La sequía puede convertirse en la siguiente pandemia
Por Adán Salgado Andrade
La presente sequía, uno de los efectos del calentamiento global, se está generalizando ya en muchos países. Son frecuentes objetos, antes hundidos en las aguas de presas, que van apareciendo al irse secando éstas rápidamente, como en Chiapas, México, en la localidad de Quechula, en donde emergió una iglesia del siglo XVI, de un embalse construido, que aprovecha el caudal del río Grijalva. Y es algo excepcional, pues Chiapas, siempre se ha caracterizado por tener lluvias y agua en abundancia (ver: https://www.jornada.com.mx/2023/06/18/estados/021n2est).
Pero hay otras. Un tercio de las presas mexicanas, están a menos del 50 por ciento de su almacenamiento (ver: https://www.publimetro.com.mx/nacional/2023/03/22/presas-de-mexico-reportan-un-nivel-bajo-de-almacenamiento/).
Igualmente en lagos como el Mead, en Nevada, Estados Unidos, también por su nivel que ha ido declinando por la larga sequía, han emergido restos humanos. Unos, estaban dentro de un corroído barril, seguramente de alguien que asesinaron hace años y arrojaron allí, metidos sus restos descuartizados en tal barril (ver: https://gizmodo.com/more-human-bones-emerge-from-lake-mead-as-drought-conti-1848899288).
El mencionado calentamiento global, provocado por la depredación y contaminación, debidas a la sobreproducción del capitalismo salvaje, ya está generando irreversibles efectos. Por ejemplo, el océano Ártico está siendo invadido por las aguas más calientes, densas y salobres del Atlántico. Lo que está acabando con sus cualidades enfriadoras del hielo de ese polo, además de con las especies que lo pueblan. Se le llama a ese proceso “atlantificación” y tendrá graves consecuencias para el ecosistema marino y terrestre mundial (ver: https://hakaimagazine.com/news/the-atlantification-of-the-arctic-ocean-is-underway/).
Y el incremento del nivel del mar, debido al derretimiento acelerado de glaciares y polos, está siendo más grave de lo previsto. Por lo mismo, ya varios países refuerzan diques y obras portuarias, destinadas a contenerlo lo más posible (ver: https://hakaimagazine.com/news/coastal-flooding-will-be-more-extensive-sooner-than-scientists-thought/).
De todos modos, ya hay sitios costeros que han quedado inundados permanentemente por el incremento del nivel del mar, como sucede en pueblos de Indonesia, que ya quedaron inhabitables. Por desgracia, son localidades pobres, sin ayuda gubernamental, que han tenido que arreglárselas como han podido (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/la-elevacion-del-mar-ya-inundo.html).
La Niña, que mantuvo no tan caliente al planeta los pasados tres años, ahora se ha ido y está siendo sustituida por El Niño, que hace lo contrario, calentar, y ahora, está recargado por las altas temperaturas del calentamiento global. Se estima que económicamente hablando, dejará unos $3 billones ($3,000,000,000,000) de daños en todo el mundo, sobre todo, entre los pueblos más pobres, que sufrirán o inundaciones o largas sequias, los extremos climáticos que caracterizan al mencionado calentamiento global (ver: https://hakaimagazine.com/news/forecasted-el-nino-could-cost-3-trillion-in-losses-globally/).
Pero la referida escasez de agua, por la larga sequía, será la que impedirá que muchos sitios sigan siendo habitables.
Y se combina con el empleo cada vez mayor e intensivo del agua en industrias, megamineras, agricultura y, en menor porcentaje, el uso doméstico (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2008/10/el-agua-dulce-cada-vez-ms-demandada-y.html).
En todas esas actividades hay desperdicio, que combinado con la sequía casi mundial, nos deparan un cercano futuro en que los llamados ecorefugiados, la gente que emigra de sus lugares de origen, a falta de condiciones que les permitan seguir viviendo allí, se incrementará considerablemente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/los-refugiados-climaticos.html).
El periodista Tim Smedley hace una reflexión al respecto en su artículo “La sequía se convertirá en la siguiente pandemia”, publicado por The Guardian, iniciando su trabajo con que “mientras el mundo se seca más y más, las ganancias y la contaminación están drenando nuestros recursos hídricos. Tenemos que cambiar la forma de hacerlo” (ver: https://www.theguardian.com/news/2023/jun/15/drought-is-on-the-verge-of-becoming-the-next-pandemic).
