Ya no tenemos privacidad en la era digital
Por Adán Salgado Andrade
Vivimos en una era que ya se asemeja al Big Brother, que se anticipara en la novela 1984,del escritor inglés George Orwell (1903-1950), en la que refería al Big Brother, como un dictador de un estado totalitario, distópico, que todo lo vigilaba, nada escapaba a su control. Orwell tomó, como inspiración, a la Alemania nazi o a la URSS estalinista, ambos, países dictatoriales, dominados por locos de poder (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Nineteen_Eighty-Four).
Es la época del ciberespionaje, definido como “la práctica de obtener secretos e información, sin el permiso o conocimiento del tenedor de tal información, sean individuos, competidores, rivales, grupos, gobiernos o enemigos, ya sea para beneficio personal, político o militar, usando métodos a través del internet, valiéndose de redes sociales, computadoras individuales, con servidores intervenidos, técnicas invasivas y software malicioso (malware), como troyanos o spyware. Puede ser ejecutado a distancia, por profesionales de otros países o en el país de origen, por espías entrenados o que ya se dediquen a eso. También lo hacen hackers amateurs o programadores de software” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Cyber_spying).
Se emplean, por ejemplo, algoritmos “inteligentes” (es decir, entrenados, pues van enriqueciendo sus funciones, cada vez que son usados por cualquier persona) para, por ejemplo, determinar si padres en Estados Unidos son “aptos” para criar a sus hijos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/en-eeuu-se-usa-algoritmo-para.html).
En países muy autoritarios, como en Irán, se usan sistemas de reconocimiento facial, para detectar a opositores al régimen y manifestantes. Se están empleando para fichar a mujeres que han protestado por el asesinato, a manos de la mal llamada “policía moral”, de Mahsa Amini, una chica de 22 años, por no llevar “bien puesto” el obligatorio velo, el hijab, que deben de portar todas las mujeres, so pena de hasta ser asesinadas, como sucedió con Mahsa (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/una-chica-irani-revela-como-es-para-las.html).
Ya hasta existen softwares, como el de la naciente empresa DoNotPay, con la que ha pretendido dar asesoría gratuita en casos legales. Fue fundada en el 2015, pero requiere que se empleen lentes especiales en los juicios, para acceder a voz e imágenes, con tal de que pueda proporcionar tal “asesoría”, lo que consideran los jueces algo “invasivo”. Por lo mismo, todavía no se ha permitido su presencia en juicios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/inteligencia-artificial-esta.html).
Lo más reciente en la vigilancia cibernética es otro programa de entrenamiento redundante – mal llamados softwares de “Inteligencia Artificial” –, llamado ChatGPT, que es un generador de texto, que ayuda a redactar cosas como ensayos, reportajes, poemas, análisis y así, que va enriqueciéndose con las observaciones que haga el usuario sobre tal texto, con lo que puede realizar uno nuevo, “mejorado” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/chatgpt-permite-conocer-temas-muy.html).
El llamado “Internet de las Cosas”, también invade la privacidad, poniendo de pretexto que es para establecer los gustos de los usuarios. Desgraciadamente, han sido usados incluso por hackers para robar datos personales, como en el caso de Alexa, de Amazon, supuesto “asistente personal” operado por la voz (ver: https://mashable.com/article/amazon-alexa-hackers-vulnerabilities).
Es lo que sucede también, por ejemplo, con los autos Tesla, los que recientemente se descubrió, que entre sus empleados se comparten videos “íntimos”, es decir, invasivos de la privacidad de los usuarios. Supuestamente, cada que algún cliente adquiere un Tesla, se le pregunta si puede ese auto filmar lo que suceda en el interior o en la calle (tiene varias cámaras internas y externas), con el objetivo de “mejorar la seguridad”. Como la mayoría de los dueños, pensando en tal seguridad, aceptan, esas cámaras filman de todo, incluso a peatones que vayan caminando por la calle, pero que tengan la mala suerte de pasar frente a las cámaras de un Tesla. CEO’s, de esa empresa se lavan las manos, diciendo que, en ese caso, la culpa de invadir la privacidad del peatón sería del dueño del auto. Buen pretexto para deshacerse de tal responsabilidad. Pero, como dije, son tan invasivas esas cámaras, que han captado a usuarios desnudos o en situaciones comprometedoras. Mas lo peor y deleznable es que los comparten entre los mismos inmorales empleados de esa empresa, por pura diversión y hasta los suben a las redes. Los reporteros de Reuter que hicieron esa investigación, pidieron a Tesla su opinión, pero como suele suceder en esos casos, ni les respondieron sus correos (ver: https://www.theguardian.com/technology/2023/apr/07/tesla-intimate-car-camera-images-shared).
En China, por ejemplo, la pandemia se usó como pretexto para imponer una aplicación en celulares, para detectar a “enfermos” y averiguar todas sus actividades. Su empleo se hizo obligatorio, más destinado a vigilar a la población en general, que solamente a los enfermos de covid (ver: https://www.cnbc.com/2020/02/10/china-launches-coronavirus-app-to-detect-whether-users-have-come-in-close-contact-with-the-sick.html).
