Elon Musk no se interesa en la seguridad de sus empleados, con tal de llegar a Marte
Por Adán Salgado Andrade
Elon Musk (Sudáfrica, 1971), se siente “salvador de la humanidad”, pensando en proyectos que, según él, rescataran a aquélla del apocalipsis. Y muchos, ni los ha terminado o ha mentido (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/05/elon-musk-falso-salvador-de-la-humanidad.html).
Por ejemplo, como con sus autos eléctricos, fabricados por Tesla, en donde sus trabajadores son sobrexplotados, trabajando a veces hasta 80 horas diarias, con tal de completar sus cuotas de producción (ver: https://socialistrevolution.org/why-elon-musk-cant-save-humanity/).
Quiere imponer Musk que los autos eléctricos son la “solución” a los problemas climáticos. Pero no es así, pues fomentarán más el extractivismo (por todos los metales y minerales, como litio, cobalto, grafito, metales de tierras raras... que usarán sus baterías, que ni se reciclan o muy poco) que seguirá depredando y contaminando al planeta, además de que, lo más importante, sólo entrañan un nuevo impulso al consumismo para dar más aliento al decadente capitalismo salvaje (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/06/cada-vez-es-mas-evidente-que-los-autos.html).
Y sobre esos autos, Musk afirmó, categórico, en el 2019, que “comprar un auto hoy, es una inversión futura. Pienso que lo mejor es que si usted adquiere un Tesla hoy, creo que estará comprando un instrumento que se apreciará, no uno que se depreciará”. Lo cual no ha sido así, pues si alguien adquirió un Tesla en el 2022, habrá perdido alrededor de $41,000 dólares, sobre todo porque Tesla, con tal de incrementar la demanda, ante la fuerte competencia, ha bajado, justamente, hasta en $41,000 dólares, en promedio, los precios de sus autos. O sea, hasta en eso ha mentido Musk (ver: https://jalopnik.com/if-you-bought-a-tesla-one-year-ago-it-has-lost-as-much-1851011677).
Es uno de varios ejemplos en donde sus afirmaciones han sido poco fiables o mentirosas.
Otro de sus cuestionables proyectos es colonizar a Marte en el 2050, algo que carece de bases tecnológicas que lo sustente, sobre todo porque no hay todavía los avances suficientes para lograr tal proeza (se cuestiona cómo llevaría, por ejemplo, todo el material constructivo, el combustible, el oxígeno o la población que viviría allí, en tan corto tiempo). Muchos dicen que, a como están las cosas, basta con seguir explorando Marte, quizá enviar una nave tripulada, pero no más. Es mejor enfocar tantos esfuerzos y recursos a salvar las condiciones terrestres que nos permitan seguir viviendo en el planeta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/es-mejor-solo-explorar-marte-no-vivir.html).
Pero el prepotentemente obstinado Musk dice que lo logrará con su empresa SpaceX, que ya ha enviado varios cohetes a órbita y trabaja con la NASA para llevar uno de sus cohetes a la Luna.
Sin embargo, todo eso lo está haciendo a cambio de mantener sobrexplotados a sus trabajadores de SpaceX, además de descuidar su seguridad, como muestra un estudio hecho por Reuters. El artículo del portal Gizmodo titulado “Los empleados de SpaceX se rompen los huesos o se hieren la cabeza, debido al desprecio de la compañía por la seguridad, de acuerdo con estudio”, firmado por Passant Rabie, expone esa situación, introduciéndonos en su trabajo con que “de acuerdo a una investigación de Reuters, la compañía de Elon Musk prioriza la carrera hacia Marte, en lugar de adherirse a regulaciones, con tal de cumplir con autoritarias metas” (ver: https://gizmodo.com/spacex-elon-musk-safety-lapses-severe-employee-injuries-1851012184).
Inicia explicando cómo aunque SpaceX ha logrado colocarse a la vanguardia en la naciente industria espacial, lo ha hecho a costa de descuidar a sus trabajadores, “como muestra una investigación de Reuters, que entrevistó a 600 empleados, destacando la negligencia de la empresa para adoptar medidas de seguridad”.
“El estudio halló que trabajadores y ex trabajadores, sufrieron desde cortaduras, 100, huesos rotos o dislocaciones, 29, machucones de manos o dedos, 17, y que nueve se hirieron la cabeza, incluyendo una fractura de cráneo, cuatro contusiones y un severo daño cerebral. Reuters también reportó cinco electrocuciones, ocho accidentes que condujeron a amputaciones y siete daños a ojos”.
¡Vaya, pareciera que revisó a una fábrica del siglo 19 o a una minera de las que no cuentan con medidas, ni equipo de seguridad. Todo, con tal de satisfacer las ambiciones de ese mezquino megalómano!
