miércoles, 1 de noviembre de 2023

China podría estar llegando a un pico de desarrollo

 

China podría estar llegando a un pico de desarrollo

Por Adán Salgado Andrade

 

China es un país que dice ser socialista, pero que ha abrazado las reglas del capitalismo salvaje, con tal de alcanzar un desarrollo económico que le permita erigirse como “primera potencia mundial”.

Pero con una población de 1,300 millones de personas (que ya fue superada por la India), no es fácil lograr un sostenido crecimiento, pues los recursos planetarios son limitados. Es lo mismo para cada país, no puede exceder su biocapacidad, más allá de lo que tenga. A menos que lo busque en otros países, justo como China ha tratado de hacer pensando en que puede lograr un ilimitado crecimiento explotando a su antojo los recursos de países menos desarrollados. Por ejemplo, ha endeudado a muchos con tramposos préstamos para su infraestructura, que han generado corruptos proyectos que fallan, como presas que se agrietan al poco tiempo o aeropuertos que nadie ocupa (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/05/la-empobrecedora-deuda-externa.html).

También sus ricos compran costosas propiedades en países como Inglaterra, Estados Unidos u otros de los que participaron en el sometimiento colonialista de China. Pareciera una especie de venganza, como para mostrarles quién es hoy el amo, digamos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/03/el-neocolonialismo-chino.html).

Por otro lado, el anárquico expansionismo de empresas inmobiliarias, tales como Evergrande, las ha llevado a la quiebra, por tantos caros proyectos que no tuvieron el éxito deseado (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/09/la-crisis-inmobiliaria-de-la-empresa.html).  

Con los mencionados préstamos a naciones pobres, China se apodera de sus recursos, como pago de los casi impagables préstamos que les otorga. Piensa que de esa forma puede continuar con su anárquico crecimiento, que ha convertido a su propio país en uno de los más contaminados del planeta.

La periodista Chai Jing, produjo un documental en el 2017, Under the Dome, en el que expone la grave contaminación que impera en China. Fue a partir de que su hija nació con un tumor benigno en su útero, producto de partículas contaminantes y metales pesados. Por fortuna, el tumor se le pudo extirpar a la bebé, pero Jing tomó eso como ejemplo para denunciar el nivel tan alto de contaminación del aire (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/06/la-creciente-y-letal-contaminacion-china.html).

Tanta contaminación, además de mala calidad de vida, alcoholismo, tabaquismo y mala alimentación, están ocasionando que cada vez se incremente el número de personas que enferman y mueren de enfermedades como cáncer, cardiacas, diabetes y otras. Su sistema de salud deficiente, no ayuda a resolver el problema (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/por-su-anarquico-crecimiento-china.html).

Mostró sus deficiencias su sistema de salud durante la pandemia, que pretendió “controlarla” con censura y un autoritario aislamiento. De todos modos, ni así evitó que hubiera muchas muertes, antes de que se desarrollaran las vacunas. No hizo caso a su propios científicos, quienes un año antes de que se diera el brote de covid, lo previeron (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/03/cientificos-chinos-previeron-hace-un.html).

Por otro lado, el hecho de que antes China se jactaba de tener la mayor población del mundo, ya también está quedando de lado, pues ya fue desplazada por India. Si antes China aplicaba una estricta política de un solo hijo, ahora hasta alienta a las familias a que tengan hasta tres. Además, su población envejece rápidamente. “Envejeció China antes de ser un país rico”, afirma Yi Fuxian, un demógrafo y experto en la población china, de la universidad de Wisconsin-Madison. En efecto, sus ancianos mayores de 65 años, ya pasan de los 210 millones de personas. Y no está preparada China para asegurar una vida digna a tanta persona de la tercera edad (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/ya-comenzo-disminuir-la-poblacion-china.html). 

No sólo eso, sino que se caracteriza por un férreo autoritarismo que considera enemigo a cualquier ciudadano que critique al actual dictador Xi Jinping. Incluso pueden ser ejecutados los “sediciosos” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/09/china-autoritarismo-capitalismo-salvaje.html).