También en China, se están haciendo pruebas para lanzar en el corto plazo lo que llaman electronic Chinese yuan o Yuan digital, eCNY. Según la mafia china en el poder, es para “mejorar la calidad y alentar la eficiencia de los servicios financieros”. Pero expertos en tecnología y en la sociedad china, afirman que eso sería más para “abrir nuevas formas de espionaje público y control social. Jeremy Fleming, advirtió en un discurso en octubre del 2022, que Beijing podría usar esa moneda digital para monitorear a sus ciudadanos y, en el futuro, también para evitar sanciones internacionales”. Además, a diferencia del bitcoin, ese yuan digital, sería emitido directamente por el banco central chino y no dependería de alguna criptocadena (blockchain). En caso que se le quisieran confiscar sus fondos a China, simplemente, podría transferirlos a sus servidores bancarios centrales. No serían como oro o dólares que estuvieran depositados en el extranjero (ver: https://www.wired.com/story/chinas-digital-yuan-ecny-works-just-like-cash-surveillance/).
Y es que de acuerdo con el seguidor de divisas, el CBDCT (Central Bank Digital Currency Tracker), unos 119 países están “analizando” o ya han puesto en funcionamiento programas piloto, como hace China, para ver si funcionan. Por ejemplo, en toda China, Rusia, Australia o Sudáfrica, existen pruebas. En Estados Unidos, Brasil o Canadá, se están desarrollando (en México, según ese seguidor, se está investigando). Define tal sito a una divisa digital como “una forma electrónica que también emite el banco central. En lugar de imprimir dinero, el banco central emite monedas electrónicas, respaldadas por el gobierno” (ver: https://www.atlanticcouncil.org/cbdctracker/).
Pero como afirman muchos analistas una tarjeta que contenga ese dinero digital, podría ser manipulada por la mafia en el poder, pues si el usuario es un peligro políticamente hablando, podría bloquearse o borrarle todo su dinero. No podría pagar nada y tendría que “pedir perdón”, en caso de que hubiera protestado contra tal mafia. Si actualmente estamos a merced de sanciones por no pagar impuestos, multas, recargos, servicios, cuotas… ¡con dinero digital con tarjeta, estaríamos peor, pues todo, en efecto, nos rastrearían!
Ya lo hacen con nuestros pagos con tarjeta, que todo lo saben los bancos emisores. Pero con una tarjeta conteniendo nuestro salario, que ya nos pagaran así, implicaría un control total, sujeto a que fuéramos políticamente correctos o incorrectos.
Estados Unidos (EU) ya comenzó a hacer pruebas del dólar digital desde la primera semana de abril del presente año. En muchos museos y tiendas, de acuerdo con tales ensayos, ya no se aceptará efectivo, sólo dólares digitales (ver: https://www.youtube.com/watch?v=Jbu8Ph1QbeM).
No hay que confundir con los pagos que ya se hacen con celulares, por ejemplo, con ciertas apps. Las tarjetas digitales serían nuestro dinero, ya sin intermediarios, como bancos o apps (ver: https://www.idexbiometrics.com/what-is-central-bank-digital-currency-and-how-does-it-work/).
Claro que también EU lo está haciendo porque, debido a la crisis mundial y a la invasión de Ucrania por Rusia, el dólar está perdiendo su atractivo como aseguramiento de las reservas de un país en divisa “fuerte”. Por las sanciones, Rusia ha decidido estrechar más sus lazos económicos con China y acepta yuanes como pago por su petróleo. Y eso lo puede hacer gracias a que como China vende de todo, en tanto que Rusia tiene energéticos y alimentos, podría establecerse una “economía de guerra”, en donde esos países, sólo dependieran mutuamente entre sí y de algunos otros países, lo que dejaría atrás a EU. De todos modos, ya varias naciones han ido cambiando sus reservas de dólares por dólares australianos o canadienses, la corona sueca o el won surcoreano. “En algunos casos, suman hasta tres cuartas partes de sus reservas” (ver: https://www.imf.org/en/Blogs/Articles/2022/06/01/blog-dollar-dominance-and-the-rise-of-nontraditional-reserve-currencies).
Súmese la actual, profunda, larga crisis económica – una más del agónico capitalismo salvaje –, y EU es un país quebrado, que imprime dólares indiscriminadamente, que solamente son respaldados por todos los países que todavía los tienen en sus reservas, “confiando” en su valor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2012/02/de-como-eu-pospone-su-quiebra-y-aumenta.html).
Se ha devaluado mucho. Por ejemplo, al momento de escribir estas líneas, con respecto al peso mexicano, está en 18.13 unidades por dólar, cuando hace algunos meses, rebasaba los 22 pesos (ver: https://www.xe.com/currencyconverter/convert/?Amount=1&From=USD&To=MXN).
Por tal crisis, ya han comenzado a quebrar bancos como el Silicon Valley Bank, el que prestaba a empresas tecnológicas nacientes, las llamadas startups (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/las-quiebras-bancarias-preambulo-de-las.html).
En fin, regresando a la creciente vigilancia que se quiere hacer de todos los ciudadanos del mundo, por parte de los poderes fácticos que nos dominan, están pegando en una más, justo en el dinero que con tanto sacrificio ganamos.
Los distópicos futuros hollywoodescos que tanto se nos presentan, con el tiempo, se van volviendo realidad.
Y si todo se paga con dinero digital, hasta sabrán cuándo orinamos y defecamos, pues el baño público usado, lo ¿revelará?, ¿denunciará?...
¡Estamos fritos, y no sólo por el calentamiento global!
Contacto: studillac@hotmail.com