sábado, 6 de marzo de 2021

El capitalismo salvaje choca con la conservación ambiental

El capitalismo salvaje choca con la conservación ambiental

por Adán Salgado Andrade

 

Pocas veces me encuentro artículos que analicen la problemática ambiental, desde la perspectiva que está ocasionada por el irracional sistema capitalista salvaje que nos sigue dominando.

Este artículo está titulado “Cambio climático y colapso de la infraestructura son nuestro futuro si no actuamos”, y firmado por Kandist Mallet, “periodista y editora ubicada en Los Ángeles, quien cubre el cambiante escenario político de Estados Unidos”, descripción que se da de ésta joven afroestadounidense que, en este trabajo, analiza, justo, la causa que está llevando, no sólo a Estados Unidos, sino a todo el planeta a un pronto colapso ambiental (ver: https://www.teenvogue.com/story/climate-change-infrastructure-texas-storm).

Dice Mallet que la tormenta invernal Uri, que azotó a Texas, estado que nunca había sufrido en toda su historia, un evento climático de congelador frío tan extremo, provocó “apagones, problemas de agua y carencia de alimentos. El New York Times, reportó al menos 58 personas muertas a causa de la tormenta y noticias locales, mostraron algunos momentos terribles que los texanos enfrentaron, con historias de residentes que tuvieron que quemar muebles para tratar de calentarse y filas de gente, afuera de tiendas, casi vacías, con tal de comprar algo para comer. Mientras todo esto sucedía, el senador por Texas, Ted Cruz, escapó con su familia a un lugar turístico de lujo en Cancún (regresó a casa el siguiente día, en medio de fuertes críticas). Cruz, no es conocido por su compasión o moralidad, así que sus acciones, no sorprendieron, pero fue indignante ver un ejemplo de la brutal diferente realidad que los políticos viven, comparada con la de sus representados”.

En efecto, el republicano, inmoral y corrupto de Cruz, andaba de vacaciones con su “linda familia”, mientras sus representados, morían de frío, literalmente, pues las muertes que hubo, se debieron a hipotermias.

Amigos de ese estado me platicaron que debieron hacer fogatas con lo que se pudiera en sus patios o jardines, para “hacerme un cafecito” o subirse a sus “trocas”, para encenderlas, accionar la calefacción y calentarse por un rato. Terrible su experiencia, dado que nadie, ni los más viejos, recuerdan que haya sucedido algo así, unos muy congeladores días. Y las tuberías de agua, al congelarse ésta, se rompieron, por lo que, la mayoría, tendrán que repararlas.

Además, Cruz, se tiene evidencia, fue uno de los incitadores, junto con Trump, para que las hordas supremacistas, invadieran y dañaran el Capitolio el 6 de enero pasado, para “protestar” contra el “fraude” electoral, por el cual, había ganado Biden (https://www.teenvogue.com/story/aoc-ted-cruz-murdered-inciting-january-6-capitol-attack).

Y es una muestra de que, en efecto, los políticos mafiosos, sólo ven sus cargos como una forma de enriquecimiento ilícito, pues no es legal, ya que buscan, por todos los medios, asociarse con los poderes fácticos dominantes, para actuar conforme a los intereses de tales poderes, aunque esas acciones afecten a sus representados (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/08/la-estructura-mafiosa-de-los-poderes.html).

Y tan mafiosos han sido en Texas, que se piden las renuncias de Cruz y del mafioso gobernador Greg Albott, ambos republicanos, por defender los intereses de las empresas texanas generadoras de electricidad, a las que se culpa de los apagones y los problemas relacionados con ellos.

Esas empresas, con tal de monopolizar las ganancias, siempre se han negado a incorporarse al resto de la red eléctrica de Estados Unidos. Así que, cuando la tormenta colapsó su infraestructura de conducción eléctrica, no estuvieron con la capacidad de reparar los daños. Eso, porque como también están amafiadas con las petroleras texanas, que les surten de gas natural para la producción eléctrica, al congelarse las tuberías que conducen dicho gas natural, se suspendió su distribución y todo el servicio eléctrico, se vino abajo (hasta nosotros salimos afectados, pues por las corruptas “reformas” energéticas impuestas por los prianistas en pasados sexenios, Texas y sus corruptas petroleras, son las que nos surten, exclusivamente, el gas natural para estados del norte de México, que funcionan con gasoeléctricas que operan con tal gas importado y, por eso, también tuvimos apagones).

Todo ese monopolio y exclusividad, por la mezquina ganancia.

