sábado, 27 de abril de 2024

La destrucción ambiental empobrecerá todavía más a los países precarios

 

La destrucción ambiental empobrecerá todavía más a los países precarios

Por Adán Salgado Andrade

 

La emergencia climática que estamos viviendo, está caracterizada por altas temperaturas, sequías, megahuracanes, megatornados, megaincendios forestales, acelerado derretimiento de los glaciares y los polos, calentamiento de los océanos y la consecuente acidificación, pandemias (por la propagación de gérmenes, gracias a climas cálidos en ya casi todo el planeta), ciudades cada vez más calientes (por el efecto “isla de calor”)… más otros efectos aún sin determinar (por ejemplo, la Antártica se está derritiendo más rápido de lo que se pensaba, incluso alcanzando temperaturas de 38º C. ¡Inaudito, en una zona que siempre había tenido temperaturas bajo cero! Ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/06/simply-mind-boggling-world-record-temperature-jump-in-antarctic-raises-fears-of-catastrophe).

Evidentemente que la emergencia climática va a ir disminuyendo el bienestar de la población mundial, lo que afectará más a los pobres. Sólo piensen en los daños que ocasiona una inundación. Si para los estratos medios son costosos, pues sus casas se dañan parcial o totalmente, ahora imaginen cómo les va a los pobres. Los que viven en las costas, ven perder a sus, de por sí, precarias casas por la elevación del mar, como ya sucede en Timbulsloko y Mondoliko, dos poblados indonesios costeros inundados ya permanentemente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/la-elevacion-del-mar-ya-inundo.html).

Las sequías, en las regiones agrícolas, impiden las siembras o la crianza de animales, pues habrá menos alimentos y menos textiles (algodón o lino, por ejemplo). Conozco de cerca el caso de una familia de campesinos que viven en Nopala, poblado perteneciente al estado de Hidalgo, de la parte seca. Sus tierras son de temporal. El 2023, fue el segundo año en que no obtuvieron cosecha del maíz que sembraron desde abril, gastando en el arado de las tierras ($1,500 pesos por hectárea y preparan dos), las semillas, los abonos… unos $8,000 pesos, pero por la sequía, las matas de esa planta, que requiere mucha agua, no se dieron y apenas crecieron unos 40 centímetros, que sólo sirvieron como zacate para alimentar a tres caballos que tienen. “Ya mejor pensamos en venderlos, porque está recaro el alimento”, me platicó don Delfino, con pesar, pues el que no se les haya dado el maíz, en efecto, los empobrece, pues deben de comprarlo, tanto para la alimentación de ellos, así como para sus gallinas y caballos (cuando logran cosecharlo, hasta venden la mitad de lo obtenido). Con trabajos se les dio el frijol, “porque usa menos agua” (por cierto que don Delfino, un hombre todavía fuerte a sus 79 años, me enteré de que hace poco sufrió una embolia, lo que agudizará las condiciones de pobreza en las que viven su esposa, su hijo y él, pues hasta que se reponga, no podrá trabajar sus parcelas o vendiendo el pulque que extrae de sus magueyes y las paletas de hielo, que le surte una paletería, las que vende frente a la escuela del lugar: Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/el-duro-trabajo-en-el-campo-revisitado.html).

Pero además de las consecuencias materiales señaladas, las enfermedades que irá ocasionando un medio ambiente más contaminado y depredado, también tendrán sus costos y empobrecerán a las personas y a los países por los gastos, tanto privados (lo que la gente gaste en las curas) o los públicos (por los sistemas de salud gubernamentales, la mayoría, deficientes y que lo serán aún más por el agravamiento de la contaminación ambiental). Por ejemplo, un estudio señala que en Estados Unidos, uno de cada tres ciudadanos vive en zonas muy contaminadas, con mala calidad del aire, porque hay industrias cercanas, avenidas de mucho tránsito vehicular, megaincendios forestales… que producen partículas suspendidas, gases, ozono y otros contaminantes. Se han incrementado enfermedades pulmonares como el asma, cardiacas, digestivas y crónico-degenerativas (ver: https://www.wired.com/story/one-in-three-americans-live-in-areas-with-dangerous-air-pollution/).

Si ese tipo de estudios se hicieran en México, en las ciudades, como la de México, seguramente mostrarían la precaria salud de las personas que vivimos a un lado de transitadas y congestionadas avenidas, como la Ignacio Zaragoza, por tantos escapes de autos y súper contaminantes camiones de carga de todo tipo.

El artículo de The Guardian, titulado “Crisis climática: el ingreso promedio mundial disminuirá una quinta parte para el año 2050”, firmado por Jonathan Watts, expone esa situación, agregando como subtítulo que “el costo del daño ambiental será seis veces mayor que lo que costaría limitar el calentamiento global a 2º C, de acuerdo con un estudio” (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/17/climate-crisis-average-world-incomes-to-drop-by-nearly-a-fifth-by-2050).

