lunes, 28 de septiembre de 2020

Las escuelas inglesas tienen prohibido enseñar ideas “anticapitalistas”

 

Las escuelas inglesas tienen prohibido enseñar ideas “anticapitalistas”

por Adán Salgado Andrade

 

En los tiempos actuales, cada vez más personas están viendo al capitalismo salvaje, como el causante de todos los males que padecemos, desde la creciente pobreza extrema, hasta la catástrofe climática que estamos padeciendo.

Crecen activistas y organizaciones sociales, demandando que se ponga un alto a tanta depredación y contaminación ambiental, que ya está llevando a muchos lugares a ser inhabitables y que a los que aún viven allí, a que emigren a sitios menos extremosos, en donde no haya largas sequías, frecuentes, destructivos huracanes o mega incendios forestales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/los-refugiados-climaticos.html).

La activista Greta Thunberg, por ejemplo, comenzó hace dos años, cuando tenía 17, a exigir a gobiernos y corporaciones que “hagan algo, ¡pero ya!”, para disminuir la hecatombe ambiental. “¡No nos dejen sin futuro!”, es su frecuente demanda (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Greta_Thunberg).

Extinction Rebellion, surgido en Inglaterra, en el 2018, usa desobediencia civil “para compeler acción gubernamental, para evitar que se llegue a los picos de no retorno en el sistema climático, la pérdida de biodiversidad y el riesgo de un colapso ecológico” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Extinction_Rebellion).

Usa métodos que, para el conservadurismo, son extremos y en Inglaterra, han sido calificados de simples, violentos revoltosos, “cuya única intención, es la de violentar el sistema”. Por eso, son encarcelados masivamente.

Como cada vez está teniendo más eco, sobre todo, entre jóvenes, aumentan sus miembros, y sus acciones, decididamente, anticapitalistas, están generando entre el conservadurismo un miedo atroz.

Por ello, las nefastas autoridades “educativas” inglesas, están prohibiendo que se “enseñen ideas anticapitalistas” en las escuelas, pues en muchas, están teniendo creciente influencia, las acciones de grupos como Extinction Rebellion o Greta Thunberg. Ya son frecuentes las marchas de adolescentes, que exigen se detenga ya el daño al medio ambiente, como la del pasado 25 de septiembre, que tuvo lugar en varios países. En Suecia, la marcha fue encabezada, justamente, por Greta Thunberg, y el generalizado clamor fue “No quemen mi futuro” (ver: https://www.jornada.com.mx/2020/09/26/mundo/021n1mun).

Así que, en vista de la fuerza que está cobrando ese movimiento, que es, finalmente, anticapitalista, fue anunciada esa absurda norma por el “Departamento de Educación” inglés, calificando a dicho “subversivo material”, como “un extremo hecho político”, comparable, dicen esos retrógradas, a que si se “censurara la libertad de expresión, al antisemitismo y a la actividad ilegal”. Es lo que comenta el artículo de The Guardian, titulado “A las escuelas en Inglaterra, se les dijo que no usen materias anticapitalistas de grupos”, firmado por Mattha Busby (ver: https://www.theguardian.com/education/2020/sep/27/uk-schools-told-not-to-use-anti-capitalist-material-in-teaching).

Esa decisión, ha recibido una dura crítica del ex vicecanciller John McDonnell, quien afirma que, con esa medida, hasta se suprimirán eventos históricos clave, así como que demuestra el grado de autoritarismo que la mafiosa administración de Boris Johnson, está tratando de ejercer.

La expresa orden dice “las escuelas, bajo ninguna circunstancia, deben emplear recursos elaborados por organizaciones que tomen actitudes extremas en cuestiones políticas. Incluso, aún si el material no es extremista, ya que su uso, implicaría apoyo de dicho grupo”. Las cuestiones políticas extremas, se ejemplificaron como aquéllas que “son un deseo público de abolir o tirar a la democracia, oponerse a la libertad de expresión, emplear lenguaje racista y antisemítico, el apoyo de actividad ilegal y no condenar actividades ilegales, que apoyen lo anterior”.

A lo cual, McDonnell dijo que “con base en ello, será ilegal referirse a largos pasajes de la historia británica y política, incluyendo la historia del socialismo británico, el Partido Laboral y los sindicatos, todos los cuales, en distintas épocas, se han avocado a la abolición del capitalismo”

Indudablemente, pues es una forma de ocultar hechos históricos y sólo permitir aquéllos que hablen bien del nefasto sistema capitalista. Agrega McDonnell que “es otro paso en la guerra contra la cultura y muestra que el extremo autoritarismo conservador, está ganando camino y debería de preocuparle a cualquiera, que crea en que la democracia, necesita libertad de expresión y gente educada”.

