viernes, 4 de diciembre de 2020

Naufragios de barcos cargueros, más basura al ya contaminado mar

Naufragios de barcos cargueros, más basura al ya contaminado mar

por Adán Salgado Andrade

 

El mar, desde hace años, ha sido usado como el basurero del planeta. Microplásticos y plásticos ya invaden hasta el último rincón oceánico, sea casi superficialmente o en el fondo, por más profundo que éste se encuentre. Para el 2050, si es que llegamos, se prevé que el plástico, supere en volumen al de todos los seres marinos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/el-plastico-que-va-los-oceanos-se.html).

Los derrames petroleros, son frecuentes, sean de pozos marinos (una total estupidez) o por barcos petroleros naufragados (ver: https://www.marineinsight.com/environment/11-major-oil-spills-of-the-maritime-world/).

Agreguemos a lo anterior, que todo tipo de basura y aguas negras, además de pesticidas y fertilizantes, empleados en la agricultura, también terminan en el mar (ver: https://www.youtube.com/watch?v=mOZngsJU2k0 y https://www.reuters.com/article/us-environment-pollution/trash-found-littering-ocean-floor-in-deepest-ever-sub-dive-idUSKCN1SJ241).

Los “cruceros de lujo”, contaminan al soltar el contenido de sus sentinas en alta mar, las que contienen los restos sanitarios de todos los pasajeros, algo que debería de estar prohibido (ver: https://www.ft.com/content/9b43a1be-86b3-11e9-97ea-05ac2431f453).

O sea, el mar, ya es un enorme contenedor, que estamos llenando con basura de todo tipo.

Sumen a eso, que el mar absorbe el 90% del calentamiento global. Todo el calor que el mar planetario ha absorbido, equivale a si éste, hubiera contenido el estallido de la energía de una bomba nuclear de 50 megatones – como la Tsar soviética, detonada en 1961 –, lanzada cada diez minutos, durante 10 años (ver: https://mashable.com/article/ocean-heat-content-rising-atomic-bomb/).

¡Así que pobre mar!

Bueno, y otro tipo de basura, del que no se habla mucho, es cuando un barco carguero naufraga. Son frecuentes esos naufragios. Cuando suceden, no es noticia, o sólo los más espectaculares, se convierten en la nota del día. Se calcula que, tan sólo en el 2019, naufragaron unos 146 cargueros, de distintas banderas. Así que su carga, el combustible que llevan y todo tipo de contaminantes que sueltan al accidentarse, van a dar al mar (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_shipwrecks_in_2019).

Uno de ellos, que hizo noticia, por su espectacularidad, fue el naufragio del carguero Golden Ray, con bandera de las Islas Marshall, que se usaba para transportar autos nuevos.

El ocho de septiembre del 2019, debido a una tormenta, el enorme barco, que transportaba 4000 autos de la empresa General Motors, naufragó en aguas someras, quedando de lado. Eso sucedió cerca del puerto de Brunswick, de Georgia, Estados Unidos.

Tras varios meses de estar allí, volteado, el barco, considerado pérdida total, con todo y sus automotor cargamento, se ha comenzado a rescatar. En diciembre, supuestamente, ya se había extraído todo el combustible,1,211,332 litros, de diésel, que pudiera haber contaminado el agua circundante y, en consecuencia, a todo el mar. De todos modos, si eso se completó en diciembre, imaginen que desde septiembre, hasta ese mes, hubo fugas de ese combustible y de la gasolina y el aceite que tenían los 4000 autos, que, de esos, no creo que hayan extraído nada.

Sobre la forma en que se está haciendo el “rescate” de ese naufragado carguero, lo explica el artículo del portal Gizmodo titulado “Una cadena está cortando un carguero naufragado, lleno de autos, y el proceso es fascinante”, firmado por David Tracy (ver: https://jalopnik.com/a-chain-just-cut-through-a-capsized-cargo-ship-filled-w-1845784581?utm_source=gizmodo_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2020-12-02).

Comienza refiriendo Tracy que “en septiembre del 2019, un carguero de 180 metros de largo, llamado el MV Golden Ray, que, aparentemente, fue cargado de forma muy inestable, naufragó en la isla Saint Simon Sound, justo frente al puerto de Brunswick, Georgia. Desde entonces, se están haciendo esfuerzos para remover el barco en secciones, para enviarlas a recicladoras. El mes de noviembre fue particularmente, excitante, pues los trabajadores usaron una cadena para cortar el primer gran pedazo del barco, de donde pueden verse dañados autos. Esta es una mirada a la forma tan fascinante en cómo el equipo logró esto”.

Bueno, eso de “fascinante”, no me parecería adecuado. Pero sí concuerdo con Tracy, en que es una forma sorprendente, eso de cortar a un barco, en pleno mar, en secciones, para enviarlas a las recicladoras.

