viernes, 18 de agosto de 2023

Los peligrosos buques que transportan petróleo ilegal

 

Los peligrosos buques que transportan petróleo ilegal

Por Adán Salgado Andrade

 

Actualmente hay un buque carguero petrolero, el FSO Safer, que contenía más de un millón de barriles de petróleo, anclado frente a las costas de Yemen desde el 2015, debido a los conflictos de guerra civil que se dan en dicho país. El petrolero se estaba oxidando y en cualquier momento pudo haberse colapsado y soltar toda su carga. Por fortuna, el 11 de agosto pasado, todo su petróleo fue bombeado a otro petrolero, el Yemen. De otra forma, habría sido una catástrofe ambiental si se hubiera regado todo ese petróleo (ver: https://www.imo.org/en/MediaCentre/HotTopics/Pages/FSO-SAFER-oil-spill-risk.aspx).

Pero hay barcos que transportan petróleo de manera ilegal y que están en muy malas condiciones, como el FSO, lo que es un peligro tanto para la tripulación, así como para el ecosistema marino, pues si naufragan podrían soltar su contaminante carga.

Es lo que expone el artículo del portal digital Hakai Magazine, titulado “Las víctimas ocultas de la flota clandestina”, firmado por Nathaniel Peutherer, quien agrega al título que “sin su conocimiento, a marinos  se les arriesgan sus vidas por clandestinos transportistas de petróleo sancionado” (ver: https://hakaimagazine.com/news/the-hidden-victims-of-the-shadow-fleet/).

El artículo inicia mencionando a Satyam Tripathi, de 27 años, originario de Uttar Pradesh, India, quien se sentía muy orgulloso de trabajar en un petrolero, el MT Pablo, en donde había estado trabajando por varios meses.

Tripathi ignoraba que el petrolero transportaba petróleo sancionado de Irán, país que, justamente por sanciones debidas a su programa nuclear, tiene prohibido comerciar su petróleo. Pero hay embarcaciones justo como el MT Pablo, que lo hacen, operando de forma clandestina, ilegal. “son barcos que casi son chatarra y están a punto de ser sacados de servicio, pero a las empresas que los operan, no les importa eso”, señala Peutherer.

El día del cumpleaños número 27 de Tripathi, fue felicitado por su madre, deseándole bien y que estuviera feliz en su trabajo. Fue el primero de mayo del 2023. En la tarde de ese día, por las malas condiciones en que se encontraba el MT Pablo, estalló. “Veinticinco tripulantes fueron salvados luego de la explosión, por otra embarcación, pero tres permanecían desaparecidos, entre ellos, Tripathi”.

Una foto del entusiasta muchacho se muestra. Se le ve feliz, con su gorra. Tenía nueve meses trabajando, como mecánico de cubierta, encargado de reparar las máquinas a bordo. “No sabía que ese petrolero cargaba petróleo sancionado iraní, pues fue contratado por SeaSpeed Marine, una agencia de contratación de tripulación certificada, supuestamente seria, ubicada en Mumbai India. Parecía para Tripathi un empleo honesto y respetable y era muy apreciado por sus amigos”.

Sus familiares sólo recibieron una llamada del empleador de Tripathi, “pero ya nadie lo estaba buscando, luego de la explosión, pues ya habían terminado las labores de rescate” Uno de sus hermanos, Shubham, desesperado, se puso a buscar en Google “y fue cuando se enteró de que el barco en donde había trabajado Satyam era irregular y por eso no se habían hecho mayores esfuerzos por seguir con la búsqueda. Pero estuvo seguro que su hermano nada sabía al respecto”.

Desgraciadamente es muy común ese tipo de contratos, en donde se aprovechan de la necesidad de la gente por trabajar y mantenerse. Hay barcos pesqueros que mantienen en condiciones de semi esclavitud a sus empleados, migrantes, la mayoría. Y como también están muchos en malas condiciones, por sobrepeso, naufragan y muchos de esos trabajadores mueren antes de que algún barco cercano los rescate (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/trabajadores-esclavizados-en-barcos.html).

Se comprende porqué Satyam estaba tan ilusionado con su nuevo empleo, pues nada sabía, ni que estuviera trabajando en un barco que ya estaba destinado a ser convertido en chatarra, pero que la mezquina empresa que lo adquirió le dio “nueva vida” y otro nombre, de los muchos que ya había tenido.

La familia se quejó, pero nadie les ha ayudado. No les queda más que llorar la desaparición de Satyam, quien debe de estar muerto ya.

El barco estaba registrado a nombre de la empresa Pablo Union Shipping, “una empresa inactiva que no puede rastrearse, pues sólo se usa como cobertura”, señala Peutherer.

Luego del estallido, el barco, sin nadie que lo reclame, anda a la deriva, frente a las costas de Malasia, y representa un peligro para otros barcos”.

Antes del estallido, el Facebook de Satyam mostraba que había mucha actividad, haciendo muchas escalas en Malasia, transfiriendo petróleo de un carguero a otro, “para disimular su origen. Estos barcos ilegales se mueven fuera de las rutas establecidas, muchas veces deshabilitando sus sistemas de localización que son obligatorios. Tampoco siguen medidas de seguridad estándar. Sus operaciones son sin barcazas que los remolquen ni otras medidas de seguridad”.

Sam Chambers, un experto en embarcaciones, citado por Peutherer, dice que “la suerte que corrió el Pablo, muestra lo que está por venir, pues como el petróleo de Rusia está sancionado, por la invasión que hizo a Ucrania, aquél país recurrirá a la misma flota clandestina que le sirve a Irán. Y habrá personas que correrán el mismo riesgo de Satyam, perdiendo sus vidas”.

Así que otro daño colateral que está dejando la ya muy larga e infame invasión a Ucrania, es el tráfico ilegal de petróleo, en donde trabaja gente honesta, como Satyam, que por necesidad están allí.

Además de los accidentes que tan viejos cargueros pueden sufrir, lo que provocaría catástrofes ambientales por tanto petróleo que derramaría uno sólo de tales barcos, como en su momento sucedió con el Exxon Valdez que el 24 de marzo de 1989 zozobró y derramó 260,000 barriles de petróleo frente a las costas de Alaska y cuyas consecuencias todavía son resentidas 34 años después (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Exxon_Valdez_oil_spill).

Pero como los intereses económicos pesan más que las vidas humanas, seguirá esa lucrativa invasión, así como el igualmente lucrativo negocio de petróleo sancionado.

Son las exigencias del capitalismo salvaje.

 

Contacto: studillac@hotmail.com