martes, 17 de agosto de 2021

El glorioso regreso del Talibán

 

El glorioso regreso del Talibán

Por Adán Salgado Andrade

 

Luego del polémico y sospechoso derribamiento de las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, perpetrado supuestamente por Al Qaeda, bajo órdenes de Osama bin Laden, su “guía espiritual”, Estados Unidos (EU), que era comandado por George Bush, se lanzó a la invasión de Afganistán, bajo el pretexto de que en ese país se refugiaban bin Laden y sus cómplices.

Se removió a los talibanes del poder, quienes controlaban mafiosa y brutalmente al país, pero nunca se pudo hallar a bin Laden, quien resultó ser muy escurridizo. No sólo se realizó esa invasión, sino que EU inició una “cruzada contra el terrorismo”, amenazando al resto del mundo que, o estaban con él o en contra. Gracias a esa tramposa estratagema, se restringieron mucho las libertades dentro de EU y en otros países, persiguiendo o fichando, por cualquier motivo a grupos, sobre todo, de árabes, que fueran considerados “terroristas”. Además, las empresas estadounidenses que se dedicaron a “combatir al terror”, ganaron muy lucrativos contratos para establecer sistemas de control y “seguridad” en muchos países, sobre todo, en aeropuertos, los cuales, si no contaban con ellos, no habrían podido enviar aviones a territorio estadounidense. Así que esos costosos equipos se tuvieron, forzosamente, que adquirir e instalar. Lo que yo llamo “miedoempresas” tuvieron bastante auge, gracias a la “guerra estadounidense contra el terror” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2007/11/la-amenaza-terrorista-el-nuevo-gran.html).

A Osama bin Laden, supuestamente, lo hallaron y asesinaron años más tarde, en el 2011, bajo la presidencia del “progresista” Barak Obama, durante una operación ilegal en Pakistán, en la que participaron mariners. Se armó una falsa campaña de vacunación, para localizar a Laden, a través de sus familiares y, gracias a ese engaño, se le encontró y asesinó. La cinta “Zero Dark Thirty” (EU 2012), conocida aquí como “La noche más obscura”, de la directora Kathryn Bigelow, muestra los excesos a los que llegó EU cuando se propuso realizar la obsesiva “misión” de asesinar a bin Laden (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/el-pentagono-uso-falsa-campana-de.html).

EU confió durante estos casi veinte años de haber invadido a Afganistán, que el país “se democratizaría”, que los “terroristas” del Talibán desaparecerían y que ese país estaría a la altura de cualquier “moderna nación”. No puede negarse que hubo algunos cambios, sobre todo para las mujeres, las que, hasta antes de la invasión, debieron de soportar los misóginos tratos de intolerantes talibanes que, cuando ascendieron al poder, en 1996, les prohibieron trabajar o estudiar, delegándolas a realizar sólo labores domésticas y que salieran nada más a lo necesario, cubiertas con su burka, y siempre acompañadas por un hombre (ver: https://www.cia.gov/the-world-factbook/countries/afghanistan/).

Con la mencionada invasión de la “coalición estadounidense”, las mujeres recobraron la libertad perdida. Incluso, varias trabajaban, hasta hace poco, como policías, a pesar de los constantes ataques, fatales muchos, que recibían por parte de los talibanes, quienes no podían consentir que mujeres se dedicaran a eso (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/01/valerosas-mujeres-policias-afganas.html).

Sin embargo, ahora que, bajo la presidencia de Joe Biden, se decidió que las tropas estadounidenses dejarían Afganistán, el caos y el Talibán regresan a esa pobre, inestable nación.

Se confiaba en que el billón de dólares ($1,000,000,000,000) gastado por EU en formar y armar un ejército “profesional” de unos 300,000 afganos, preservaría la seguridad y garantizaría que el Talibán, no regresaría al poder (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/eeuu-abandona-afganistan-dejando-caos.html).

Pero no fue así. Ya varios habían vaticinado que la salida de las tropas de EU de Afganistán, propiciaría el retorno del Talibán, “en cuestión de tiempo” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/eeuu-abandona-afganistan-dejando-caos.html).

