lunes, 1 de julio de 2024

Phoenix creó un grupo de trabajadores que rescatan a gente del extremo calor

 

Phoenix creó un grupo de trabajadores que rescatan a gente del extremo calor

Por Adán Salgado Andrade

 

El calor extremo que la catástrofe climática que estamos viviendo (cortesía del capitalismo salvaje y su imposición de la contaminante y depredadora sobreproducción), es un problema de salud pública, sobre todo, para los grupos de personas más vulnerables, como los adultos mayores, niños, indigentes o enfermos, cuyos males se agravan por las altas temperaturas. Pero cualquier persona, por muy saludable que esté, si se expone al calor extremo, sin la debida protección, puede sufrir un golpe de calor y hasta morir. El rango de temperatura que podemos soportar sin problemas, está entre 14º y 22º C. En ese intervalo, nuestra temperatura corporal normal es de 37º C, pero si la temperatura sube a más de 25º C, nuestro cuerpo suda, para mantener los 37º. Pero si el aire es húmedo, no podemos sudar tan fácilmente y si sudamos demasiado, con temperaturas mayores a 30º C, perdemos mucha agua. En un día caluroso, se pierde alrededor de un litro por hora, por el sudor. Tenemos alrededor de 40 litros de agua en promedio, así que si sudamos mucho, nos deshidratamos. Al perder cinco litros, la fatiga y el mareo, comienzan.

Con diez litros menos, el oído y la visión se alteran y quizá la persona sufra un desmayo, condición que se conoce como estrés de calor. En una situación así, ni siquiera tomar mucha agua ayuda. Al subir la temperatura del cuerpo, éste trata de enfriarse bombeando más y más sangre a los vasos capilares bajo la piel. El corazón late más rápido, el pecho presiona y el pulso se eleva. Al perder el cuerpo agua, la sangre se espesa y es más difícil que circule. Cuando la temperatura corporal llega a 40º C o más, el metabolismo bajará a nivel de sobrevivencia, como medida de emergencia para deshacerse del calor excesivo. Eventualmente, los órganos vitales no podrán resistir y el sistema neurológico comienza a colapsarse. A 40.5º C, el cuerpo está en serios problemas. El cerebro se hincha, ocasionando alucinaciones y convulsiones. Las pupilas se dilatan y se fijan. El cuerpo ya no suda y la piel se siente caliente y seca al toque. En ese punto, si la temperatura corporal no es bajada de inmediato, mediante medidas urgentes, tales como cubrirlo de hielo o sumergirlo en agua fría, la persona puede morir por golpe de calor (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/10/el-toxico-y-mortal-calentamiento-global.html).

Phoenix es una de las ciudades más calientes de Estados Unidos, pudiendo alcanzar los 46.1º C en el verano. El asfalto es tan caliente, que si se cae en él, sin ropa, se pueden sufrir quemaduras de tercer grado. Los vehículos se calientan demasiado, incluso los nuevos. Los aviones no pueden despegar, pues el aire caliente es tan ligero, que no les da sustentación. Y las personas más vulnerables, mueren. Cada año se registran cientos de muertes por golpes de calor.

Por eso, la ciudad creó, en el 2022, un grupo de trabajadores que se dedican a ayudar a gente en problemas, evitando que mueran. La reportera Camille Bromley, del portal digital Wired, platicó con uno de esos trabajadores, y escribió el artículo titulado “Yo te salvaré del calor”, agregando como subtítulo que “La gente de Phoenix se freirá este verano. La ciudad tiene trabajadores para evitarlo” (ver: https://www.wired.com/story/i-will-save-you-from-the-heat/).

Dice Bromley que el calor ya es lo que mata a más gente globalmente, que huracanes, inundaciones o terremotos. “Este verano, más de 1,500 millones de personas, han pasado un día en la vida con temperaturas que amenazan la vida, de más de 40º C. En Phoenix, Arizona, en donde casi 400 personas murieron por calor en el 2023, la cuestión no es de si morirán, sino cuántas. Y eso lo puede evitar un grupo pequeño de trabajadores que recorren la ciudad, llamado la Oficina de Respuesta para la Mitigación del Calor (HRMO, por sus siglas en inglés). Uno de tales trabajadores, comenta qué es salir a diario con temperaturas de 43º C”.

Platica que siempre está tomando electrolitos, todos los días, las 24 horas, y que trata de aclimatarse en el otoño, que es cuando no hace tanto calor. “Siempre pregunto a la gente si toma agua y me dicen que están bien, que no tienen sed, pero les digo que deben de tomar, que no es de que tengan o no. Si dejan de sudar o comienzan a sentir mareos, deben de ir a donde tenemos aire acondicionado, para que se enfríen. Están abiertos de mayo a septiembre. Y seguimos agregando nuevos centros de hidratación y de aire acondicionado, basados en donde más se requieren”.

Dice que toma poco café y que siempre trata de estar en donde se requiera. Está al pendiente de las llamadas al 911, pues son las que avisan de que alguien esté en problemas. Trabajan muy de cerca con el aeropuerto y las comunicaciones, para estar siempre atentos a lo que suceda, de alguien que se encuentre en peligro.

También señala que ya los centros de aire acondicionado están abiertos toda la noche, “pues antes, cerraban a las 5 o 6 de la tarde y a esa hora, el calor no se acaba. Los indigentes que duermen en el asfalto, todavía sentirán altas temperaturas, así que es mejor que pasen la noche en uno de tales centros.

También tenemos un autobús con aire acondicionado que va por las calles, pues muchas veces, alguien está muy lejos de uno de los centros de enfriamiento y puede morir”.

Dice que plantar árboles es importante, para que se cuente con más sombra, pero “que es una solución que tardará veinte años”. Por lo pronto, deben de enfocarse en medidas más adecuadas e instantáneas.

“Me encanta hacer esto, dar una botella de agua a alguien, pues será la diferencia entre la vida y la muerte. La gente, me lo agradece con lágrimas. Y también, preparar kits contra el calor, con sombreros, bloqueador solar, toallas mojadas, agua y pomada líquida de los labios, pues la sólida, se derrite. O los recojo en mi vehículo y los traslado a la Oficina Para la Atención a Gente sin Hogar. Si pudiéramos lograr que la gente obtuviera más fácilmente una casa, no me necesitarían”.

Así que eso realiza, quien se hace llamar Mama Heat. Quizá sea una mujer, pero qué bueno que realiza una labor tan necesaria.

Mucha gente a la que salvará, por fortuna, no estará entre los muertos por calor, de este año.

 

Contacto: studillac@hotmail.com