Cada vez hay más chinos, incluso que pertenecieron a puestos en el gobierno, que están rompiendo con Jinping y huyendo de China, para denunciar lo que ese dictador hace con los disidentes y críticos del gobierno.  Una de ellos es la profesora Cai Xia, que alguna vez diera clases en la elitista Escuela del Partido Central, quien expresó, en una ocasión, que Xi Jinping se estaba comportando más como un “jefe mafioso”, que como un líder del país. Como esas palabras se “filtraron” públicamente, fue expulsada de la escuela. Pero, por su propia seguridad, también decidió abandonar el país. Y afirma abiertamente que Jinping “mató a un partido y a un país”. Actualmente vive en Estados Unidos  (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/el-dictador-chino-xi-jinping.html).  

Y está tratando Jinping de cambiar parte de la negra historia china, como la de la Revolución Cultural, que cobró miles de vidas, debido a una brutal intolerancia. Y pretende quedar como presidente “vitalicio” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/el-dictador-chino-xi-jinping-incrementa.html).

Ese negro pasado lo narra muy bien el escritor Yu Hua (Hangzhou, Zhejiang, 1960), en su novela Brothers, en la cual, a través de dos hermanos, expone varios de los brutales momentos históricos por los que China ha pasado, muchos de ellos, verdaderamente vergonzosos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/01/con-la-novela-brothers-de-yu-hua-de-la.html).

Y hay una férrea intolerancia hacia la etnia de los uigures, quienes han tratado por décadas de independizarse de China. Los encierran en campos de concentración en donde los “reeducan”, para que se olviden de sus tradiciones y acojan plenamente la “cultura y valores chinos”. Sobrevivientes de esos largos encierros dan cuenta de las torturas y sufrimientos que han pasado allí, como el testimonio de Gulbahar Haitiwaji, una mujer uigur que cometió el error de regresar a China, luego de varios años de exilio en Francia, país al que su esposo, sus dos hijos y ella huyeron, dada la constante discriminación y humillación a la que eran sometidos en Xinjiang, región autónoma en el noroccidente de China (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/01/una-sobreviviente-de-un-campo-de.html).

La mafia china en el poder, comenzando por Jinping, niega esa persecución a los uigures y emplean redes como Facebook o X (antes twitter) para tratar de convencer al mundo que eso es “manipulación occidental”, sobre todo, de Estados Unidos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/la-mafia-china-en-el-poder-emplea.html).   

El mencionado daño ambiental que ha ocasionado una anárquica industrialización china a su propio territorio, lo está extendiendo con proyectos como el depredador y destructivo dragado del mar, con lo que también planea extender su superficie (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/los-destructivos-barcos-dragadores.html).

Y a pesar de ser considerada una “locomotora económica”, ya muestra signos de agotamiento. Por ejemplo, sus egresados universitarios ya no tienen asegurado el trabajo que tanto ansían al terminar sus carreras. El desempleo, sobre todo en jóvenes, tiende a incrementarse, problema normal dentro del capitalismo salvaje (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/en-china-como-en-el-resto-del-mundo-hay.html).

Jinping, tratando de mostrar que desea corregir los problemas económicos por los que atraviesa China actualmente (entre ellos, un menor crecimiento de su PIB anual, desde antes, incluso, de la pandemia), hasta trata de actuar como un líder “socialista” atacando a grandes empresas como TikTok, Alibaba, Tencent o Didi. Ha acusado a sus dueños de “enriquecimiento que entorpece la prosperidad común de todo el pueblo”. Es una hipócrita acción (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/08/china-y-su-hipocrita-regulacion-de-los.html).

También pretende Jinping anexarse de nuevo por la fuerza a Taiwán, país independiente al que sigue considerando como “parte de su territorio”. Con eso se apoderaría de su muy apreciada industria de chips, de la más avanzada del mundo, pues dichos chips son de grado “militar”, de los más avanzados del mundo (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/la-muy-estrategica-produccion-de.html).

Por si no bastaran tantos problemas, ya también está dejando de ser la exclusiva maquiladora mundial. Las empresas que la usaban, se están dando cuenta de que cada vez son menos competitivos sus costos, tanto de las materias primas, así como de su fuerza de trabajo. Además, China tiene la costumbre de hacer ingeniería reversible y se ha ido apoderando de tecnologías extranjeras estratégicas, para fabricar de todo. Ahorita mismo Estados Unidos ha prohibido a todos los países instalar empresas que tengan que ver con la producción armamentista, con tal de que China, no se apodere de más secretos militares. Por otro lado, por la distancia, cada vez se va incrementando el costo de la transportación de los productos terminados en China, además de los naufragios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/china-esta-dejando-de-ser-la-exclusiva.html).

