jueves, 5 de agosto de 2021

Los muros costeros para detener el agua, la desvían a otras partes

Los muros costeros para detener el agua, la desvían a otras partes

 

Los efectos del cambio climático, ya son tan drásticos, que los estamos sintiendo muy severamente, experimentando problemas que no se habían previsto, como los deshielos excesivos de polos y glaciares (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/cada-vez-menos-hielo-y-mas.html).

El calentamiento global, ya irreversible, está ocasionando el mencionado derretimiento a un ritmo nunca antes visto. A finales de julio del 2021, Groenlandia, estaba perdiendo a razón de ocho mil millones de toneladas de hielo diariamente (ver: https://www.jornada.com.mx/2021/08/01/mundo/019n1mun).

También, tal calentamiento, está ocasionando lluvias torrenciales, como las que azotaron a Alemania y Bélgica a principios de julio del 2021 (ver: https://apnews.com/article/europe-environment-and-nature-germany-floods-44498a9899e1a75929f8de9e3df07874).

Y, por supuesto, las megasequías, como la que está afectando al noroeste de Estados Unidos, la cual está reduciendo al mínimo varios embalses y provocando megaincendios forestales casi incontrolables (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/06/megasequia-en-california-empeorara-con.html).

El mencionado derretimiento del hielo polar y glaciar, combinado con huracanes cada vez más poderosos, está ocasionando que el nivel del mar esté creciendo cada vez más rápidamente. Ciudades como Yakarta, en Indonesia, pronto serán inhabitables, debido a que el nivel del mar subirá tanto, que ya no podrá contenerse más (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/06/las-ciudades-que-se-hunden-por.html).

La “solución” para muchas de las ciudades costeras, ha sido la edificación de muros que contengan el agua de mar que irá subiendo su nivel. Ciudades como Nueva York, Ámsterdam, Nueva Orleans, Veracruz, y miles más, están viendo esa alternativa, para que la vida siga siendo posible en sus respectivas áreas.

Sin embargo, esa solución, la de construir diques o hasta muros, tendrá otras consecuencias, como la desviación del agua que contengan a otras zonas no protegidas. Justo es lo que comenta el artículo “Se debe de ser muy cuidadoso cuando se construya ese muro marino”, firmado por Matt Simon, quien agrega que “Los muros, se supone que contengan el agua marina que se está elevando, pero esa agua tendrá que irse a algún sitio. Nuevos modelos computarizados, muestran que eso podría terminar inundando a los vecinos” (ver: https://www.wired.com/story/be-very-careful-about-where-you-build-that-seawall/).

Usa como ejemplo Simon, que pensemos en un castillo de arena, el cual, para protegerlo del oleaje, podríamos protegerlo con un muro de arena. Sin embargo, aunque ese castillo se proteja momentáneamente, el agua se irá hacia los lados. Justamente es el planteamiento de los modelos computarizados, que mientras que una ciudad se protegerá de ser inundada por el elevado nivel del mar, otras partes, sí quedarán bajo las aguas.

“El modelaje muestra qué tan catastrófico este fenómenos sería para el área de San Francisco, en donde los niveles marinos podrían subir 2.1 metros en los siguientes ochenta años. El agua desviada de unos sectores, terminaría en otros desprotegidos, empeorando las inundaciones que estarían experimentando. Es lo que halló el equipo de Anne Guerry, de la Universidad de Stanford, quien fue coautora de la investigación”, señala Simon.

Hicieron cálculos de los efectos que tendría colocar un muro en la ciudad de San José, “una ciudad en la bahía del Sur, lo que inundaría a otras comunidades con el equivalente a 14,400 albercas olímpicas de aguas redirigidas. San José se salvaría, pero la ciudad cercana de Redwood y otras comunidades serían muy afectadas. Y eso equivaldría a $723 millones de dólares en costos de daños adicionales, tan sólo durante una elevada marea en primavera, cuando las aguas están en su máximo nivel. Y eso, solamente de construir un muro en una sección de la bahía. Esos $723 millones, no incluyen los daños ocasionados a los ecosistemas y a las pescaderías, así que sería muy conservadora cifra”.

Claro, es muy lógico pensar que, como dice un proverbio, “se taparía un agujero, para destapar otro”, pues las aguas marinas que sean detenidas al hacer muros costeros, serán contenidas allí, pero provocarían un efecto de retrocarga en otras partes, ya que esa agua detenida, conservaría una carga dinámica latente, que incrementaría su fuerza de desplazamiento hacia otros sitios costeros, incrementando su inundadora y destructiva acción.

Esa agua que se desviara de San José, se acumularía en otras partes de la bahía, “en Napa o Sonoma, 80 kilómetros al norte. Y si fueran éstas las ciudades que se amurallaran, el daño sería para la bahía, lo que ocasionaría decenas de millones de dólares en daños”.

De todos modos, seguramente sin considerar esos daños “colaterales”, muchas ciudades costeras, como señalo arriba, tendrán que construir muros para contener el agua. “En Estados Unidos, para el año 2100, se deberán de gastar unos $300 mil millones de dólares en muros contra agua”.

El problema es que amurallar algunas ciudades, requerirá demasiado dinero. Y las pobres, no podrían hacerlo. Por ejemplo, en Veracruz, ciudades como el puerto, bien podrían asumir un costo así, pero otros lugares, como Tecolutla o pequeños pueblos pesqueros, no podrían hacerlo. Y estarían condenados a desaparecer bajo las aguas.

Es lo que plantea Simon, de ciudades pobres en Estados Unidos, que no contarían con los recursos para amurallar.

Por otro lado, Guerry plantea que más que hacer muros, debería de tratar de redireccionarse el agua hacia los deltas, que es en donde se juntan ríos con el mar, “ya que son áreas que pueden absorber el agua y eso es más adecuado y hasta más ecológico. Incluso, el cuidado de los manglares, además de que se cuente con áreas de absorción, con tal de que las aguas sean reabsorbidas”.

Y es algo con lo que concuerdo. En lugar de seguir haciendo las llamadas “obras grises” para deshacerse una ciudad de sus aguas negras, se debería de tratar de que se produzcan lo menos posible. Por ejemplo, crear más áreas verdes de absorción, que los sanitarios procesaran a la mayoría de los restos fecales y urinarios, para que sólo una pequeña parte se eliminaran por el drenaje y que la mayoría se pudieran reutilizar como fertilizantes. Los excusados que trabajan sin agua, tienen esa capacidad (ver: https://www.yourhome.gov.au/water/waterless-toilets).

Amurallar ciudades, sólo aplazará lo inevitable, su eventual inundación y la de otros sitios costeros.

Ya es tarde para pensar en verdaderas soluciones, como el nunca haber permitido llegar a los niveles de depredación y contaminación ambiental, ocasionados por este sistema capitalista salvaje destructor.

Si es que llegamos al 2100, tendremos más cercano al mar y como atractivo turístico, bucearemos entre las ciudades sumergidas que alguna vez estuvieron emergidas.

 

Contacto: studillac@hotmail.com