Pero esa “cuestión de tiempo”, fue en muy pocas semanas. Hasta Biden aceptó haberse sorprendido de la rápida derrota del “ejército profesional” que EU, pensaba, había dejado en Afganistán.

Es entendible, pues no eran soldados “profesionales”, sino gente muy mal pagada, con baja moral, incapaces de defender al país “con su vida”, de los traicioneros talibanes, quienes, antes de recuperar el perdido poder, mataban de cien a ciento diez soldados por día, según testimonios do ex oficiales afganos.

Fue tan rápido el regreso del Talibán al poder mafioso, que tomó por sorpresa a todos los afganos, los cuales, quienes pueden, claro, están abandonando el país lo antes posible, especialmente las mujeres.

Son dramáticas las fotografías o videos mostrando a desesperados afganos y afganas apiñándose en el aeropuerto para abordar aviones que los saquen del país.

Un artículo de la agencia Associated Press, titulado “El Talibán dice que respetará los derechos de las mujeres, pero dentro de la ley islámica”, da cuenta de todo el desorden que está ocasionando esa violenta vuelta al poder de hombres a los que sólo conduce la violencia y un inherente machismo, que deja de lado los inalienables derechos de la mujeres. Firmado por Ahmad Seir, Tameem Akhgar, Kathy Gannon and Jon Gambrell, inicia mostrando dramáticas fotos de largas filas de afganas y afganos tratando de abordar un avión militar estadounidense, pero pocos lo logran. Un video muestra como, a lo lejos, van cayendo personas que trataron de viajar sostenidas del tren de aterrizaje del avión (ver: https://apnews.com/article/afghanistan-taliban-kabul-1d4b052ccef113adc8dc94f965ff23c7).

Y es que a pesar de que los talibanes han declarado que se “respetarán a las mujeres” y que les urge a que se integren a las tareas gubernamentales, nadie lo cree, en vista del negro pasado que distinguió a esos “señores de la guerra”.

Por lo pronto, Alemania, que enviaba ayuda humanitaria, de unos 250 millones de euros (294 millones de dólares) anuales, afirma que la suspenderá, pues no aceptará a un “gobierno” tomado por la fuerza.

Es buena esa posición, aunque, de todos modos, deja a su suerte a los afganos. Los talibanes ya están negociando con Rusia y con China con tal de que se les reconozca como “gobierno” y sigan esos dos países ayudándolos, pero ambos han objetado que eso depende de cómo muestren que realmente han cambiado (ver: https://www.jornada.com.mx/2021/08/17/mundo/023n1mun).

Los talibanes requieren el reconocimiento, pues sin fondos, no podrán sostener al país, que podría, incluso, desintegrarse en distintas etnias.

En medio de tanta confusión, obviamente las mujeres son las más angustiadas, por todo el caos creado, como dije, por EU, que se va, lavándose las manos, luego de haber sostenido, aunque fuera por las armas, durante veinte años, un cambio para todas ellas.

Un anónimo testimonio de una chica afgana, lo dice todo. Comenta que cuando se enteró de que los talibanes habían llegado a Kabul, que se suponía inexpugnable, vio a un grupo de mujeres universitarias corriendo a sus casas, pues como no tenían sus burkas, los talibanes las golpearían. “Queríamos irnos a casa, pero los choferes no querían recogernos, pues no querían ser responsables de transportar a mujeres. Todas estábamos confundidas y aterradas. Los hombres que nos veían se reían y burlaban de nosotras, diciendo que se nos habían acabado nuestros días de estar en las calles y de que uno de ellos se podría casar con cuatro de nosotras.

Mi hermana, que trabajaba ayudando a gente, dejó su trabajo súbitamente, despidiéndose de sus colegas, llorando por lo que nos esperaba. Yo ya casi había terminado dos licenciaturas, pero ahora las dejaré incompletas, pues no podré realizar los trámites para titularme. Trabajé tantos años para ser la persona que hoy soy, pero lo primero que mis hermanas y yo hicimos al llegar a casa, fue esconder todas nuestras credenciales, diplomas y certificados, fue devastador. ¿Por qué tendríamos que esconder cosas de las que estábamos orgullosas?