Los trabajadores contratados tienen poca experiencia, además de que se les forza a saltarse medidas de seguridad, con tal de cumplir con los duros plazos. Tom Moline, un ex ingeniero de la empresa, citado por Rabie, dijo a Reuters que “Todo el objetivo de Musk es llegar a Marte lo antes posible. Y la empresa justifica hacer de lado todo lo que pudiera oponerse a tal meta, incluyendo la seguridad laboral”.
Claro, los ha de “incentivar” con que ustedes serán los “salvadores” de la humanidad y si mueren en el intento, más los apreciarán. Es tan autoritario, que no quiso parar labores de Tesla durante la pandemia, pues decía que su labor era “prioritaria”.
Reuters halló también que la empresa no reporta los accidentes a la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, y que “alrededor de dos tercios de los accidentes que la investigación encontró, no fueron consignados”.
Seguro sólo les da una palmada en el hombro y les dice “¡adelante, hermano, eres el salvador de la humanidad!”.
La OSHA ha multado a la empresa con $50,836 dólares (una ridiculez), por no haber otorgado medidas suficientes de seguridad para evitar la muerte de un trabajador, así como de otros siete muy serios incidentes, pero SpaceX niega esas imputaciones y ataca a la agencia”.
Por supuesto que nunca va a aceptar sus mezquinas acciones. Hace lo mismo, por ejemplo, que Amazon, que descuida a sus trabajadores y hasta cuando se mueren, oculta sus muertes, con tal de que sigan trabajando sus empleados (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/en-instalacion-de-amazon-ocultaron.html).
A Musk no lo detuvo que el primer intento de lanzar su cohete Starship haya resultado en una explosión. Está obstinado en volverlo a lanzar el 13 de noviembre del 2023. Ya se verá si funcionó (ver: https://gizmodo.com/spacex-starship-rocket-second-flight-weeks-away-musk-1850994741).
Como ya señalé, está asociado con la NASA para llevar hombres de nuevo a la Luna con sus misiones Artemisa. Y de allí a Marte, pues se siente “presionado para colonizar ese planeta y salvar a la humanidad de la destrucción de la Tierra”.
Vaya iluso. No cabe duda que es un megalómano ávido de poder. Mejor debería de ayudar a salvar las condiciones que nos permitan seguir viviendo en la Tierra.
Por ello, a la empresa no le importó la muerte de uno de sus empleados, Lonnie LeBlanc, en el 2014, que falleció en una instalación de SpaceX en McGregor, Texas, mientras transportaba hule espuma para aislamiento. “Cayó del camión que llevaba la carga, pues como no había cuerdas para sujetarla, se sentó encima, pero perdió el equilibrio”.
En otro incidente, una parte que se desprendió de un motor Raptor V2, que era sometido a una prueba de presión, fue a dar a la cabeza de un trabajador, fracturándole el cráneo, lo que lo dejó en coma. “Empleados que atestiguaron el incidente, dijeron que la parte que falló, ya se había visto previamente que tenía una falla, pero que nada se hizo. El empleado sigue igual” (ver: https://gizmodo.com/spacex-technician-spends-months-coma-accident-1849681338).
Como dije, parecerían instalaciones mineras de países pobres.
Travis Carson, un ex soldador de la empresa y supervisor de producción, le dijo a Reuters que “la idea de seguridad de SpaceX es, ‘bueno, tú decides qué es seguro para ti’, lo que significa realmente que no se hace responsable. Es una terrible manera de actuar en ambientes industriales”.
Reuters también reportó cómo al mismo Musk le importa un bledo la seguridad, cuando se puso a accionar un lanzallamas en la planta de Hawthorne o su petición de pintar de negro o azul el color amarillo de la maquinaria, que es por seguridad, porque “le molestan los colores brillantes”.
De los comentarios dados por los lectores del artículo, todos están en contra de Musk. “Otra prueba más de que Musk es un imbécil”, dice uno de ellos.
En efecto, un tipo que coloca por encima sus mezquinos, irreales proyectos por encima de la seguridad y la vida de sus trabajadores es eso, un imbécil.
Y a ese imbécil es al que mucha gente de México está alabando por su plan de construir una planta para fabricar sus autos eléctricos en Monterrey, a pesar de la escasez de agua.
Ni imaginar cómo va a tratar a los obreros mexicanos, en vista de cómo trata a sus contrapartes estadounidenses.
Seguramente va a decir “que se mueran, total que hay muchos mexicanos frijoleros que dejarán contratarse por unos miserables dólares”.
Contacto: studillac@hotmail.com