China está dejando de ser la exclusiva maquiladora mundial
Por Adán Salgado Andrade
No hace muchos años, China, por sus bajos salarios, abundantes recursos naturales y energéticos, y laxas leyes ambientales, el capitalismo salvaje, la había convertido en la maquiladora mundial (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2011/01/el-sobrevalorado-y-anarquico.html).
Eso siempre ha sido parte del proceso que el capitalismo salvaje central ha manipulado, buscar alternativas de producción en otros países, para reducir sus costos, sobre todo, de mano de obra y seguir con la agresiva competencia entre las empresas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2007/11/el-outsourcing-en-r.html).
Claro que esa condición ha llevado a China a crecer anárquicamente, dañando sus recursos naturales y depredándolos. Los ríos más contaminados del mundo, se encuentran allí. Y la calidad del aire es pésima, llevando a periodistas como Chai Jing a realizar un documental sobre la contaminación del aire. La idea le surgió, luego de que su hija naciera con un tumor benigno en el útero, provocado por materias suspendidas y metales pesados en el aire (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/06/la-creciente-y-letal-contaminacion-china.html).
Se le consideraba a China, la máquina capitalista del movimiento continuo, pero está dejando de serlo. Para comenzar, los salarios, gracias a luchas sindicales, han ido subiendo poco a poco. Y ya ejerce mayores controles en las emisiones de las maquiladoras o empresas que produzcan allí. Pero la pandemia por covid, que se inició justo en China, a finales del 2019, y que ha resurgido a finales del pasado 2022, combinada con una recesión mundial, que ha bajado drásticamente el consumo, incluso, interno, está provocando que muchas empresas globales busquen, otras alternativas para fabricar sus productos.
Esa situación la comenta el artículo del portal digital Insider, titulado “China está perdiendo su lugar como el centro de las cadenas mundiales de suministros. Estos son los cinco países que la están sustituyendo”, firmado por Huileng Tan, quien afirma que “China, es la fábrica del mundo, pero el covid 19 ha mostrado que el mundo necesita más que a China para mantener robustas a las cadenas de suministro” (ver: https://www.businessinsider.com/china-trade-war-covid-companies-moving-supply-chains-2022-12?r=MX&IR=T).
En efecto, no sólo para el proceso de fabricación final de miles de productos, sino como para la producción de suministros de otras cadenas, en los países matrices, China ha sido muy importante (la producción capitalista requiere de materias primas y productos elaborados para fabricar los finales. Por ejemplo, un automóvil estadounidense, puede elaborarse en la fase final en China, o algunos de sus componentes, para abaratarlos, y armarlo completamente en Estados Unidos).
Dice Tan que los problemas comenzaron durante la era Trump, cuando se impusieron tarifas extras para proteger algunas industrias estadounidenses. “Los inversionistas, buscaron otros sitios, con tal de evitar problemas geopolíticos”. Claro, pues si las tensiones contra China, escalan, eso tiene consecuencias en la producción (por ejemplo, que no se permitieran importaciones chinas, a pesar de que los productos importados sean de subsidiarias de empresas estadounidenses).
Esas tensiones, se han agravado durante la presidencia de Biden, indica Tan, pues no le ha interesado a aquél “suavizar tarifas, ni restricciones. Por ello, varias empresas ya invierten en otros países, adelantándose a lo que pueda venir”.
Uno de los primeros países es India, que sobrepasará la población china en el 2023. Ya, empresas como Apple, están llevando la producción de sus celulares a ese país, que cuenta con mano de obra muy calificada y hasta menores salarios que en China. “Se calcula que uno de cada cuatro iPhones serán fabricados en la India, para el 2025, de acuerdo con analistas de JPMorgan. Y en el 2022, recibió una inversión extranjera directa de $83,600 mdd (mdd). Sin embargo, los engorrosos trámites burocráticos, todavía son un obstáculo para que la inversión extrajera crezca”.
Bien, aquí quiero dejar muy claro, que la inversión extranjera directa no es tan benéfica como parece, pues las empresas lo hacen, tanto para recuperar lo invertido, así como para extraer ganancias. Así que, luego de un periodo de tiempo, la inversión inicial, que metió dinero a un país, resulta negativa, por las ganancias que las empresas se comienzan a llevar de tal inversión, además de a ésta. Por ello es que los países en que empresas extranjeras invierten, cada vez están endeudados. China es un buen ejemplo, la que tiene una deuda externa de $2,481,500,000,000 de dólares (dos billones, cuatrocientos ochenta y un mil quinientos millones de dólares, equivalentes a 1.91 veces el PIB de México del 2021, que fue de 1.293 billones de dólares).
Lo mejor sería que cada país atrasado y dependiente, México, entre ellos, avanzara tecnológicamente y tuviera empresas nacionales que produjeran la mayor parte de los bienes realmente esenciales que se requieran, como alimentos, transportes, energía, medicamentos, aparatos médicos, científicos… y así.
Como los controles del capitalismo mundial hacen muy difícil salir del subdesarrollo, eso es muy difícil de conseguir (China lo ha logrado, en parte, pero en muchas cosas, sigue dependiendo de los avances tecnológicos externos. Por ello, ha tratado de copiarlos, robando secretos industriales o realizando ingeniería reversible, para ver cómo funcionan y fabricarlos).
