La crisis climática es irreversible y empeorará
por Adán Salgado Andrade
De las evidencias de qué tan destructivo es el capitalismo salvaje para el planeta, pueden destacarse dos. La primera, la cantidad total de basura producida anualmente, que asciende a ¡2,010 millones de toneladas! Estamos hablando de que generamos unos 2,010 millones de camiones de basura cada año. Sólo piensen en dónde se podrían acomodar tantos camiones. Por ello es que se ocupan miles de kilómetros cuadrados de área en todo el mundo para almacenar tanta basura, pues no se recicla ni el 9%. Y se espera que la generación de desperdicios, crezca a 3,400 millones para el 2050 (ver: https://datatopics.worldbank.org/what-a-waste/trends_in_solid_waste_management.html
Una buena parte de tanto desperdicio, son plásticos, de los que se producen unos 300 millones de toneladas anuales, varias de las cuales, van a dar a los océanos, en donde se degradan como microplásticos. Tan sólo de botellas plásticas, se producen anualmente ¡500 mil millones de unidades!, es decir, casi 66 botellas por habitante del planeta. La nefasta Coca-Cola, que tanto se precia de “cuidar el ambiente”, produce 110 mil millones de dichas botellas, la mayoría de las cuales, no se recicla, como se jacta tal mentirosa empresa (ver: https://www.zmescience.com/ecology/world-problems/coca-cola-plastic-bottles-05102017/).
La otra evidencia, es la brutal cantidad de gases efecto invernadero producidos, por los procesos de combustión de todo tipo – vehículos de combustión, industrias, elaboración de alimentos –, siendo el más abundante el CO2, bióxido de carbono, del que se emiten a la atmósfera más de 43,100 millones de toneladas cada año y van en aumento. Pueden ver en el enlace siguiente, que se producen 1,000 toneladas de CO2 cada quince segundos, es decir, casi 67 toneladas por segundo (ver: https://www.theworldcounts.com/challenges/climate-change/global-warming/global-co2-emissions/story).
Sólo piensen qué volumen debe de ocupar un gas como el CO2 para que pese una tonelada. Ahora, traten de trasladar eso a los 43,100 millones de toneladas mencionadas. Simplemente, estamos ocupando la atmósfera del planeta con ese gas, que atrapa la luz solar, actuando como una capa que encierra el calor, justamente como hace un plástico en un invernadero. Por eso, se les llama así.
Y por supuesto que hay otras evidencias de la destrucción tan bárbara que estamos ocasionando día a día, como las megaminas, el fracking, los monocultivos, los derrames petroleros y muchas más infamias, pues, finalmente, no hay actividad humana que no sea inherentemente contaminante (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/depredacion-ambiental-planetaria-accion.html).
Tan sólo imaginen la cantidad de orina o excremento que produce cada persona diariamente. Piensen ahora en los 7,600 millones que somos y se comprenderá cómo nuestras propias necesidades fisiológicas, son una gran fuente de contaminación por sí mismas.
Sirva lo dicho, para abordar lo que recientemente divulgó el IPCC (el panel internacional del cambio climático, por sus siglas inglesas), en cuanto a que tanta depredación y contaminación, ya nos han llevado al límite de lo, digamos, “aceptable”, en relación con el calentamiento global, el cual, es ya irreversible, que fue la primera conclusión a la que se llegó. El artículo “El reporte de la ONU, indica que nada está bien, pero que hay esperanza”, firmado por Matt Simon, analiza algunos de las conclusiones más importantes a las que se llegó, “y que sólo una drástica acción, podría dar una esperanza” (ver: https://www.wired.com/story/the-un-climate-report-all-is-not-well-but-all-is-not-lost/).
Sin embargo, como apunto arriba, para que se diera una “acción drástica”, para comenzar, tendríamos que olvidarnos del depredador sistema capitalista salvaje que nos domina e iniciar un modelo económico menos destructivo y depredador. Como eso no es posible, no cabe duda que nos dirigimos hacia el peor de los escenarios planteados por los científicos del IPCC. “Si no se limita el calentamiento global a 1.5º C, ya no habrá control de los devastadores efectos”, afirma Ko Barrett, del IPCC, citado por Simon.
