miércoles, 4 de noviembre de 2020

Los bioplásticos, también contaminan

Los bioplásticos, también contaminan

Por Adán salgado Andrade

 

El mundo, ya está lleno de plásticos y sus derivados, los microplásticos. Incluso, lugares prístinos, como glaciares, los casquetes polares, áreas boscosas protegidas… ya abundan en contaminantes microplásticos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

Pero, como siempre, con tal de seguirlos produciendo, se habla, ahora, de hacer bioplásticos, que, se dice, serán biodegradables y “amables” con el medio ambiente.

Y, de momento, creemos esas mentiras, que lo único que hacen es engañarnos con una nueva panacea. Eso sucede, por ejemplo, con los automóviles eléctricos, los que se han presentado como la “solución total” al problema de la contaminación ambiental. Pero, lo que se oculta es que, esos autos, darán lugar a otro tipo de problemas ambientales. Para comenzar, sus baterías usan litio, y la explotación de este mineral, es contaminante, además de que requiere de mucha agua, aproximadamente ¡1,900 toneladas de agua pura, es decir, 1,900 millones de litros, para extraer una tonelada de litio, la cual queda, irremediablemente, contaminada! (ver: https://youmatter.world/en/electric-car-battery-recycling-lifespan/).

Además, los millones de baterías que generarán esos autos eléctricos, se reciclan apenas en un 5%. Se tiran en baldíos, se degradan y contaminan el suelo con peligrosos fluidos químicos, que, además, contaminarán también acuíferos. Y, como se apilan por cientos, estallan y eso provoca incendios, que son difíciles de apagar, los cuales, además, producen muy tóxicos, negros humos.

Eso, por ejemplo, es lo que está tras la panacea de los autos eléctricos y es lo que no se dice (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/los-autos-electricos-no-son-la-panacea.html).

Y es lo que, tampoco se dice, sobre los bioplásticos, que son igual, o hasta más contaminantes, cuando se “degradan”, como refiere un artículo del portal digital Gizmodo, titulado “El bioplástico es tan tóxico, como el plástico tradicional, expone un estudio”, firmado por Dhama Noor, en el que refiere que es un engaño, eso de que los bioplásticos ayudarán a “limpiar” el medio ambiente, biodegradándose (ver: https://earther.gizmodo.com/bioplastic-just-as-toxic-as-traditional-plastic-study-1845483277).

Dice Noor que “Un nuevo estudio, sugiere que los bioplásticos – plásticos que son hechos de material biológico, en lugar de petróleo y/o que son tratados para que sean biodegradables –, contienen tantos químicos tóxicos, como el plástico convencional”.

Señala, lo que comento arriba, que el plástico ya es un muy grave problema de basura y salud ambiental y humana, pues, ya, hasta niños pequeños, están ingiriendo 1.6 millones de microplásticos en cada biberón plástico, de leche, que toman por día (ver: https://earther.gizmodo.com/babies-are-drinking-1-6-million-pieces-of-microplastic-1845412055).

El plástico, prácticamente, no se recicla. Estados Unidos decía que lo hacía, pero, únicamente, lo enviaba a China, en donde se hacía el proceso. Pero como China, dejó de importar la basura plástica de aquel país, casi se acabó con el reciclaje. A nivel mundial, desde que el plástico comenzó a hacerse, sólo se ha reciclado el 9% (ver: https://www.nationalgeographic.com/news/2017/07/plastic-produced-recycling-waste-ocean-trash-debris-environment/).

Y la mayoría, está en tiraderos o en el mar. Para el 2050, si es que llegamos, habrá más plástico, en volumen, en el mar, que especies marinas  (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/el-plastico-que-va-los-oceanos-se.html).

Continúa Noor, explicando que “En el nuevo reporte, publicado en la revista de Medio Ambiente Internacional, los investigadores examinaron 43 productos bioplásticos diferentes, incluyendo los desechables, las envolturas de chocolate, las botellas de refresco, y los corchos de vinos. Éstos, representaron nueve clases de bioplásticos en el mercado, incluyendo variedades hechas de materia orgánica, como plantas y algas. Otros, de los que se biodegradan con el tiempo. Pero algunos, tienen ambas características”.

El estudio, dice Noor, fue hecho con un análisis genérico conocido como bioassays in vitro, al igual que con espectrometría. Con esos métodos, pueden ver los científicos cómo reacciona un material con la luz. “Las observaciones, sugirieron que un 80% de los productos contenían más de 1000 químicos, pero, otros, tenían más de 20,000 químicos”.

