo hacemos los “inteligentes” humanos?
Y ha habido casos muy documentados de avistamientos, como el de Roswell, en Nuevo México en 1947, muy negado por el ejército estadounidense, que aun así, no se aceptan “oficialmente”. Por otro lado, desde ese año, ha habido distintas “oleadas”, durante las cuales son más frecuentes tales avistamientos. Dos años antes, en 1945, el 16 de julio, se produjo la primera detonación nuclear, muy cerca del avistamiento de Roswell, producto del criminal Proyecto Manhattan, que dio lugar a la infame, letal bomba atómica, la que de inmediato se empleó en Japón, en donde se lanzaron dos de tales engendros (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2014/12/dia-de-la-trinidad-el-nacimiento-de-la.html).
Parecería coincidencia, pero justamente luego de las primeras detonaciones nucleares y subsecuentes “ensayos”, en EU y en muchos lugares, hubieron oleadas en las décadas sobre todo de los 1940’s, 1950’s y 1960’s de avistamientos de OVNI’s (quizá, si somos vigilados por alienígenas, como pudiera ser, se hayan detectado tantos criminales “ensayos nucleares” que se han realizado y estén al tanto aquéllos de que lidiamos con una muy peligrosa y mortal energía). Pero, repito, aun con tales masivas evidencias, se sigue negando o, más bien, censurando, la existencia extraterrestre.
Los testimonios que todavía se han criticado mucho más por escépticos, censores y negadores de la vida alienígena son las llamadas “abducciones”, que así se llaman los casos de personas que, supuestamente, han sido capturadas por alienígenas y analizadas en sus naves. No abundan tales testimonios, pero unos pocos, indudablemente que tienen suficientes bases para que se tomen en serio.
Quizá uno de los más conocidos y polémicos sea el que narra el libro The interrupted journey (El viaje interrumpido), escrito en 1966 por John G. Fuller, acerca de la experiencia que tuvieron el matrimonio de Betty y Barney Hill la noche del 19 de septiembre de 1961. Este fue un muy documentado caso que, incluso, no salió a la luz de inmediato, sino ya cuando un irresponsable “reportero”, sin el consentimiento de aquéllos, dio a conocer su experiencia, pero de manera tan amarillista e inexacta, que hasta pensaron los Hill en demandarlo por libelo, pero un abogado les aconsejó que no había bases muy sólidas para hacerlo y que sería mejor que ellos dieran a conocer directamente los detalles de su experiencia y que quizá la mejor forma sería mediante la publicación de un libro, lo que se hizo casi cinco años después de lo sucedido.
Así, los Hill refirieron su historia, parte de la cual fue conocida mediante sesiones de hipnosis, debido a más de dos horas de su viaje de regreso de vacaciones de Canadá, de las que no recordaban absolutamente nada. De allí, el título del libro, por ese viaje interrumpido. Tales sesiones fueron practicadas por un psiquiatra, el doctor Benjamin Simons, con doctorado en psiquiatría, quien las efectuó, a petición de aquéllos, ya que deseaban averiguar la parte olvidada de la extraña experiencia que tuvieron aquella noche.
Los Hill era un matrimonio interracial, sin hijos (Betty no pudo tenerlos), ambos personas educadas, además de defensoras de los derechos civiles en EU. Barney era afroestadounidense, trabajaba como administrador de una oficina postal, además de ser delegado en Portsmouth (donde vivían) de la NAACP (Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color), miembro de la Comisión de Derechos Humanos de los Estados Unidos e igualmente pertenecía a la mesa directiva del Programa para el Combate a la Pobreza del condado de Rockingham. Betty, blanca, por su parte, era trabajadora social y también voluntaria de la NAACP, además de que era representante de la ONU para coordinar programas de ayuda a pobres a través de la Iglesia Unitaria-Universalista. Se trataba, pues, de personas serias, responsables y, sobre todo, educadas, sin afanes de buscar una oportunista fama. Incluso Barney, no creía en objetos voladores no identificados y cosas por el estilo.
Benjamin Simons era un renombrado psiquiatra, quien, en todo momento, durante las sesiones de hipnosis, se negaba a creer en la cuestión de la abducción y sólo después de varios meses de confrontar los testimonios de ambos, fue que aceptó tal cuestión como una posibilidad que explicara los problemas post-traumáticos que la pareja tuvo luego de esa ocasión (él fue quien hizo el prólogo del libro, explicando su encuentro con los Hill y cómo se desarrollaron las sesiones de hipnosis).
Todo eso se aclara de antemano en el libro, justo para evitar las críticas, que de todos modos las hubo, de que se tratara del testimonio de gente ignorante y, sobre todo, oportunista.
