martes, 30 de marzo de 2021

Todos tenemos en nuestros organismos los peligrosos PFAS


Todos tenemos en nuestros organismos los peligrosos PFAS

Por Adán Salgado Andrade

 

La contaminación y degradación ambientales, generadas por el irracional sistema de sobreproducción y consumo compulsivo, impuestos por el capitalismo salvaje, tienen al planeta en un avanzado estado de destrucción y degradación (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/depredacion-ambiental-planetaria-accion.html).

Por lo mismo, nuestros organismos ya contienen desperdicios o sustancias químicas. Por ejemplo, los microplásticos, que son los plásticos degradados y convertidos en partículas que miden micras, se han esparcido por todo el planeta, incluyendo mares, ríos, tierra, aire y, desde luego, nuestros organismos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

Metales pesados, como mercurio, cadmio u otros, están contenidos en nuestro torrente sanguíneo. Ocasionan cáncer, retraso mental, problemas cardiacos, daños en el embarazo y otros males (ver: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29302906/).

Otras sustancias que ya se han extendido por todo el medio ambiente y en nuestros organismos son los PFASs, compuestos organofluorinados, conocidos como sustancias per-y polifluoroalkiloides, químicos que se usan con antiadherentes, entre otros usos, que son tan estables y permanentes, que constituyen ya un verdadero problema de salud pública

De los PFASs, se derivan los PFOA, perfluorooctanoato, que son bases hidrogenadas, conocidas coloquialmente como C8. Se usan como surfactantes en detergentes, agentes humectantes, emulsificantes, espumas o dispersantes, en procesos químicos o agregados a materiales base, tales como látex, crudo, algodón, carbón y otros (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Perfluorooctanoic_acid).

Los empaques en donde envuelven comida rápida, contienen PFASs y su uso es muy extendido mundialmente. O la capa antiadherente de sartenes y utensilios de cocina. Todo eso, se logra con los PFASs.  Por lo que esas peligrosas sustancias, ya están en todos lados. Y, como señalo arriba, hasta en nuestros organismos.

Ya están hasta en el agua “potable” que nos llega a nuestras casas. Justamente es lo que expone el artículo de The Guardian, titulado, “Inglaterra, se desentiende de los niveles de químicos tóxicos, ligados a numerosos problemas de salud”, firmado por Rachel Salvidge, quien agrega como subtítulo que “El gobierno no hace pruebas en el agua potable del contenido de PFAS, los cuales, varios estudios relacionan con muchas enfermedades” (ver: https://www.theguardian.com/environment/2021/mar/25/uk-flying-blind-on-levels-of-toxic-chemicals-in-tap-water).

Comienza Salvidge, diciendo que “el gobierno inglés, no está haciendo pruebas al agua potable, para verificar si contiene químicos, ligados a muchas enfermedades, incluyendo cánceres, en tanto que en todo el mundo, gente se enferma y están demandando por cientos de millones de dólares, después de hallar las sustancias en su agua potable”.

Así que, si eso se da en Inglaterra, imaginen lo que sucede aquí.

Continúa comentando que “esos químicos, están diseñados para que no se degraden en el ambiente y, por lo mismo, también se les conoce como los ‘químicos para siempre’. Se emplean por sus propiedades repelentes de grasa o agua en todo, desde utensilios de cocina, ropa, muebles, tapetes, empaques, coberturas y espumas antifuego. Cuando esos PFAS, de los cuales hay miles de clases, entran al medio ambiente, se acumulan en el suelo, agua, animales y sangre humana. Al seguir un caso legal muy famoso, llevado al cine por Mark Ruffalo, Dark Waters (Estados Unidos, 2019), un extenso estudio epidemiológico fue practicado, el que ligaba PFAS, con colesterol alto, colitis ulcerosa, tiroidismo, cáncer testicular, cáncer renal, e hipertensión desarrollada durante la natalidad. Otros estudios, han establecido conexiones entre PFAS y aborto natural, peso reducido al nacer, disrupción endócrina, calidad reducida del esperma, pubertad retrasada, menopausia prematura y respuesta reducida inmune a la vacuna contra el tétanos. Los científicos han hallado que, incluso, esas sustancias pueden pasar de la madre al bebé, vía la placenta y la leche materna. Además de varias acciones colectivas (class actions) en Estados Unidos, hay muchas demandas alrededor del mundo. En Australia, dos pueblos adyacentes a bases aéreas que emplean PFAS en espuma contra incendios, han sido advertidos de que no beban su agua potable, en tanto que en Italia, se piensa que industrias, han expuesto a 350,000 personas al tóxico contaminante. Se estima que casi todos las personas del planeta, tienen PFAS en su sangre”.