Por ello es que, por iniciativa de Estados Unidos, se pretende hacer de México una zona industrial mucho más amplia de lo que ya somos, con tal de establecer aquí empresas que antes tenían instalaciones en China. Es el llamado nearshoring, con la finalidad de convertir a México, en la China de Latinoamérica, con todas las desventajas que eso generará para el país, como mayor contaminación por tantas industrias, mayor explotación de nuestros recursos naturales y energéticos y mayor control económico y político, el que convenga a Estados Unidos y asociados (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/04/nearshoring-y-energias-verdes-mayor.html).  

Y continúan los análisis que confirmarían una tendencia de que China, al igual que cualquier país capitalista, está llegando a un crecimiento que puede llevar a un estancamiento o a una gradual declinación (como ha sucedido con tantos otros países capitalistas, tales como Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra…).

Esos análisis los ofrece el periódico The Guardian. En el primero, titulado “¿Nos hemos topado con un pico en el crecimiento chino? La creciente clase media se topa con la pared”, firmado por Amy Hawkins, analiza cómo el poder de compra, algo que Xi Jinping había prometido que seguiría creciendo, ya se estancó y las cosas son más caras, contra sueldos que suben poco. Dice Hawkins que “enfrentando una economía que se está alentando y un mercado laboral inseguro, la elite más educada de China, trata de negociar algún nuevo plan con el gobierno” (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/sep/11/have-we-reached-peak-china-how-the-booming-middle-class-hit-a-brick-wall).  

Se enfoca en cómo ya un 50 por ciento de la población china pertenece a la clase media. Y supuestamente, sería una clase media comparable con Europa o Estados Unidos, pero es una clase media muy endeudada, cuyos ingresos no alanzan para pagar escuelas privadas por ejemplo. Es el caso de Lynne, quien vive en Beijing y apenas si puede cubrir el kínder privado de su hijo, que le cuesta 80,000 yuanes al año ($11,000 dólares). Las clases extracurriculares que toma, como Inglés, deportes, pintura y tutoriales en línea, le cuestan a la mujer otros 60,000 yuanes ($8,300 dólares). “La verdad, prefiero mi pueblo, Xingtai, en donde todo cuesta mucho menos, además de que es tranquilo y pacífico”.

Y así como Lynne, millones de clasemedieros chinos se han estancado. Aunque la pobreza extrema se ha reducido casi a nada, de todos modos, siguen habiendo millones de pobres que salen del país, incluso, buscando una forma de vida que les permita tener más ingresos. Pero las grandes promesas de que todos tendrían una súper vida, hechas por el dictador Jinping, ya no se están cumpliendo. “Les está ofreciendo más seguridad, a cambio de menor riqueza”, dice Hawkins.

Refiere cómo trató de arreglar el problema, mediante los referidos ataques a empresas y hombres ricos, pero eso sólo ha logrado desincentivar la inversión privada y que muchas de esas empresas prefieran no seguir haciendo negocios en China. No se da cuenta el dictador que no puede desafiar las reglas capitalistas que tanto ha abrazado su país.

Además, como ya señalé, también refiere Hawkins el creciente desempleo, a pesar de tener una preparación universitaria. “En el 2021, más de 70 por ciento de chinos de edades entre 16 y 25 años, tenían una licenciatura”.

Es uno de los efectos del capitalismo salvaje, el creciente desempleo, pues está sujeto a que haya demanda de productos. Y si se agrega que siempre se quiere fabricar más y más cosas, con menos gente, esa circunstancia lo agudiza (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2011/10/desempleo-en-eu-agudizada-tendencia-del.html).

Y aunque calificadoras como Goldman Sachs todavía predicen que China desplazará a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en el 2035, “otros economistas piensan que China nunca ocupará ese sitio y que su economía pronto llegará a un pico”.

Como señalé antes, su crecimiento no puede ser ilimitado y ese será uno de sus principales impedimentos para seguir expandiendo su economía.

Otro artículo, titulado “¿China en su pico? Empleos, servicios locales y seguridad social se complican bajo las fallas estructurales del sistema”, firmado también por Amy Hawkins, analiza más a fondo la problemática del desempleo, tanto para gente con estudios terminados, así como para la que desertó de la escuela. Dice Hawkins que “enfrentada la población con desempleo juvenil y gobiernos locales quebrados, está aquélla comenzando a sentir el peso de las contradicciones económicas” (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/sep/18/peak-china-jobs-local-services-and-welfare-strain-under-economys-structural-faults).

