jueves, 16 de abril de 2020

La pandemia incrementará el grave problema de los desperdicios plásticos


La pandemia incrementará el grave problema de los desperdicios plásticos
Por Adán Salgado Andrade

La presente emergencia mundial de salud, está ocasionando efectos colaterales, algunos muy positivos, como la acentuada reducción de contaminantes en todo el mundo (ver: https://www.wired.com/story/the-pandemic-has-led-to-a-huge-global-drop-in-air-pollution/).
Gracias a la reducción, por el encierro, de la producción industrial y de muchas otras actividades, se ha limpiado bastante la atmósfera (lo que nos hace pensar en que pudo haber sido esto una reacción planetaria para combatir al depredador virus humano).
Al haber menos vuelos, también se redujo la polución que sus contaminantes máquinas y estelas, atrapadoras de calor, provocan (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/las-muy-daninas-estelas-de-aviones.html).
Igualmente, al estar varados los cruceros, por las decenas de contagiados por el Covid-19 que transportan, se redujo el impacto que dejan. Por ejemplo los 47 “cruceros de lujo” que opera la empresa Carnival, produjeron en el 2017, diez veces más polución que todos los 260 millones de autos que hay en la Unión Europea. Cada uno, por año, contamina el equivalente a un millón de autos (ver: https://www.transportenvironment.org/press/luxury-cruise-giant-emits-10-times-more-air-pollution-sox-all-europe%E2%80%99s-cars-%E2%80%93-study).  
Absurdo que ese muy dañino privilegio, de cruzar los mares a “todo lujo”, que muy pocos pueden gozar, se mantenga. Sin embargo, como señalé, en medio de la pandemia todos esos “cruceros de lujo” son como naves de apestados, quienes están guardando la debida cuarentena. Sus suntuarios servicios, de momento, no se requieren.
En fin, hay muchos puntos positivos que está dejando la pandemia. Pero hay uno que, en particular, agudiza un problema que ya, de por sí, era grave. Y ese problema es la abundante basura plástica.
De acuerdo con el Worldwatch Institute se producen cerca de 300 millones de toneladas de plásticos cada año y tiende a incrementarse tal cantidad en 4% (se calcula que se han producido 83000 millones de toneladas de plástico desde los 1950’s). Alrededor del 4% del petróleo producido mundialmente es para hacer plástico y otro 4% de tal petróleo, es empleado como energía para la manufactura plástica El consumo promedio por persona en Europa o en Estados Unidos (EU), que son las regiones en donde más se consume plástico – por la cultura de lo desechable y obsolescente –, es de cien kilogramos, aunque baja en países pobres o con menor desarrollo, a unos 20 kilogramos. Pero como tal producción no va a la par con el reciclaje, muchos de los plásticos desechados van a dar a basureros o, peor, a los océanos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/03/la-muy-grave-contaminacion-por-plasticos.html).  
Señala el Programa Ambiental de la ONU, que entre el 22 y 43% de los plásticos producidos anualmente son tirados en basureros o en el mar. Alrededor de 10 a 20 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, en donde van a dar a los fondos, son tragados por fauna marina o, simplemente, flotan. Un estudio, conservadoramente, estimó que 5.25 billones de partículas plásticas (5.25 millones de millones), las cuales pesan unas 268940 toneladas, flotan por todos los océanos. Y toda esa basura tiene, incluso, un costo, pues se pierden unos $13,000 millones de dólares anuales por daños a los ecosistemas, al turismo y por el costo de limpiar tales acumulaciones (ver: http://www.worldwatch.org/global-plastic-production-rises-recycling-lags-0).
Así que, como dije, la basura dejada por tanto plástico desechado, es ya un grave problema, que se agravará por la emergencia sanitaria mundial, pues pretextando, muy oportunamente, que se use equipo de higiene y médico que sea desechable, el plástico será la “solución” para evitar, lo más posible, contagios.