En fin, volviendo a las otras alternativas, para que el capitalismo salvaje siga bajando sus precios en la mencionada, agresiva competencia que se establece entre las empresas globales, está Vietnam. En este país, ha crecido la inversión extranjera, llegando a $31,150 mdd en el 2021. “Se ha fortalecido en los sectores de fabricación de ropa, zapatos, electrónicos y electrodomésticos. Apple, ya también movió a ese país algo de su producción de celulares y laptops y lo mismo han hecho empresas como Nike, Adidas y Samsung”.
Como menciono, todo con tal de hallar zonas salariales más bajas y menos riesgosas.
El otro paraíso industrial es Tailandia, considerada como “la segunda mayor economía asiática”. Es, de por sí, un centro de producción de partes de autos, vehículos y electrónicos, “con multinacionales como Sony o Sharp, que ya se han instalado allí. Sony, cerró la producción de celulares que tenía en Beijing, para reducir costos, relocalizándola en Tailandia. Incluso, mismas empresas chinas, se han ido allí, para reducir costos y evadir los problemas geopolíticos entre EU y China. La empresa JinkoSolar, fabricante de paneles solares, está moviendo toda su producción a ese país”.
Así que, como ven, no hay lealtades en el capitalismo salvaje. Las empresas, por muy nacionales que se sientan, se irán a donde les convenga a sus intereses.
El otro país es Bangladesh, en donde el salario promedio de un obrero de la confección de ropa, su fuerte, es de “$120 dólares, comparado con los $670 que cobra un obrero en Guangzhou. También, el encarecimiento de las materias primas en China, ha llevado a fábricas de ropa a establecerse en Bangladesh, a pesar de que ha tenido muy sonados casos de muertes de trabajadores por malas instalaciones fabriles, como el del 2013, en que el colapso de un edificio, mató a 1,132 trabajadores. En el 2021, ese país exportó $42,000 mdd, siendo el 85 % de sus exportaciones. Es el segundo productor de prendas de vestir, después de China”.
Aquí, hay que precisar que la industria de la confección, es una de las que más sobreproduce. Pueden verse los millones de prendas que se hacen, y que nadie compra, que terminan en las “pacas”, si bien les va, o en la basura. Hoy, hay “cinco veces más prendas que de las que nuestros abuelos podían disponer. No sólo eso, sino que también es muy contaminante y demandante de agua, a la que también contamina permanentemente. Se requieren de 9,700 litros para producir un solo kilogramo de algodón. Y esa industria es responsable de producir entre el 5 y 10 por ciento de las emisiones globales de CO2 (ver: https://www.sustainyourstyle.org/en/whats-wrong-with-the-fashion-industry).
Pero esa sobreproducción, ni contaminación, ni esas emisiones de carbono, importan a las empresas globales. Sólo, en donde se pueda producir más barato, para incrementar sus ganancias.
El otro país mencionado por Tan es Malasia, que, desde hace años, figura como país maquilador y que es frecuente ver en productos que adquirimos, como electrónicos y electrodomésticos. “Hay 32 proyectos que se tiene pensado relocalizar de China a Malasia. Y hasta el 2021, la inversión extrajera directa, ha sido de $48,100 mdd, siendo las manufacturas y la fabricación de vehículos, las principales ramas”.
Hasta México está participando del boom relocalizador. Ya se concretó un proyecto para fabricar baterías de autos eléctricos, promovido por la canadiense Bombardier Recreational Products, que construirá en Querétaro, una planta para ese fin y para “fabricar motocicletas eléctricas” (ver: https://www.gob.mx/sre/prensa/arranca-el-primer-proyecto-de-inversion-para-mexico-de-produccion-de-baterias-de-coches-electricos).
Quizá por eso, China, viendo que está dejando de ser la maquiladora mundial, esté tratando de proteger mejor sus recursos naturales, permitiendo que en otros países, se depreden bosques y selvas, como sucede en Myanmar, en donde los corruptos, asesinos, mafiosos militares en el poder, expropian tierras de gente que vive en la selva – amenazándolos de que los matarán si no ceden –, para deforestarla y explotar metales de tierras raras, como el cerio, muy necesarios para la industria electrónica china (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/los-golpistas-de-myanmar-matan-gente-y.html).
Probablemente la mafia china en el poder, considere, como dije, que no vale la pena seguir destruyendo a su país, si no sigue habiendo el crecimiento económico al que estaba acostumbrado.
De hecho, ya está resintiendo bastante el bajón económico. “Calles antes pletóricas de movimiento, ahora lucen vacías, con letreros colocados en las paredes de negocios, no solicitando trabajadores, sino que están en venta. Las restricciones de la pandemia y la baja mundial en el consuno, son las causas. Las ventas de fábricas de ropa, han bajado dos tercios. Las concesionarias de autos, están llenas de vehículos sin vender. Las tiendas, tienen llenos sus estantes. Los analistas, ven muy larga y difícil la recuperación de la economía china” (ver: https://www.nytimes.com/2023/01/02/business/china-economy-covid.html).
Como hemos visto, no hay lealtades de las empresas globales, ni a sus países, ni a los que las han acogido por tantos años, destruyendo y contaminando sus recursos naturales, como ha sucedido en China.
El capitalismo global se guía por la maximización de las ganancias, no por ser leal. Eso, que se deje a los novios y novias, dirán.
Contacto: studillac@hotmail.com