viernes, 2 de junio de 2023

Hasta incendios ha provocado la excesiva producción de sanitizantes para manos en EEUU

 

Hasta incendios ha provocado la excesiva producción de sanitizantes para manos en EEUU

Por Adán Salgado Andrade

 

La pasada pandemia, cuyos efectos tanto en salud, como económicos, todavía se sienten, fue aprovechada oportunistamente por muchas empresas, como las farmacéuticas, que incrementaron sus cuantiosas ganancias, gracias a las vacunas que elaboraron y que a pesar de que les dejaron cientos de miles de millones de dólares en utilidades, decidieron no liberar las fórmulas de sus biológicos, con tal de seguir lucrando (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/03/las-mezquinas-farmaceuticas-no-quieren.html).

También, empresas como Amazon, gracias al obligado confinamiento, incrementaron sus ventas fabulosamente, pues casi todo se pedía por línea, alimentos incluidos. A pesar de ello, ésta mezquina compañía, dejó que muchos de sus empleados se contagiaran del covid, varios de los cuales, fallecieron (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/negligencia-de-amazon-con-sus.html).

Lo mismo sucedió con la elaboración de sustancias que, en su momento, justificaron que se incrementara la producción. Fue el caso de los sanitizantes para manos, esas geles que, igualmente, se impusieron como uso sanitario obligatorio. Al inicio de la pandemia, hasta se agotaron, no era fácil hallarlos y llegaron a cotizarse a precios altísimos, cuando los había. Lo mismo sucedió con los cubrebocas. Éstos, en particular, hicieron que creciera la basura, pues como eran desechables, se usaban una vez y se tiraban. Y como también creció el uso de lo desechable, si antes de la pandemia se había controlado, por ejemplo, el uso de bolsas plásticas, luego, aumentó, pues todo se tenía que tirar, no sólo las bolsas, sino jeringas, sondas, gazas… todo lo que los millones que enfermaron, requirieron para su recuperación, claro, los que no murieron.

Pero los mencionados sanitizantes, todavía siguen ofreciendo peligros, sobre todo, los que se hicieron con sustancias prohibidas que, más que sanitizar, eran tóxicas. Y hasta incendios ha provocado su almacenamiento, luego de que, pasada la emergencia, fueron prohibidas.

Es lo que expone el artículo del portal Wired, titulado “El explosivo legado del boom en la producción de sanitizantes para manos, durante la pandemia”, firmado por Amy Martyn, quien nos introduce a su trabajo diciendo que “hace tres años, la FDA (la instancia gubernamental reguladora de las drogas y los alimentos de Estados Unidos) declaró libertad total para fabricar los sanitizantes. Pero ahora una tóxica cantidad de los que ya no se usaron, está incendiándose y enfermando a la gente” (ver: https://www.wired.com/story/the-explosive-legacy-of-the-pandemic-hand-sanitizer-boom/).

Comienza narrando sobre el incendio que se dio en el suburbio de Carson, ubicado a unos 24 kilómetros al sur de Los Angeles. Fue a las dos de la mañana del 30 de septiembre del 2021, “durante una de tantas etapas de la pandemia”.  “Miles de cajas envueltas en plástico, fueron colocadas fuera de unas bodegas, descuidadamente, y amontonadas en pilas de más de seis metros de altura. Algunas tenían cintas de ‘peligro’, pegadas, pero nada más. Todos los vecinos fueron despertados por una primera fuerte explosión y, luego, una segunda”.

Resultó que esas cajas estaban llenas de botellas plásticas de sanitizante, hecho con sustancias prohibidas. Explica Martyn que, con tal de que hubiera suficiente existencia durante la pandemia de esa sustancia, la FDA permitió que las empresas, incluso no especializadas, le entraran al jugoso negocio. Y una de ellas fue ArtNaturals, dedicada a artículos de belleza, la propietaria de la bodega en donde se produjeron las explosiones y el incendio subsecuente.

Luego de ese incendio, cuando fue controlado por los bomberos, los habitantes del lugar, comenzaron a percibir un fuerte olor a huevo podrido, el que emana de, por ejemplo, canales de aguas sanitarias (el metro Impulsora, de la línea del Metro que va de Pantitlán a Ciudad Azteca, siempre está dominado por ese fuerte hedor, pues pasa a un lado del canal. Justo era el olor que percibieron los de Carson).

“Pero era demasiado fuerte, muy distinto a lo que ya estaban acostumbrados los pobladores”, dice Martyn. Como es una zona industrial, en donde hay distintas empresas, además de dos refinerías, ya están acostumbrados a ciertos olores (me recuerda que, hace años, cuando circulaba por la calzada Vallejo, en una parte, siempre olía a alcohol, pues una empresa licorera operaba allí. La gente, se veía, estaba acostumbrada a ese olor, sin importar si fuera tóxico o no).

El de Carson, era un picante, penetrante olor a huevo podrido tan intenso, que comenzó a ocasionar problemas de salud. Como pasa un canal por la zona, el Domínguez, que se usa para descargar aguas, supuestamente tratadas (eso es un decir, pues muchas empresas, en todo el mundo, desechan las aguas residuales sin tratamiento alguno), las “autoridades” locales “investigaron” y concluyeron que el hedor emanaba de dicho canal. Y enviaron a trabajadores a rociar un desodorizante, llamado Epoleon, clamando que “el olor se iría en unos días”, lo cual no fue así, pues no sólo no se fue, sino que la gente, incluyendo sus mascotas, como perros, comenzaron a tener problemas de irritación nasal, dolores de cabeza, mareos, náusea, vómitos, tos y dificultad para respirar. Era el gas remanente de las explosiones, no el del canal, el responsable.