El artículo “Todavía otra consecuencia de la pandemia: más basura plástica”, publicado por Wired, firmado por Matt Simon, expone cómo se incrementará todavía más el empleo de los plásticos, con la consecuencia de que incrementará la basura. Al ser el reciclaje tan poco, seguiremos llenando basureros y el mar de millones de toneladas anuales de ese, no biodegradable, material (ver: https://www.wired.com/story/coronavirus-pandemic-recycling-crisis/).
Un grave problema es lo poco que se recicla el plástico. Hablando de EU, por ejemplo, solía enviar la mayoría de su basura plástica a China, hasta que ésta, en el 2018, dejó de recibir tanto desperdicio. Así que EU, en realidad, siempre recicló poco plástico, confiado en que China sería siempre su tiradero. La “solución” no ha sido que ese país iniciara su propio reciclaje, sino que, simplemente, el plástico desechado se irá a basureros o, peor, se incinerará.
El otro problema por el cual es poco el reciclaje de plástico – un 7% en EU –, es que al ir bajando desde hace años mucho el petróleo, es más barato producir plástico nuevo, que reciclarlo.
Una situación más, señala Simon, es que la llamada “calidad del desperdicio”, ha ido bajando. Como le comenta Tom Szaky, director de la empresa de reciclaje TerraCycle, que el llamado “aligeramiento”, que ya sucedía antes de la pandemia, consiste en que cada vez se hacen botellas – lo más reciclado del plástico – más delgadas, así que son mucho más baratas, por lo que “cada vez es menos lucrativo para una empresa recolectora de basura el reciclaje”.
Tiene razón, pues si ponen ustedes atención en muchas botellas, sobre todo de agua, son delgadísimas, con tal de que salgan muy baratas.
Y ese es el meollo del capitalismo salvaje, que sólo se dedicará a una actividad, lo que sea, si hay una ganancia. Si el reciclaje la deja, perfecto, con los beneficios ambientales y sociales consecuentes. Pero, como dice Szaky, si no hay ganancia, aunque haya beneficios ambientales y sociales, quedará proscrita tal actividad.
Con esas precarias condiciones para la industria del reciclaje, se presenta ahora la pandemia. Y lo que expresa Simon para EU, sucederá en el resto del mundo.
“Ahora, los plásticos de un solo uso – como jeringas desechables, sondas con bolsas, guantes, trastes, cubiertos…–, son más populares que nunca, pues la gente, por el pánico, compra cosas como botellas de agua y otros productos envasados en plástico, como el gel antibacterial, pañuelos desechables y comida. Entonces, claro, la gente limpia todo esto con paños desinfectantes, los que, a su vez, están envueltos en plástico”.
Da los datos para EU, de cómo han subido tanto las ventas de productos higiénicos. “Las ventas de papel de baño subieron 112 % en marzo de este año, comparadas con el 2019 – y pudieron ser mayores, de no ser por desabasto –, en tanto que para los desinfectantes en aerosol, subieron 343%. En la última semana de febrero, las ventas de geles antibacteriales subieron 313 %, comparada con la misma semana del 2019. Amazon ha contratado 100,000 trabajadores extras para satisfacer el incremento de sus ventas, empacando artículos envueltos en plástico y metiéndolos a cajas, para llevarlas directo a su puerta”.
Por cierto, que Amazon no está teniendo el cuidado adecuado con sus trabajadores, varios de los cuales se han contagiado en sus instalaciones, por no haber impuesto protocolos sanitarios adecuados, desde antes de que comenzara la pandemia. Abundan testimonios de aquéllos, en ese sentido (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/negligencia-de-amazon-con-sus.html).
También, para evitar contagios en restaurantes, se usan cubiertos y trastes desechables. Y en cuanto a las bolsas reusables, que antes de la pandemia se había acordado usar, con tal de reducir tantos millones de bolsas que se producen y tiran, en muchas tiendas de EU, está prohibido que las lleven los clientes, para evitar contagios.
Los rellenos que promovía Starbucks para las tasas reusables, los dejó de hacer, antes de que, en el extremo, cerrara todas sus tiendas. “Así que lo desechable ha crecido demencialmente. Y eso, desalienta más el reciclaje”, dice Szaky.
