martes, 9 de agosto de 2022

Los golpistas de Myanmar matan a gente y a medio ambiente por extraer metales de tierras raras

Los golpistas de Myanmar matan a gente y a medio ambiente por extraer metales de tierras raras

Por Adán Salgado Andrade

 

 Los asesinos uniformados, golpistas y corruptos que el primero de febrero del 2021, derrocaron a la política y activista San Suu Kyi, quien había sido elegida democráticamente para un segundo periodo como presidenta de Myanmar, han difundido terror y sadismo hacia la población civil, con tal de acallar protestas por el infame golpe de estado. Han matado a miles de personas, incluso, las que protestan pacíficamente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/los-golpistas-de-myanmar-secuestran.html).

Asesinaron en julio de este 2022, a cuatro prisioneros políticos, heroicos activistas que se atrevieron a difundir todas las atrocidades que los asesinos uniformados han cometido contra la población (ver: https://apnews.com/article/myanmar-terrorism-democracy-aung-san-suu-kyi-government-and-politics-ca87f032cb6c7407b1d776574f15c5a8).

Por si no bastara con eso, ahora atentan contra el medio ambiente de Myanmar, al que esos asesinos no ven como su país, sino como un botín, que los debe de enriquecer mientras, ilegalmente, permanezcan en el poder, por la fuerza, no por la racionalidad. La razón es que Myanmar es muy rico en metales de tierras raras, tanto ligeros, como pesados.

Los 17 elementos que forman los metales de tierras raras, tienen diversidad de aplicaciones y dinámicas de mercado. Se dividen en dos categorías, de acuerdo a su peso atómico: ligeros y pesados y sólo el escandio sale de esta categorización. Los distintos metales de las tierras raras, juegan un gran papel en el desarrollo de varias tecnologías, se usan en electrónicos, como laptops, celulares, así como naves espaciales y equipos para operar misiles (no falta la aplicación militar, por supuesto).

La creciente demanda de baterías y la tecnología verde, se suma a su importancia y versatilidad. Todos esos metales de tierras raras son parte de un grupo químico llamado lantánidos y los metales de tierras raras, representan los lantánidos con los menores números atómicos. Los ligeros son el  cerio, lantano, praseodimio, neodimio, prometio, europio, gadolinio y samario. De los ligeros, el neodimio es considerado el más crítico. Se usa en todo, desde celulares, carros eléctricos hasta equipo médico. También es empleado para hacer magnetos permanentes, los que se usan para sistemas de almacenamiento de información (discos duros, por ejemplo), así como en la fabricación de turbinas.

El praseodimio es otro metal de tierras raras “muy significativo”, pues se usa en aleaciones, como con magnesio, para fabricar máquinas de aviones y también en la industria fílmica, para lámparas de iluminación y otros proyectos. Igualmente, para fabricar magnetos.

Los metales pesados de tierras raras, tienen números atómicos más pesados que los de los ligeros. Son menos comunes y algunos elementos de este grupo, están escaseando, ya que la demanda sobrepasa la oferta. Eso, los hace más valiosos que los ligeros, aunque son demandados en mercados más pequeños. Estos metales pesados son disprosio, ytrio, terbio, holmio, erbio, tulio, yterbio, ytrio y lutetium. El disprosio, ytrio y terbio, son críticos, pues son escasos, pero cada vez va en aumento su importancia para las energías limpias. Igual que los ligeros, los pesados se emplean en tecnologías de punta, como autos híbridos, fibra óptica y equipo médico.

El disprosio también se usa junto con el neodimio en magnetos que son vitales para modernas tecnologías y energías renovables. Y el óxido de disprosio, se emplea para los reactores nucleares, ayudando a enfriarlos, pues mantiene controlada la temperatura de las barras de combustible (se sigue insistiendo en que la peligrosa energía nuclear es verde. Pero sus mortales residuos, duran activos hasta miles de años. Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/la-oportunista-muy-peligrosa-energia.html).  