Alarmantes esas cifras, pues dan idea de por qué los plásticos son tan dañinos, incluso, al degradarse, cuando pasa el tiempo, para que suceda tal degradación, pues se descomponen en los tóxicos materiales que los conforman.

Dice Noor que, aunque no todos los químicos son malos, pero al probar la toxicidad, los investigadores hallaron que, tomados en conjunto, una cantidad algo mayor de bioplásticos y materiales hechos de plantas, inducían toxicidad. Encontraron, también, que los nuevos productos eran casi tan proclives a trastornar la actividad endócrina.

Aunque todavía se requiere más investigación, pues los científicos no saben hasta dónde estos químicos pueden penetrar al organismo humano.

Lisa Zimmermann, ecotoxicóloga acuática de la Universidad Goethe, en Frankfurt, y autora principal del estudio, declaró que “Los plásticos biodegradables y orgánicos, no son más seguros que otros plásticos”.

Por si fuera poco, resulta que, un estudio previo, mostró que los plásticos que están marcados como “biodegradables” o “composteables”, “no se descomponen, si no son enviados a lugares específicos, y que los bioplásticos hechos de material orgánico, normalmente, emplean siembras agrícolas, las que compiten, con las que son dedicadas al consumo humano. Y, además, la agricultura es una gran emisora de gases efecto-invernadero”.

Así que las bolsas que, últimamente, en el país, traen la leyenda de “bolsa biodegradable”, probablemente, ni lo sean. Lo más que he visto, es que esas bolsas se comienzan a despedazar, pero no sé si eso signifique que se estén, realmente, biodegradando o sólo se conviertan en los indeseables microplásticos.

Y si usan, por ejemplo, maíz o trigo, para hacerlas, muy mal, pues están robando el alimento de un mundo cada vez más y más hambriento. Y, en efecto, la agricultura, es uno de los mayores contaminantes y productores de gases que están calentando al planeta, pero resulta peor, si no se usa para alimentos, sino para hacer bolsas u objetos bioplásticos, que, ya lo vimos, son igual o peor de tóxicos que los plásticos convencionales.

Cita Noor a John Hocevar, de Greenpeace Estados Unidos, quien afirma que esa investigación, está de acuerdo con lo que él temía, sobre los bioplásticos, los cuales, contienen químicos que no se regulan, y que ocasionan cáncer, problemas reproductivos y otros serios males. “Antes de que se introduzcan nuevos materiales, deberían de conocerse sus químicos, probarse y regularse”, dice el ambientalista.

Y afirma que, dados los problemas que ocasionan los bioplásticos, lo mejor es dejarlos de lado, pues no son una solución, y, en todo, caso, dejar de pensar en cosas que se usen una sola vez. “Todos saben que debemos de hacer algo acerca del plástico, pero ha habido muy poco enfoque en que la mejor respuesta es: debemos de hacer cada vez menos de ese material. Las mejores soluciones no serán cambiar de un material a otro, sino de dejar atrás los empaques desechables y, en lugar de eso, reutilizar, rellenar y no empacar las cosas”.

Tiene razón, pues gran parte del plástico que usamos es del tipo desechable, que se da con los objetos que se usan una sola vez. Durante la pandemia, creció el uso del plástico desechable, por cuestiones “sanitarias”, pero aumentó la basura plástica, así que, de nada sirvieron las campañas previas para dejar de usar bolsas plásticas u objetos plásticos desechables, como mascarillas, jeringas, sondas, guantes, batas y otro plásticos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/la-pandemia-incrementara-el-grave.html).

Si volviéramos al pasado, en que todo era retornable, se acabaría con esa nociva costumbre de comprar, usar y tirar.

Y comprueba el artículo que eso de hacer bioplástico de nopal o arroz o cáscara de algo, no ayuda, pues es igual o más tóxico que los plásticos convencionales, ya que se emplean materiales que le dan a esos materiales cohesión, los cuales, no son naturales.

Así que, mejor, sigamos comiendo los nopales o el maíz o el arroz.

Y olvidémonos de tanta bolsa, frasco, botella… desechables, los que terminan en basureros o en el mar.

Pues, de lo contrario, el planeta nos desechará a nosotros.

 

Contacto: studillac@hotmail.com