Abre el artículo una foto de lo que fuera un pequeño lago, con tan sólo un pequeño charco de agua verdosa, seguramente ocasionado por escasas lluvias, en medio de seca, agrietada tierra, por años de no llover. Un hombre que camina por el sitio, se cubre la cabeza del intenso sol con una cubeta plástica blanca. Ha de ir por agua. El lugar está en Vietnam. Fue captada la imagen en marzo del 2024, que se considera ya como el mes más caliente que el planeta ha tenido en años (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/04/marzo-del-2024-el-mas-caliente-de-todos.html).

Watts señala que el estudio indica que en los próximos “26 años, el ingreso global promedio, disminuirá un quinto, de no hacerse nada por evitar un calentamiento mayor a 2º C. Crecientes temperaturas, más lluvia y más eventos climáticos extremos, ocasionarán $38 billones (38,000,000,000,000) de dólares en destrucción cada año para el 2050, de acuerdo con la investigación, de las más completas realizadas hasta el momento”

En efecto, nada más consideren todos los daños que dejó el huracán Otis, de categoría cinco, en Acapulco, que dañó al 80 por ciento de sus hoteles, al 95 por ciento de sus negocios, dejó 100 fallecidos, 26 desaparecidos y 250,000 damnificados, cortó la luz, el agua, el drenaje… y todavía no se repone del todo (ver: https://apnews.com/article/hurricane-otis-devastation-acapulco-tourism-03fd6290516f239a4825e257dad3091a).

Se calculan en unos $15,000 millones de dólares los daños totales ocasionados por ese monstruo, que un océano Pacífico cada vez más caliente formó y alimento (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/oct/30/acapulco-mexico-hurricane-otis-death-toll-damage).

De hecho, como cada vez son más intensos los huracanes, científicos sugieren que ya hay que agregar la categoría seis de intensidad (ver: https://www.theguardian.com/world/2024/feb/05/hurricanes-becoming-so-strong-that-new-category-needed-study-says).

Y sirva el caso de Acapulco, también, para ilustrar que eso, sumirá más en la pobreza a las personas que vivían en condiciones precarias que, con esfuerzos de años, pudieron construir sus viviendas y que, repentinamente, fueron total o parcialmente destruidas. Si sus ingresos antes del huracán apenas les alcanzaban para vivir, ahora, tendrán que usar una parte para reconstruir lo que quedó. Es decir, se empobrecerán más, bajará el, digamos, “bienestar” que tenían antes de Otis y, en la mayoría de los casos, estarán peor que antes en adelante. Los hoteleros afectados, finalmente, tienen ingresos o seguros o hasta ayuda gubernamental (pues representan a la industria turística, vital para esa ciudad) y se irán recuperando. Pero al igual que los ciudadanos, muchos quizá no lleguen a los niveles de bienestar de antes de Otis. No se empobrecerán, claro, pero es como si les bajaran el sueldo (los ricos del mundo, experimentan fluctuaciones en sus fortunas: a veces suben, pero muchas más, bajan, estrepitosamente).

Y el deterioro ambiental sigue siendo por las excesivas emisiones de CO2, metano, monóxido de carbono, y otros contaminantes que el indiscriminado empleo de combustibles fósiles ha dejado.

No será el mismo impacto, pues los países ricos, serán los menos afectados. “En Estados Unidos y Europa, la disminución del ingreso será de 11 por ciento, en promedio, en tanto que en África y Asia, será del 22 por ciento”.

Como señalé, los países pobres (y los pobres viviendo allí), serán los más afectados. Y eso que son los que menos contaminan. África, en conjunto, apenas lo hace con el 4 por ciento de las emisiones globales, pero es el continente más afectado por el calentamiento global (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/03/africa-la-que-mas-sufre-los-embates-del.html).

Leonie Wenz, científico del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, de Alemania, citado por Watts, coautor del estudio, dice sentirse “devastado, no pensé que los impactos serían tan severos. Y si no hacemos nada, para la segunda mitad del presente siglo, será peor, disminuyendo hasta en un 60 por ciento el ingreso mundial promedio”.

Pero insiste Wenz que si no pasamos de los 2º C de calentamiento, la disminución del ingreso, podría estabilizarse en 20 por ciento.

Pero como señalé, los países ricos, como Estados Unidos, EU, de los que más ha contaminado por décadas, sufrirán menos, señala el estudio: Alemania, -11 por ciento, Francia, -13 por ciento, EU, -11 por ciento, Inglaterra, -7 por ciento. “Los más afectados serán países que ya sufren muy altas temperaturas, como Botsuana, -25 por ciento, Mali, -25 por ciento, Irak, -30 por ciento, Qatar, -31 por ciento, Pakistán, -26 por ciento y Brasil, -21 por ciento”.

