El retraso tecnológico chino en la manufactura de chips para usos militares
Por Adán Salgado Andrade
La invención y manufactura de armas, más que cualquier otra tecnología, ha impulsado cuestionables “avances” tecnológicos, como el de la infernal concepción de las armas nucleares, entre 1942 y 1945, realizada en Estados Unidos, mediante el nefasto proyecto Manhattan, que realizó dos diseños de todavía muy rudimentarias armas atómicas (de apenas un kilotón de poder destructivo cada una, equivalente a mil toneladas de TNT), pero que fueron capaces de destruir dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945 y matar instantáneamente a cientos de miles de inocentes japoneses (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/12/dia-de-la-trinidad-el-nacimiento-de-la.html).
Como sigue la estúpida carrera armamentista para desarrollar armas “convencionales” más mortíferas y masivas – no para mejorar las nucleares, las que ya están muy “adelantadas”, portando cada una, doce megatones de poder, suficientes para destruir una ciudad, como la de México, que no se usan porque, justamente, una guerra nuclear, incluso limitada, nadie la ganaría –, son importantísimos los chips ultra rápidos para dotar de programas de entrenamiento – mal llamados de Inteligencia Artificial – a tales armas, para que sus capacidades de destrucción y aniquilamiento, sean mucho mejores. Por desgracia ha sido una máxima del ser humano buscar siempre cómo aniquilarse masiva y rápidamente y eso ha impulsado su “evolución” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/la-guerra-infame-impulsor-de-la.html).
China, como siempre, quiere estar a la vanguardia armamentista, produciendo armas tan sofisticadas como las que hacen Estados Unidos (EU) o Europa. Pero para eso, requiere de los mencionados chips ultra rápidos, sin los cuales, esas armas “inteligentes”, no podrían desarrollarse.
Justo es por tal razón que EU, junto con Europa y Japón, quienes desarrollan esos chips, están bloqueando a China, para que no tenga acceso a ellos, ni con su distintivo espionaje industrial – gracias al cual, ha logrado varios rápidos adelantos tecnológicos que, de otra manera, no habría alcanzado –, y no pueda desarrollar las ambicionadas súper armas.
El artículo de Associated Press, titulado “El control estadounidense de los chips, amenaza las ambiciones tecnológicas chinas”, firmado por Joe McDonald, precisamente es un análisis de esa situación, en el cual describe cómo la unión de EU, junto con países europeos, Taiwán y Japón, para evitar que China acceda a tecnología para fabricar chips ultra rápidos, tiene frustrada a la mafia china en el poder, encabezada por Xi Jinping, pues no podrán desarrollar tales armas (ver: https://apnews.com/article/china-us-technology-processor-chips-tsmc-58b4d9bd2ba6543a9583cc3b49a9cc57).
Es muy probable que esa razón esté detrás de las beligerantes intenciones chinas de apoderarse por la fuerza de Taiwán, alegando absurdas justificaciones de que sigue siendo parte de su territorio, siendo que ese país es independiente desde los 1940’s. Eso, porque Taiwán es líder en la fabricación de semiconductores y chips, con su empresa TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), y las máquinas que usa, de su empresa holandesa hermana, la ASML, inventadas asociadamente, son las mejores del mundo, ya que usan la llamada litografía ultravioleta extrema (EUV, por sus siglas en inglés), que logra fabricar circuitos del orden de los tres nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro). Pero, de todos modos, los chips se aplican en todo actualmente. Son como los átomos tecnológicos de la actualidad (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/la-muy-estrategica-produccion-de.html).
Las máquinas de la holandesa ASML valen hasta $400 millones de dólares por unidad, lo cual no sería problema para los chinos en adquirir unas cuantas y hacer ingeniería reversible parta averiguar cómo funcionan. Pero justo es lo que está haciendo EU, prohibiendo que se las vendan, con tal de mantener la ventaja tecnológica.
Dice McDonald que China tiene sus propias fábricas de chips, “pero sólo para procesadores de baja capacidad, como los usados en autos y electrodomésticos. EU le está cortando acceso a varias herramientas para hacer chips para servidores, IA y otras avanzadas aplicaciones. Japón y Holanda, se han unido y no le proporcionan tecnología que dicen puede usarse para fabricar armas”.
Eso ha llevado al dictador Xi Jinping a decir que “le están limitando a China su progreso”. Pero, la realidad es, como señalo arriba, la militar, no otra.
