sábado, 22 de octubre de 2022

Deben de habilitarse más áreas de recarga en ciudades para evitar inundaciones

 

Deben de habilitarse más áreas de recarga en ciudades para evitar inundaciones

Por Adán Salgado Andrade

 

En agosto del 2016, un grupo de vecinos y quien esto escribe, emprendimos una lucha para evitar que la entonces mafiosa administración del delincuente y corrupto Miguel Ángel Mancera Espinoza (actual senador del PRD), construyera sobre un área verde, localizada en la calzada Zaragoza, cercana al metro Puerto Aéreo, una obra para, supuestamente, bombear aguas negras y evitar inundaciones (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2016/11/activismo-movilizacion-social-y.html).

Finalmente, mediante represión de cientos de granaderos contras los activistas, como siempre sucede, se contuvo el movimiento y se construyó esa inútil obra gris, aunque no en la zona verde (se hubieran cortado más de cien árboles), sino sobre una zona asfaltada (en donde antes se ponía un circo. Debió de dolerles a las corruptas “autoridades” suprimir la entrada monetaria que seguramente les dejaba “rentar” ese espacio). La planta de bombeo no se ve que se use, las inundaciones siguen, pero los casi 300 millones de pesos que, se dice, costó, sólo fue un dinero corruptamente empleado (su finalidad original era para bombear las aguas negras de la zona en donde el aeropuerto Benito Juárez, dejaría de operar, en donde se tenía proyectado construir fraccionamientos y grandes centros comerciales. Eso fue gracias a que, finalmente, se detuvo la también corrupta obra del aeropuerto de Texcoco, que habría ocasionado más inundaciones a la ciudad de México, ya que esa es una zona de recarga, justo lo que estamos viendo en el presente artículo).

Pesaron, de todos modos, los argumentos que dimos durante el movimiento, en el sentido de que si se quieren evitar inundaciones, deben de habilitarse más zonas de recarga, en lugar de construir obras de drenaje (obras grises) que, ante las cada vez más inusualmente intensas lluvias, resultan insuficientes. Así que entre más camellones de áreas verdes, jardines y pavimento poroso se tenga, se podría mejorar la recarga de los sobrexplotados acuíferos de la ciudad, como sucede ya en varias urbes, que sus fuentes de agua subterránea, están muy bajas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/06/las-declinantes-reservas-de-agua.html).

Esa situación, provoca hundimientos (subsidencia), pues los suelos que están sobre los acuíferos sobrexplotados, se van colapsando (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/06/las-ciudades-que-se-hunden-por.html).

Así que es forzoso que se vayan adoptando otras estrategias, para permitir la recarga de las aguas subterráneas, con tal de contar con más agua (un vital elemento cada vez más escaso) y evitar los citados hundimientos. Justo el artículo del portal Wired, titulado “Si usted no vive ya en una ciudad esponja, pronto lo hará”, firmado por Matt Simon, expone lo dicho, quien agrega que “menos pavimento y más áreas verdes, ayudan a absorber agua, en lugar de enviarla por tuberías. Es algo muy conveniente para gente y ecosistemas urbanos” (ver: https://www.wired.com/story/if-you-dont-already-live-in-a-sponge-city-you-will-soon/).

El artículo se refiere, principalmente, a lo que sucede en algunas ciudades de Estados Unidos, pero es algo aplicable en todas partes, como veremos.

Abre el artículo una foto de una extensa área de recarga en Los Ángeles, la Tujunga Spreading Grounds (Área Colectora Tujunga), que recibe agua de lluvia, la cual, se filtra al subsuelo. Son los llamados proyectos “esponja”, “que están cambiando la relación que tienen las urbes con el agua”.

Simon comienza exponiendo que con el calentamiento global, hay dos extremos, las severas y largas sequías y las torrenciales lluvias, acarreadas por tormentas o huracanes. Son las consecuencias de los impredecibles y polarizados eventos climáticos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/09/los-impredecibles-y-cada-vez-mas.html).

Por ello es que “los planeadores urbanos, en distintas ciudades, están viendo más a las intensas lluvias como una conveniencia, en lugar de algo perjudicial. Buscan almacenarla, en lugar de desecharla, con el concepto llamado ‘ciudades esponja’, que permitan recargar las aguas subterráneas y evitar las futuras y cada vez más frecuentes sequías”.