Se está usando para la operación una grúa marca Versabar VB-1000, “una grúa gigante amarilla, sostenida por dos barcas planas, que se usó, por primera vez en el 2010, desarrollada como respuesta, para ayudar en el rescate de plataformas petroleras dañadas por huracanes” señala Tracy.

La forman dos torres curveadas, amarillas, de acero, que soportan 7,500 toneladas cada una, “pero, individualmente, pueden aguantar hasta 5,000 toneladas, mas se limitan a 3,750 cada una, sobre todo, por la capacidad de flotación de las barcas”.

Dichas barcas, están dotadas por cuatro motores de empuje, de 1000 caballos de fuerza, cada uno, para mantener estable a la enorme estructura.

En efecto, en las fotos que acompañan al artículo, más un breve video, se nota muy estable. La gigantesca grúa, puede moverse a lo largo de la dañada embarcación. Las torres rebasan, con mucho, la altura del barco. Y están dotadas de un sistema que usa largas y gruesas cadenas, para ir cortando a la hundida embarcación en manejables secciones.

La empresa encargada de la operación, es T&T Salvage, compañía texana, con mucha práctica en catástrofes de ese tipo. Como ven, hasta las catástrofes son muy buen negocio, para las empresas especializadas en eso.

Y con las frecuentes catástrofes marinas, de seguro tiene mucho trabajo esa compañía.

La operación es supervisada por Saint Simons Sound Incident Response, “que es una unidad de respuesta, que incluye representaciones del Departamento de Recursos Naturales de Georgia, la Guardia Costera, y una organización de respuesta asignada al Golden Ray, Gallagher Marine Systems, en este caso”, señala Tracy.

La operación, es muy complicada, pues hasta requiere de planos, para ir coordinando cómo se irá seccionando el barco.

A cada sección que se corte, le es soldada una especie de gran maneral, para que se pueda alzar, una vez cortada.

Las fotos muestran una de las secciones, ya cortada y montada en una panga, llamada Julie B., que fue la que la llevó a tierra firme, en donde se vaciaría de su carga de dañados autos, y seccionaría en tamaños más manejables, para que todo eso, sea llevado a fundidoras en Luisiana.

Por las fotos, tomadas por Barry Barteau, muy buenas, puede comprobarse que son vehículos nuevos, de la empresa General Motors, que nunca tuvieron la oportunidad de ser estrenados.

Pérdida de miles de horas-hombre, que bien pudieron haberse usado para realizar otra actividad más útil, como hacer casas para pobres, sembrar o reforestar.

Originalmente, se planeó que cada sección, tardaría 24 horas en cortarse. “Pero fue mayor el tiempo, pues la proa y la popa, son más duras de lo que la empresa originalmente supuso. La cadena cortadora se rompió, así que hubo que repararla, cambiando el eslabón dañado”.

Y todo muy bien hasta allí.

Pero consideremos los desperdicios metálicos que han resultado, y resultarán, de seccionar ese barco. Si alguna vez se han puesto a cortar un tubo, por ejemplo, con un arco de segueta, recordarán todas las astillas metálicas resultantes. Pues, justamente, eso es lo que se produce al cortar ese barco, cientos de piezas del metal cortado, que irán al mar.

La empresa dice que, para evitar la contaminación, se colocan barreras alrededor de todo el complejo, “incluyendo un muro flotante, para contener todos los desperdicios, así como redes dobles, con agujeros de metro y medio, para garantizar que las especies marinas, naveguen libremente, mientras hacemos las operaciones”.

De todos modos, reconocen que esas barreras, no van a contener todos los trozos de metal cortado. “Pero contamos con buzos que todo el tiempo estarán revisando el fondo, con tal de que no se quede ningún desperdicio”, dice un portavoz de la empresa. Para muestra, en una foto puede verse una pieza de puerta de uno de los dañados autos, “recuperada del fondo marino por buzos”.

Como sea, la contaminación es inevitable. Muy probablemente, mueran muchas especies, a la hora de que los cortados restos del casco, caigan al agua. Son “daños colaterales”, dirán los encargados de la operación.

Y, bueno, al menos, en este caso, se va a remover todo el barco, con su contaminante carga. La operación “será la más costosa remoción de un naufragio en la historia de Estados Unidos, pero todo lo va a pagar la compañía aseguradora”, le comentó a Tracy un portavoz de la empresa.

Pues esa compañía aseguradora, seguramente no estará muy contenta, y quizá esto la lleve a un naufragio financiero y quiebra.

Pero, como dije antes, ¿cuántos naufragios suceden y ni nos enteramos, mucho menos de lo que iban cargando, que terminará como basura en el mar?

Cientos por año, los que seguirán contaminando y llenando con basura los mares.

¿Cuándo pararemos con esa infamia?

Seguramente cuando tanta basura de todo tipo, sobresalga del nivel del mar, no por el daño hecho, sino porque ya no quepa.

Así de irracional es nuestra sociedad de consumo compulsivo, destrucción ambiental y desperdicio.

 

Contacto: studillac@hotmail.com