China todavía no ha respondido, “castigando a empresas estadounidenses que tienen filiales en China, las que fabrican todo tipo de cosas con chips importados, los que ascienden a unos $300,000 millones de dólares cada año, pues se afectaría a sí misma”, dice McDonald. Y es cierto, pues siendo la maquiladora mundial, no tomaría una medida para afectar sus propias operaciones. Sería una especie de harakiri económico.
Como señalé, no es fácil fabricar chips, “pues se requieren 1,500 fases y tecnologías exclusivas de EU, Japón, Europa y algunos otros distribuidores”.
Como amenazando, el embajador chino en Holanda ha dicho que “China tomará todas las medidas para actualizarse tecnológicamente, no sólo con duras palabras”.
Con eso, probablemente esté pensando en la invasión a Taiwán. Pero como han dicho líderes nacionalistas taiwaneses, “tendría que destruir todo para apoderarse de la isla y de nada le serviríamos así”.
Algunos analistas dicen que ese bloqueo podría ocasionar retrasos tecnológicos en cosas vitales. Pero, en mi opinión, sólo retrasarían el desarrollo de súper armas, pues las aplicaciones en cosas benéficas, como medicina, sistemas más limpios de producción energética y algunas otras, ya usan esos chips ultra rápidos.
De todos modos, tales analistas predicen que China se topará con una “pared tecnológica en el 2025 o 2026, pues comenzará a retrasarse bastante del resto de los países que emplean chips ultra rápidos”.
Aunque, dice McDonald, podría desquitarse China restringiendo la venta de baterías para autos eléctricos. CATL es uno de los más grandes fabricantes chinos y está construyendo en asociación con Ford una planta en Michigan de $3,500 millones de dólares, pues se está considerando que el futuro son los autos eléctricos, lo cual es una falacia, porque habrá muchos daños ecológicos que no se verán escapando por un mofle y quedarán ocultos. Sólo es un nuevo impulso consumista, disfrazado de “causa verde” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/la-oculta-depredacion-y-contaminacion.html).
China, “vengándose”, dice que investigará a Micron Technology empresa estadounidense, que suple a empresas chinas de chips, por “amenazas nacionales en tecnología y manufactura, sin dar más detalles”.
Los espionajes están a la orden del día entre China y EU. Recientemente, se derribaron globos espías chinos, que, en efecto, recopilaron información “sensible” sobre instalaciones militares de EU (ver: https://mynbc15.com/news/nation-world/report-chinese-spy-balloon-collected-intelligence-from-sensitive-american-military-sites-china-president-joe-biden-weapons-systems-communications-electronic-signals-military-department-of-defense-pentagon).
Todo lo anterior ha llevado a China a incrementar dinero para investigación, crear carreras universitarias para lo mismo o subsidiar a industrias como Yangtze Memory Technologies Corp., YMTC, y que incremente su investigación para lograr chips ultra rápidos. El China National Integrated Circuit Industry Investment Fund (Fondo Nacional Chino para la Industria de los Circuitos integrados) tiene un presupuesto de $21,000 millones de dólares para la misma causa.
De acuerdo con expertos, aunque industrias chinas como Huawei Technologies Ltd. pueden diseñar chips tan poderosos como los de EU u Holanda, “no poseen la capacidad tecnológica tan precisa para fabricarlos como la tiene TSCM u otros líderes”.
La capacidad actual china es de fabricar chips con circuitos que miden 26 nanómetros, ”pero los ultra rápidos tienen circuitos de tres nanómetros y ya se está logrando reducirlos a dos”.
Así, dice Peter Hanbury, que estudia esa industria en la consultora Bain & Co., citado por McDonald, “no podrán hacer servidores, ni celulares de nueva generación. Tienes que comprarle a TSCM para lograr eso”.
Huawei está tratando de fabricar su propia máquina EUV, “pero costaría $5,000 millones la pura investigación y una década el fabricarla”. “Está muy lejos China de tener su propia máquina de EUV, dice Hanbury.
Pues, mejor, porque eso significará que no podrá fabricar mas armas súper inteligentes y súper mortíferas de las que ya hay o se está planeando diseñar.
Y, para eso, para destruirnos mutuamente, valdría preguntarse, ¿para qué requerimos más “avances” tecnológicos”?
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