martes, 1 de agosto de 2023

Se generan muchos microplásticos al calentar recipientes plásticos en microondas

 

Se generan muchos microplásticos al calentar recipientes plásticos en microondas

Por Adán Salgado Andrade

 

La epidemia de plásticos invade todo el planeta, desde ecosistemas naturales prístinos, hasta plantas, animales y humanos. Ya el Ártico, a pesar de estar localizado tan remotamente, presenta miles de toneladas de plásticos acumuladas en toda su área (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/07/en-el-artico-hay-210-mil-toneladas.html).

No se sabía de los efectos a la salud que dejan los microplásticos, que son plásticos que se desintegran  (no se degradan, como se engaña, pues no son sus tóxicos químicos biodegradados por el medio ambiente) en partículas menores a 5 milímetros, pero un estudio reciente, que experimentó con alimentos para bebés, que están contenidos en envases plásticos, ha demostrado que pueden ser hasta mortales.

Eso lo expone el artículo del portal Wired titulado “Por amor de Dios, dejen de microhornear plásticos”, firmado por Celia Ford, quien inicia con que “un estudio de contenedores de comida para bebé, muestra que al microhornear plásticos, se producen millones de millones de fragmentos de polímeros” (ver: https://www.wired.com/story/for-the-love-of-god-stop-microwaving-plastic/).

A manera de ilustración, una foto inicial muestra una silla de bebé y sobre la charola, productos “alimenticios” para bebés, en frascos, un vaso para líquido y un plato hondo, todo de plástico, por supuesto, así como el reguero que haría un bebé al estar, no precisamente, comiendo, sino cuando se desespera, todo lo avienta y salpica paredes y demás, una acción típica de esa edad. Bueno, aquí hay que señalar, además que no todos los alimentos industrializados para bebés son realmente nutritivos, la mayoría conteniendo azúcares, grasas, sodio y calorías en exceso. Hace poco se demandó a la empresa estadounidense Heinz por mentir acerca del contenido “nutricional” de sus productos para bebés (ver: https://www.bellybelly.com.au/baby/are-commercial-baby-foods-unhealthy-what-you-need-to-know/).

Y si consideramos lo que se halló en el estudio de microplásticos, los resultados son dramáticos.

Las investigaciones las hizo Kazi Albah Hussain, doctor en física en la Universidad de Nebraska, “preocupado por lo que ingería su hijo recién nacido”.

“Adquirió alimentos de bebés en contenedores plásticos, los vació del contenido y los sometió, junto con sus colegas, a calentamiento en hornos de microondas. El resultado fue que todos emitieron millones de microplásticos e incluso de nanoplásticos, que son menores que aquéllos”, señala Ford.

Supuestamente, la mayoría de los microplásticos son expelidos del organismo por el excremento o a través de la orina, así que los riñones son uno de los órganos que entran en contacto muy cercano con aquéllos, como señala el profesor de química John Boland, del Trinity College Dublin, citado por Ford. “Pero los nanoplásticos son tan pequeños, que penetran membranas y tejidos “y pueden desplazarse a sitios en donde no debieran”.

El profesor Leonard Trasand, de la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York y director del Centro de Investigaciones sobre peligros medioambientales, citado también por Ford, señala que “los químicos con que se hacen los plásticos hackean las hormonas del cuerpo. Esas hormonas sirven para muchas funciones corporales, así que los químicos plásticos, llamados disruptores endócrinos, tienen el potencial de mezclarse con todo, desde el metabolismo, hasta el desarrollo sexual y la fertilidad”.

“Lo bebés son más propensos a daños, que los adultos”, señala Hussein, quien hasta sometió a sus experimentos a envases que tenían la leyenda “pueden usarse en microondas”, incluso aprobados por la FDA (la agencia de drogas y alimentos de Estados Unidos, por sus siglas en inglés).

Simularon usarlos como si tuvieran remanentes de alimentos, congelándolos y descongelándolos en microondas. ¡Y todos, hasta los que eran “seguros” para microondas, soltaron microplásticos y nanoplásticos, 4.2 millones y 1.2 billones (1.2 millones de millones) de microplásticos y nanoplásticos respectivamente por centímetro cuadrado!

Y entre más se calentaran, más de esas tóxicas partículas plásticas soltaron. “Me aterró ver tantos microplásticos en el microscopio”, exclama Hussein. Realmente aterrador hasta dónde hemos llegado con esa nefasta sustancia, que maldita la hora en que fue inventada.

Para comprobar el daño que provocan al organismo, Hussein y colegas tomaron muestras de tales partículas y las pusieron en contacto con células renales, pues los riñones son los órganos que tienen más interacción con ellas, y “75 por ciento de tales células murieron en dos días de contacto. Entre más la concentración, más mortal resultó”.

Hussein aclara que las concentraciones son mayores a las que un bebé acumularía, pero que pueden darse con el tiempo y “es muy importante estudiar sus efectos en el largo plazo”.

Dice Ford que aunque Hussein ha sido el primer investigador en experimentar los efectos de los microplásticos en células, ya un artículo publicado por el Journal of Hazardous Materials (Revista sobre los materiales dañinos), el año pasado, afirmaba que los microplásticos “pueden ocasionar muerte celular, inflamación y estrés oxidante. Y con el estudio de Hussein, se confirman más esos hallazgos”.

Pero el problema es que microplásticos y nanoplásticos, como señala Ford, no están sólo en los alimentos, sino en todas partes, hasta los respiramos, porque inclusive flotan. Ingerimos el equivalente a una tarjeta plástica de crédito de ellos cada semana (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

Por eso se recomienda que para no incrementar esa ingesta de partículas plásticas, no se calienten en microondas alimentos en contenedores plásticos, “es mejor usar los de vidrio”.

Tampoco los investigadores consideran que haya plásticos seguros, que se puedan “usar en microondas”. “Lo mejor es no hacerlo”, recomienda Boland y que la “FDA deje de aceptarlos como seguros”.

Señalan que no deberían de ser tan permisivas las instituciones gubernamentales que certifican los envases de las empresas y menos si no se realizan pruebas adecuadas con investigadores próvidos. “Porque por eso, las empresas hacen lo que quieren, pues, además, les sale muy barato seguir usando envases plásticos no aprobados previamente”, señala Boland.

Y como va en aumento la producción de microplásticos, incrementarán sus daños ambientales y a la salud (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/01/las-contaminantes-petroleras-y-coca.html).

Así que ahí están los daños que sí ocasionan los microplásticos a la salud y tantas enfermedades raras que seguramente están generando, como cánceres y otras crónico-degenerativas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/05/conviviendo-con-una-persona-con.html).

Esos son los efectos que ha creado la “gran civilización”.

Y le debemos dar las gracias al gran capitalismo salvaje, generador de tanta depredación y contaminación ambiental, como los invasivos microplásticos.

 

Contacto: studillac@hotmail.com