viernes, 9 de junio de 2023

Las capas superiores de la atmósfera se están enfriando

 

Las capas superiores de la atmósfera se están enfriando

Por Adán Salgado Andrade

 

El calentamiento global, por tanta depredación y contaminación provocada por el capitalismo salvaje, es irreversible. Ya provoca serios problemas, como largas sequías, derretimiento de los polos y glaciares, poderosos huracanes, megaincendios forestales y otros todavía no determinados, además de que mucha gente muere anualmente por el excesivo calor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/10/el-toxico-y-mortal-calentamiento-global.html).

El principal problema del calentamiento es la brutal concentración de gases efecto invernadero, siendo el principal, el CO2, del cual, se emiten alrededor de 45,000 millones de toneladas cada año. Sólo imaginen cuánto de ese mortal gas se requeriría para pesar una tonelada. Ahora, piensen, exponencialmente, cuánto volumen se genera para que pese las mencionadas 45 mil millones de toneladas.

Todo eso se concentra en la capa atmosférica gracias a la cual respiramos y vivimos, hasta ahorita, casi “normalmente”. Es la llamada tropósfera, que se ubica entre 8 y 14.5 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Es la más densa, pues contiene 80 por ciento de la masa atmosférica, pero sólo una pequeña parte de su volumen. Le sigue la estratósfera, que asciende hasta los 50 kilómetros. Es en ésta, en donde está la capa de ozono. Continúa la mesósfera, que llega a los 85 kilómetros y es en la que se queman la mayoría de los meteoritos. Enseguida, la termósfera, que asciende hasta 600 kilómetros. En ella, deambulan los satélites y es en donde se dan las auroras boreales. Sigue la ionósfera, que llega hasta los 965 kilómetros. Por último, está la exósfera, que comienza desde las termósfera y llega hasta los 10,000 kilómetros de altura (ver: https://www.nasa.gov/mission_pages/sunearth/science/atmosphere-layers2.html).

Pero, irónicamente, es sólo la tropósfera, la que está concentrando la mayoría del CO2 y la que está calentando al planeta. Sería como la cobija gruesa que usamos para taparnos cuando hace mucho frío, que es la que más nos calienta, no la colcha, que queda encima.

Las otras capas, se enfrían, como expone el artículo del portal Wired titulado “La atmósfera superior se está enfriando, lo que genera nuevas dudas climáticas”, firmado por Fred Pearce, que nos introduce a su trabajo, comentando que “los científicos están preocupados acerca del efecto que este cambio pueda tener en los satélites, la capa de ozono y el clima del planeta” (ver: https://www.wired.com/story/the-upper-atmosphere-is-cooling-prompting-new-climate-concerns/).

Una foto desde el espacio, obtenida por la NASA, abre el artículo. Es un maravilloso espectáculo contemplar al planeta desde las alturas, no se ven todas las porquerías que le hemos ocasionado.

 Dice Pearce que desde hace tiempo se sabe que las capas que le siguen a la tropósfera, se han dio enfriando. “Hasta hace poco, los científicos les llamaban a las otras capas atmosféricas la ignorósfera, pues ignoraban muchas cosas. Pero gracias a los sensores satelitales, se comprobaron los modelos que se usaban para medir indirectamente tal fenómeno. Y ahora que se sabe con más precisión lo que sucede, están las dudas de qué provocará ese enfriamiento”.

Esas capas, se ven tranquilas desde abajo, pero están llenas de vientos y de oleadas de aire que asciende y desciende, el cual, ocasionalmente, invade la tropósfera. “Están consternados los científicos sobre los cambios que la penetración de tanto CO2 que producimos, podría generar en tales capas, en cuanto a la temperatura, la densidad y la química del aire en aquéllas”.

Martin Mlynczak, físico atmosférico de la NASA, citado por Pearce, dice que “la gente piensa que el cambio climático sólo se da en la capa inferior, pero con tanto CO2, se están afectando las otras capas y podrían afectar dramáticamente lo que sucede en la tropósfera”.

Como señale, y recalca Pearce, el CO2 absorbe e irradia calor, lo que incrementa la temperatura de las moléculas de un aire más denso y eso lo calienta todo (nada más vean que ese calentamiento, se siente más en las ciudades, como la de México, sumando el efecto “isla de calor”, que por tanto asfalto, concreto y falta de áreas verdes, todavía se guarda más calor).