Muestra una gráfica el artículo de cómo los empleos formales han ido disminuyendo desde el 2004, desde un 68 por ciento, al 2019, que son sólo el 39.8 por ciento de todos. La gente que deja la escuela trata de hallar empleos como trabajadores de hospitales, guardias de seguridad, repartidores o niñeras, sin éxito. “Pero también la gente muy educada, con alta formación, no encuentra trabajo”, señala Hawkins, “y es un problema político, de gran preocupación para las autoridades”.

Claro, como señalo arriba, la gran promesa de “creciente prosperidad” no se ha cumplido, ni se cumplirá. Ni en países como Estados Unidos, el primero en el mundo por su actividad económica, la gente con carreras encuentra empleo con facilidad, ni vive plenamente. Una reciente encuesta halló que dos de cada tres estadounidenses no reciben suficiente salario para solventar sus diarios gastos. Y tampoco han ahorrado lo suficiente como para tener un retiro decente o adquirir una casa (ver: https://apnews.com/article/inflation-debt-poll-personal-finance-economy-dd4c88e2076d1fd3f85c51fb8992583b).

Como hallar trabajo actualmente en China equivale a ganarse la lotería, “lo cual es hasta más fructífero, en la primera mitad del 2023, los consumidores chinos, enfrentados con una economía en apuros, gastaron 273,900 millones de yuanes ($37,000 millones de dólares) en billetes de lotería, un incremento de más del 50 por ciento para el mismo periodo del 2022”.

Claro, la publicidad de esas loterías, al igual que en todo el mundo, es “esperanzadora” y la gente se ilusiona con volverse millonaria y que se resuelvan todos sus problemas . Pero en esos concursos es remota la posibilidad de ganar y únicamente unos cuantos son los afortunados. El resto, sólo pierden miserablemente su dinero y las que ganan, por supuesto, son las manipuladoras loterías.

El desempleo en China en junio era de 21.3 por ciento, un récord, “lo que llevó al gobierno a dejar de publicar las cifras sobre eso, junto con otros índices, como el de la confianza del consumidor, que está también por los suelos y que muestran que China se las está viendo mal”.

Claro, es una muestra de su autoritarismo, que hasta oculte las cifras, cuando la economía va mal. No quiere evidenciar Jinping su fracaso.

Pero, repito, no es tanto su fracaso, sino su miopía de no ver que las leyes del capitalismo, son inexorables, que va creciendo el desempleo, la pobreza, que los ricos se hacen cada vez más ricos y que la depredación y contaminación ambiental, están acabando con las condiciones planetarias que nos permitan seguir viviendo aquí.

Las intensas sequías al igual que destructivas inundaciones la ha experimentado China en meses recientes, lo que agrava sus problemas económicos. Por la severa sequía del 2022, hasta cerraron algunas hidroeléctricas, por el bajo nivel de las aguas (ver: https://www.youtube.com/watch?v=NeL7tKcaadw).

Obviamente, si ya tenía problemas económicos, los daños ambientales se sumarán al empobrecimiento generalizado del país, como sucede a cualquier nación cuando pierde sus valiosos recursos naturales. Un país sin recursos, es como un indigente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/02/al-acabar-con-sus-recursos-estamos.html ).

Con una economía informal cercana al 70 por ciento, “usted no puede convertir a un país en uno de altos ingresos”, dice Scott Rozelle, economista que condujo un estudio sobre la polarización en China, citado por Hawkins. Y eso repercute en los impuestos, pues solamente “seis por ciento del total de impuestos recolectados por China, son del impuesto personal, cuando que en el resto de los países de la OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico) el monto asciende a 24 por ciento. Únicamente una pequeña parte de los chinos paga impuesto por sus ingresos”.

Cierto, si no se cobran suficientes impuestos, un país no tiene margen de acción para crecer, hacer proyectos de infraestructura o para brindar seguridad social.

A falta de impuestos, los gobiernos locales recurren a vender tierras, para hacerse de algún ingreso. “Entre el 2021 y el 2022, la venta de tierras ascendió del 20 al 30 por ciento. Pero como en el 2020, armado el gobierno con el lema de que “las casas son para la gente”, atacó a especulativos proyectos habitacionales (que hasta han fracasado y hay varias ciudades fantasmas), con lo que la venta de tierras se ha desalentado”.

La mencionada inmobiliaria Evergrande es de las que han fracasado sus inversiones, justamente porque apostó al gigantismo y no a hacer sólo las viviendas realmente necesarias y a precios accesibles.

