A pesar de los megaincendios forestales, sigue habiendo quienes niegan el calentamiento global
Por Adán Salgado Andrade
Los temibles megaincendios forestales ya se dan hasta en Siberia y el Ártico, pues las crecientes temperaturas globales, provocan largas sequías y resequedad, que hace que los bosques sean potencial combustible, por el que un incendio puede propagarse rápidamente, como nunca antes se había visto (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/la-era-de-los-mega-incendios-forestales.html).
Todo eso es debido al ya irreversible calentamiento global, por el que los polos terráqueos se calientan hasta cuatro veces más rápido que el resto del planeta, como un estudio reciente del IPCC (el panel internacional del cambio climático, por sus siglas inglesas), demostró. Y, como vamos, ese calentamiento empeorará, subiendo las temperaturas globales unos 4º C, en el peor de los casos, seguramente, el que impulsaremos por la falta de consciencia ecológica del capitalismo salvaje (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/08/la-crisis-climatica-es-irreversible-y.html).
Sin embargo, a pesar de las evidencias irrefutables de que el cambio climático se está produciendo y ante los devastadores efectos que ya experimentamos – largas sequías, poderosos huracanes y tornados, torrenciales lluvias, infernales temperaturas, incluso en zonas templadas, entre otros –, hay gente que sigue negando que tal cambio y sus efectos existan.
Es lo que expone el artículo “Los negacionistas del cambio climático y los incendiarios fantasmas a los que culpan”, firmado por Molly Taft, quien dice que ahora esos negacionistas culpan a incendiarios de los megaincendios que se están dando en Estados Unidos y otros países (ver: https://gizmodo.com/climate-deniers-and-the-phantom-arsonists-they-can-get-1847500646).
Inicia comentando que recientemente autoridades californianas anunciaron el arresto de un profesor de high school, acusado de ocasionar el megaincendio bautizado como Dixie, “que es el segundo más grande incendio forestal que ha habido en la historia de California”.
Esa fue excelente noticia para los negacionistas, los que inundaron las redes con comentarios como “nueva táctica: provoquen grandes fuegos forestales y culpen al cambio climático”.
Se empecinan esos necios en que el cambio climático no existe, que es una mentira – como Donald Trump insistía – y que son criminales como el capturado profesor, los responsables.
Dice Taft que es innegable que haya personas que ocasionen incendios, “pero éstos son desproporcionados a los que se daban años atrás, que duraban unos días y eran controlados”. Ahora, los megaincendios forestales, duran meses activos, destruyendo árboles, fauna y hasta poblaciones que se encuentren en su destructiva senda.
“Los incendiarios no son algo nuevo, pero sólo 7% de los incendios forestales en California, pueden atribuirse a ellos. Muchos, se han debido a las empresas eléctricas, como PG&E, responsable de ocasionar, por chispazos de sus líneas de conducción, el incendio que en el 2018, destruyó el poblado de Paradise”, señala Taft.
Tiene razón, pues los negacionistas se empeñan en atribuir a otras causas, cuestiones como los incendios o hasta los poderosos tornados, diciendo que, de repente, es natural que se den esos fenómenos cada cien años. Lo que se rehúsan a notar es que ya son frecuentes, no cada cien o mil años.
Si los huracanes son cada vez más poderosos y destructivos es porque el calentamiento atmosférico, aunado al oceánico – ocasionado por aquél –, provoca que esos fenómenos reúnan mayor humedad, por la mayor evaporación del agua, de la que se nutren.
Y, por otro lado, las largas sequías, totalmente opuestas a los huracanes, se deben a la profunda resequedad que las altísimas temperaturas están provocando. Si mueren bosques, no hay humedad que atraiga a las nubes y por eso, las sequías son cada vez más largas y destructivas.
Los negacionistas aplicaron la misma fórmula de culpar a incendiarios de los devastadores megaincendios que tuvieron lugar en Australia, durante el 2018 y que “fueron obra de ellos”.
Y los megaincendios que se dieron en Turquía, también se achacan a incendiarios. En efecto, se arrestaron a personas que los ocasionaron, pero esa no es la razón de que sean tan intensos.
Cita Taft al psicólogo Stephan Lewandowsky, de la Universidad de Bristol, quien dice que la negación es un “fenómeno intrigante. Es como alguien que no creía en el covid, aun estando enfermo por esa causa, lo niega. Cuando algo es demasiado perturbador, lo mejor es negar que existe y culpar a otras causas de sus daños”. Pero no establece una conexión entre incendiarios y negacionistas. “Es una cuestión que se da, que haya un incendiario”.
John Cook, investigador sobre el cambio climático, también citado por Taft, le explica que es de muy conservadores el negacionismo. “Menciona el caso de la más conservadora y contenciosa congresista republicana Marjorie Taylor Greene, quien ha esparcido la teoría conspiracionista de que láseres espaciales, operados por los demócratas, ocasionaron el fuego que devastó a la comunidad de Paradise. Y a pesar de ser tan absurda, se acepta entre círculos de QAnon”.
QAnon es una comunidad conspiracionista que apoyaba – o apoya – a Donald Trump y su “lucha contra pedófilos en la filas demócratas, como Hillary Clinton y otros” (ver: https://www.bbc.com/news/53498434).
Además, difunden mensajes de odio racial en sitios como 4chan, del que surgió luego 8chan, sitio usado por el supremacista Brenton Tarrant, quien el 15 de marzo del 2019, en Nueva Zelanda, entró a dos mezquitas y asesinó a 51 musulmanes, pues Tarrant se consideraba de “raza superior” y los musulmanes eran “inferiores”. Ese tipo, tuvo la infamia de transmitir en vivo, por tal 8chan, la matanza que provocó en esas mezquitas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/08/cuando-la-libertad-de-expresarse-se.html).
A lo más que llegan los negacionistas, es a atribuir los intensos incendios y la destrucción de sus casas a “actos divinos, pues Dios se está vengando”.
A veces, bajo ciertas circunstancias, los negacionistas pueden cambiar de opinión. El citado Cook le dijo a Taft que “mi padre era negacionista y yo nunca pude hacerlo cambiar de opinión. Mejor, ni hablábamos de eso. Pero, por alguna razón, ya cambió de parecer”.
Quizá su padre se puso a analizar que el cambio climático es una realidad al sentir las altísimas temperaturas que ya hasta en sitios templados se pueden experimentar.
Habría que llevar a los negacionistas al Ártico, en donde ya hay temperaturas de 26º C, y podrían andar con simples playeras (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/05/el-artico-ya-presenta-temperaturas-de.html).
Pero quizá sean tan necios que ni así crean en el calentamiento global y digan que se trata de simples “efectos especiales cinematográficos”, ¿no creen?
Contacto: studillac@hotmail.com