Empacadora de carne de EEUU, responsable de deforestación del Amazonas
Por Adán Salgado Andrade
Durante la nefasta, corrupta presidencia en Brasil de Jair Bolsonaro (1955), este Donald Trump brasileño, permitió criminales incendios de ganaderos, para que, en lugar de selva, quedaran sólo pastizales con qué alimentar a sus miles de cabezas de ganado (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/los-criminales-provocados-incendios-de.html
Bolsonaro, sin importarle que la selva brasileña fuera un pulmón mundial (entrega el 20 por ciento del oxígeno que respiramos), permitió esa criminal destrucción, pues sostenía, estúpidamente, que era más importante el desarrollo económico del país, que todo lo demás.
Y los efectos de esa devastación, aún se sienten, porque hay una empresa estadounidense que, sin importarle si las reses brasileñas de las que compra su carne, son criadas en zonas autorizadas o en aquéllas ilegalmente incorporadas, mediante criminales incendios, las sigue adquiriendo.
Es lo que expone el artículo de la agencia Associated Press, titulado “Cómo un intermediario estadounidense comercializador de carne, está contribuyendo a la deforestación de la selva amazónica de Brasil”, firmado por Sasha Chavkin. En su nota, denuncia cómo una empresa de Estados Unidos, Parker-Migliorini International, mejor conocida como PMI, ha estado comercializando carne de Brasil, obtenida de sitios ilegales, en donde antes existían selvas y ahora hay sólo pastizales, provocados por los criminales incendios forestales referidos (ver: https://apnews.com/article/brazil-china-amazon-deforestation-beef-climate-trade-2a7a9a4310b6abca727dabb596e2e84d).
Inicia Chavkin mencionando que por el mejoramiento salarial de China, en donde ha crecido la “clase media”, ha incrementado mucho la demanda de carne. “China se ha convertido en el mayor importador de carne y Brasil es su más grande proveedor. Más carne de res se mueve de Brasil a China que entre cualquier otro par de países”.
Y justo, como mencioné antes, tanto desarrollo de la ganadería está destruyendo la selva de Brasil.
La mencionada PMI es la que está incrementando la destrucción de la Amazonia, “pues ha vendido más de $1,700 millones de dólares (mdd) en los pasados diez años de carne Brasileña y más del 95 por ciento, sólo a China. Y en tal década, las importaciones chinas de carne, se han sextuplicado, de la que ha salido muy beneficiada PMI”, dice Chavkin.
Holly Gibbs, profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison, de geografía y estudios ambientales, citado por Chavkin, señala que “PMI ha contribuido a la depredación de la selva, pues se surte de empresas que compran vacas criadas en tierras deforestas ilegalmente”.
Por eso tanto incendio criminal, pues si hay una gran demanda, hay que incrementar la oferta, no importa que se acaben las selvas. Vean, pues, que la mezquindad humana, no tiene límites, porque impera el beneficio personal.
El año pasado la amazona brasileña perdió “más de 10,360 kilómetros cuadrados de área, equivalente a 3,000 canchas de fútbol cada día, de acuerdo con Imazon, un grupo brasileño que lleva el recuento de la destrucción”
¡Imaginen el daño tan brutal, pues serían áreas cuadradas de casi 102 kilómetros por lado, deforestadas cada día!
Por eso es que ya esa imprescindible selva está perdiendo su capacidad de autoregeneración, no puede con tanta salvaje destrucción (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/03/la-amazonia-brasilena-ya-no-se-esta.html).
Se muestran varias fotos de cómo ha ido avanzando la depredación. En algunas, sólo impera el café, pues se trata de pura tierra, ninguna mota de verdor. En otras, campos de cultivos están al lado de lo que fuera antes un frondosa selva. Otra, muestra árboles quemados de los devastadores incendios. En una más, espeso humo sobresale de la selva que está ardiendo. En otra, vacas pastan plácidamente en tierras que antes eran selváticas. ¡Verdaderamente un desastre!