Eso también, señala Hawkins, expuso que los gobiernos locales están quebrados, con una deuda total estimada en $23 billones de dólares ($23 millones de millones de dólares. Como comparación, consideren que el PIB mexicano es de $1.273 billones de dólares. Entonces, la deuda de los gobiernos locales chinos sería 18.7 veces superior).

Brutal la deuda y por eso es que “22 municipalidades están en riesgo de quebrar. Sus efectos se sienten ya por toda China”.

En ciudades como Hegang, que produce carbón y en invierno padece frígidas temperaturas, “los residentes fueron dejados sin calefacción, luego de que la ciudad fue la primera en ser restructurada debido a la quiebra. En febrero del 2023, el operador público de autobuses en Shangqiu, una ciudad de 7 millones de personas, en la provincia de Henan, suspendió servicios porque no tenia dinero para pagar salarios, seguros y ni siquiera para cargar los autobuses eléctricos”.

Ha tratado el “gobierno” central de aliviar la situación recortando pensiones, “lo que llevó a protestas a inicios del 2023. Con una población que rápidamente envejece es ‘muy mala idea recortar derechos y pensiones, lo que daña también el consumo’, dice Houze Sing, economista de MacroPolo”.

Y eso está generando un círculo vicioso, “en donde una débil demanda (consumo), elevará el desempleo y bajará los ingresos públicos, lo cual en ausencia de un libre mercado (por lo que está haciendo Jinping de golpear a granes empresas), reduce la habilidad gubernamental de crear empleos y dar confidencia económica”.

Es porque, como señalé antes, Jinping ingenuamente pensó que China podía desafiar las leyes del capitalismo salvaje, sobre todo la brutal concentración de la riqueza en unas cuantas manos. Pensó que atacando a grandes empresas, el problema se resolvería. Pero no es así, pues para que haya una ganancia, los salarios deben de permanecer bajos. Y, como también señalé, cada vez hay menos empleos, como una tendencia de aquel sistema de hacer más con menos gente. Un robot, por ejemplo, que sustituya a cien empleados, está eliminando a cien consumidores. Una absurda contradicción.

Otro problema, como ya mencioné arriba, es que cada vez la gente se reproduce menos, acompañado de un envejecimiento de la población. En el 2022, la población china se redujo en 850,000 personas, con lo que ya India, la rebasó (y, aparentemente, este país se perfila como un sustituto de China). El artículo “La crisis demográfica implicaría que China podría envejecer antes de volverse rica”, firmado de nuevo por Amy Hawkins, expone esa problemática. Dice inicialmente Hawkins  que “con los millennials retrasando el tener hijos, debido a las presiones por los altos costos de la vida, la economía de China podría descarrilarse por su alto número de gente mayor” (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/sep/25/beijings-demographic-crisis-means-china-could-get-old-before-it-gets-rich).

Menciona Hawkins a chicas como Cici, de 27 años, que está muy ocupada con su actual empleo en una empresa tecnológica, además de que está estudiando también una maestría. “No, ni tiempo tengo ahorita para embarazarme. Hasta que tenga unos 35 años, quizá lo haré, no antes, siempre y cuando mi novio y yo podamos comprar una casa”, dice Cici, a pesar de que su madre, más tradicionalista, la presiona para que ya se embarace.

Pero con las casas tan caras, tendría la pareja que ahorrar dos millones de yuanes ($270,000 dólares), para adquirirla, ya que el metro cuadrado de construcción está en 70,740 yuanes ($9,500 dólares). “No es fácil que la podamos comprar”, dice Cici, resignada.

A pesar de que la mafia en el poder está dando incentivos (como pagar por los gastos de los nacimientos y dar, incluso, días de asueto), la mayoría de mujeres como Cici, están postergando u olvidándose de embarazarse. Y es algo que está sucediendo en muchos países, como ciertamente señala Hawkins.

Esa reducción de la natalidad se acompaña de una creciente población que envejece. Ya tiene China alrededor de 14 por ciento de personas mayores de 65 años, unos 210 millones. “En las siguientes dos décadas, China tendrá que lidiar con un crecimiento de su población adulta mayor, que superará a la de Estados Unidos”, señala Hawkins.

No estará China en condiciones de atender a la población que ya envejeció o lo hará, “pues no es un país rico. El Banco Mundial clasifica a un país rico como uno en que el ingreso per cápita es de $13,845 dólares anuales y China apenas ha alcanzado los $12,850 dólares”.