Y suponiendo que reciclar fuera lucrativo, muchos recicladores han cerrado a consecuencia de la pandemia. “Se han suspendido programas de reciclaje por docenas de gobiernos locales y de condados, desde Miami hasta el condado de Los Ángeles, de acuerdo con la publicación West Dive. Las recicladoras están batallando para ver cómo protegen a sus trabajadores para evitar que se contagien durante el manejo de los materiales”, señala Simon.
Es cierto, pues muy seguramente toda esa basura plástica, debe de ser muy temible para los trabajadores, sobre todo, tomando en cuenta que en el plástico, el Covid-19 puede durar hasta siete días (ver: https://www.businessinsider.com/coronavirus-lifespan-on-surfaces-graphic-2020-3?r=MX&IR=T).
Por otro lado, en el caso de TerraCycle, como recolecta su materia prima de tiendas, al estar cerradas varias de ellas, se reduce mucho tal recolección.
Y como los programas oficiales para reciclar están suspendidos, mucho del material que iba a dar a los centros de reciclaje, simplemente, se está tirando.
Para empeorar las cosas, señala Simon, el material médico desechado de los hospitales, se debe de empacar y enviarse a centros en donde, simplemente, se incinerará, pues por ningún motivo, de por sí, se recicla el desecho plástico hospitalario, no sólo porque vaya a contener Covid-19, sino patógenos de otras enfermedades, mucho más contagiosas y mortales que tal virus – como hepatitis, tuberculosis, y otras.
Hay que agregar que la incineración de plásticos produce también gases y partículas suspendidas muy tóxicos (ver: http://www.saskwastereduction.ca/assets/upload/pdf/plastics-pdf/effects-of-buring-plastics.pdf).
De todos modos, dice Simon, aunque todas las recicladoras estuvieran funcionando, la pandemia está produciendo más plástico, el reciclable, del que podrían procesar. Se acabó ya el furor de elevar el reciclaje de plásticos y priva ahora el de tirarlos “para evitar contagios”.
Agrega Simon que, ya que haya una vacuna efectiva contra el virus, tendría que exigirse también a la industria de los plásticos que los produzcan más reciclables y biodegradables, pues no han querido hacerlo nunca y siempre dejan esa tarea a los consumidores. En efecto, vemos, por ejemplo, que una botella de la nefasta empresa Coca-Cola pide que reciclemos, como si eso sólo fuera nuestra tarea.
No se han preocupado empresas como ésa y muchas otras, de buscar una verdadera solución para empacar sus productos y siguen optando por lo fácil, producir más y más plásticos.
Coca-Cola dijo en la reunión ambiental de Davos que “no podemos dejar de hacer botellas, pues nuestros clientes nos exigen tomarse su bebida en una práctica botella de plástico”. Vaya justificación tan imbécil.
Igualmente, las depredadoras petroleras estadounidenses, preparándose por si los autos eléctricos se masifican y van dejando de lado a los de combustión, dicen que harán mucho más plástico, “para compensar las pérdidas que la disminución de las venas de combustibles dejará”. Claro, primero están sus intereses, que los de las sociedad y el planeta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/01/las-contaminantes-petroleras-y-coca.html).
Así que muy oportuna y conveniente está resultando la pandemia para las empresas que producen plástico (y para muchas otras, como las farmacéuticas, las del comercio electrónico, como Amazon, las de streaming, como Netflix, y así). Nos ahogarán con tanto poliuretano, y quizá eso ocasione, al final, más muertos, que la pandemia, como ya sucede.
Mueren prematuramente por contaminación y depredación ambiental 4.6 millones de personas cada año (ver: https://www.sciencedaily.com/terms/air_pollution.htm).
Esa contaminación y depredación ambiental, las provoca el capitalismo salvaje con la absurda sobreproducción que alienta el compulsivo consumismo que, desde siempre, nos ha impuesto (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/depredacion-ambiental-planetaria-accion.html).
Así que la irracional, destructiva acción de tal capitalismo salvaje, constituye una verdadera, mayor pandemia.
Contra esa, ni los plásticos de un solo uso, nos protegerán.