Eso mismo hizo Adolf Hitler (1889-1945) al suprimir pasajes de la historia alemana que tuvieran que ver con pasadas derrotas y cuando prohibió leer libros, excepto los que sus propagandistas publicaran. Con eso, pudo enajenar al pueblo alemán, a tal nivel, que lo hizo partícipe de su locura belicista (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/06/el-tercer-reich-el-gran-negocio-de.html).

No es sólo censurar la pasada historia de un país, con todas su glorias y sus errores, es hacerle el juego a un sistema que ha impuesto tan brutal ritmo de destrucción y contaminación, que ya se le llama a esta época el antropoceno, pues esas negativas acciones, debidas totalmente a la humanidad, están acabando con el planeta (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Anthropocene).

El economista y ex ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, dijo que la ordenanza muestra “lo fácil que es perder un país, deslizarse subrepticiamente al totalitarismo. Imagine un sistema educativo que prohibiera a las escuelas, a contratar a profesores, que se dedicaran a enseñar las obras de escritores como William Morris – (1834-1896), novelista, diseñador de textiles y activista socialista inglés –, Iris Murdoch – (1919-1999), escritora de novelas, progresista y muy liberal – o Thomas Paine – filósofo estadounidense, revolucionario, impulsor de la independencia de Estados Unidos de Inglaterra –, pues ya lo tiene, el gobierno de Boris Johnson, ha instruido a las escuelas, a hacer exactamente eso”.

La abogada y consejera Jessica Simor, dice que el mismo gobierno, no ha cumplido con esa ordenanza, admitiendo que la iniciativa de que Inglaterra se salga de la Unión Europea, “rompería la ley” o al seguir vendiendo armas a Arabia Saudita, para ser usadas en Yemen, “a pesar de que un veredicto de la corte, estableció que era una ilegal acción”. Ahí se ve la hipocresía de esa conservadora mafia en el poder, encabezada por el nefasto Boris Johnson, un  Trump inglés, pues las leyes deben romperse, cuando se antepongan los negocios, pues eso, sí, no es anticapitalista, al contrario, es procapitalista, pues todo lo que rinda una ganancia, sea benéfico o perjudicial, como las armas, es bienvenido.

El escritor, cineasta y activista Tariq Ali, señala que esa ordenanza “es muestra de resquebrajamiento moral y político. Dejando a un lado la estupidez, estas cosas, no funcionan. La gente, leerá, lo que quiera leer, por el internet. Tratar de fortalecer una nueva versión de la estrategia de la prevención, que ya se practica, es escandaloso y nauseabundo. Si usted pone una lista de cosas prohibidas, la gente tendrá acceso a ellas por el internet. Que las prohíban en las escuelas, no funcionará, además de que muestra la decadencia del sistema. Además, cómo no iban a leer jóvenes y viejos, análisis anticapitalistas después del 2008, o ahora, en medio de la pandemia, y con recesiones dándose en todo el mundo occidental”.

Se refiere Ali a las constantes crisis del capitalismo salvaje, las que, cada vez, son más profundas y que se explican, simplemente, por la tendencia de ese irracional sistema a sobreproducir, es decir, a producir más cosas que las que la gente pueda consumir (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2008/11/el-convenenciero-capitalismo-salvaje.html).

Y que esa aberrante tendencia está, de paso, destruyendo al planeta aceleradamente, pues tanta excesiva oferta de todo, requiere más y más materias primas y energías, o sea, explotación de bosques, selvas, mares, minas… y contaminación, por la combustión que se requiere para fabricar, transportar y comerciar cosas.

Eso no es ser anticapitalista (es, como el concepto que manejan los judíos, que si se les critica porque maltratan a los palestinos, se está en su contra), sino decir la verdad, que por este maldito sistema, cada vez el mundo, el medio ambiente y la sociedad, están peor.

Y es lo que tratan de mostrar los activistas, como Greta Thunberg, o las organizaciones sociales, como Extinction Rebellion.

Si defender al planeta se considera anticapitalista, muy bien.

Preferible ser eso, a un procapitalista, interesado sólo en su mezquino beneficio, aunque nos dirijamos todos, a un próximo colapso ambiental y económico.

Cuando eso suceda, no creo que pueda ser censurado en las clases de historia que se impartan en las escuelas, por allí del 2100, si todavía existimos, que por defender unos cuantos al capitalismo, desaparecieron plantas, animales, crecieron los mares, se llenaron de plásticos y hubo un Armagedón nuclear, que dejó a unos cuantos, radiados, deformados seres “humanos”…

Y si es que, todavía, existan las escuelas…

 

Contacto: studillac@hotmail.com