Como señalo antes, son de los contaminantes tan extendidos en su empleo y tan duraderos, que constituyen un problema grave de salud.

Y comenta que en Inglaterra, la Agencia Medioambiental, dice que los PFAS “andan en todas partes, particularmente en sus aguas”. Pero, a pesar de ello, las autoridades inglesas responsables de realizar pruebas, no lo hacen y las personas de ese país, están bebiendo agua contaminada con PFAS “desde el 2005”.

Uno de los problemas, comenta Salvidge, es que las empresas que surten el agua, no realizan pruebas de las distintas fuentes hídricas de las que se surten, pues como los PFAS están ya tan diseminados, se eleva más la contaminación con esos químicos, más ahora “que se ha hecho obligatorio un máximo de diez nanogramos por litro de agua”.

“De todos modos, la inspección de agua potable, sólo ha impuesto el límite de 10 nanogramos por litro para PFOS y PFOA, y no hay límite para un grupo más amplio de químicos. En contraste, Dinamarca tiene un límite de 100 nanogramos por litro de un total de 12 PFAS, con el nivel más bajo de 3 nanogramos para los PFOS; Suecia, ha establecido 90 nanogramos por litro, para once PFAS y Bavaria, ha regulado 13 PFAS individualmente, a un rango de límites entre 0.1 microgramos por litro hasta 10 microgramos por litro. La Unión Europea, ha revisado su directiva sobre el agua potable, reduciendo el nivel aceptable a 100 nanogramos por litro, para 20 tipos de PFAS y 500 nanogramos por litro, para todas las sustancias formadas por PFAS. La legislación entró en vigor en enero (2021) y los estados miembros tienen dos años para adaptarlo”.

“Sin embargo, no está claro si Inglaterra adoptará esa legislación, pues al no estar en la Unión Europea, no tiene que acatarla”, señala Salvidge.

Pero la doctora Julie Schneider, de la organización Chem Trust, citada por Salvidge, “señala que la gente tiene el derecho de saber si el agua que sale de sus llaves, está contaminada con estos peligrosos contaminantes. Necesitamos urgentemente un examen de contaminación de PFAS en el agua potable en Inglaterra. La exposición continua a los PFAS puede ocasionar adversos efectos en la salud, en el largo plazo, y el agua potable es reconocida como una de las principales fuentes de nuestra exposición a esos químicos”.

Como señalé, si eso sucede en Inglaterra, ni pensar en la calidad del agua que se nos da en este país. De hecho, ha crecido mucho la compra de agua embotellada en México, debido a la dudosa calidad del agua “potable”, la que muchas veces, sale hasta de color café, no sabiéndose si es óxido o que se haya contaminado con agua de drenaje (ver: https://www.jornada.com.mx/2021/03/25/politica/017n1pol).

Aunque la industria ha creado químicos sustitutos a los PFAS, conocidos como GenX, “investigaciones sugieren que podrían ser igual de dañinos a los humanos y al medio ambiente y aún más difíciles de detectar”.

Lo que, simplemente, demuestra que no hay sustancias químicas “ecoamigables”, pues no es del interés de las empresas que los inventan, que no dañen al ambiente o a la salud humana, animal o vegetal. Los crean para que cumplan su función, nada más.

Y he allí las consecuencias , que tiempo después, inclusive varias décadas, nos enteramos de que existen y lo tóxicos que son.

Y así como los PFAS, ¿qué otras ocultas sustancias existirán, que ni conocemos, y ya hayan producido gran daño ambiental y a nuestra salud?

Quizá nos enteremos, cuando ya sea demasiado tarde.