Los Hill nunca buscaron un beneficio económico de la obra, sólo trataron de reivindicar su historia y, especialmente, de reivindicarse ellos, como personas normales, responsables y trabajadoras, que se enfrentaron con algo demasiado inusual y único en sus vidas.    
De entrada, la parte del relato que sí recordaban fue la de su encuentro con un OVNI esa noche, en la desierta carretera que corría por las llamadas Montañas Blancas de New Hampshire. Eran casi las once, cuando Betty observó una extraña nave que se acercaba y se alejaba erráticamente de ellos, lo cual sucedió por varios minutos. En cierto momento, vieron que la nave “aterrizaba” en un claro del bosque. Fue cuando Barney, animado por su esposa, se atrevió a bajarse del auto, un Chevrolet Bel-Air 1957, tomar los binoculares y dirigirse hacia la nave. Se acercó lo suficiente como para distinguir con los binoculares “ventanas” al frente de la nave, la que tenía forma elíptica, y a “hombres” que lo observaban. De allí, tuvo la sensación de que querrían apoderarse de ellos, corrió al auto y arrancó precipitadamente, muy espantado, diciéndole a Betty lo que presentía. Aceleró a fondo y no paró, sino unos kilómetros adelante, cuando la nave, de nuevo, los persiguió, perdiéndose tras una montaña, luego de lo cual, al pasar una curva, varios “hombres” les hicieron la señal de detenerse, lo cual describe Barney, no como si él realmente hubiera querido hacerlo, sino que el motor del auto se detuvo.
A partir de ese momento, el resto de la experiencia, como señalo antes, se obtuvo bajo hipnosis. El doctor Simons fue quien los indujo en ese estado y tras confrontar los recuentos de ambos sobre lo sucedido, se pudo precisar que tanto Barney, como Betty fueron, a su vez, puestos en trance, luego de que el auto se detuvo, y conducidos de inmediato hacia la nave, la que posaba algunos metros adelante, en medio de algunos árboles.
Ambos, afirman, fueron “analizados” con extraños aparatos, asegurándoseles que no se les haría daño si cooperaban, como así fue. Los despojaron de su ropa, dejándolos con sus prendas interiores. A Betty, incluso, le hicieron una prueba de embarazo con una especie de larga sonda, que le fue introducida por el abdomen. Al sentir ella un terrible dolor, refiere, uno de los humanoides se le acercó, alarmado, le tocó la frente, y de inmediato el dolor desapareció. El “hombre” hasta le pidió una disculpa, diciéndole que de haber sabido que la sonda le provocaría dolor, no le habrían practicado tal “examen”. “¡Quedé muy agradecida, de verdad!”, exclamó Betty en una de las sesiones de hipnosis, viviendo el momento como si aun hubiera estado ella allí, dentro de la “nave”.
A Barney, igualmente, lo dejaron en calzoncillos, y lo que llamó especialmente la atención de los humanoides fue que él usara placa dental y Betty no. Lo que ésta les trató de explicar, diciéndoles que conforme pasaban los años, los humanos debían de emplear placas dentales. Eso de la “edad”, fue algo que no comprendieron aquéllos, por más que Betty trató de explicarles de lo que se trataba, ni tampoco entendieron qué eran “frutas” o cosas así.
Algo que refiere Betty en sus testimonios fue que uno de los “hombres” era muy amable con ella y hasta “sonreía”. Incluso, se pusieron a “platicar”, en lo que los análisis de Barney terminaban, y Betty dice que lo hacían en “inglés”, que el individuo “hablaba muy bien”. Más adelante, cuando el matrimonio confrontó sus narraciones, estuvieron de acuerdo en que, más que “hablar”, aquellos seres se “comunicaban” mediante telepatía.
Un muy especial detalle narrado por Betty fue que, dada la confianza que el humanoide le dio, ella le pidió una prueba para demostrarle al mundo que había tenido realmente esa increíble vivencia, a lo cual aquél accedió, regalándole una especie de “libro”, que al abrirlo Betty, mostraba extraños, ininteligibles signos para ella. El humanoide le preguntó que si ella entendía y Betty le respondió, sonriente, que no, y aquél le correspondió con una sonrisa. Sin embargo, cuando Barney ya estaba listo pata salir de la nave, uno de los examinadores se acercó al que había regalado el “libro” a Betty, parecieron discutir, y, en seguida, aquél se acercó a ella y se lo quitó, diciéndole que los demás no deseaban que quedara constancia de que el matrimonio había sido abducido, que era mejor mantener en secreto dicha cuestión por “seguridad” de todos. Betty le reclamo, entonces, que “¡Nunca, nunca harán que me olvide de esto y de una manera u otra, lo recordaré toda mi vida!”.
