lunes, 14 de marzo de 2022

El análisis de las aguas negras, ayuda a detectar enfermedades y patógenos

El análisis de las aguas negras, ayuda a detectar enfermedades y patógenos

Por Adán Salgado Andrade

 

Cuando se requiere comprobar si tenemos parásitos o bacterias, nos someten a análisis de orina y de excremento. Sólo así, podemos ver si nos ataca algún germen.

Lo mismo sucede cuando se analizan las aguas negras que generan las ciudades, que se pueden detectar patógenos, causantes de varias enfermedades.

Es lo que ya se está haciendo en países como Estados Unidos, India, Ghana o Bangladesh, en donde se analizan las aguas negras para hallar patógenos, incluso, algunos que todavía no estén ocasionando enfermedades, pero que podrían provocar futuras pandemias.

Esa técnica la empleó el microbiólogo Issmat Kassem, profesor asistente del Centro para Seguridad Alimentaria, de la Universidad de Georgia. Busca genes que se pegan a bacterias, llamados mcr, gracias a los cuales, dichas bacterias, pueden resistir antibióticos de última generación, como la colistina, empleado para infecciones que pueden acabar con la vida, cuando otros medicamentos fallan.

Su trabajo, expuesto en el artículo “El muestreo de las aguas negras, puede rastrear el covid, pero también otras cosas”, firmado por Maryn Mckenna, muestra que es fácil rastrear enfermedades a través de las aguas negras, lo que sería muy difícil si “se analizaran las heces de cada ciudadano implicado” (ver: https://www.wired.com/story/sewage-sampling-already-tracks-covid-what-else-can-it-find/).

Esos genes mcr, fueron hallados por primera vez en China, en el 2015, en la bacteria E. coli, que se encontraba en cerdos de un matadero, y en la carne de puerco vendida en mercados, así como en pacientes que tenían infecciones, internados en dos hospitales.

Desde entonces, esos genes se han propagado por todo el mundo.

Al analizar el drenaje de una ciudad media, situada a media hora de donde está su universidad, Kassem halló muestras del mcr, “no sólo en E. coli, sino en una bacteria del ambiente, llamada M. morganii y a otras, lo que hace de tales bacterias, formidables enemigos”.

Gracias a ese análisis, se pudo comprobar lo extendido que ya está el mcr y que al pegarse a varias bacterias, las está volviendo resistentes a la colistina.

De por sí, las bacterias y los virus, están evolucionando tan rápidamente, que nos están ganando la batalla para combatirlos. Muy pronto, no habrá antibióticos o compuestos que puedan contra ellos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/12/la-fortalecedora-evolucion-de-bacterias.html).

Véase cómo está evolucionando el mismo covid, que se siguen reportando nuevas variantes, sobre las variantes, como la BA2, que se originó del omicrón (ver: https://www.zmescience.com/medicine/new-omnicron-variant-more-contagious-246353/).

Incluso, los hongos microscópicos que provocan infecciones, gracias al calentamiento global, están evolucionando rápidamente y pronto, nos atacarán, provocando severas y hasta mortales infecciones (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/las-infecciones-con-hongos-se.html).

Por eso, es importante el análisis de las aguas residuales, “pues, al hacerlo, se han detectado patógenos que alguien puede portar, pero sin saberlo y que puedan disparar una futura, nueva pandemia”.

Dice McKenna que, por ejemplo, se detectaron variantes del covid, mucho antes de que comenzaran a manifestarse entre la gente. “Gracias a eso, ya se habían secuenciado genéticamente, cuando comenzó a aparecer gente infectada con tales variantes y fue posible controlarlas al momento”.

Incluso, también se hallaron cepas del covid que “todavía no se han manifestado entre la gente y que se ignora cómo llegaron allí. Puede ser que algunas, se hayan desarrollado en algún paciente con su sistema inmune vulnerable y hayan mutado”.

Como ya señalé antes, el drenaje es el equivalente a nuestra heces fecales y a nuestra orina y allí, se halla de todo.

No sólo enfermedades, sino que podrían detectarse sustancias químicas tóxicas y peligrosas, lo que denunciaría que alguna empresa estuviera desechando sus aguas residuales, sin darles un efectivo tratamiento.

No es novedoso el análisis del drenaje. “Ya, en 1854, el doctor John Snow, rastreó la fuente de una epidemia de cólera en Londres al ubicar hogares con enfermos, en un mapa y asociándolos con el pozo de agua que empleaban, pero Snow no conocía aún a la bacteria del cólera, la que fue identificada un año más tarde, en Italia”.

En 1989, en Israel, se analizaron las aguas negras para detectar si todavía había polio. Y en el 2013, cuando, en efecto, hallaron al virus en las aguas residuales, los puso en alerta de que estaba surgiendo un rebote. En Arizona, en el 2017, se analizaron las aguas negras para identificar metabolitos de opioides, con la esperanza de hallar si estaban usándose sobredosis de medicamentos que los contenían”.

Eso, lo de las sobredosis de opioides, usadas para “controlar el dolor”, son frecuentes en Estados Unidos, en donde inmorales empresas como Purdue Pharma, fabrican fármacos, como el OxyContin, que se recetan indiscriminadamente a pacientes con fuertes dolores crónicos, y que no sólo no les quitan el dolor, más que a ratos, sino que los vuelven adictos y hasta mueren por sobredosis. De hecho, hay una llamada epidemia de opioides, provocada por medicamentos “legales” hechos de opio, que se venden en farmacias, con tramposas “recetas médicas”, pues a los doctores que las expiden, hasta les pagan una “comisión”, que crece al crecer las recetas y los pacientes (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/12/la-epidemia-de-opiaceos-legales-y-no.html).

La desaparecida empresa Insys, también hizo lo mismo, y varios de los pacientes a los que se recetaba su peligroso medicamento para el dolor, Subsys, murieron, no por el terrible dolor, sino por sobredosis. Se hicieron adictos y ya no la tomaban sólo para aliviarse el dolor, sino que su cuerpo la requería (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/07/insys-y-su-produccion-legal-de-drogas.html).

Quizá por eso analizaron los investigadores de Arizona las aguas negras, con tal de tener evidencia de tantos opioides “legales” que han fabricado y recetado esas inmorales farmacéuticas.

Por la confiabilidad que está dando el análisis de las aguas negras, “se busca que se aplique en todos los estados de Estados Unidos”. Y aunque todavía tiene algunas fallas, “se irá refinando”, dice Monica Trujillo, microbióloga del Queensborough Community College.

Aquí, se debería de hacer lo mismo. Se detectaría qué tan enferma está la población de una ciudad o localidad. Y podrían emprenderse campañas de salud, mucho antes de que determinada enfermedad, se haga epidémica y comience a afectar o hasta matar a personas.

Pero como no es algo que deje dinero, no creo que se haga.

Sólo si se promulga una ley que obligue a analizar las aguas negras, comenzarían a surgir empresas que lucrarían con eso.

Porque, finalmente, la salud poblacional, sólo importa si puede dejar una buena ganancia.

Si no es así, que se mueran los enfermos.

 

Contacto: studillac@hotmail.com