Google ha incrementado 50% su consumo eléctrico en sólo cinco años por uso de la IA
Por Adán Salgado Andrade
La así llamada Inteligencia artificial, IA, nombre que se le dio, se ha tratado de mostrar como un ente que piensa por sí mismo. La investigadora Kate Crawford, quien trabaja en Microsoft y además es profesora de la Universidad de California del Sur, dice que “ la IA ni es artificial, ni es inteligente. La IA, está hecha de vastas cantidades de recursos naturales, combustible y trabajo humano. Y no es inteligente en la forma en que lo es un humano. No es capaz de discernir cosas, sin un extensivo entrenamiento humano y tiene una total diferente lógica estadística de cómo el pensamiento se hace. Desde el principio de la IA, en 1956, hemos ocasionado este terrible error, una especie de pecado original de ese campo, pensar que las mentes son como computadoras y viceversa. Asumimos que estas cosas son análogas a la inteligencia humana, algo muy alejado de la realidad” (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/04/investigadora-afirma-que-la.html).
En efecto, la IA, debe de entrenarse, alimentándose con imágenes, sonidos, noticias, palabras... es decir con bases de datos para que procese mucho más rápido que los softwares convencionales. A los trabajadores que las “entrenan” les pagan centavos de dólar por hora. Tienen que estar “pegados” todo el día a una computadora para ganar, al mes, si bien les va, unos $280 dólares ($5,090 pesos), además, sin horario y sin hora fija, pues pueden requerirlos las explotadoras empresas que los contratan mañana, tarde o noche (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/11/los-trabajadores-que-entrenan-la-ia.html).
Y agreguemos a todos esos inconvenientes, que el intensivo empleo de recursos para que la IA se “entrene” o para que dé los resultados solicitados, requiere de mucha electricidad. Es un supuesto “adelanto” que “esconde un sucio secreto. La carrera para mejorar el funcionamiento con buscadores que empleen IA, requerirá un dramático incremento en poder de cómputo, lo cual llevará a un correspondiente incremento de energía, que las empresas tecnológicas requerirán para hacerlo, con su correspondiente huella de CO2” (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/la-inteligencia-artificial-incrementara.html).
Un ejemplo de ello, lo da el artículo de The Guardian, titulado “Las emisiones de Google suben casi 50 por ciento en cinco años, debido a la demanda de IA”, firmado por Dan Milmo, quien agrega que “la meta del gigante de la tecnología de reducir la huella de carbono está en riesgo, al crecer el empleo de centros que requieren demasiada energía” (ver: https://www.theguardian.com/technology/article/2024/jul/02/google-ai-emissions).
Abre el artículo una foto de un centro de datos en Dalles, Oregón, del 2012, que ya se veía complicado por todas las tuberías que conducen cables y agua para el enfriamiento, los que consumirán más electricidad, pues el que trabajen esos sistemas, de por sí, necesitan mucha. Ahora, con las exigencias de la IA, que requiere computar millones de datos por segundo, será mayor ese gasto.
Dice Milmo que “la meta de Google de reducir su huella de carbono, está en riesgo al depender más y más de centros de datos hambrientos de electricidad para que funcionen sus nuevos productos basados en la IA. El gigante tecnológico reveló recientemente que sus emisiones contaminantes han aumentado 48 por ciento en los pasados cinco años”.
Y eso que se comprometió hace algún tiempo en que reduciría fuertemente esas emisiones. Como ven son puras promesas las que hacen las empresas, la ganancia es primero y si se contamina el medio ambiente o se depreda el planeta, son “daños colaterales”.
Dice la empresa que tan sólo en el 2023, las emisiones subieron 13 por ciento, lo que significó una cantidad de ¡14.3 millones de toneladas! Brutal que una sola empresa contamine tanto. Pero, como les digo, el aumento de contaminación se traduce en un incremento de ganancias, pues tantos cuestionables avances, al final, sólo tienen como meta obtener más ganancias. Podríamos establecer la razón de que el aumento de la contaminación, ▲C, es directamente proporcional al aumento de la ganancia, ▲G, o sea ▲C=▲G, así de sencillo. Y hasta Google, que pretende ser tan ecológica, tan progresista, cae en eso. Últimamente, incluso, ha despedido a trabajadores que han cuestionado cómo se ha ido alineando con los poderes fácticos, haciendo a un lado su política libertaria. Cuando estuvo el nefasto Trump en la presidencia, Google tuvo que ceder a muchas de las imposiciones de ese loco en el poder (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/02/de-como-google-cambio-su-politica.html).
Ahora dice que la meta que tenía de llegar a las cero emisiones para el 2030, “será difícil, es muy ambiciosa. Y desde el 2019, se había propuesto a hacerlo, o sea, sacar del ambiente la misma contaminación que emite. Esto, también, es cuestionable. Se quiere hacer con la llamada “captura de carbón”, un concepto engañoso, pues es imposible capturar los miles de millones de toneladas de CO2 que se emiten cada año. Apenas son toneladas las que se capturan, como si trataran de vaciar el agua de una alberca llenándose, con un gotero (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/la-falacia-de-la-captura-de-carbon.html).
“La Agencia Internacional de Energía estima que el consumo total de electricidad de los centros de datos podría duplicarse de los niveles del 2022 a los 1,000 TWh (terawatt hora) en el 2026, aproximadamente lo que consume Japón de electricidad al año (y vaya que Japón es un glotón en el consumo eléctrico). Los centros de datos que generan la IA, requerirán el 4.5 por ciento de la electricidad global, de acuerdo con análisis de la firma de investigación Semi Analysis”, agrega Milmo.
Y lo mismo está sucediendo con otras empresas, que en su búsqueda por imponer sus modelos de IA, están rompiendo sus promesas de que emplearán menos energía para reducir su huella de carbono. Una de ellas es Microsoft, que también admitió que no cumplirá. Como dije, antes son las ganancias e imponerse a sus competidores. Lo irónico es que Bill Gates (Estados Unidos, 1955) hace poco decía que la “IA puede ayudar a combatir la crisis climática, pues las grandes empresas tecnológicas quieren emplear energías verdes”. De todos modos, aunque empleen energías verdes, la contaminación seguirá, pues hay combustión en todo, para hacer celdas solares, turbinas de viento, baterías…
Ya he señalado en otras partes, que lo que no se dice es que la sobreproducción (producir más de lo que se puede consumir) impuesta por el capitalismo salvaje, es la causante de la depredación y contaminación que han ocasionado la catástrofe climática que ya nos agobia. Si no se regula o acaba con ella, nuestros problemas ambientales empeorarán.
Agrega Milmo que el consumo de agua, como refrigerante, será otro insumo usado en demasía, pues un estudio estima que la IA requeriría 6,600 millones de metros cúbicos (para los sistemas de enfriamiento) para el 2027, casi dos tercios del consumo anual de Inglaterra (ver: https://arxiv.org/abs/2304.03271).
En un mundo en donde justo recursos como el agua son cada vez más escasos o la producción de electricidad, es contaminante y depredadora, es absurdo que para satisfacer las egoístas, lucradoras ambiciones de un puñado de empresas, se permita que sigan dañando al planeta a su antojo.
Así que, como ven, no es tan inteligente emplear a la así llamada “Inteligencia Artificial”.
Sí que somos estúpidos naturales.
Contacto: studillac@hotmail.com