viernes, 23 de diciembre de 2022

Regresa la escarlatina a Inglaterra y a Estados Unidos

 

Regresa la escarlatina a Inglaterra y a Estados Unidos

Por Adán Salgado Andrade

 

La escarlatina es una enfermedad infecciosa ocasionada por el Streptococcus pyogenes, un hogo microscópico del Grupo A de los estreptococos. Provoca una infección estreptococal “cuyos síntomas incluyen garganta irritada, fiebre, dolor de cabeza, nódulos linfáticos inflamados y urticaria. Se da entre personas de cinco a quince años y puede ocasionar complicaciones adicionales como daño renal, fiebre reumática y artritis” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Scarlet_fever).

No existe vacuna, a la fecha, contra ese mal, agravado por la creciente inmunidad de ese estreptococo a los antibióticos existentes. Bacterias y virus, han evolucionado mucho más rápido que la habilidad del hombre para combatirlos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/12/la-fortalecedora-evolucion-de-bacterias.html).

Y los hongos infecciosos microscópicos, incluso muchos que todavía no atacan al organismo humano en particular, se están fortaleciendo por el calentamiento global (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/las-infecciones-con-hongos-se.html).

La pasada pandemia, además, ha mostrado la velocidad con que virus y bacterias pueden propagarse, pues, finalmente, el planeta es un sistema cerrado (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/03/cientificos-chinos-previeron-hace-un.html).

Por eso, no es de extrañar que haya enfermedades que están regresando, de manera alarmante. Es el caso de la mencionada escarlatina, que ya lleva cientos de contagios en Inglaterra,  Estados Unidos (EU) y otros países, como expone el artículo del portal Wired, titulado “Inglaterra está sufriendo una oleada de escarlatina. ¿Puede ser EU, el siguiente en ser afectado?”, firmado por Maryn McKenna, quien inicia diciendo que “EU está más alerta a los riesgos de las infecciones por estreptococos, pero Inglaterra tiene mejor información. No está claro cuál sea mejor en controlar la enfermedad” (ver: https://www.wired.com/story/the-uk-is-enduring-an-onslaught-of-scarlet-fever-is-the-us-next/).

Una microfotografía del hongo abre el análisis. Los microhongos han invadido tejido celular, que es lo que lleva a la enfermedad. Y sólo puede tratarse con antibióticos, aunque cada vez son menos efectivos. Una de las señales es lengua sucia, blancuzca, que es cuando la infección está avanzada.

Comienza McKenna citando el caso de que en el 2012, un chico de doce años, Rory, al jugar basquetbol, se cayó y sufrió un leve raspón, que fue suficiente para que se infectara de escarlatina. “El chico murió dos días más tarde de que fuera admitido en el hospital, de sepsis generalizada, por una combinación de malos diagnósticos y un organismo más vulnerable”.

Son frecuentes las muertes por negligencia médica, que combina malos diagnósticos, con tratamientos inadecuados. Incluso en hospitales del mal llamado “primer mundo”, son frecuentes muertes prematuras por negligencia médica (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/chica-murio-por-negligencia-medica-en.html).

“El estreptococo que ocasiona garganta irritada y vive en la piel, es el que ha matado a 19 niños en Inglaterra. Pero es un misterio por qué, en EU, en donde hay más gente y con un sistema de salud pública peor que el inglés, no ha matado a nadie”.

Sugiere McKenna que la causa puede ser que desde el caso del chico que murió por el raspón en EU hace doce años, “ha habido más legislación para prevenir casos así, pero EU, no tiene un sistema de monitoreo que reporte las infecciones o muertes. Sin embargo, el CDC (el centro para el control de las enfermedades de EU), ha estado advirtiendo de un incremento en infecciones de estreptococos entre niños”.

En Inglaterra (al momento de escribir estas líneas), se han reportado 7,750 casos y 16 fallecimientos. “Pero en EU, no se lleva recuento, como dice Anthony Flores, doctor y científico que investiga sobre estreptococos y es jefe de pediatría del UTHealth Houston. ‘Nos enteramos de que hay infecciones, pero no sabemos cuántas existan en EU en estos momentos’”.