El terbio se usa en pantallas y discos duros sólidos, los cuales ya están desplazando a los convencionales. El ytrio, por su parte, se aplica también en pantallas y como un agente de aleación para la polimerización del etileno.

China controla el mercado de metales de tierras raras, ligeros y pesados. En el 2020, produjo 140,000 toneladas. Estados Unidos (EU), ocupó el segundo lugar, con solo 38,000 toneladas. Como los chinos casi han monopolizado dicho sector, es difícil para otros productores minar y vender esos metales lucrativamente.

Los metales de tierras raras que EU obtiene, se producen en la mina Mountain Pass, en California, que volvió a entrar en producción en el 2018, después de que se le dio mantenimiento. En China, en cambio, salarios bajos, y pocas regulaciones ambientales, le han permitido mantener el control del precio y del mercado de esos metales. Todos sus productores, deben de sujetarse a una cuota de producción, lo que ha dado lugar a minería ilegal, además de muy dañina para el medio ambiente (ver: https://investingnews.com/daily/resource-investing/critical-metals-investing/rare-earth-investing/investing-in-rare-earth-heavy-vs-light/).

Así que con las líneas anteriores, puede entenderse la importancia de esos metales de tierras raras. De paso, subrayo la gran variedad de minerales y metales de todo tipo que este sobrexplotado, contaminado planeta sigue ofreciendo y a los que la “ciencia”, va hallando usos. Sólo vean cuántas cosas nos ha prodigado la Tierra, no sólo esos metales y minerales, sino diversos animales y plantas, y le hemos pagado contaminándola y depredándola.

Vuelvo a lo que mencionaba de los asesinos con uniforme de Myanmar, los que controlan por las armas recursos y gente de ese sufrido país. Los metales de tierras raras, de los que rebosa Myanmar, se han convertido en la fuente de riqueza para esos asesinos y las empresas que les compran metales raros, a pesar de éstas, saben que esos metales, están bañados de sangre, no sólo de la gente a la que han asesinado los golpistas, sino de la de la gente que se opone a que se exploten dichos metales en sus tierras, las que quedan irreversiblemente dañadas. Uno de los asesinos uniformados, un general de “alto rango” hizo una forzada junta con todos los quejosos, a quienes dijo que “la extracción de metales de tierras raras, se hará con o sin su consentimiento. Sus líderes, deben de resolver este problema o, de lo contrario, tendré que matar a muchos. No me subestimen, no soy un niño, esto no se trata de un juego de niños”. Ante esas prepotentes amenazas, la gente que se opone, se ha resignado a seguir perdiendo sus tierras, a que se las contaminen, así como a sus aguas, pues la separación de esos metales, del material arenoso, requiere de ácidos fatales para los humanos y el medio ambiente. “No tenemos ni agua, ni alimentos, nos están matando”, afirma una mujer de la tercera edad.

Las minas, que emplean muy atrasada tecnología, se han multiplicado ya por miles, pues es un muy buen negocio explotar y vender metales de tierras raras. Todo eso, por desgracia, está en medio de lo que alguna vez fuera una densa jungla, en donde habitaban animales como tigres, pandas rojos, pangolines y otras especies, muchas, ya en extinción. Han huido de la brutal depredación, que hasta con ellos acaba. Es como lo que pasa en el Congo, que la explotación del llamado coltan – mineral sin el cual, no sería posible la existencia de la industria electrónica, pues es el que ayuda a disipar el calor – también es muy contaminante y depredadora. Allí, los mineros viven en condiciones insalubres, sin alimentos a la mano, por lo que han optado por cazar animales, como los gorilas, que habitan, para su desgracia, en las zonas en donde es extraído el coltan y que se están extinguiendo por la desmedida caza. Además, no creo que sea muy saludable comer carne de ese primate (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2009/09/el-coltan-otro-recurso-natural-mas-para.html).

