sábado, 13 de julio de 2024

El barro se usa en India como refrigerante

 

El barro se usa en India como refrigerante

Por Adán Salgado Andrade

 

Con la catástrofe climática que estamos padeciendo y que empeora cada año, irónicamente, debemos de emplear más electricidad para que los sistemas de refrigeración, como los aires acondicionados (para enfriar un inmueble) o los refrigeradores (para conservar los alimentos), sigan funcionando. Y va incrementándose su uso, por la necesidad de mantener un ambiente fresco o conservar los alimentos.

Pero lo absurdo del aire acondicionado, por ejemplo, es que sueltan calor los aparatos que lo generan, lo que incrementa la temperatura y agrava el calentamiento global (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/el-fresco-aire-acondicionado-agrava-el.html).

En cuanto a la refrigeración, que también expele calor, en los sitios en donde se carece de ella, como en muchos países agrícolas de África, hay una gran pérdida de alimentos, pues se descomponen por estar sujetos a altas temperaturas. Ustedes pueden verlo, cuando en tiempos de calor, si no se guardan frutas o verduras en el refrigerador, duran muy poco (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/los-necesarios-sistemas-de-refrigeracion.html).

Por otro lado, no todos los habitantes del planeta cuentan con electricidad o está tan cara que no pueden tener refrigerador y, mucho menos, aire acondicionado.

Uno de tales países es India, en donde sólo un tercio de los 300 millones de hogares existentes, tiene refrigerador y solamente 5 por ciento poseen aire acondicionado.

Así que la solución ha sido recurrir a una técnica milenaria: emplear al barro para crear ollas y hasta refrigeradores de ese material, como expone el artículo del portal Wired, titulado “Esta antigua tecnología está ayudando a millones a estar frescos”, firmado por Shreya Fotedar y Nadeem Sarwar, quienes agregan inicialmente que “baratos, sistemas de bajo consumo energético, mantienen agua, comida, gente y hasta edificios completos frescos, en toda India” (ver: https://www.wired.com/story/evaporative-cooling-devices-coolant-clay-matka-mitticool-india-heat-wave/).

Una foto de una niña sentada entre decenas de ollas de barro, abre el artículo.

Y eso me trasladó a mi niñez, cuando en el pueblo natal de mi madre (la maestra María Andrade, Macuilxochitl), Huautla, Hidalgo (en la Huasteca Hidalguense), en tiempos calurosos, en efecto, el agua que se extraía de un pozo familiar, de unos quince metros (se usaba una cubeta amarrada a una larga cuerda, para que bajara hasta el fondo), se conservaba muy fresca, pues se guardaba en dos ollas de barro.

De hecho, esas ollas no eran impermeables, sino que el agua parecía consumirse. Pero no era así, sino que la “sudaban” pues el barro es poroso y así salía el calor interior. Es como cuando sudamos, que el sudor es el que extrae el calor corporal y nos mantiene frescos, digamos, a los 36º C, normales.

Justo ese conocimiento milenario, es lo que ya se aplica en muchos países para lograr que las temperaturas en inmuebles, se mantengan frescas. Es lo que hace el arquitecto Diébédo Francis Kéré (1965) en Burkina Faso, su lugar de nacimiento, aplicando diseños propios y empleando ladrillos compactados de barro para construir escuelas o internados que, a pesar de temperaturas exteriores de 40º C, se mantienen frescos. Les adiciona en los techos, estructuras en arco, que son como cavidades abovedadas, por las cuales circula el aire. Esas técnicas y materiales, logran mantener frescos los interiores a toda hora (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/03/en-burkina-faso-mantienen-frescas.html).

Y en India, es muy importante, señalan los reporteros, lograr técnicas que mantengan temperaturas aceptables en inmuebles y enseres domésticos, pues, por efectos de la catástrofe ambiental, “en la capital, Nueva Delhi, se registraron temperaturas de 52.9º C el 29 de mayo, en tanto que en el norte del país, la gente se cocina con temperaturas de 42º C, durante el día. Sólo ahora por las lluvias, en el comienzo de la estación, las temperaturas se están enfriando, pero en años venideros, será peor”.