Que de todos modos el ingreso per cápita es un muy engañoso índice que no refleja realmente el bienestar de la gente, pues se obtiene de dividir el PIB (Producto Interno Bruto, que es la producción económica anual de un país) entre su población total, sean pobres o ricos. Por ejemplo, el ingreso per cápita mexicano para el 2021, fue de $19,740 dólares, unos $357,200 pesos al cambio actual. Si consideramos que un 60 por ciento de la población mexicana laborando gana un salario mínimo, que es de $207.44 pesos diarios, si se percibe todos los días del año, serían apenas $75,716 pesos anualmente, apenas un 21 por ciento del ingreso per cápita, muy alejado. Como ven, es algo irreal. Si eso fuera, entonces México le debe a mucha gente su parte de la riqueza que supuestamente se genera anualmente.

Eso mismo pasa con China, así que mucho menos estará en la capacidad de atender a su población avejentada o que envejecerá.

Quiere la mafia en el poder forzar a las mujeres a seguir teniendo hijos, “inculcándoles valores, obedecer a sus familias. Los grupos feministas que han llamado a las mujeres a rechazar el matrimonio, han sido censurados y eliminados de las redes”.

Claro, si no se puede “por las buenas”, para eso está el autoritarismo machista, pero es muy difícil, indica Hawkins, que chicas como Cici cambien de opinión y “son la mayoría, pues ven que no pueden enfrentar gastos para tener hijos, como adquirir casas o darles educación”.

Por la reducción en la población y la que envejece, “entre el 2019 y el 2022, el número de personas en edad de trabajar, disminuyó en 40 millones, lo que dificulta incrementar los fondos de pensión y otros para apoyar a los adultos mayores. La Academia China de Ciencias Sociales, en el 2019, advirtió que el fondo de pensiones podría agotarse en el 2035. Por la pandemia, el gobierno permitió que las empresas pausaran sus contribuciones para la seguridad social, lo que significó un ahorro para aquéllas de 1.54 billones de yuanes, pero también ocasionó una disminución en los fondos de pensión de 13 por ciento, lo que llevó por primera vez a un déficit”.

Es claro que sólo los impuestos bien aplicados y distribuidos son los que pueden contribuir a buenos fondos de pensión, sobre todo, que se les cobre bien a las empresas y a los ricos. Otra cosa que seguramente los autócratas chinos no comprenden.

Dice Hawkins que han tratado de arreglar eso, invirtiendo en acciones de empresas los fondos pensionarios (como se hace en México con las Afores, muy deficiente sistema para que crezcan tales fondos), pero si no se amplía la base para incrementar tales fondos, con una buena economía, “el déficit se incrementará”, como señala el economista Zoe Zongyuan Liu, del Consejo de Relaciones Exteriores, citado por Hawkins.

Y como la edad para jubilarse es baja, 60 para hombres, 55 para mujeres y 50, para obreros, “es otro factor que no ayuda. Intentos para subirla, han tratado de hacerse, pero de inmediato protesta la gente”.

Se ve que para no complicar más las cosas, la mafia en el poder reacciona ante las protestas y las acata, con tal de evitar una generalizada insurrección social, lo que quiere evitar a toda costa. Y que es lo que ya cada vez más y más chinos, claman que suceda.  

El otro problema que está evitando que siga creciendo la economía china es que el dictador Jinping está implementando medidas que hacen más difícil los negocios para las empresas establecidas o las que desean establecerse. El artículo de The Guardian  titulado “Los mensajes contradictorios de Beijing dejan a las empresas cuestionarse si invierten o no en China”, firmado también por Amy Hawkins, analiza esa problemática. Nos introduce a su trabajo diciendo que “un renovado enfoque en seguridad nacional, a la par de tensiones geopolíticas, han dañado la confianza en el sector privado “ (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/oct/02/beijings-mixed-messages-leave-businesses-questioning-investments-in-china).

Comenta Hawkins que se ha establecido una Comisión Reguladora de Valores (CSRC por sus siglas en inglés) que regula qué tipo de empresas pueden estar o no en los listados de la Bolsa de Valores. “Empresas locales que hacen alcohol o pruebas de Covid-19, no tienen permitido listarse”.