Eso está sucediendo, justamente, en Myanmar, nadie tiene interés en que se proteja al medio ambiente, mucho menos los asesinos golpistas. Los trabajadores, sólo ven por ellos. Muchos, son chinos, que van a Myanmar a minar los metales de tierras raras por su alto valor ya que, como mencioné, son usados para todo. Uno de ellos, Guo, dice que “la verdad, no me interesa lo que pueda pasar con el medio ambiente. Sólo trato de sobrevivir, de tener con qué mantener a mi familia y a mí. Esto, da buen dinero, así que aquí seguiré. Si matan a gente o se destruye la selva, lo siento, no me importa, sólo veo por mí”. Claro, se impone el egoísta individualismo, tan típico en el humano.

Además, aquí resalto que se ve el lado muy obscuro de las llamadas tecnologías “verdes”, que no lo son, cuando se rastrea todo lo que debe de destruirse, sobrexplotarse, contaminarse… con tal de que haya autos eléctricos, entre otros cuestionables “avances tecnológicos”. Muchos de los metales de tierras raras, son usados para hacer las baterías y los circuitos que los mueven. No arrojarán gases contaminantes, pero la contaminación que realizan la hacen indirectamente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/los-autos-electricos-no-son-la-panacea.html).

Selvas que se talan, como la de Myanmar, ríos y lagos que se contaminan, por el proceso de separación de minerales y metales de rocas y arenas, grandes extensiones de mares que mueren, por tantos contaminantes que terminan allí… la lista de infamias que ha ocasionado esta “civilización”, sigue. Convertimos al planeta en un indigente sin recursos. Pero al hacerlo, nos matamos, junto con la Tierra (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/02/al-acabar-con-sus-recursos-estamos.html).

Todo lo que sucede en Myanmar, lo expone el artículo de Associated Press, titulado “La zona del sacrificio: Myanmar sufre los costos de las energías verdes”, firmado por Dake Kang, Victoria Milko y Lori Hinnant, quienes investigaron la situación anárquica, sostenida por la fuerza de las armas, de esos asesinos uniformados, que administran al país a su entera, nefasta satisfacción, con la única finalidad de salir ricos cuando dejen sus represivos cargos.

Dicen los reporteros que “los pájaros, ya no cantan, las hierbas, no crecen, los peces, ya no nadan en los ríos, que se ya son de un color café lodoso. Los animales, no caminan por allí y las vacas, a veces, amanecen muertas. La gente en este bosque, al norte de Myanmar, ha perdido la forma de vida que sostuvieron durante generaciones. Pero si se quejan, pueden hasta matarlos”.

Se tiene previsto que la demanda de metales de tierras raras se dispare de un 300% a un 700% para el 2040, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía. “Como EU, dará un subsidio para la compra de autos eléctricos, la demanda de éstos, subirá, en uno de los mayores potenciales mercados, así que por eso se demandarán más metales raros”, explican los reporteros.

Y, como los negocios son primero, varias empresas tecnológicas de electrónicos, así como fabricantes de autos, circuitos, computadoras, magnetos, pantallas, computadoras, laptops, celulares, no se interesan, en lo más mínimo, de dónde les llegan los metales de tierras raras para fabricar sus productos.

Por eso, ni China, ni Rusia, condenaron el cobarde golpe de estado que dieron los asesinos uniformados, pues, en el caso de China, más de la mitad de sus metales de tierras raras, la obtiene de Myanmar. Lo mismo, Rusia, cuyas industrias militares emplean esos metales.

Para asegurarse los golpistas de que no haya oposición de la gente a la que arrebatan sus tierras, para minarlas de esos metales, están asociados con brutales guerrillas, las que aterrorizan y asesinan a los que protesten.

Varios de los pobladores, como señalé antes, se mantenían de pescar en ríos prístinos. Ahora, ya no hay peces, y el agua, no se puede beber, pues está envenenada. Los químicos que se usan son tan agresivos, que un contratista chino que emplea excavadoras para remover tierras, dice que “me dejan marcas de corrosión en las cuchillas de mis máquinas, de tan ácidos que son”. ¡Imaginen los estragos que han ocasionado a la vegetación que queda, a animales y, sobre todo, a los desafortunados que habitan tierras ricas en esos metales!