Sólo imaginen, ¡53º C o 42º C!, temperaturas que resultan mortales, hasta para los más sanos (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/07/phoenix-creo-un-grupo-de-trabajadores.html).

Así que muchas empresas están recurriendo al barro, “un milenario material y técnica, que ha permitido a la gente, por siglos, mantenerse fresca”.

Eso hace, por ejemplo, la empresa CoolAnt, fundada por Monish Siripurapu, la cual elabora revestimientos de barro, para construcciones y unidades de enfriamiento, “que pueden instalarse en hogares o negocios”.

Otras empresas, como Mitticool, establecida en el estado de Gujarat, elabora objetos para mantener fresca el agua o preservar alimentos. Fabrica ollas de barro, llamadas matka, que mantienen fresca el agua. Como señalé, trabajan por evaporación. El agua “sudada” extrae el calor del agua contenida y de los alrededores de la olla. Su fundador, Mansukhbhai Prajapati,  la inició hace más de veinte años. “Hemos sufrido muchos importantes cambios. Hemos introducido maquinaria de punta, materiales ecológicos y reducido el consumo eléctrico al mínimo posible”, dice Prajapati. El producto del que más se siente orgulloso es el de un refrigerador, de cincuenta litros de capacidad hecho de barro cocido, que se asemeja a una alacena pequeña. Tiene alrededor de un metro de altura, unos cincuenta centímetros de ancho y cincuenta, de fondo. En la parte superior está un depósito de agua, que funciona de dos formas, para mantenerla fresca y para que actúe como el refrigerante. Se filtra por las paredes porosas, arrastrando hacia afuera el calor interno. Tiene dos compartimientos, en los que se almacenan alimentos o recipientes y descansa sobre cuatro patas de madera, para aislarlo lo mejor posible del suelo. Una puerta de vidrio, protege su interior (en este link, pueden ver un video del refrigerador: https://www.youtube.com/watch?v=WPYzV64dUuU).

Su costo es de 8,000 rupias (unos $95 dólares, alrededor de $1673 pesos), más o menos al alcance de un trabajador con salario mínimo (que es de 178 rupias diarias, casi $64 dólares mensuales, así que con el salario de 1.5 meses, pueden adquirirlo (ver: https://www.india-briefing.com/news/guide-minimum-wage-india-19406.html/).

“La temperatura dentro del refrigerador se mantiene hasta 15º C menos que la exterior y puede preservar frutas y vegetales hasta por una semana”, dice Prajapati, muy orgulloso de su invención, que otros ya están imitando y haciendo sus propios modelos. Uno de ellos es M. Sivasamy, cuya versión es un refrigerador cilíndrico de dos partes, cada una costando unos $25 dólares. Están rodeadas de una cámara que se llena de agua. Hay un contenedor flotante en su interior, que es en donde se guardan los perecederos. Una tapa superior se cierra para mantener todo fresco. “Todo el material, lo obtengo de mi pueblo y mis clientes, aprecian el olor a lluvia que toman los alimentos, los que pueden durar hasta cuatro días”, dice el hombre de 76 años.

La ventaja es que ni ollas, ni refrigeradores hechos de barro, emplean electricidad, como dije, muy conveniente para cuando hay apagones o para la gente que no puede pagarla.

La desventaja es que se necesita que el ambiente esté seco y caluroso, para que se dé la transpiración del agua por las paredes de barro, tanto de ollas, así como de refrigeradores, “pues ambientes calurosos húmedos, la obstaculizan”. Nosotros no sudamos, en ambientes calurosos húmedos, lo que hace difícil la transpiración y es más difícil para el cuerpo deshacerse del calor corporal en exceso.

La citada empresa CoolAnt, fabrica un dispositivo hecho con tubos de barro, ordenados dentro de una estructura metálica circular. Se llama Beehive Deki. Se colocan en una ventana, por ejemplo, y se mantienen mojados. De un lado, son más estrechos. Del lado más ancho es por donde entra el aire y sale por el estrecho, ya enfriado por el agua. “Pueden mantener la temperatura 6º C menos que el exterior”, dice Siripurapu. Para que funcionen más eficientemente, requerirían que una bomba de agua los esté mojando permanentemente. “Sí, usan electricidad, pero mucho menos que la que requiere un aire acondicionado”, aclara Siripurapu.