Se entiende que Qatar o Irak, regiones desérticas, bajen más sus ingresos, pero que Brasil, un país que posee una gran selva, la del Amazonas (que a pesar de tanta deforestación, incendios forestales provocados, sequías, sigue siendo un importante productor de oxígeno y absorbente de CO2), y tantos otros recursos naturales (lo que se denomina biocapacidad) baje a -21 por ciento sus ingresos, da idea de la devastación que se está dando de dichos recursos.

Maximilian Kotz, otro autor del estudio dice que esa reducción de ingresos se debe a rendimientos agrícolas, productividad laboral e infraestructura, “pues un clima más caliente afectará todo eso”.

Ya lo señalé, con el ejemplo de don Delfino, que por la sequía, se están haciendo más pobres su familia y él. Y en efecto, bajará la productividad pues obreros que trabajen en fábricas muy calientes, disminuirán su rendimiento. Y la infraestructura se dañará con más frecuencia por sequías, tornados, huracanes o inundaciones extremas.

“Pero a pesar de los resultados tan preocupantes del estudio, los autores reconocen que son conservadores, pues no tomaron en cuenta otros factores, como olas de calor, elevación del nivel del mar, ciclones, extremos climáticos y daños a ecosistemas o a la salud humana. Todo esto se agregará en futuros modelos”.

Lo señalo antes, que la afectación a la salud implicará severos gastos. O lo que sucedió en Acapulco y en otros sitios del mundo afectados severamente por huracanes, seguramente disminuirán aún más el ingreso promedio global.

Y eso también incidirá en un incremento de la delincuencia mundial, que no señala el estudio, pues a mayor pobreza, mayor violencia, porque los pobres verán cómo sobrevivir en un mundo más caótico y más caliente.

Porque no parece que se hagan verdaderos esfuerzos por disminuir la contaminación y que el calentamiento no supere los 2º C. A pesar de que China acordó disminuir su uso del contaminante carbón, ha abierto más carboeléctricas (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/11/worlds-coal-power-capacity-rises-despite-climate-warnings).

Sesenta mezquinas corporaciones, Coca-Cola ente ellas, son responsables de la mitad de la polución mundial de contaminantes plásticos, y no hacen nada por disminuirla (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/24/survey-finds-that-60-firms-are-responsible-for-half-of-worlds-plastic-pollution).

Los plásticos y microplásticos ya están en todos lados, hasta en sitios prístinos, como las nieves del Everest (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

De seguir produciendo plástico, como lo estamos haciendo, la contaminación provocada por fabricar tanto, se triplicaría y equivaldría a un quinto de las emisiones totales de CO2 para el 2050 (ver: https://www.theguardian.com/us-news/2024/apr/18/plastic-production-emission-climate-crisis).

Y, como buena parte llega al mar, unos 80 millones de toneladas cada año, también para el 2050, habrá más plásticos en los océanos que vida marina. Los pescadores empobrecerán totalmente, pues ya no habrá peces (ver: https://www.theguardian.com/business/2016/jan/19/more-plastic-than-fish-in-the-sea-by-2050-warns-ellen-macarthur).

Aun así, a pesar de que nos ahoga tanto plástico, en la reciente reunión que se llevó a cabo en Ottawa, Canadá, para regular la producción de plásticos, fueron más los cabilderos, que representaban a industrias, a favor de que la producción de plásticos siga casi intacta, que científicos, buscando que se le limite drásticamente. O sea, pesan más los intereses corporativos que la salud planetaria y social.

“La gente va a tener que adaptarse rápidamente, sobre todo, los pobres, para lo que se viene en el 2050”, señala Wenz. Claro, se dice fácil para la gente como él, con todo respeto, que viven en países ricos que, en todo caso, incrementarán el empleo de aire acondicionado, si hace mucho calor (aunque el aire acondicionado produce más calor, agravando el calentamiento global. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/el-fresco-aire-acondicionado-agrava-el.html).

Pero, en efecto, en países como Burkina Faso, el Arquitecto burkinés Diébédo Francis Kéré (1965), ha logrado, con materiales locales y sus diseños vanguardistas, construir escuelas e internados que se mantienen frescos, aun con temperaturas de 40º C, sin necesidad de aire acondicionado (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/03/en-burkina-faso-mantienen-frescas.html).

Fuera de esas adaptaciones, ¿qué otras podrían darse entre los pobres?, ¿que dejen de comer?

Seguramente.

 

Contacto: studillac@hotmail.com