Pero el problema adicional es que muchas empresas chinas que se listan en bolsas de valores extranjeras, deben de cumplir con normas que China prohíbe, pero que en otros países son obligatorias. Una de las obligaciones chinas es que las empresas chinas “no pueden distorsionar o derogar las políticas y leyes nacionales, el ambiente de negocios o la acción judicial”. Como se ve, tiene mucho que ver con la “seguridad nacional”, sobre todo, ahora que China tiene fuertes problemas con Estados Unidos, más en estos momentos que se ha ligado totalmente con Rusia, enemigo natural de aquél país.

Y es que cuando los problemas económicos se ligan a los geopolíticos (los de control de regiones o países, como Estados Unidos o China están haciendo), son muchas veces insuperables. En este momento, lo que menos desea Estados Unidos es seguirse entrelazando con China y por ello, como señalé antes, está prohibiendo que empresas armamentistas, sobre todo, establezcan operaciones en China, con tal de evitar la piratería tecnológica.

La empresa Syngenta, que antes era suiza y fue adquirida por ChemChina, está deteniendo inversiones justo por esos mensajes “contradictorios”, que están postergando también préstamos de bancos extranjeros que iban a participar en tales inversiones, justo porque no ven seguridad.

Otra empresa, Ming Yang Smart Energy Group, establecida en Guangdong, dedicada a energía renovable, comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores Londinense, vendiendo acciones por $657 millones de dólares, pues cumplía con los requisitos. “Pero ahora, por los nuevos requisitos impuestos por China, puede estar violando la ley de este país”.

Incluso, ha advertido China que algunas empresas pueden estar violando “secretos”. “Pero el problema es que las empresas no saben qué son secretos y qué, no”, señala Jens Eskelund, presidente de la Cámara Europea, citado por Hawkins.

Y eso, que cuestione Jinping la riqueza de las empresas y de sus dueños millonarios (lo que no se hace en Estados Unidos, en donde se enriquecen obscenamente), también es otro obstáculo que evitará mayor crecimiento chino.

Lo que desea hacer Jinping, en mi opinión, es un “capitalismo a la china”, algo imposible. Como señalé antes, hay leyes capitalistas inviolables. Y una, intrínseca, es la imparable acumulación de la riqueza.

Un último análisis, también firmado por Hawkins, analiza la estrategia de Jinping de hacer de China una súper potencia, sobre todo, en el sur pobre, ya que entre las naciones occidentales ricas, su popularidad está bajando. Es el artículo “Xi Jinping desea un mundo ‘multipolar’, en momentos en que China se aleja de occidente”, en el que agrega que “en vista de relaciones que cada vez se tensan más con occidente, Beijing está tratando de construir su influencia en el sur global” (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/oct/09/xi-jinpings-wants-a-multipolar-world-as-china-accelerates-its-shift-away-from-the-west).

Señala Hawkins que “ha tratado de pulir su imagen, dado que una reciente encuesta del Pew Center en naciones ricas, mostró que la mayoría de la población tiene una opinión desfavorable de China. No obstante, en naciones de ingreso medio, como Kenia o Nigeria, 70 por ciento de la gente, ve positivamente a China”.

Las opiniones negativas, seguramente se dan porque es un régimen represivo que trata de dar una imagen positiva hacia el exterior, pero que, como señalé antes, a sus ciudadanos los mantiene a raya, encarcelando o hasta ejecutando a sus opositores.

Por ello, durante años, China ha establecido programas de préstamos a países pobres, en aparentes actos de nobleza. “La meta de China, de establecer programas de financiamiento alternativos a los organismos occidentales, puede estar motivada para recuperar la demanda perdida en los mercados occidentales”, señala Eric Olander editor en jefe del sitio web Proyecto de China sobre el Sur Global, citado por Hawkins.

Ya señalé que el llamado nearshoring que quiere hacer de México la China de Latinoamérica (plan promovido por los mezquinos intereses de Estados Unidos, que llevará a contaminar más al país, a sobrexplotar nuestros recursos y seguir malbaratando a nuestra fuerza de trabajo), es justamente para depender cada vez menos y menos de China en todos los terrenos.

Así que China no está actuando desinteresadamente. Quiere hacerse de los recursos de los países a los que engancha con préstamos casi impagables, dedicados a realizar cuestionables y corruptos proyectos de infraestructura. Con eso, quedan obligados a pagar con lo que tengan. Como varios tienen importantes recursos naturales, con eso irán liquidando sus deudas (si es que realmente las pueden liquidar).

Y también les venderá todo lo que pueda, pues, como indica Olander, eso le permitirá recuperarse de los mercados occidentales perdidos.