La misma empresa elabora fachadas de barro enfriadoras que pueden colocarse en paredes o cubrir ventanas, con el mismo efecto de reducción de la temperatura interna. También emplean agua, que las mantiene mojadas. “Sí, se emplea electricidad, pero sólo un tercio de la que usa un aire acondicionado. Las hemos usado en conjunción con esos aparatos y proporcionan los mismos efectos de enfriamiento que si sólo se empleara el aire acondicionado, pero se gasta menos electricidad”.

La empresa CBalance busca que casas de los más pobres, también cuenten con materiales aislantes del calor, “pues los que viven en casas con techos de lámina o de asbesto, son los que más sufren por las altas temperaturas. Esa empresa hace materiales con desechos reciclados, como Tetrapak o plásticos, con los que aísla esos techos. O los cubre con jardinería que se hace crecer en bolsas plásticas (ver: https://cbalance.in/wp-content/uploads/2024/03/Ashden_MOPInsight-Report-1.pdf).

También emplea una mezcla de cemento con madera, materiales que aíslan las casas del calor que pega sobre los techos.

Pero hay resistencia de algunas personas a emplear esos materiales y prefieren los tradicionales de concreto y ladrillo “porque les dan estatus”. Icen que “sólo los pobres usarían barro”.

Igualmente, falta voluntad del gobierno para que haya campañas a favor de nuevos materiales que resuelvan la crisis de las altas temperaturas, como dice Shayak Sengupta, investigadora de la Fundación de Observación e Investigación, citada por los reporteros.

Eso mismo se hace aquí, en donde en construcciones nuevas, se sigue usando el mismo material de hace décadas, concreto y ladrillos, los cuales no son térmicos. Y por eso, en los meses de calor, que ya serán una constante cada año, tales inmuebles encierran demasiado el calor (tarda en disiparse, incluso, pues en las noches, mientras afuera ya se siente fresco, digamos, en el interior de las casas, aún se siente calor).

Lo mismo opina Bhavna Maheriya, encargada del manejo del cambio climático de la ONG Mahila Housing Trust, “quien trabaja con mujeres, con soluciones tan simples como cubrir los techos con pintura reflejante, pero la falta de subsidios y campañas gubernamentales, implica que los locales, no están preparados para este tipo de novedosas soluciones”.

Pero ahí están, y no se puede esperar hasta que nos cocinen las altas temperaturas. J Srinivasan, “distinguido científico”, citado por los reporteros, quien trabaja para el Centro Divecha para el Cambio Climático, señala que “no podemos esperar a que sigan subiendo las temperaturas, pues no tendremos suficiente energía para enfriarnos. Desafortunadamente, los políticos no lo ven como una urgencia hasta que el problema se repita, como un ciclo, el siguiente año”.

En efecto, es importante irnos adaptando, pues el calor continuará en imparable ascenso, a pesar de los “supuestos esfuerzos” para no seguir contaminando, como las “energías verdes”, que no resolverán el problema de la contaminación y depredación (los autos eléctricos, por ejemplo, son sólo un nuevo impulso consumista del capitalismo salvaje. Su empleo incrementará el extractivismo y la producción de energía eléctrica. Como no alcanzará con las energías verdes, se está recurriendo a incrementar el empleo de la peligrosa energía nuclear. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/la-oportunista-muy-peligrosa-energia.html).

Y como no se señala que la sobreproducción capitalista (producir más de lo que se consume) está en el fondo del problema de la depredación y contaminación, la catástrofe climática se agudizará.  

Así que, repito, no queda más que adaptarse al infierno que estamos creando en vivo (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/07/la-selva-amazonica-se-sigue-devastando.html).

Sí, eso retrasará nuestra masiva, inevitable extinción.

 

Contacto: studillac@hotmail.com