 

Contacto: studillac@hotmail.com

miércoles, 24 de marzo de 2021

Diez años de guerra civil en Siria, han dejado más pobreza y destrucción

Diez años de guerra civil en Siria, han dejado más pobreza y destrucción

Por Adán Salgado Andrade

 

Las guerras son la forma violenta que tiene el capitalismo salvaje para alentar el necesario consumo que viene tras la destrucción.

La segunda guerra mundial, fue muy buen negocio, tanto cuando estaba activa, así como cuando concluyó, por la obligada reconstrucción de Europa y Japón, las zonas más destruidas, luego de la derrota nazi. El así llamado Plan Marshall, fue concebido, para que las empresas y bancos estadounidenses, se beneficiaran con los buenos negocios que emprendieron para dicha reconstrucción. El “sueño americano”, fue resultado del gran crecimiento económico que tuvo Estados Unidos debido a esa reconstrucción (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/American_Dream#20th_century).

Sin embargo, la otra cara de la guerra, se da para aquéllos que sufren daños directos por la destrucción, que nada ganan con ver sus casas, edificios, escuelas, tiendas… bombardeadas, que familiares, amigos o ellos mismos, sean asesinados por balas o bombas, que deben de sufrir la escasez de alimentos, de medicinas o por el alto desempleo que se genera.

Es lo que ha sucedido en Siria, tras diez años de guerra civil, durante la cual, los “rebeldes”, apoyados principalmente por Estados Unidos, han combatido a la facción oficial en el poder, encabezada por Bashar Assad, apoyado por Rusia e Irán. Es lo que expone el artículo “ ‘República de colas de esperas’ : 10 años y sigue, Siria es una nación hambrienta”, firmado por Zeina Karam (ver: https://apnews.com/article/syria-10-years-war-f191518cd1b719c1e0b833fadf47da26).

Preceden el texto, fotos dramáticas, de filas y filas de gente, esperando, empujándose y peleando por pan, vegetales, agua, que, recomiendo, revisen. Dan idea de la urgencia social que prevalece.  

Y, de hecho, los “rebeldes” casi han sido derrotados, pero a un gran costo, de dejar a la mayor parte del país en ruinas y con escasez de todo. “Las colas se alargan por kilómetros, fuera de las estaciones de gasolina, en las ciudades sirias, con una espera promedio de cinco horas. En las panaderías, la gente se empuja y jalonea para obtener la cuota de dos paquetes de pan, al día, que les toca. En las calles de Damasco, los limosneros acosan a automovilistas pidiendo dinero. Es difícil conseguir medicinas, pañales o leche infantil. Han pasado diez años y aunque el presidente Bashar Assad aún sigue en el poder, apoyado por Rusia e Irán, millones de personas han empobrecido más y la mayoría de los hogares apenas si tienen lo suficiente para asegurar su siguiente comida”.

Aquí, en México, debido a la pandemia, mucha gente se ha visto igualmente en inseguridad alimentaria. Pero siempre habrá, seguramente, algún familiar o amigo a quien acudir, con tal de que la carencia de alimentos, pueda paliarse. Pero en un país, como señala Karam, en donde la mayoría de hogares sufren hambre, ¿a quién acudir?

“Aquí la vida es pura humillación y sufrimiento. Mi esposo, perdió su trabajo, en una tienda electrónica el mes pasado y estamos viviendo de nuestros ahorros, pero se nos están acabando muy rápido. Yo trabajo como maestra de medio tiempo, para que nos alcance un poco más. Tenemos dos hijos y a mi anciano padre, a nuestro cuidado. Todo está muy difícil, no vemos el futuro. No hace mucho, todavía podía conseguir las medicinas para mi padre, de Líbano, pero ahora está igual o peor que aquí. Voy al mercado a comprar lo realmente necesario para cocinar. No me fijo en las cosas que podrían gustarles a mis hijos”, cita Karam a una mujer, quien le pidió el anonimato, por miedo a ser arrestada.