Señala Pearce que aunque la concentración de CO2 es la misma tanto en la parte inferior de la tropósfera, así como en la superior, “los efectos en la superior, no son iguales, pues como el CO2 no tiene tantas moléculas para calentar, ese calor se va al espacio exterior. El calor atrapado en la tropósfera, se queda allí, por lo que las capas superiores se enfrían”.

Ese enfriamiento, ocasionado por el antropoceno, no “naturalmente” – como los negacionistas dicen que se da –, ha ido contrayendo a las capas superiores atmosféricas. “Datos satelitales indican que entre el 2002 y el 2019, la mesósfera y la termósfera se enfriaron 1.7º C. Mlynczak indica que si se duplican los niveles de CO2 para finales del presente siglo, se enfriarán aún mas, unos 7.5º C, lo que sería de dos a tres veces más rápido que el calentamiento experimentado abajo”.

Por ese enfriamiento, se están contrayendo las mencionadas capas atmosféricas. “El grosor de la estratósfera se ha contraído uno por ciento, 390 metros, desde 1980. Y la mesósfera, junto con la parte inferior de la termósfera, se han encogido 1,320 metros entre el 2002 y el 2019. Parte de esa contracción se debió a una disminución en la actividad solar, pero 336 metros sí fueron por tanto CO2”, indica Mlynczak.

Esos estudios, los hace la NASA, mediante sus satélites, pero también porque pueden afectarlos. “Una atmósfera menos densa, implica menor arrastre a esos satélites, así que podrían durar más, pero estarían más vulnerables a otros objetos, chatarra espacial, que podría golpearlos y dañarlos. Entre más se contraiga la atmósfera superior, más riesgo tendrán de sufrir colisiones”.

Otro problema es que una estratósfera más fría provoca la destrucción de ozono, como le comentó a Pearce, Peter von der Gathen del Instituto Alfred Wegener para el estudio de polos y el mar, de Alemania. “Se creía que con la prohibición de los clorofluorocarbonos, se acabaría con el problema, pero no es así. En la estratósfera, se forman nubes súper frías, que rompen esa vital capa. Y conforme la acción del CO2 vaya enfriando más esa capa, el ozono se irá destruyendo. Y será peor en el Ártico”.

Un problema más es que, de repente, la estratósfera se “calienta súbitamente”. “Los vientos que se dirigen al occidente, de improviso, cambian de sentido, lo que ocasiona fuertes variaciones de temperatura, por las cuales, partes de la estratósfera, pueden calentarse 50º C en un par de días”.

Muy extremo ese problema. Si aquí se dieran esos cambios, ya estaríamos fritos. Pero la Tierra, nos sigue cuidando, como puede. Pero llegará un límite.

Y ese calentamiento extremo, afecta a la tropósfera, al fortalecer a la llamada corriente atlántica (Atlantic jet Stream), la que ocasiona clima extremo, como aumento de temperaturas, más lluvias o frío intenso (como las severas heladas que han afectado a Estados Unidos y a Europa en los recientes inviernos).

Es decir, todo apunta a que agravaremos el calentamiento global. Y se dará en formas que ignoramos.

“El problema con los modelos de los científicos, es que muchos apuntan a que vamos a tener más eventos de calor extremos. Otros, que menos. Pero como señala Gary Thomas, físico atmosférico de la Universidad de Boulder, de Colorado, que ‘si no se tienen claras las cosas sobre lo que pasa allá arriba, podríamos sugerir cosas equivocadas aquí abajo’”.

El problema es que todos esos datos los obtienen los satélites meteorológicos. “Y muchos ya están llegando al final de su vida útil”, dice Mlynczak, “así que si no contamos con más datos y más satélites, no podremos hacer modelos y predicciones de lo que pasará en el futuro. Vamos de nuevo a la ignorósfera”.

Supuestamente, se le aumentó el presupuesto a la NASA (ver: https://www.cnbc.com/2023/03/09/biden-proposed-2024-nasa-budget.html).

Si se requieren más satélites meteorológicos, para hacer mejores modelos y predicciones, que se construyan más (en los que no hay restricciones presupuestales es en los militares, que hasta se están diseñando para que puedan espiar a los del enemigo. Ver: https://www.wired.com/story/true-anomaly-jackal-pursuit-satellites/).

Finalmente, Estados Unidos, por su derrochador estilo de vida, es el que más ha contaminado y dañado al planeta.

Que estudie más cómo lo ha destruido. A ver si en algo se puede arreglar.

Es lo menos que puede hacer.

 

Contacto: studillac@hotmail.com