También narra Betty que el hombre le mostró un mapa en donde le señaló de dónde procedían ellos, a pesar de que ella se declaró totalmente ignorante en cuanto a conocimientos espaciales (se ha confrontado el plano que Betty “reconstruyó” muy exactamente, bajo el trance hipnótico, con cartas siderales, y se especula que una fuente de radio llamada CTA-102, puede ser el origen de emisiones radiales inteligentes, justo en donde el alienígena le señaló a Betty que era el sitio de donde ellos procedían).
Tanto la nave, como la fisonomía de los humanoides coincide con los borradores hechos durante las sesiones por Betty y Barney. La nave es descrita como una enorme estructura elíptica, con ventanas laterales y el interior, recorrido por pasillos que daban a escotillas, las que permitían el paso a las áreas en donde fueron revisados. Los humanoides no poseían labios y sus ojos eran alargados lateralmente hacia las sienes, sin cabello, bajos de estatura (1.50 a 1.60 metros, según sus recuentos), y vestían una especie de uniformes obscuros.
Y aunque parezca algo increíble, los Hill siempre sostuvieron, hasta su muerte (Barney falleció en 1969, de un derrame cerebral. Betty, en el 2004 a los 85 años) que la experiencia fue real. De hecho, la parte de su relato que se obtuvo mediante hipnosis, corresponde a un lapso de dos horas en que, de repente, aparecieron en un sitio 35 kilómetros delante de donde vieron, por primera vez, a los humanoides pedirles que se detuvieran, durante las cuales no recordaban absolutamente nada, pero tenían indicios de que algo extraño, en verdad, les había ocurrido. Betty, sobre todo, soñó varias veces lo “olvidado” luego de que los detuvieron y los llevaron a la nave, y coincidió exactamente con lo que narró bajo hipnosis. El doctor Simons, posteriormente a su inicial escepticismo, se convenció de que lo sucedido tenía que ver con algún encuentro con cuestiones extraterrestres.
Betty, por muchos años, hasta su deceso, dictó conferencias sobre lo sucedido y fue una ferviente creyente de la vida alienígena.
La NICAP (Comité Nacional de investigaciones sobre los Fenómenos Aéreos), a través de uno de sus miembros, el mayor retirado Donald Keyhoe, tuvo mucho que ver para que el caso de los Hill mereciera la atención de expertos, miembros del comité y que, finalmente, hasta un libro se haya escrito sobre el tema. De hecho, la NICAP ha sido siempre muy estricta para aceptar fenómenos alienígenas como válidos (http://www.nicap.org/).
Y es a partir de su experiencia, que han surgido relatos similares, algunos de los cuales pueden considerarse reales (ver por ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=naPXx3tBXP8).
Como comento arriba, las abducciones, dentro de la parafernalia de evidencias extraterrestres, son las más increíbles, quizá porque no pueden corroborarse realmente, excepto por aquéllos que realmente las han vivido.
De todos modos, se crea eso o no o se sigan negando el resto de las evidencias, la vida extraterrestre inteligente está allí, en algún o algunos planetas de este ilimitado universo.
Y si han visitado alienígenas a este devastado planeta, seguramente es porque poseen tecnologías mucho muy superiores a las nuestras, sobre todo en cuestión de viajes espaciales (estamos tan en pañales en esto de los viajes interplanetarios, que tomó a las sondas Voyager  que viajan desde 1977, 38 años, llegar apenas a los confines de nuestro sistema solar, habiendo recorrido apenas poco más de 18 horas y 18 minutos equivalentes de distancia tiempo-luz (ver: http://voyager.jpl.nasa.gov/where/).
Una de las más recientes cintas de Ridley Scott, Prometheus (2012), propone que todas nuestras creencias religiosas, sobre todo las referentes a los dioses, pudieran ser, simplemente, manifestaciones ocurridas hace muchos milenios de vida alienígena, la cual, pudo, incluso, traer la “vida inteligente” de la que provenimos. En varias culturas antiguas tales manifestaciones extraterrestres han sido tratadas como deidades (por ejemplo, en algunos de los códices mayas se muestran extrañas figuras que representan algo así como ovnis o a alienígenas. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=IPnbYsjgnFE).
Y quizá también por eso sea tema tabú la existencia extraterrestre, pues si un día llegaran alienígenas a demostrarnos que ellos son los “dioses” a los que adoramos y fueron quienes crearon todo nuestro sistema de creencias “divinas”, sería un total shock para los poderes religiosos fácticos que nos controlan, como si nos liberaran, repentinamente, de las cadenas de idolatrías fanatizadoras y enajenantes que nos han subyugado por siglos.
Mientras eso no suceda, la vida alienígena seguirá siendo censurada, o negada, que es peor, y la arrogancia de pensar que somos los únicos seres con vida, además de “inteligentes”, en este enorme universo, seguirá permitiendo que depredemos y destruyamos este planeta, gracias justamente a esa “inteligencia”, que de algún lugar debió de provenir.

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