lunes, 4 de enero de 2021

Los autos autónomos aún no son totalmente seguros

 

Los autos autónomos aún no son totalmente seguros

por Adán Salgado Andrade

 

Hace unos años, cuando, por fin, se pudieron establecer los métodos y algoritmos para diseñar y fabricar autos que se manejaran solos, los llamados autónomos, muchas empresas se dieron a la tarea de desarrollar sus propios modelos, pensando que la tecnología era confiable.

Algunas, como Uber, planeaban sustituir totalmente a sus conductores humanos, con autos robots, con tal de no depender del factor humano, algo absurdo, en un mundo en el que cada vez crece más y más el desempleo, pues máquinas y robots han ido desplazando al ser humano. Y es una contradicción, pues si crecen las personas desempleadas, no hay consumo, la base de sustentación de este irracional sistema (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/al-capitalismo-salvaje-no-le-perturba.html).

Pero todo indica que los sueños de que, en poco tiempo, circularan puros autos robots, fue muy anticipado, pues siguen existiendo problemas técnicos que no se han podido superar. Sobre todo, que cambios imprevistos en las condiciones de manejo, no son convenientemente detectados o para nada, por esos vehículos.

Es lo que comenta el artículo de The Guardian titulado “Se llegó al pico: porqué la revolución de los autos autónomos se ha estancado”, firmado por Gwyn Tophan, quien agrega como subtítulo que “En tanto que Uber detiene sus planes para robotaxis, expertos admiten que el desafío de un vehículo autónomo es mayor que lo que se había anticipado” (ver: https://www.theguardian.com/technology/2021/jan/03/peak-hype-driverless-car-revolution-uber-robotaxis-autonomous-vehicle).

El artículo abre con un video que muestra un accidente fatal en el que intervino justamente un auto robot de Uber. Filmado por la cámara del vehículo, muestra, la cámara exterior, el momento en que una persona, jalando una bicicleta, está atravesando la avenida, justo cuando el vehículo la atropella. La cámara interior, muestra a una despreocupada mujer, quien, muy confiada por el auto robot, va revisando, seguramente, su celular. Mira al frente una primera vez, y vuelve a revisar su celular por algunos segundos. Cuando levanta su vista, advierte, tardíamente, que el auto golpeó a toda velocidad al transeúnte, con todo y su bicicleta, quien resultó muerto. Es decir, el auto, no respondió al inminente accidente, pues ni siquiera disminuyó su velocidad. La escena toma lugar en la noche. Quizá es uno de los escenarios no contemplados por el software de esos autos robots.

Se supone que esos autos, deberían de detectar a una persona que cruce una calle y el que aventó al transeúnte, no lo hizo. Y son las fallas que están dentro del 10 por ciento de problemas que, se estima, presentan. Lo cual no los hace totalmente seguros.

Por ello, quizá para no meterse en más problemas, Uber decidió detener sus planes de tener puros taxis robots y vendió su división de autos autónomos a la empresa Aurora, por apenas $4,000 millones de dólares, en la mitad de lo que la había valuado en el 2019. Dijo Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, que eso, de ninguna manera “significa que esté proscrito el auto robot, pues pocas tecnologías, como ésa, prometen mejorar las vidas de las personas, con una segura, accesible y medioambientalmente amigable transportación”.

¡Vaya cinismo, después de que varios de sus autos, como el implicado en el mencionado atropellamiento, han sufrido accidentes!

Y es sólo uno de los aspectos, el más grave, que están presentando esos autos.

Ya, una empresa que se abocó a hacer camiones transportadores autónomos, renunció a su objetivo. Se trata de Starsky Robotics, especializada en transportes autónomos, que fue la primera en operar un tráiler robotizado en una autopista. “Ahora está cerrando, y su cofundador, tiene algunas cosas honestas y sensibles qué decir sobre la industria, lo que es inusual, pues esa industria está llena de charlatanes. Stefan Seltz-Axmacher cofundó Starsky hace unos cuatro años, llegando a equipar una flotilla de tres tráileres con equipo autónomo, con lo que podían transitar por estacionamientos para transportes y, una vez, catorce kilómetros y medio por una carretera de Florida”, comenta en un artículo para el portal Gizmodo, Erik Shilling, quien agrega que al ser una inversión de largo plazo y de que se apoya en un software no muy seguro, dieron como resultado el cierre de esa empresa (ver: https://jalopnik.com/the-failure-of-this-self-driving-truck-company-tells-yo-1842417033).

El problema es que hay tantas variables, no sólo los peatones, sino condiciones del camino y climáticas, que todavía el desarrollo de autos robots seguros, dista varios años.

Sólo imaginen a uno de esos autos circulando en las terribles calles de la ciudad de México, con tanto tráfico, conductores violentos, cafres del volante, los imprevistos cerrones, peatones cruzando por donde se les pega la gana, aunque haya puentes… ¡no podrían circular esos autos, seguramente, se bloquearían!

La empresa Waymo, fundada por Google, es la que, hasta ahora, conserva una flota de taxis, pero sólo en Phoenix, Arizona, pues “la ciudad está totalmente mapeada centímetro a centímetro, por las computadoras de Waymo”, señala Tophan.

Muchas empresas de taxis, simplemente, ya no consideran tener una flotilla de autos robots, como Addison Lee, cuyo CEO, Liam Griffin, señala que “los autos autónomos, que los desarrollen las automotrices, no forman parte de nuestros planes”.

También Ford pospuso el lanzamiento de taxis autónomos, “debido a la pandemia”. Claro, ha sido buen pretexto la pandemia, en un asunto que, en realidad, todavía no es del todo seguro.

Si se atribuyen a los errores humanos el 90% de los accidentes, que esos autos presenten sólo 90% de confiabilidad, los hace, técnicamente, inseguros.

Y tantos accidentes han presentado, que son muchas las personas que no se sentirían seguras abordando un taxi autónomo, revelan encuestas.

Tesla, cuyos autos han sufrido ya varios accidentes, cuando son operados por el piloto automático, ya se apresuró a decir que ese dispositivo “sólo es un auxiliar en el manejo del conductor, el que requiere seguir con su total atención en la operación del vehículo”. Así, se evita las demandas judiciales que le achacarían total responsabilidad en los accidentes que se vayan a dar (se han producido varios, pero insiste en que esa advertencia, siempre la ha señalado. Ver: https://www.consumerreports.org/car-safety/tesla-autopilot-update-warns-drivers-sooner-to-keep-hands-on-wheel/).

Lo que, en todo caso, se tiene pensado, es construir vías confinadas, con señalamientos que los autos robots puedan seguir seguramente, sin sorpresas. Además, que sólo se usen en tareas específicas, como, por ejemplo, entregas de productos por rutas bien mapeadas.

Así que la imagen cincuentera que mostraba a una familia en el interior de un gran auto, haciendo cada quien lo que más le gustaba, es todavía tema de la ciencia ficción.

Muy mala noticia para el capitalismo salvaje, que, seguramente, había contemplado en el auto robot, el siguiente gran hito tecnológico y consumista, para que se vendiera como pan caliente y retroalimentara su ya decadente reinado.

 

Contacto: studillac@hotmail.com