Un video acompaña al artículo. Muestra cómo las aguas que corren por un río, son sucias, como si fuera un drenaje expuesto. “Las aguas, son corrosivas”, dice un habitante que, como todos los que dieron sus testimonios, pidieron el anonimato, por temor de hasta que los asesinen.

También se ve, en una imagen satelital, cómo las selvas han ido desapareciendo, abundando las áreas deforestadas, en las cuales, hay varias lagunas, en donde las tierras minadas son rociadas con amoniaco, entre otros químicos, para ser separadas de los metales. ¡Una imagen apocalíptica, así como será nuestra apocalíptica desaparición, pues una “civilización” que ha tratado así a un noble planeta, no merece seguir sangrándolo, destruyéndolo, no apreciando todo lo que nos ha dado y, noblemente, nos seguirá dando!

Empresas como Volkswagen, General Motors, Apple, Tesla, Toshiba, Mercedes, Hyundai, Continental AG, BorgWarner, Samsung, Panasonic, Hitachi, Siemens Gamesa, entre otras decenas más, supuestamente no compran metales de tierras raras de Myanmar, pero como señala la experta Julie Michelle Klinger, realmente, son tantos intermediarios, que no hay forma de saber si esos metales proceden de Myanmar, aunque las empresas juren y perjuren que “adquieren, solamente metales certificados”.

Independientemente de eso, a Myanmar, le están llamando activistas y expertos la “zona del sacrificio”, pues está dañando permanentemente sus selvas y ríos, con tal de satisfacer la glotonería global de esos metales.

Y es tan dañina la actividad, que la misma China, que tanto desdeña la protección ambiental, prohibió que se minaran esos metales en su territorio, al menos, mediante anticuados, muy contaminantes procedimientos, los más destructivos (ver: https://www.chinadaily.com.cn/business/2016-08/09/content_26399298.htm).

Pero muchos países, como Groenlandia, se oponen totalmente a su explotación, por ser tan depredadora y contaminante.

Sin embargo, dice un analista chino, quien también pidió el anonimato, que a Myanmar, actualmente, lo están viendo como la África colonizada. “Usted, no puede confiarse a minería de países pobres y con una dictadura como la de Myanmar, no es sostenible para su medio ambiente”.

Una foto muestra los cientos de costales plásticos, en donde se empacan las tierras, listas para su venta y posterior procesamiento. Otro minero chino, que también pido el anonimato, afirma que “yo, sólo me encargo de excavar y llenar los bultos con esas tierras. Y no me importa lo demás”. He ahí la actitud indolente, egoísta, mezquina, por la que conduce la mayor parte de la humanidad. No se da cuenta ese minero – igual que el mencionado arriba – que, finalmente, el daño no sólo es para Myanmar, sino para todo el planeta y para él y todos los que lo habitamos.             

Pero las empresas chinas que hacen directamente negocios con Myanmar, son las más inmorales, pues no les importa la destrucción y los muertos que deja la explotación de esos metales. Minmetals, China Southern Rare Earth, y Rising Nonferrous Metals, están entre las principales. Cuestionadas por los reporteros sobre sus prácticas inmorales, por supuesto, nada respondieron. Así son, no dan la cara, jamás.

Y ni siquiera el Departamento de Estado de EU, respondió a las preguntas de los reporteros, sobre si las empresas estadounidense que emplean esos metales, están conscientes de su procedencia.

Así que ahí vemos el engaño de las tecnologías “verdes”. Alguien que conduzca un auto eléctrico, no puede decir que está contribuyendo a limpiar al planeta. Ese auto, en su construcción y funcionamiento, trae arrastrando selvas arrasadas, ríos contaminados y miles de muertos en Myanmar.

 

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