“La década de guerra ha ocasionado terrible destrucción en Siria. Casi medio millón de personas, han sido asesinadas y más de la mitad de los 23 millones de habitantes que había antes de la guerra, desplazados, dentro y fuera de las fronteras sirias, el peor desplazamiento desde la segunda guerra mundial. La infraestructura está en ruinas. A pesar de que el estado ha tratado de suplir combustible, medicina y otras cosas, no ha bastado y la moneda, se ha devaluado mucho. La economía está, igualmente, devastada. Líbano, que era la conexión siria con el resto del mundo, está quebrado. Además, las sanciones de Europa y Estados Unidos y creciente corrupción gubernamental, han sido demasiado. La ONU indica que 80% de sirios viven en la pobreza y 60%, en riesgo de hambruna. La moneda, se ha devaluado brutalmente, valiendo ahora 4,000 libras sirias por un dólar, en el mercado negro, contra 700, hace un año y 47, cuando comenzó el conflicto”.

Es decir, ese país, sólo se sostiene por el sentido de “nacionalidad” de su población y, sobre todo, por el poder represivo de la mafia en el poder (todos los “gobiernos” del planeta, son mafias en el poder, que lo buscan sólo por fines, meramente, de enriquecimiento personal).

“Todo eso, junto, está ocasionando el incremento de la hambruna para cientos de miles de personas”, cita Karam a Arif Hussein, jefe economista del programa mundial de alimentos de la ONU.

“La gente asegura que los precios suben varias veces al día y depende de tarjetas ‘inteligentes’ para asegurar mercancías racionadas y subsidiadas, que incluyen combustible, tanques de gas, té, azúcar, arroz y pan. Para recogerlos, esperan largas filas, frecuentemente empujándose, jalándose y hasta peleando. En las estaciones de gasolina, algunos estacionan sus autos en la noche para mantener su lugar y regresan en la mañana para llenar sus tanques. La gente comparte sus autos o caminan cuando pueden, con tal de ahorrar combustible”, narra Karam.

Ibrahim Hamidi, periodista sirio, que trabaja para el periódico saudita Asharq Al-Awsat, dice de Siria que es una “república de filas”. Y declara que, a pesar de todo el descontento, las personas no están en contra de Assad, “pues no tienen tiempo para pensar en reformas políticas, ni en transición, ni en reformas constitucionales, pues están ocupadas todo el tiempo”. De hecho, fácilmente se reeligió para un cuarto periodo en el poder. “Aunque muchos cuestionan si terminará, por la profunda crisis económica que está enfrentando Siria”, comenta Karam.

En efecto, cuando la población de un país debe de sobrevivir, no se interesa en si hay o no “democracia”. Es una forma de control, el sobrevivir. Así mantenían controlados, por ejemplo, los invasores españoles a los antiguos mexicanos, sobreexplotándolos, hasta que fallecían por exceso de trabajo.

Así se controla ahora al 95% de la humanidad, la que siempre debe de estar trabajando o haciendo alguna tarea, vital para la reproducción del sistema. La ecuación social que yo propongo de trabajar-obedecer-consumir-pagar, en donde debemos de trabajar y obedecer, para consumir mercancías y pagar impuestos, es la que guía-comanda nuestra materialista existencia, con tal de mantenernos en la categoría autómata-consumidor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/09/decadencia-neoliberal-automatas.html).

“Los alimentos han subido 230% en el 2020 y muchos sirios, dicen que se cansaron de buscar comida esencial, pues no está ya disponible. Muchas familias, no han probado carne o frutas por meses. En los mercados de vegetales, la gente compra una sola pieza, pues no pueden adquirir más. El salario mensual de un trabajador estatal ahora es de entre $15 a $20 dólares (315 a 420 pesos), comparado con los $170 (3,570 pesos) de hace un año. En muchas ciudades, muchos planean sus actividades durante el horario eléctrico, pues se corta la electricidad cuatro horas, por cada hora que se tiene y a veces, más. A diferencia de Líbano, en donde los generadores de barrios se han institucionalizado, en Siria, sólo gente pudiente puede emplearlos. En el invierno, como había poca oferta de tanques de gas, muchos recurrieron a viejos y tóxicos calentadores de madera. Y los niños, buscaban entre la basura cosas para quemar. Las simultáneas crisis en Siria y Líbano, se han retroalimentado la una, de la otra. Cuando antes, los libaneses viajaban a Damasco para comprar comida más barata, medicina de calidad, textiles y otros bienes, ahora, las cosas subsidiadas de Líbano, incluyendo combustible y medicinas, son contrabandeados a Siria, exacerbando la crisis económica de Líbano”.

