viernes, 21 de enero de 2022

El derretimiento del permahielo está liberando más gases efecto invernadero

 

El derretimiento del permahielo está liberando más gases efecto invernadero

Por Adán Salgado Andrade

 

El calentamiento global, ocasionado por la acelerada contaminación y depredación ambiental, es ya irreversible. El capitalismo salvaje y su irracional sistema de sobreproducción, son los causantes de ese grave problema.

Una de las consecuencias, es el derretimiento de los polos y los glaciares. El glaciar que se encuentra en el Antártico, el llamado Doomsday, jalará a otros y eso hará que el nivel del mar ascienda tres metros más, aparte de lo que otros deshielos provoquen (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/cuando-el-glaciar-doomsday-se-derrita.html).

Pero otro efecto que ya se experimenta, es el derretimiento del llamado permahielo, que es la capa de hielo polar, la cual, se suponía, nunca se derretiría, pues era la más antigua y profunda.

De hecho, se le consideraba tan estable, que varios países, Rusia y China entre ellos, construyeron infraestructura urbana, como carreteras, vías de ferrocarril, edificios y otras cosas. Pero al derretirse el permahielo, lo que sustentaba a tales construcciones, está desapareciendo, como expone Matt Simon en el artículo de Wired, titulado “La humanidad ha convertido a la tierra misma en una amenaza”, en el cual afirma que “todo el daño ocasionado al planeta, ha llevado al colapso de ciudades, a expulsar gases efecto invernadero, lo que crea un círculo vicioso que está acelerando el calentamiento global” (ver: https://www.wired.com/story/humanity-has-turned-land-itself-into-a-menace/).

En Rusia, el derretimiento del permahielo, ya ha ocasionado accidentes por la inestabilidad. En una fábrica de níquel y paladio, la Norilsk Nickel, ubicada en la zona siberiana, para sus operaciones, tenía enormes tanques para almacenar diésel. Uno de tales depósitos, conteniendo más de veinte mil toneladas de contaminante diésel, falló, por los hundimientos diferenciales de su estructura, y toda esa grasosa masa se derramó y fue a dar al río Ambarnaya, el que alimenta al lago Pyasino, un importante cuerpo de agua que surte (o surtía) a sitios cercanos. El derrame, abarcó un área de 350 kilómetros cuadrados y se alejó 12 kilómetros de la planta. O sea, una verdadera catástrofe (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/destructivo-derrame-de-diesel-en-siberia.html).

Y es lo que menciona Simon en su artículo, que “en Rusia, edificios se desquebrajan, como piezas de Lego. Alaska gasta millones de dólares cada año reparando sus caminos, los que se hunden y agrietan. En Canadá, la pista del aeropuerto Iqaluit se hunde, ocasionando problemas a los pilotos”.

Dice que cuando todas esas obras se hicieron, nadie habría culpado a los ingenieros de haber construido allí, pues se creía que el permahielo sería permanente, pero no ha sido así. “Como el Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto del planeta, el permahielo se está derritiendo y colapsando y toda la infraestructura construida encima y dentro de él, se está dañando. Ciudades y pueblos se construyeron encima de esa capa y para mediados del siglo, un 70% desaparecerían hundidas”.

Y como no se derrite uniformemente, eso ocasiona hundimientos diferenciales que llevan al colapso de construcciones, como el mencionado depósito de diésel.

Justamente en Rusia, en donde se han construido ciudades y fábricas, como la de níquel y paladio, el problema ya es grave y empeorará. “En el 2012, 40% de los edificios de la ciudad rusa de Vorkuta, se habían deformado y en pueblos nativos, un cien por ciento ya sufren el problema”.

Más graves son esas deformaciones en caminos, gasoductos u oleoductos, pues los van dañando en distintos tramos, “lo que compromete la integridad estructural”.

Justamente menciona Simon a la ciudad de México, la que se fundó sobre acuíferos que, al irse sobreexplotando, se hunde “cincuenta centímetros al año en algunas partes, lo que llegará a unos veinte metros en los próximos 150 años”. Es lo mismo que sucede en Indonesia, en su capital Yakarta, que también se está hundiendo, con el problema adicional de que, como casi está al nivel del mar, se está inundando. El problema es tan grave, que Indonesia está considerando, seriamente, cambiarla de lugar (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/06/las-ciudades-que-se-hunden-por.html).

Pero, además, tantos gases atrapados en el permahielo por millones de años, metano, entre ellos, acelerarán el calentamiento global, al ser liberados.

Lo mismo sucederá con la llamada turba, compuesta de acumulaciones de vegetación muerta, que se ha ido sedimentando también por miles de años en algunas partes del planeta. “Normalmente, la turba es húmeda, pero por el calentamiento global, se está deshidratando, contribuyendo a liberar también gases como metano”.

No sólo eso, sino que al secarse la turba, por las altas temperaturas, se producen en sus capas internas fuegos que, aunque no se vean, van avanzando lentamente y, cuando al fin se evidencian, es difícil apagarlos, “son los fuegos más largos, pero también los más lentos que se dan en el planeta”.

Esos fuegos equivaldrían a los que se dan en los basureros, que por tanta capa de desperdicios, van avanzando muy lentamente y es muy difícil apagarlos. Y mientras tanto desperdicio se quema lentamente, gases muy tóxicos se desprenden.

Los llaman “fuegos zombis” y, como señalo arriba, es difícil apagarlos. “En el 2008, autoridades inundaron un fuego de turba que se dio en Carolina del Norte con 7,500 millones de litros de agua de lagos cercanos. Y les tomó siete meses para apagar totalmente el incendio”.

Así de persistentes son esos fuegos “subterráneos”.

Al incendiarse, la turba no sólo emite humo, “sino el carbón que mantuvo secuestrado por miles de años. Y como es difícil que se forme de nuevo, se elimina un elemento terrestre que secuestraba carbón, como lo hace un bosque”.

Indonesia, también, al poseer los mayores depósitos de turba y que varios se están incendiando, está emitiendo el carbón que por miles de años estuvo secuestrado por aquélla.

Así que, he ahí otros nefastos efectos del calentamiento global, ocasionado por la depredadora y contaminante acción del hombre.

¿Cuántos más, irán manifestándose?

 

Contacto: studillac@hotmail.com