Es lo que ocasiona el sulfuro de hidrógeno, el tóxico gas que emana de los drenajes y de otros residuos, justo el que huele a “huevo podrido”.

El incendio se debió a que esos sanitizantes de ArtNaturals, fueron hechos con etanol, pero no de grado farmacéutico, sino del que se usa para hacer combustibles. Además, también tenían benceno, otro tóxico, que es absorbido por la piel y que puede ocasionar leucemia. Como señalé, el hecho de que la FDA dejara libre la manufactura de esa sustancia, permitió que, irresponsable y oportunistamente, empresas como ArtNaturals y otras, usaran sustancias prohibidas para la manufactura de esas geles, que al fin y al cabo, no había restricciones. “Se suponía que se apelaría al honor de las empresas, que éstas serían éticas y no usarían sustancias peligrosas, pero no lo hicieron”, dice Martyn.

En efecto, el capitalismo salvaje, no tiene honor. Sólo vean que la guerra entre Rusia y Ucrania, al momento de escribir estas líneas, lleva más de un año y no tiene visos de cuándo terminará, pues está siendo un excelente negocio, por tantas armas que se están vendiendo, así como el gas natural, extraído del contaminante método del fracking, por parte de Estados Unidos. La población civil es la afectada, por desgracia, tanto por los destrozos materiales, así como las decenas de muertos que ya se contabilizan (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/03/la-muy-lucrativa-y-oportuna-invasion.html).

Pero esos sanitizantes comenzaron a producir problemas de salud, como manos irritadas. El colmo fue cuando 17 personas murieron por ingerirlos, pues estaban hechos con etanol para combustibles (Martyn aclara que si hubieran bebido alguno hecho con etanol medicinal, no habría pasado nada). Así que fue a mediados del 2020, que la FDA decidió prohibir su comercialización, indicando al público, cuáles no eran seguros de adquirir, entre los que estaban los de ArtNaturals, que se distribuían en Walmart.

Fue cuando inició la crisis que menciona Martyn, pues al ser prohibidos, miles de millones de botellas de esos tóxicos, explosivos geles, hechos por distintas empresas que le habían entrado al boom, se removieron de los estantes y se almacenaron descuidadamente. O se comenzaron a ofrecer a precios de ganga. “El sanitizante de ArtNaturals, se ofrecía en Walmart por cincuenta centavos (de dólar), la botella, con un anuncio al lado que decía que antes costaba $2.97”. Dice Martyn que contactó a Walmart para que le comentara algo, “pero nunca recibí respuesta”. Los implicados en esas mezquindades, nunca responden por sus irresponsables, cómplices actos.

Otras empresas, como Copa Health, trataron de mostrarse “altruistas”. “Esa empresa, donó el equivalente a $68,000 dólares de sanitizantes a escuelas de Mesa, Arizona, las que los aceptaron, sin saber que los de esa empresa, ya estaban en la lista de la FDA, considerados como inseguros”.

Claro, lo único que estaban buscando esas mezquinas era cómo deshacerse de tanto peligro tóxico y explosivo. Porque si lo hubieran hecho responsablemente, les habría costado muchísimo dinero.

Y es lo que comenzó a hacer ArtNaturals, al irlos apilando fuera de las mencionadas bodegas

En el caso de la comunidad de Carson, luego de varios días en que las “autoridades” no habían declarado una emergencia sanitaria, después de la explosión e incendio, finalmente lo hicieron, por tanta gente que comenzó a tener problemas de salud. “Se empeñaban las autoridades en decir que no ocasionaría problemas de salud, hasta que comenzaron a surgir”.

Empezaron a distribuir purificadores de aire entre los hogares, así como cupones para que algunos se hospedaran en hoteles, “pero sólo para una semana, pues eso consideraron las autoridades como tiempo suficiente para que se dispersara el sulfuro de hidrógeno y se redujera a niveles aceptables”.

Eso lo hicieron pues, de no haber actuado, hasta muertos se habrían dado, no por samaritanos. Porque así actúan las mafias en el poder, que toman medidas extremas, cuando no les queda de otra (durante la pandemia, justamente Donald Trump, el nefasto, entonces, presidente de EU, no quería implementar medidas sanitarias, hasta que comenzaron a morir decenas de personas).

Joseph Nourollah, el dueño y CEO de ArtNaturals, y sus hermanos, están demandados criminalmente, “por violar recomendaciones que el departamento de bomberos les pidió respetar, antes de que se produjera el incendio. Ya no tienen permitido vender sanitizante de manos, pues no cumplen con los requisitos y normatividades de salud y seguridad. Y deben que pagar una multa de doce millones de dólares por haber contaminado el canal Domínguez y haber ocasionado el olor, pero todavía sigue pendiente la demanda”.

Sin embargo, dice Martyn, “aunque el sitio por internet de ArtNaturals, ya no ofrece ese tóxico sanitizante, está disponible todavía en Walmart.com”.

Claro, no va a perder Walmart dinero por tanto tóxico sanitizante que le debe de haber comprado.

Como ven, el capitalismo salvaje así actúa. No importa si ocasiona muertos o contamina el ambiente, por su nefasta necesidad de seguir ganando mucho dinero, a como sea.

 

 Contacto: studillac@hotmail.com