También trata de hacerlo estableciendo centros para la enseñanza del mandarín, a través de sus Institutos Confucio, muchos de los cuales ya han sido cerrados porque “limitan el libre discurso en los salones, además de que buscan fomentar cuestionables ‘valores chinos’. En Estados Unidos, han sido cerrados 111 desde el 2018 y sólo 10 permanecen. En tanto que en Latinoamérica y el Caribe, han ido creciendo”.

Claro, a través de clases del mandarín, también se ha de ir inyectando ideología favorable a China, de mostrarla como un país “progresista”. Pero no es así, es un régimen autoritario que ha apostado a un crecimiento económico acelerado, ya frustrado. Eso no es progresismo. Es simple capitalismo salvaje.

Bueno, por todo lo anterior es que los billonarios chinos (que muchos han sido arrestados y hasta han “desaparecido” de la opinión pública, como Jack Ma, fundador de Alibaba) ya están abandonando el país, tanto ellos, así como sus fortunas, a pesar de los fuertes controles, con tal de evitar esa, digamos, fuga de capitales. Antes de la pandemia esa fuga fue de cerca de $150,000 millones de dólares (mdd). Y en la primera mitad del 2023, han salido $19,500 mdd. Y unas 13,500 personas con grandes fortunas van a abandonar China en el 2023, en comparación con los 10,800 que lo hicieron en el 2022 (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/oct/31/chinas-billionaires-looking-to-move-their-cash-and-themselves-out).

Ese será otro factor de presión en contra del crecimiento económico.

Tratando de aplicar medidas paliativas, han subido los salarios, lo cual ha reanimado algo la economía, al incrementarse las ventas. Sin embargo, el sector constructivo, que equivale a una cuarta parte de la economía china, continúa deprimido y hasta empresas inmobiliarias como la citada Evergrande o Country Garden, el mayor desarrollador de propiedades privados de China, están quebrando. Ya el FMI (Fondo Monetario Internacional), degradó sus proyecciones para ese país del 2023 y el 2024, indicando que la crisis inmobiliaria ocasionará que el PIB chino decline (ver: https://www.theguardian.com/business/2023/oct/18/china-economy-grows-retail-sales-rise-property).

Seguramente el incremento salarial se ha hecho con más préstamos, lo que tendrá posteriores consecuencias que, seguramente, incrementarán la actual crisis china.

De todos modos, no puede crecer ilimitadamente, como señalé al inicio.

Y una de las evidencias de que las cosas están mal, es que han incrementado los chinos que emigran a Estados Unidos, sobre todo, buscando una mejor vida, huyendo de la represión china y la falta de oportunidades. Son la cuarta nacionalidad, en número, luego de los venezolanos, que busca entrar a ese país. Es un éxodo que comenzó en el 2018, suspendido por la pandemia, pero que de nuevo está tomando ímpetu por los problemas citados. La citada profesora Cai Xia dice que “esta oleada de emigración, refleja la frustración hacia China. Esas personas han perdido esperanza en el futuro del país. Son trabajadores de cuello blanco que tienen educación y algunos, no. Son dueños de pequeños negocios y también que proceden de buenas familias”. Una escritora, Xi Yan, afirma que “el desempleo es altísimo. Y los dueños de pequeños negocios no pueden sostenerlos más”. Ella huye de la crisis económica y de la represión, ya que está en la “lista negra” porque hace seis años se reunió con otras personas para conmemorar a Liu Xiaobo (1955-2017), un activista ganador del Premio Nobel de la Paz en el 2010, que murió en prisión. Y en el 2015, Yan fue arrestada 25 días, por subir a las redes un mensaje para recordar a las víctimas de la infame represión y masacre de Tiananmen en 1989. Por esa brutal represión y la falta de un futuro, hay tanto migrante chino (ver: https://apnews.com/article/chinese-emigration-us-mexico-border-darien-381c215ff30f0f2349c2ea118aa280c6).

Así que, como ven, ni la maquiladora mundial, que ha abrazado, aunque lo niegue Jinping, al capitalismo salvaje tan entusiasmadamente, puede evadir las decadentes leyes de este sistema tan irracional.

No hay prosperidad eterna, como prometió Jinping. Sólo represión, pero ni ésta puede durar toda la vida. Mantendrá por la fuerza de las armas la “obediencia” de la gente, más no sus deseos de liberarse, algún día, de ese represivo régimen.

 

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