Y ya lo vemos, con todos los cientos de miles de metros cúbicos que inundan a zonas de la ciudad de México, cada que llueve torrencialmente. Es agua que debería de aprovecharse y servir para reponer los acuíferos, en lugar de desperdiciarse.   

El experto Michael Kiparsky, director del Wheeler Water Institute (Instituto para la conducción del agua), de Berkeley, de la Universidad de California, dice que en donde antes había áreas verdes, campos y humedales, ahora hay ciudades y eso provoca que haya disminuido severamente la capacidad de absorción del suelo.

Dice Simon que las áreas verdes se usan más para “disfrute”, pero ahora ya se están empleando también para la absorción natural del agua de lluvia. “Además, se están acondicionando todo tipo de sitios en donde haya pasto y otros vegetales, que con sus raíces hagan permeable un suelo”.

En Pittsburgh también se agrega en esos sitios arena, para que sean más permeables “y como en esa ciudad hay zonas inclinadas, tampoco se pueden poner esas zonas de recarga en cualquier parte, sólo en las planas, para evitar deslaves”. Lo cual es cierto. Por ejemplo, en la ciudad de México, que está tan poblada, que hasta se habitan cerros, el agua que penetra sus laderas, los reblandece y provoca los destructivos y fatales deslaves (a eso se aúna la falta de vegetación, porque tanta casa, la ha eliminado, pues las raíces de ésta, son las que mantienen los suelos cohesionados).

En ciudades como Los Ángeles, las lluvias serán menos frecuentes, pero muy intensas, por lo que desde hace unos doce años, se han estado realizando cambios en jardines, áreas verdes y la mencionada zona de recarga en Tujunga, con tal de almacenar esa preciosa, intensa, pero cada vez más escasa agua, “con lo que podría dejar de importarse agua del río Colorado, entre otras fuentes”. Esa ciudad está siendo afectada por severas sequías que duran años.

Áreas de recarga de ese tipo, son muy útiles, “pues pueden absorber, gracias a los seis metros de profundidad arenosa que tienen, unos 16,000 acres-pie (19,736,409 metros cúbicos) que recargan los acuíferos, y se pueden surtir a 64,000 hogares”. Eso daría para una dotación, suponiendo cuatro personas por hogar, de 211 litros por persona, más o menos las especificaciones para ciudades en donde no hay tanta agua (la especificación para México es de 150 litros por habitante al día).

También se han colocado contenedores de caucho inflables bajo las áreas verdes, para contener el agua, cuando no se posible que se percole.

Y para financiar tales proyectos, se aplican impuestos a los dueños de grandes propiedades, como fraccionamientos, en donde haya pocas o nulas áreas de recarga. Así, entre menos se posean, más impuestos se pagarán, pues se requerirían más drenajes. Podría decirse que es un impuesto proporcional a la permeabilidad.

Lo cual, tendría lógica. Quizá sólo así, por desgracia, se incentivaría a habilitar más áreas de recarga en los fraccionamientos. Es lo que también debería de hacerse en México, sobre todo en las urbes más sedientas de agua, como la mencionada ciudad de México. Los planeadores de los incontables fraccionamientos que se edifican, en lo que menos piensan, es en colocar áreas verdes. Su único interés radica en construir el mayor número posible de casas, aunque sean chicas e indignas para quienes las habiten. Encima, no se construyen áreas verdes, para que las hagan lo más dignas que sea posible.

Y más áreas verdes, que también serían de recarga, ayudarían a bajar la temperatura ocasionada por el efecto “isla de calor”, que se da en las ciudades, por tanto concreto y asfalto que guardan el calor durante el día, el que sube en 5º C tal temperatura (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/10/el-irreversible-y-catastrofico.html).

Adicionalmente, dice Simon, las áreas verdes atraen a polinizadores, como las abejas, los que ayudarían  a polinizar a los huertos urbanos, proyectos que en Estados Unidos, al menos, se está promoviendo bastante, tanto para tener fuetes locales de alimentos (cada vez más escasos), así como, también, para que junto con el resto de las áreas verdes, mitiguen el efecto isla de calor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/sembrar-huertos-masivamente-en-las.html).

Así que más áreas verdes, camellones, jardines, huertos urbanos y menos concreto y asfalto, si queremos que una megalópolis como la ciudad de México, logre sobrevivir, al menos, un par de décadas más, si bien nos va.

 

Contacto: studillac@hotmail.com