Claro, y para algunos vivales, como los que contrabandean esas cosas de primera necesidad, debe de ser un buen negocio, no buscando satisfacer las necesidades de las personas que las adquieren, sino sus mezquinas ambiciones de ganancias. Así que, primero, la avaricia, que la desesperanza humana.

Un activista, que se hace llamar Omar Hariri, contó a Karam que “las raciones de pan, gasolina, gas para cocinar y diésel, apenas si cubren 10% de las necesidades de la gente. Hacer cola, ya es una forma de vida. Tengo un familiar que tenía su turno para cargar gasolina en enero, luego de dos meses de intenso frío. Tuvo que comprarla antes, mucho más cara, en el mercado negro”. Sí, como dije, el mercado negro, hasta parecería una “bendición” para la mafia en el poder, sabiendo que, si la gente tiene dinero, en ese caro sector, podrá conseguir lo que guste.

Assad culpa a la quiebra de los bancos libaneses, a la pandemia, pero, sobre todo, a las sanciones estadounidenses, de la situación en que se encuentra Siria. El economista sirio Samir Seifan señala que, en efecto, esos factores, estallaron al mismo tiempo. Un diputado se quejó de porqué ni Rusia, ni Irán ayudaban a Siria enviando petróleo y trigo. Claro, porque su “apoyo” ha sido más militar. Y seguramente, parte del gran empobrecimiento sirio, ha sido por todo lo que la mafia en el poder ha adquirido de armas. Las armas, son un lucrativo negocio que asciende a un billón (1,000,000,000,000) de dólares anuales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2011/12/ferias-de-armas-exhibicion-de-fuerza-de.html).

Y no hay tolerancia, pues el régimen de Assad, aplasta cualquier crítica. “Se han detenido, al menos, a nueve personas recientemente, incluyendo a un prominente informador televisivo, por haber hecho comentarios que se consideraron subversivos. El régimen trata de aterrorizar, de recordarle a la gente que, incluso, si alguien es leal, no puede criticarlo”.

Las sanciones son ya tan duras, por toda la pobreza que generan, que hasta países árabes que antes apoyaban a los “rebeldes”, cambiaron de postura y ahora exigen el cese de tales sanciones, por lesivas hacia el pueblo sirio.

Dice Hamidi, el periodista, que “en diez años de guerra, el régimen sirio no ha ofrecido una sola concesión. Hay el sentimiento general de que las cosas, se van a poner peor. No hay horizonte, ni esperanza”.

De todos modos, el que conceda o no Assad algo a los “rebeldes”, no mejoraría ya la situación en ese empobrecido, destruido país. A fin de cuentas, los “rebeldes”, de haber ganado, sólo habrían formado otra mafia en el poder, con sus muy particulares intereses.

Y la población, habría tenido que vérselas por sus propios medios, como hasta ahorita han hecho.

Eso sucedió, por ejemplo, en Libia, cuando los “rebeldes”, apoyados por una coalición liderada por Estados Unidos, derrocó y asesinó a Muammar Kadafi, para imponer a un títere “gobierno democrático”. En realidad, fue para hacerse de sus cuantiosas reservas petroleras (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2011/03/detras-del-rescate-humanitario-en-libia.html).

Libia, está ahora mucho peor, con mafias y guerrillas peleando entre sí por el poder (ver: https://www.abc.net.au/news/2019-10-20/libya-civil-war-gaddafi-eight-years-on/11210742).

Mientras los cambios en un país, no sean determinados e impuestos por su población, basados en sus requisitos económicos, de primera necesidad, medioambientalmente concebidos (es decir, que sea prioritario el medio ambiente), culturales y, sobre todo, espirituales, no serán verdaderos cambios.

Sólo serán apariencias, para beneficiar a los que tomen el poder.

Los países, para sus mafias controladoras, sólo son negocios.

Y el “negocio”, Siria, de Bashar Assad y compinches, está ya quebrado.

 

Contacto: studillac@hotmail.com