Al respecto, señala Mallet que “lo que sucedió en Texas, no es de una sola vez, es un aviso de lo que nos depara el futuro. En nuestro presente, somos una nación con una crisis climática, en donde eventos climáticos sin precedente, suceden cada año. Los daños de esta crisis, empeoran dado el apego de Estados Unidos al libre mercado. Nuestra infraestructura urbana, no debería de manejarse como un negocio privado y los recursos del planeta, no deberían de venderse sólo para obtener ganancias. Luego de varias décadas de políticas que han sobrevalorado el crecimiento económico, por encima de la sustentabilidad ecológica, Estados Unidos es ahora un país en decadencia, literalmente”.

Muy acertado lo que expresa Mallet, pues es justamente este sistema capitalista salvaje, el que ha destruido, y lo sigue haciendo, al planeta, con su impuesta sobreproducción y consumo compulsivo, que son las causas de que el medio ambiente, se esté depredando y contaminando a pasos agigantados. Estamos acabando con todos los recursos, y en lugar de cambiar de tendencia, al contrario, cada vez son peores depredación y contaminación (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/depredacion-ambiental-planetaria-accion.html).

Menciona Mallet todas las otras desgracias que las compañías eléctricas han generado, como los intensos incendios que Pacific Gas & Electric ocasionó en California, llamados Camp Fire, en el 2018, que, por ahorrarse dinero, pasaba sus líneas de conducción en medio de los bosques y que el clima seco y los chispazos de los cables, los ocasionaron. Esos incendios, acabaron con la localidad de Paradise y dejaron al menos 84 personas fallecidas (ver: https://earther.gizmodo.com/what-happens-after-an-entire-town-burns-to-the-ground-1830441990).

“El Camp Fire, en California, un estado tecnológico, y la reciente catástrofe de Texas, muestran que el problema no se trata de qué partido político gobierne. Es la cultura del mandato corporativo, la que ha permitido que estas compañías hayan hecho lo que quisieron, durante años. La crisis tejana, debería de considerarse como una fuerte llamada de atención. No estamos, para nada, preparados para el empeoramiento de la crisis climática y si no cambiamos, de raíz, la manera en que existimos en este planeta, los latinos, los negros y las comunidades nativas pobres, serán los más afectados”, apunta, con toda razón, Mallet.

Las fuertes inundaciones de Texas, en septiembre del 2019, por la tormenta Imelda y las tormentas Hanna, en junio del 2020 y Beta, en septiembre del mismo año, son otros ejemplos de eventos climáticos catastróficos sufridos por ese estado (ver: http://floodlist.com/tag/texas).

En cuanto a los incendios forestales, California y otros estados, ya padecen su estación anual de fuertes conflagraciones, que llevan hasta meses para ser controladas. Los del 2020, diezmaron muchas áreas boscosas en California, Oregón y Washington (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/la-era-de-los-mega-incendios-forestales.html).

Aborda Mallet el debate de que, muchos países, mediante el Acuerdo de París, buscan no generar CO2 y otros gases contaminantes, para el año 2050. Y ven, por ejemplo, como una de las fórmulas para logarlo, la producción exclusiva de autos eléctricos. Pero “accionistas de Nevada, en donde se está explotando ya el litio, necesario para las baterías de los autos eléctricos, sienten que fue una idea precipitada esa explotación, pues pueblos tribales, ambientalistas y rancheros, están preocupados por el impacto a largo plazo de tal explotación. John Hadder, director de la organización sin fines de lucro Great Basin Resource Watch, dice que ‘tiene el potencial de ser una fuente de contaminación intergeneracional, que requiera un permanente manejo’ “.

Es cierto, pues los autos eléctricos, son otra consumista “solución” a un problema contaminador, que generará, a su vez, otro, el de la contaminante explotación de litio, que destruye bosques, selvas, localidades y contamina fuentes de agua, además de que se generarán millones de baterías inservibles cada año, sin que se reciclen la mayor parte. Eso no es, de ninguna manera, una “solución” ambiental. Es, como señalé, una forma simulada de alentar un nuevo consumismo, disfrazado de “alternativa ambiental” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/los-autos-electricos-no-son-la-panacea.html).

Plantea Mallet que “podemos seguir siendo un país guiado por crecimiento económico, por sobre todas las cosas o podemos ser un sitio que se enfoque en asegurar el mayor bienestar para toda la vida de este planeta. Y es una elección que otros países del sistema capitalista, deben de enfrentar. No se pueden tener ambos”.

Así es. Por ejemplo, China es un país que, estúpidamente, sigue apostando al crecimiento económico, en lugar de a la protección ambiental y el bienestar de su empobrecida, y enferma sociedad (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/09/china-autoritarismo-capitalismo-salvaje.html).

Los problemas de depredación y contaminación que ha generado China, primer país contaminador del mundo, son irreversibles. Y aún así, sigue empeñada en continuar usando carbón, como su principal fuente energética, que seguirá contaminando a todo el planeta, no solamente a su país (ver[A1] : https://apnews.com/article/politics-climate-climate-change-china-united-states-df64409a9dbffef8d3de8f34e6cf10a8).