Acompañan su artículo varias fotos que muestran lo dramático de la situación: presas casi secas o secas, objetos antiguos, como un paso para caballos, que también emergió de la casi seca presa de Baitings, en West Yorkshire, árboles muertos, por falta de agua, ríos secos… y una, más dramática, de un “río” de agua formado por una tubería rota en un barrio acomodado de Londres. Esta última escena es común. Aquí, en la Ciudad de Mexico, también con problemas de escasez de agua, es frecuente ver fugas del preciado líquido. Incluso, en sitios desérticos, como Arizona, en donde mucha de su agua es la que México, por una vieja imposición, le debe de pasar a Estados Unidos, he presenciado, concretamente en Peoria, esa triste escena, ríos que corren por la calle por una desafortunada fuga de agua. Y se pensaría que por ser un país “rico y desarrollado”, se atendería a la brevedad ese brutal desperdicio de agua. Pero esa fuga así estuvo, todo ese día y hasta el siguiente. Imaginen, en medio del desierto, que tanta agua se haya ido mal drenaje. ¡Absurdo! (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2012/09/viviendo-con-crisis-y-38-grados-bajo-el.html).
Centra Smedley su análisis en lo que pasa en Inglaterra, que las empresas privadas que se encargan de la distribución del agua, no han hecho nada para modernizar sus instalaciones y que se cuente con el necesario líquido. “La vieja, pequeña Inglaterra, comparte ya los problemas globales del agua, escasez, extracción excesiva de aguas subterráneas, baja inversión publica, mala regulación gubernamental, degradación ambiental y empresas privadas corruptas y mal manejadas”.
Señala que antes, no se veían los problemas de escasez o hasta racionamiento, que ahora se experimentan, “debidos al cambio climático, escasez de agua y una cultura del desperdicio entre la sociedad, que agrava el problema. La mayoría de la gente, no se pone a pensar en lo importante que es cuidar el agua. Destina la mayor parte de sus 155 litros por día de dotación promedio, al desperdicio. Se pensó que la tecnología resolvería todo, pero, al contrario, las cosas han empeorado”.
Eso es cierto. Por ejemplo, en pleno estiaje, en la Ciudad de México, mucha gente sigue lavando su banqueta a cubetadas o lavando sus autos de la misma forma. Han de pensar que el agua es ilimitada y no es así, “pues el agua que existe en el planeta, es la misma que se formó desde el inicio, sólo se recicla por los procesos naturales de evaporación, condensación y lluvia, no hay nueva”, como señala Smedley.
Es irónico, porque el agua abunda en el planeta, cubierto por tres cuartas partes de océanos, pero es agua salada, que puede usarse, pero que se debe desalinizar con costosos y muy contaminantes procesos de desalinización (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/08/las-contaminantes-muy-demandantes-de.html).
Por eso, cita la frase que dijo Mami Mizutori, representante de la ONU para le reducción de desastres, quien, en junio del 2021, dijo que “La sequía mundial está en camino de convertirse en la siguiente pandemia y no hay vacuna para curarla”.
Crece la población y las necesidades de todo tipo, pero el agua es la misma. Menciona Smedley a Torgny Holmgren, director del Instituto del Agua de Estocolmo, quien dice que “si continúa en crecimiento el intensivo uso del agua, necesitaremos 50 por ciento más líquido en el 2050, comparado con hace 20 años. Por supuesto que eso es imposible, pues el agua es un recurso finito… es algo que nos impactará a todos”.
En efecto, crecerá la población y sus usos, pero no el agua. Y hasta ahora, no hay un método artificial para crearla, aunque sea tan sencilla su fórmula, H2O.
“Los déficits de agua dulce, que antes eran considerados un problema local, se están convirtiendo en un problema global. En todos los reportes de riesgos, del Foro Económico Mundial, emitidos desde el 2012, se ha incluido la escasez del agua como uno de los cinco riesgos más graves pata la economía mundial. La mitad de la población, unos 4 mil millones, vive en áreas con severa escasez, padeciéndola al menos todo un mes cada año, mientras que unos 500 millones sufren de su falta todo el año”, señala Smedley.