Los padres de Rory, como consecuencia de la muerte temprana de su hijo por sepsis, se convirtieron en activistas y crearon la fundación End Sepsis (Detengan la Sepsis), que llevó a la erogación de las “Regulaciones Rory”, que han logrado disminuir las sepsis y que, además, se reporten.

En Inglaterra, no existe algo similar. Y, más bien, dice McKenna, se recuerda a la escarlatina como algo literario. En la novela Mujercitas, Beth, casi muere de ese mal. También en una de las historias escritas para niños por Laura Elizabeth Ingalls Wilder (1867-1957), en una, basada en su hija mayor, Mary,  ésta, queda ciega por el mal. Y en la novela de la escritora inglesa Margery Williams (1881-1944), The Velveteen Rabbit (El conejo de pana), “publicada en 1922, la escarlatina, infecta al niño dueño del conejo y lleva a que éste, se vuelva real”.

“Pero la escarlatina, nunca se ha ido. Y se han dado casos de su incremento en Singapur, en el 2006, en Surcorea, en el 2008 y en China y Hong Kong, en donde, en el 2011, los enfermos subieron muy repentinamente a cuatro veces. Comenzando el 2014, en Inglaterra, los casos comenzaron a crecer a niveles nunca antes vistos en 50 años, a los que siguieron los del invierno del 2017-2018, que los excedieron todavía más. Y en el 2018, en Alemania, los contagios superaron, incluso, a los de Inglaterra”.

Por lo mismo, ya la OMS (Organización Mundial de la Salud), ha levantado las señales de emergencia, ya que también “en Francia, Irlanda, Holanda, Suecia e Inglaterra, han reportado una fuerte, súbita alza de contagios. Tan sólo en Gales, han surgido 35 veces más que los que había en promedio y varias escuelas en Devon y Yorkshire, han cerrado, además de que las farmacias reportan escasez de antibióticos”.

Sí eso pasa en países “adelantados”, ni imaginar que esté sucediendo en México, en donde el pobre sistema público de salud, ni cura, ni reporta males así. Si los contagios de covid, se reportaban, fue por mandato mundial de la OMS.

Dice McKenna que puede ser posible que un brote similar, se esté dando en EU, pero como males invasivos, ocasionados por estreptococos del grupo A, no son monitoreados por el CDC (los así llamados iGAS, invasive group A strep cases – casos invasivos de los estreptococos del Grupo A), no se lleva cuenta de ellos, a menos que sean recolectados por muestras de hospitales. “Para que un paciente por escarlatina sea monitoreado, debe de ingresar a un hospital, no sólo ser atendido en una clínica”.

Otro problema es que “sólo se toman muestras y éstas, no de todos los estados, sólo de algunos, que apenas representan el 10 por ciento de la población, unos 34.6 millones de personas”.

Análisis genéticos del estreptococo, han revelado que no ha cambiado mucho, “así que no se sabe con exactitud por qué se están incrementando tanto los contagios. Probablemente, por el aislamiento de la pasada pandemia, el hongo, no se pudo esparcir, pero ahora, con el regreso, lo está haciendo. Además, infecciones como la influenza y otras respiratorias – el mismo covid –, pueden contribuir a su alza”.

Por ello, Flores, está experimentando con una colección de muestras que ha recolectado por años de hospitales de Texas y de otros estados, para ver qué tan rápido se puede detectar un “foco de alto peligro y evitar su propagación”.

Mientras tanto, es de esperarse que, gracias al calentamiento global, ésa y otras enfermedades infecciosas, se incrementen. Nosotros mismos estamos contribuyendo a ese, cada vez, más grave problema.

¡Ah, pero en lugar de resolver los problemas ambientales, nos seguimos envolviendo en absurdas, destructivas guerras y la consecuente invención de mortíferas armas – como las nucleares – para “ganarlas”!

Y no nos damos cuenta que esa depredadoras soberbia, ha llevado a diminutos seres a atacarnos y matarnos cada vez más rápidamente, sin necesidad de balas ni explosivos.

El planeta, se está desquitando de todo el mal que le hemos ocasionado.

 

Contacto: studillac@hotmail.com