O sea, que eso del famoso “desarrollo sostenido” es una estupidez inventada por los “desarrollistas” de los 1970’s, que siempre han apostado a que se puede “crecer económicamente, protegiendo al medio ambiente”. Una total falacia.

Dice Mallet que individuos como el multimillonario Bill Gates, que se benefician de negocios como la “captura de carbón”, requieren que haya contaminación para que ese negocio crezca. Claro, si no se produjera CO2, Gates, no se dedicaría a esa lucrativa actividad, que no hace por samaritanismo, sino porque le deja grandes ganancias. De hecho, ya muchas empresas lucran con el calentamiento global, como las que construyen diques, para que las ciudades no se inunden, las desalinizadoras, las que están perforando pozos petroleros en zonas árticas que ya no tienen hielo y así (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/03/el-muy-lucrativo-calentamiento-global.html).

“Todas esas empresas, que se están beneficiando con el cambio climático, deberían de pagar indemnizaciones, por el daño que hacen al seguir promoviendo tal cambio climático”.

En efecto, ahí están las petroleras, empeñadas ahora en aumentar la producción de contaminantes plásticos, a pesar de las más de 300 millones de toneladas producidas anualmente, de las cuales, un 20%, van a dar al mar (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/01/las-contaminantes-petroleras-y-coca.html).

De hecho, las petroleras, ocultaron en los 1970’s, que de seguir usándose los combustibles fósiles, llegaríamos al grave problema del calentamiento global que estamos padeciendo (ver: https://www.greenpeace.org/usa/global-warming/exxon-and-the-oil-industry-knew-about-climate-change/exxons-climate-denial-history-a-timeline/).

Así que, en efecto, deberían de pagar abundantemente, todos los daños provocados. Por desgracia, muchos de los efectos ocasionados, como los derrames petroleros en el mar, en una selva o en un bosque, son irreversibles y ni todo el dinero del mundo, los arreglaría.

Dice Mallet que mientras los pobres sufren directamente la consecuencias del cambio climático, los “ricos, pueden refugiarse en Cancún”, en clara referencia al mafioso Cruz.

Y agrega que no se puede seguir sosteniendo el cómodo estándar de vida al que (en Estados Unidos), están acostumbrados. Luego del desastre en Texas, miembros de la ONG Sunrise Movement, “que están avocados a un Nuevo Trato Verde, solicitaron que se desarrollara un sistema eléctrico público de energías 100% renovables. Pero es importante que nuestra respuesta a la devastación climática, se base en descolonización, anti-imperialismo y anti-capitalismo. Los daños deben de ser reparados por individuos, corporaciones y países que han contaminado y depredado los recursos mundiales. Algunos críticos dicen que el lenguaje usado por el Nuevo Trato Verde, no es tan radical. Sobre todo, necesitamos establecer una nueva relación entre la Tierra y ver el mundo natural como algo más que recursos que se deben de extraer”.

Muy atinado el párrafo anterior, pues, en efecto, si a los países pobres, se les sigue viendo sólo como fuentes de materias primas, al devastarse, se devasta al planeta. Es lo que Mallet se refiere con descolonizar.

En cuanto al anti-imperialismo, es cortar con la tendencia de los países “avanzados” – que de eso, no lo tienen mucho ya –, de seguir imponiendo sus falsas ideas de “crecimiento económico”. Por ello, por seguir modelos occidentales de “desarrollo”, el planeta está devastado, pues se ha impuesto el “confort occidental”, como la panacea a seguir. El mejor ejemplo de algo tan equivocado, es lo que hace China, que por tratar de abrazar tal confort, ya depredó y contaminó a la mayor parte de sus recursos. Eso, por supuesto, no es “avanzar”.

Y en cuanto al anti-capitalismo, es la parte crucial. Si seguimos pensando en que el capitalismo salvaje es la única forma de satisfacer nuestras necesidades económicas, no vamos a durar mucho tiempo en el planeta.

Y, contrario a la máxima de que todos en el capitalismo se enriquecen, al contrario, excepto el 1% de la población, todos los países y sus poblaciones empobrecen, se vuelven indigentes.

Como el planeta, que lo estamos convirtiendo en un indigente sin recursos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/02/al-acabar-con-sus-recursos-estamos.html).

No sólo Estados Unidos es un país decadente, todos los países del planeta, lo son.

Y nuestro castigo, al seguir con esa capitalista tendencia, serán desastres naturales, cada vez más frecuentes e intensos, infernal calentamiento global, pandemias, megaincendios forestales, derretimiento total del hielo planetario, hambrunas… y otras cosas que ni siquiera nos imaginamos que sucederán.

Y no podremos acostumbrarnos, pues nos irán matando.

Y estando muertos, ya no será cosa de irse acostumbrando.

 

Contacto: studillac@hotmail.com