De por sí, las severas sequías, que están secando ríos, matando peces, delfines y árboles en la amazonia, ya son señales apocalípticas del severo, irreversible daño ocasionado a la selva, por cambio climático y criminales acciones directas del hombre (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/10/la-apocaliptica-sequia-en-la-amazonia.html).
Agrega Chavkin que más de dos tercios de selva deforestada han sido convertidos en pastizales. Y JBS es la mayor procesadora de carne, tanto de Brasil, como del mundo (aquí, cabe señalar que los métodos para sacrificar a cientos de miles de animales a diario, además de crueles, esparcen enfermedades que tratan de combatirse con masiva aplicación de antibióticos, y con hormonas, buscan que los animales crezcan mucho más rápidamente, son fábricas de animales, en lugar de criaderos. Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2010/08/fabricas-de-animales-enfermedades-en_01.html).
Desgraciadamente, el incremento en la ingesta de carne y de productos lácteos, es lo que está llevando a que crezca la ganadería y su muy depredador y dañino efecto al medio ambiente. Hay alrededor de 940 millones de vacas en el mundo, que expelen casi el 10 por ciento de los gases efecto invernadero, por sus eructos, flatulencias y excrementos, sobre todo, metano, que es 28 veces más potente que el CO2 para guardar el calor. Es decir, que buena parte del planeta se ha convertido en un enorme establo maloliente.
Y en lugar de disminuir ese consumo con sustitutos vegetales de la carne (como los de soya o chícharos) o con carne de laboratorio, se sigue subsidiando en demasía a la carne. Por eso es que las alternativas veganas son tan caras, pues no se les subsidia. Son más fuertes los intereses de la industria cárnica (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/08/la-industria-de-la-carne-se-opone-que.html).
Y como las vacas procesan muchas sobras de la agricultura, es otra de las justificaciones para se siga incrementando, aun en contra del medio ambiente, la ganadería mundial (ver: https://gizmodo.com/why-can-t-we-just-quit-cows-1850989015).
Una reciente compra de 85,000 vacas hecha por JBS, fue de animales crecidos en tierras deforestadas ilegalmente. Y como no hay castigos, pues eso sigue incentivando a ganaderos ilegales a que quemen y conviertan selva a pastizal. Como dije, primero es el beneficio personal.
“No hay duda de que PMI se beneficia de ese comercio ilegal de carne”, señala Gibbs.
PMI es una empresa que vale $3,000 mdd y que cada año comercia 725.7 millones de kilogramos de carne de res, cerdo, pollo, algas y huevos cada año “y en el 2022, la empresa comercializó $616 mdd de carne de JBS, casi el doble que el efectuado por cualquier otro comprador”.
JBS compra al menos el 16 por ciento de su carne de vacas criadas en tierras ilegales, en Pará, estado brasileño amazónico, así que junto con PMI, eso las hace directamente responsables de la brutal depredación.
Incluso, JBS le compró 9,000 reses a un ranchero acusado no sólo de incendios criminales, sino de dirigir a una banda criminal. Chaules Volban Pozzebon está sirviendo “una condena de 70 años de prisión por distintas ofensas”, dice Chavkin.
También se surte PMI de Marfrig, otra procesadora de carne brasileña que compra reses ilegales. “A esta procesadora, Nestlé, la empresa suiza de comida, dejó de comprarle productos lácteos, justo porque comercia reses ilegales”.
Como siempre, las tres empresas, JBS, Marfrig y PMI, niegan que adquieran reses o carne ilegal, pero una investigación hacha por el FBI a PMI, demostró que compró carne ilegal, aun sabiendo que lo era. Así es su cinismo.
Pero mientras siga creciendo el consumo de carne en China (y en el mundo), ese comercio ilegal de carne, continuará. Las importaciones de carne brasileña han incrementado de $1,300 mdd en el 2013 a más de $8,000 mdd en el 2022, más de seis veces.
Así que no importa que la selva brasileña se acabe, con tal de que los chinos y el resto del mundo sigan saboreando sus “ricos guisados” de carne, en todas sus variedades (tacos, bistecs, carne frita, estofados, rostizados, asados, birria, caldos, tortas, hamburguesas, sándwiches…).
La panza es primero, dirán.
Contacto: studillac@hotmail.com