En Afganistán, no se nos permite que se sepa lo que somos. Como mujer, me siento víctima de esta guerra política iniciada por hombres. Siento que ya no podré reír fuerte, ni escuchar mis canciones favoritas, ni encontrarme con mis amigos en el café favorito, ni que podré usar más mi vestido amarillo, ni usar lápiz labial. Ni que podré regresar a mi trabajo, ni que podré terminar mi licenciatura, por la que me esforcé tantos años. El salón de belleza al que acudía, lleno de lindas fotos de chicas, fue limpiado de la noche a la mañana. Y ahora, todo lo que puedo ver, son las caras angustiadas de mujeres y de hombres que nos odian, que no quieren que las mujeres progresemos. Están con el Talibán y les dan más poder.

Las mujeres afganas sacrificaron todo, con tal de tener la pequeña libertad a la que pudieron acceder. Yo, huérfana, tuve que tejer carpetas para tener una educación. Tuve muchos desafíos económicos, pero también me propuse hacer muchas cosas. Nunca pensé que todo terminaría así.

Ahora, parece que tendré que quemar todo lo que obtuve, pues poseer un certificado de una universidad estadounidense, es peligroso. De todos modos, si lo conservo, no podré usarlo, pues los empleos están negados para las mujeres en Afganistán.

Cuando escuchábamos que todas las provincias afganas, estaban cayendo a manos del Talibán, mis hermanas y yo, nos angustiamos, pues recordamos las terribles historias de intolerancia hacia las mujeres que nuestra madre nos platicaba que ejercieron los talibanes hace más de 20 años.

La gente trató de refugiarse en Kabul, con tal de proteger a sus hijas y esposas, pero fue inútil. Escuché una historia terrible de una familia, cuyo hijo era soldado y había sido asesinado por los talibanes. Querían llegar a Kabul, pero no tenían dinero para pagar el pasaje, así que decidieron entregar a la viuda de su hijo, con tal de que los transportaran. ¿Cómo puede equipararse el valor de una mujer con el costo de un pasaje? Y, de todos modos, para qué, si ya ni en Kabul estamos seguras.

Yo sé que el Talibán volverá a las mismas prácticas y que jugará con la vida de mis hermanas y mía, como le plazca. Trabajaba en una escuela para la enseñanza del inglés. Ya no podré enseñarles a mis niñas, me siento muy triste de que, tanto ellas, como yo, tengamos que estar encerradas en nuestras casas. Y sólo lloro, sin saber qué sucederá” (ver: https://www.theguardian.com/world/2021/aug/15/an-afghan-woman-in-kabul-now-i-have-to-burn-everything-i-achieved).

Ese dramático, terrible testimonio, resume todo lo que las mujeres afganas deben de estar sintiendo en este momento de incertidumbre, a pesar de que los machistas, misóginos talibanes, aseguren que las “respetarán”, pero siempre dentro del marco de la “ley islámica”, que no es más que una serie de retrógradas restricciones creadas por ellos, cuando controlaban Afganistán en el pasado.

Pero Biden dice que eso no le interesa, los problemas que EU vaya a dejar en Afganistán.

Los mismos republicanos afirman que EU no debió de retirar sus tropas, pues se gestarán nuevas “organizaciones terroristas”, aunadas a las ya existentes (ver: https://www.wsj.com/articles/congressional-republicans-blame-biden-for-bungling-afghanistan-pullout-11628893595).

A ver si mantiene Biden esa mezquina posición cuando a las mujeres afganas, las comiencen, de nuevo, los talibanes, a golpear o hasta a matar, por no usar burka o no “respetar” la “ley islámica”.

O cuando, desde ese país, se planee, nuevamente, un ataque “terrorista” contra los estadounidenses, concebido por un futuro bin Laden, alentado por la CIA, con tal de que EU, otra vez, tenga el pretexto excelente para una “nueva guerra contra el terrorismo”.

 

Contacto: studillac@hotmail.com