domingo, 17 de abril de 2022

El capitalismo salvaje se autodestruye

El capitalismo salvaje se autodestruye

Por Adán Salgado Andrade

 

Desde hace poco más de 500 años que surgió el capitalismo, hoy en su fase más infame, depredadora y destructiva, cientos de miles de empresas han nacido, pero si no van cambiando tecnológicamente, además de que se vayan diversificando, corren el riesgo de desaparecer o ser absorbidas por otras que sí lo hacen. Por ejemplo, General Electric, se fundó hace  más de cien años, y comenzó produciendo lámparas incandescentes – los focos que conocíamos de resistencia, que daban una luz amarillenta. Sin embargo, en la actualidad, se ha diversificado tanto, que las lámparas, representan menos del 1% de su producción. Fabrica, actualmente electrodomésticos, plantas generadoras de electricidad, armas y un 50% es su división bancaria, GE Capital. De haberse quedado produciendo sólo focos, habría perecido muchos años atrás (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/General_Electric#Former_divisions).

Así que si las empresas no se diversifican y no avanzan tecnológicamente, están destinadas a la desaparición. Pero como los avances tecnológicos, se dan vertiginosamente, la competencia es feroz, pues tales avances ayudan a ir eliminando empresas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2007/11/el-outsourcing-en-r.html).

En las empresas automotrices, por ejemplo, es donde se han dado masivas desapariciones. Tan sólo en Estados Unidos, desde que surgieron los primeros fabricantes de autos, más de 2,000 automotrices surgieron, para quedar reducidas prácticamente a las llamadas Big Three (ver: https://arstechnica.com/cars/2021/10/9-past-mistakes-offer-lessons-for-todays-hot-new-automakers/).

Y de todos modos, esas tres, tienen constantes problemas, que las han puesto al borde de la quiebra, por la feroz competencia de los autos europeos y japoneses, más preferidos por los estadounidenses, a los autos que aquéllas producen, menos eficientes y duraderos (ver: https://blog.japanesecartrade.com/247-comparison-between-japanese-european-and-american-vehicles/).

Y eso sucede absolutamente en todos los sectores industriales, comerciales, bancarios, industrias del entretenimiento, estudios cinematográficos, escuelas particulares de todo tipo… ¡todo es sometido a una brutal competencia!

En México, la competencia comercial ha sido atroz. También surgieron a lo largo de la historia tiendas departamentales, centros comerciales y otros, que han ido desapareciendo. Cadenas de centros comerciales como Más, Blanco, Gigante, Viana, Comercial Mexicana, mueblerías como Hermanos Vázquez, Viana, Comercial Requejo y otras, tiendas departamentales como El Centro Mercantil, El puerto de Veracruz, París-Londres y decenas más, desaparecieron o fueron adquiridos por empresas más fuertes.

Es el caso de Aurrerá, empresa originalmente mexicana, fundada en 1958, y que fue adquirida por el gigante comercial estadounidense Walmart en el 2001. Conservó, por pura conveniencia, a las llamadas Bodegas Aurrerá, con tal de contar con la popular marca mexicana que apoyara en la comercialización de sus productos (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Aurrer%C3%A1).

Grupo Gigante, a su vez, fue fundado en 1962 y llegó a tener tanta influencia que hasta estableció algunas tiendas en Estados Unidos. No pudo con la competencia de Walmart y Comercial Mexicana y fue adquirido por Organización Soriana en diciembre del 2006. Sólo conservó las papelerías Office Depot, los restaurantes Toks y las tiendas de electrónicos RadioShack (ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Supermercados_Gigante).

De hecho, las mismas tiendas RadioShack, originalmente estadounidenses, quebraron. El 31 de marzo del 2015, fueron adquiridas las sucursales de esas tiendas en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe por el Grupo Unicomer, empresa salvadoreña, en tanto que Grupo Gigante adquirió el cien por ciento de las licencias de tales tiendas para México (ver: https://es.wikipedia.org/wiki/RadioShack).

Y hablando de empresas de entretenimiento, véase el caso de la otrora poderosa empresa televisiva Televisa, la que ha sido, también, víctima de los avances tecnológicos, particularmente del llamado streaming, de empresas como Netflix y otras, las que están acabando con el concepto de la televisión tradicional, que es el negocio que menos le está dejando ya (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Televisa#Post-Azcarraga_family_leadership;_merger_with_Univision_(2017%E2%80%93present)).