Ahí tienen a Somalia, un país atacado por pobreza, hambrunas y largas sequías (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/la-grave-hambruna-en-somalia.html).
Y en efecto, la falta de agua, genera pobreza, pues no se dan cultivos, la gente muere por enfermedades, deshidratación… y nada se mueve sin el agua, ni industrias, ni megaminas, ni agricultura. Un país sin agua, es como un cuerpo humano seco, pues el agua forma el 60 por ciento de éste (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/03/mas-sequia-mas-pobreza.html).
Y refiriéndose a Inglaterra, dice que hay problemas de sobrexplotación de acuíferos, desperdicio, empresas privadas que no invierten lo suficiente, entre otras cosas. “Desde que Margaret Thatcher (1925-2013) privatizó el agua, lo que no existe en ningún otro país, las empresas que la distribuyen, hacen lo que quieren, más interesadas en ganar y dar utilidades a sus accionistas, que en proporcionar un buen servicio”.
Es una tontería, privatizar la distribución del vital líquido, que se quiso imponer en México, durante la mafia calderonista, pero, por fortuna, no se logró. No puede convertirse en un negocio un derecho humano vital para la existencia. Pero en Inglaterra, se hizo, con los nefastos resultados que Smedley reporta.
De todos modos, a pesar de la mala gestión del agua, se requiere reducir su consumo “480 millones de litros diarios de aquí al 2045, con tal de no sobrexplotar los acuíferos. Ya hallar, de alguna manera, los 350 millones de litros diarios que requerirá su creciente empleo”.
Menciona el hecho de que se pretenda construir una presa en Abingdon, en Oxfordshire, en una parte totalmente plana, en donde no hay valles para ser inundados. Tendría que construirse, como si fuera una enorme bandeja, poco usual, pues las presas aprovechan cañones y lechos de ríos, para construirse. “Es un caro proyecto que llevaría nueve años para ser construido”.
Y refiere lo que ya se está haciendo en Estados Unidos, que es mejor que se reabastezcan los acuíferos, que pueden tener una mayor capacidad que las presas existentes en la superficie, incluso más que la que pretende construirse. Por ejemplo, en California, el Valle Central tiene bastantes acuíferos, en donde puede almacenarse agua, unos 174.12 billones de litros, 174,120 millones de metros cúbicos, tres veces la capacidad de todas las presas estatales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/06/con-cargas-electricas-y-helicopteros.html).
Y también menciona que debe de usarse el agua de lluvia. En la Ciudad de México, eso ya se hace en algunos sitios, como escuelas, aprovechar esas aguas. Y algunas empresa ofrecen distintos niveles de tratamiento, desde el simple, para usarlo en sanitarios, hasta el óptimo, que produce agua para beber (ver: https://hidrotecno.mx/).
Como son instalaciones costosas, deberían de implementarse programas para financiarlos gratuitamente, para las zonas más necesitadas de agua. Pero no se hace. Se prefiere seguir desperdiciando tanta agua que llega a caer durante tormentas.
“En países como Bélgica, es ya obligatorio instalar un sistema recolector de agua. Y en otras partes, la gente se baña sobre un bandeja, para juntar el agua de la regadera. Cualquier esfuerzo para aprovecharla al máximo, debe de hacerse”, señala Smedley.
No lo dice, pero ya también en Estados Unidos, concretamente en San Francisco, se aplica el llamado “tratamiento extremo del agua”, que consiste en colocar plantas de tratamiento en edificios, oficinas o barrios, para que el agua que usen esos sitios, sea la misma o casi la misma, por ejemplo, para usar en sanitarios o regar jardines. Expertos señalan que eso será una norma futura (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/06/el-tratamiento-extremo-de-las-aguas.html).
Así que vean, como ya todos los países, hasta los considerados “ricos y desarrollados”, comparten los problemas de los “atrasados”, muestra de que el calentamiento global no respeta, razas, ni ingresos, ni idiomas, ni riqueza, ni pobreza.
Todos vivimos en este planeta, cuyos recursos son limitados. No es posible lograr un ilimitado crecimiento sostenido. Es como tratar de que mantener encendida una fogata, si se nos acabara la leña (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/05/no-es-posible-el-crecimiento-economico.html).
Así que a bañarnos sobre una bandeja.
No sabemos si el agua recolectada sea la última que veamos.
Contacto: studillac@hotmail.com