martes, 22 de marzo de 2022

Ya también se está derritiendo el permahielo existente bajo el mar

 

Ya también se está derritiendo el permahielo existente bajo el mar

Por Adán Salgado Andrade

 

El calentamiento global es ya irreversible y va a empeorar, pues nada se hace, realmente, para disminuir la contaminación y depredación ambiental, que la especie humana está provocando al planeta y que son las causas del incremento de las temperaturas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/10/el-irreversible-y-catastrofico.html).

Una de las lamentables consecuencias, es el acelerado derretimiento de los polos terrestres y de los glaciares. Incluso, la Antártica, está ya muy afectada y hasta un masivo glaciar que contiene, el llamado Doomsday, está licuándose rápidamente y cuando sea total, el nivel del mar subirá tres metros (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/cuando-el-glaciar-doomsday-se-derrita.html).

El problema adicional es que, al derretirse los polos, el llamado permahielo, que era un hielo tan viejo y tan congelado que nunca se creería que se derretiría, ya también lo está haciendo. Como se trataba de materia orgánica súper congelada, al derretirse el hielo que la compactaba, soltará todo el carbón y el metano que contenga, contribuyendo eso a un mayor calentamiento global, pues tales gases son los que lo están calentando (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/el-derretimiento-del-permahielo-esta.html).

Pero ahora, una nueva amenaza emerge. Y es el derretimiento del permahielo marino, aquél que se halla bajo el agua, como relata el artículo “El permahielo marino es un gran depósito gaseoso que afectará el clima”, firmado por Matt Simon, quien agrega que “seguramente, usted ha oído hablar del permahielo, el que existe en los polos. Pero también existe sumergido, y se está derritiendo, lo que emitirá más gases que calienten al planeta” (ver: https://www.wired.com/story/underwater-permafrost-is-a-big-gassy-wild-card-for-the-climate/).

Explica Simon que hace unos 20,000 años, por una de las glaciaciones de esos tiempos, se congeló mucha agua marina. Quedó expuesta bastante tierra costera, unos 120 metros. Pero cuando subió la temperatura, el nivel del mar, subió, y el agua, cubrió esas costas, en donde había tierra y sedimentos congelados. Es el llamado permahielo marino, que también se está derritiendo, según muestra un nuevo estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, de un equipo internacional de científicos que durante diez años, empleando robots, determinaron que también se está licuando.

Gracias a esos robots, han localizado varios “lunares” en el permahielo marino, que son áreas en donde ya se derritió y se hunden. En una gráfica, puede verse un área casi rectangular, de unos 220 metros en su lado mayor, por 74, en el menor, y una profundidad de 24 metros. Y como ese, hay varios ya. Es un fenómeno llamado termokarst, debido a que el sumergido terreno, está lleno de lunares, hendiduras, promontorios, todo muy irregular, debido a tanto hundimiento, al estarse derritiendo, aceleradamente, el permahielo.

Los científicos, cubrieron un área equivalente a Manhattan, “y detectaron unos 40 agujeros. El más grande, del tamaño de una manzana de la ciudad de Nueva York, con edificios de seis pisos de altura”.

O sea, ya el daño está hecho y avanza rapidísimo.

Los científicos piensan que el derretimiento de ese permahielo submarino es debido al calentamiento de las aguas oceánicas “y se está produciendo desde la base, no desde arriba, como sucede con el permahielo terrestre”.

Tiene lógica, pues los océanos, se están calentando también, ya que están absorbiendo el 90% del calor que generamos a diario. “Es más lento el derretimiento, lo que indica que es una tendencia que inició desde hace mucho tiempo”, señala Ben Abbot, investigador que estudia el permahielo en la Brigham Young University. “La gente, puede decir que no hay nada de qué preocuparse. Pero, al contario, una vez que los sistemas se ponen en movimiento, son imparables. No es como si controláramos a un auto con el volante, sino como si dejáramos caer una piedra redonda de lo alto de una montaña”.

Así que, como muchas otras desgracias que esta depredadora, contaminante “civilización”, ha ocasionado, es algo ya irreversible, que irá empeorando. Y no hablamos de muchos años, sino de unos cuantos, quizá en el 2030, sea un ya muy grave problema, que siga contribuyendo a seguir calentando al planeta.

Seguramente es algo que no han tomado en cuenta los analistas del calentamiento global, al hablar de que se debe de limitar éste, a no más de 1.5º C para el 2030, si queremos evitar peores eventos climáticos y consecuencias. Al derretirse ese permahielo, se emitirán miles de toneladas de CO2 o de metano. “Los científicos estimaron que habría unas 775,000 millas cuadradas (2,007,241 km2, ¡un poco más del área de México!) de permahielo submarino, las que deben de tener secuestradas cientos de gigatoneladas de carbón orgánico y decenas de gigatoneladas de metano”.

El metano es 80 veces más potente que el CO2 para contener el calor en la atmósfera, que es el que está elevando las temperaturas globales. Y estamos llegando a niveles casi invivibles, por tanto calor. Ya, Kuwait, es el país considerado como el más caliente del planeta. El verano del 2021, por ejemplo, experimentó una temperatura de 53.2º C (ver: https://apnews.com/article/climate-science-business-environment-europe-ff45e6b98e6af459b21d47a6df403475).

Y cada vez más frecuentes “inusuales” ondas de calor afectan los polos terrestres. Al momento de escribir estas líneas, una de tales ondas, está ocasionando que en el Antártico haya, en el otoño, temperaturas de 15º C, unos 32º C arriba de lo “normal”, cuando deberían de ser de, al menos, unos -17º C (ver: https://www.zmescience.com/science/heatwave-record-temperatures-arctic-antarctica-21032022/).

Dice Simon que “el metano atrapado en el permahielo submarino, incluso, puede inflamarse y en cuanto las temperaturas asciendan, será liberado totalmente”.

De ser expulsados tanto CO2 y metano, “equivaldrán al que liberaría una nación industrializada”, como señala Merritt Turetsky, ecologista de la Universidad de Colorado. “Es como si desconectáramos el congelador mundial. Eso, ocasionará que dichos gases, se comiencen a expulsar y a sumarse a los que ya están calentando al planeta”.

Así que ahí tienen otro problema que empeorará la catástrofe climática que ya estamos sufriendo.

Nos espera un infernal futuro.

 

Contacto: studillac@hotmail.com