En Inglaterra, las rentas para pobres han subido más que las de los ricos
Por Adán Salgado Andrade
Inglaterra es uno de los llamados países desarrollados, lo que es sinónimo de riqueza. Podría pensarse, entonces, que el nivel de vida de su población es adecuado, nada de pobreza o mínima.
Nada más alejado de la realidad, pues ese país tiene a millones de pobres y la brecha con los ricos es abismal, como se dice. Mientras hay gente que apenas si puede pagar una renta en un “departamento” húmedo, en mal estado, infecto, con alimañas, hay súper ricos que compran casas y construyen pisos hacia abajo, dos o más, en donde tienen albercas, gimnasios y otros lujos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/09/riqueza-y-pobreza-en-inglaterra.html ).
El diario inglés The Guardian, es uno de los más objetivos y honestos, exponiendo ese tipo de problemáticas , con tal de que se conozca lo que realmente sucede en tal país.
En el artículo titulado “Las rentas en Inglaterra suben mucho más en áreas precarias, lo que empobrece todavía más a gente que ya sufre de fuertes carencias”, firmado por Sian Norris, se comenta que “el costo de las rentas se duplica en algunos distritos urbanos pobres, empujado en gran parte por la subida de intereses de las hipotecas, como expone un reciente estudio” (ver: https://www.theguardian.com/money/2023/sep/03/uk-rents-rise-faster-in-deprived-areas-and-drag-more-people-into-poverty).
Inicia Norris indicando cómo se han disparado las rentas en todos lados, pero mucho más en los barrios populares. “La gente que vive en las áreas más populares de Inglaterra, ha visto incrementarse sus rentas 52 por ciento durante los pasados cuatro años, en tanto que para inquilinos que habitan las regiones más afluentes, las rentas sólo han subido 29 por ciento, de acuerdo con datos recientes”.
En sitios precarios, las rentas que costaban £499 libras (618 dólares) en promedio, en el 2019, ahora han subido a £759 (940 dólares), es decir, un incremento de 52.1 por ciento. En contraste, para las áreas acomodadas, de £1,078 libas ($1,335 dólares) que se pagaban en el 2019, ahora cuestan £1,387 libras ($1,717 dólares), o sea, un 28.6 por ciento.
En efecto, pagarán más caras las rentas, en porcentaje, aunque sean más bajas que las de los ricos, las personas de menores ingresos, además de que muchas de tales “casas” están en muy mal estado, húmedas, con malas instalaciones de gas, eléctricas, alimañas y así (ver: https://www.theguardian.com/society/2018/jan/28/hundreds-of-thousands-living-in-squalid-rented-homes-in-england).
Esos incrementos se deben, entre otros factores, a que la gente de menos ingresos busca rentas más baratas, lo que incrementa la demanda, aprovechada por los arrendadores para subirles las rentas. El otro factor es que los rentistas de zonas populares dependen más de hipotecas para mantener sus propiedades o porque las están pagando. Los intereses se han incrementado, de un 1.75 por ciento, en agosto del 2022, a 5.25 por ciento actualmente, “y esos rentistas, cargan esos incrementos en las rentas. Los inquilinos en áreas precarias, han visto subir sus rentas mensuales hasta en £97 libras ($120 dólares) desde el 2022”.
Todo lo anterior se combina con los constantes incrementos que han tenido los alimentos, el gas doméstico, la electricidad y los combustibles, lo que dificulta más la vida para los ingleses (eso se ha debido a los efectos de la pandemia y la presente guerra entre Rusia y Ucrania, además de las constantes crisis capitalistas que se caracterizan por incremento de precios y desempleo).
No pierdan de vista, como señalé, que se trata de un supuesto país “de primer mundo”. Y eso, lo que finalmente demuestra, es que el empobrecimiento de buena parte de la población mundial, se da en todos los países, con tal de que unos pocos ricos, cada vez más ricos, vivan a sus anchas en un planeta que cada vez ofrece menos y menos condiciones de existencia para que podamos habitarlo, gracias a la depredación y contaminación ambiental ocasionadas por el capitalismo salvaje.
“La gente que renta es la más pobre. De acuerdo con el reporte anual del 2022 sobre la pobreza, de la fundación Joseph Rowntree, un tercio de los inquilinos (4.2 millones de personas), están en la pobreza, debido a altos costos de rentas y bajos ingresos. Casi la mitad (46 por ciento) de ellos, afirman que las altas rentas, los han empujado a una mayor precariedad”, señala Norris.
El caso más extremo de incremento de rentas es el distrito de Glasgow, que en el 2019, tenía rentas promedio de £597 libras ($739 dólares) y que han incrementado a £985 libras ($1,220 dólares), un 65 por ciento. Y en Ascot, Berkshire, una zona de lujo, las rentas han subido de £3,224 ($3,993 dólares), en el 2019, a £4,163 libras ($5,156 dólares), 29 por ciento, muy desproporcionado. En ese distrito, alrededor de un tercio de los niños que viven allí, son pobres o muy pobres. La pobreza, desde luego, forma y determina lo que serán esos niños de adultos (al crecer con tantas carencias, de adultos, si llegan a subir de nivel, se vuelven consumidores compulsivos, tratando de adquirir todo de lo que carecieron en su niñez, muy conveniente para el capitalismo salvaje).
La citada fundación John Rowntree halló que un 20 por ciento de los inquilinos pobres, se deben de endeudar, con tal de seguir pagando renta, electricidad y gas.
Además, muchos estudiantes desertan de sus escuelas pues sus padres ya no pueden mantenerlos porque o pagan renta o pagan sus estudios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/03/en-inglaterra-desertan-universitarios.html).
Y eso ha afectado a personas como Esther Planas, española de 62 años que desde hace mucho se mudó a Inglaterra. “El sitio donde vivo, se ha gentrificado y, sí, admito que soy parte de la gentrificación. Pero ya no puedo más. Mi arrendador me dijo que ma va a subir la renta de 1,175 a 1,620 libras. No podré pagarlas, para nada. Soy pintora, doy clases, conferencias, pero me mantengo principalmente de vender mis cuadros. Voy a quedarme en la calle y por eso le estoy pidiendo ayuda al ayuntamiento, pero me dicen que se llevan años en atender. Ya antes me habían corrido de otro edificio en donde las rentas eran bajas. Nos corrieron a todos los inquilinos y ahora son puras rentas caras, ‘VIP’. Adonde quiera que busco, las rentas andan en 1,300, 1,400… pero la mayoría de 1,500 a 1,600, incluso afuera de Hackney (donde vive), no puedo pagarlas. ¡Es imposible, brutal, así, no se puede vivir. Necesitamos que regulen esto. Necesitamos que cambien las cosas!”.
Su desesperada declaración, es más que evidente. La tragedia que viven las personas que tienen que rentar en Inglaterra (y en todo el mundo, muy seguramente) es dramática. El derecho a una vivienda decorosa, amplia, cómoda, con todos los servicios, debería de ser un derecho humano universal.
Pero como en el capitalismo salvaje son simples mercancías, que las compre el que tenga dinero, no el que tenga necesidad de vivir en alguna casa.
Esa es la imperturbable ley en el capitalismo salvaje.
Contacto: studillac@hotmail.com