Y así, podría seguir dando ejemplos de empresas que desaparecen por la competencia o que son adquiridas por otras, tanto nacionales, así como extranjeras en todos los países. La todavía activa pandemia, acabó con muchas más que, de por sí, tenían problemas económicos, antes de la misma.

Un caso reciente de desaparición en Estados Unidos (EU) de una cadena comercial es la famosa Kmart, la que no ha logrado sobrevivir los embates de las ventas por línea de gigantes como Amazon, Walmart o Target.    

Alguna vez, esa cadena, fundada en 1899, en su punto más alto, tuvo más de 2,486 tiendas distribuidas por todo el mundo (en México, hubo cinco tiendas), aunque se concentraron mayormente en Estados Unidos, en donde operaba 2,323 súper centros y tiendas de descuento. Para el 16 de abril del 2022, ya sólo quedarán tres tiendas en dicho país, de ese que alguna vez también fue un monstruo comercial (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Kmart).

Incluso, en el 2005, adquirió a lo que quedaba de Sears, otra empresa de tiendas departamentales, que llegó a tener mucha fama también en México. De esa cadena, sólo quedan 223 en Estados Unidos (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Sears).

En el país, quedan unas 16 tiendas Sears, pero ya no tienen la fama y el poder con que contaron años atrás.

La cuarta tienda Kmart que quedaba en EU, se ubicaba en Avenel, Nueva Jersey. “En sus últimos días, casi todos los anaqueles estaban vacíos y con precios muy recortados pues ya se anunciaba que cerraría definitivamente”. Dijo una cajera “Siempre piensas en ello, porque las tiendas están cerrando en todas partes, pero aun así, es muy triste. Yo trabajé dos años y medio. Voy a extrañar la tienda, mucha gente compraba aquí”. Eso lo señala David Porter, en su artículo de la agencia AP, titulado “Alguna vez un gigante de las ventas al menudeo, Kmart, se acerca a su extinción, luego de otro cierre” (ver: https://apnews.com/article/business-new-york-city-new-york-new-jersey-lifestyle-9e06f958526665df9f7c9422f67516ef).

“En sus buenos días, Kmart vendía productos promocionados por celebridades como Martha Stewart y Jaclyn Smith, patrocinaba carreras de autos de NASCAR y apareció en películas como Rain Man o Beetlejuice. Se le mencionaba en canciones de artistas como Eminem, los Beastie Boys o Hall & Oates. En el 2003, Eminem compró una mansión de 29 habitaciones en Detroit, alguna vez propiedad del ex director de esa empresa Chuck Conaway. La cadena, tuvo gran auge porque eran frecuentes sus ventas de precios bajos, además de que permitía a sus clientes apartar las mercancías, los que las iban pagando en quincenas. Y tenía de todo, uniformes y útiles para niños, talleres de autos y venta de alimentos. ‘Era parte de América’, como dijo Michael Lisicky, autor establecido en Baltimore, quien ha escrito varios libros sobre las tiendas de autoservicio. ‘Era la tienda a donde todos íbamos, porque había de todo. Íbamos en familia y te podías pasar horas y horas allí’, afirmó, nostálgico”.

Señala Porter lo que ya dije, que años de agresiva competencia por otras cadenas, sobre todo Walmart, llevaron a la casi quiebra a Kmart. Y nunca ha tenido un administrador que haya diseñado una estrategia para que saliera de esa negativa inercia.

“Por todo el país, los locales que albergaban a las tiendas Kmart, permanecen vacíos o han sido sustituidos por otras grandes tiendas, gimnasios, bodegas e incluso, iglesias. Una, en Colorado Springs, ahora es un popular cine. Y si hace 20 años, cuando se anunciaba el cierre de una tienda, había gran apoyo para que no lo hiciera, el cierre de la de Avenel, se tomó con simple resignación. Los vecinos se lamentan de su cierre, pues muchos de ellos, en sus años mozos, compraban allí por los bajos precios que ofrecía”.

Así que no sólo cerrará esa tienda, sino, muy probablemente, el resto, y Kmart pasará a ser sólo un recuerdo de otra empresa más que desapareció por la agresiva competencia capitalista.

Pero así como el capitalismo salvaje se canibaliza a sí mismo, además de depredar y contaminar a todo el planeta, es seguro que llegará el momento en que o desaparezca y sea sustituido por un sistema económico racional, justo y preocupado por la protección planetaria, o que nos lleve a todos a la destrucción y desaparición total, lo más probable.

 

Contacto: studillac@hotmail.com