Y lo estamos viendo, por ejemplo, con las largas sequías y los megaincendios forestales que azotan a varias regiones del planeta, incluyendo Siberia, un sitio antes congelado todo el tiempo (ver: https://gizmodo.com/we-should-probably-talk-about-the-huge-wildfires-in-sib-1843205527).
“Ya se ha rebasado la temperatura en 1.1º C y se alcanzarán los 1.5º C a inicios o mediados de los 2030’s si las cosas no cambian. Eso adelanta los pronósticos anteriores, que preveían que los 1.5º C, se alcanzarían en el 2040. Y los 2º C, se alcanzarían a mediados de los 2040’s”, señala Simon.
El reporte es acompañado por mapas de los distintos escenarios, que van de 1º C a los 4º C. En el que muestra 4º C de incremento global, no se salva ni una región terrestre, ni marina, de brutales incrementos de las respectivas temperaturas de esos lugares. Si con un grado ya estamos viviendo la catástrofe climática que experimentamos – megaincendios forestales, largas sequías, torrenciales lluvias, poderosos huracanes, intensos tornados, severas inundaciones –, para ese escenario, casi será apocalíptico.
“Las áreas urbanas, estarán peor, pues absorben calor durante el día y por las noches, se incrementa la temperatura”, apunta Simon. En efecto, se da el llamado efecto isla de calor, que por tanta construcción de concreto, asfalto y otros materiales no térmicos, se guarda demasiado calor. Muchas ciudades, de darse el peor escenario, no podrán ser ya habitables, ni con el intensivo uso del aire acondicionado, el que también produce más calor, agravando el citado calentamiento. Si, por el momento, ciudades en medio del desierto son “habitables”, como Phoenix, en Arizona, o Dubái, uno de los Emiratos Árabes Unidos, ya no lo serán para entonces (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/el-fresco-aire-acondicionado-agrava-el.html).
También se halló que el Ártico se está calentando tres veces más rápido de lo que se pensaba. Eso porque, si imaginan una esfera, que es el planeta, se tienden a acumular más los gases como el CO2 en los polos y por eso ya son también devastadores en ellos los efectos, como que hasta el permahielo ya se esté derritiendo. “El área del Ártico, entre el 2011 y el 2020, es menor en comparación con 1850 y se ha observado que el hielo que posee actualmente, es el menor que ha tenido en los últimos 1,000 años”. Muy preocupante, pues los polos son los reguladores de la temperatura. Lo que significará que cada vez habrá menos frío. Las ondas frías que se dan excepcionalmente cada invierno, como en Estados Unidos, se deben al deshielo del Ártico, el que produce bajísimas temperaturas, las que son arrastradas por los vientos hacia el continente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/05/el-artico-ya-presenta-temperaturas-de.html).
Y ese hielo que se derrite, está elevando ya el nivel del mar, que se agrava porque como los océanos absorben el 90% del calentamiento global, se están expandiendo. “Veremos de 15 a 30 centímetros de elevación marina para el 2050. Y eso modificará los niveles máximos considerados de uno cada cien años en diez veces”. Así que si vemos inundaciones severas, como las que afectaron este año a Alemania y Bélgica, serán mucho peores y cotidianas.
Otros planos muestran que también se incrementarán las lluvias en algunos sitios, contribuyendo a que las mencionadas inundaciones sean mucho más severas y devastadoras. Por desgracia, México es uno de los países que más sufrirán tanto del calentamiento, así como de largas sequías, pues no se proyectan precipitaciones, ni en el peor de los escenarios.
También, el reporte mostró que ya en todas las regiones del planeta, ya se perciben mayores temperaturas, sequías, torrenciales lluvias e inundaciones. Y si en la actualidad, bosques, selvas y océanos, absorben calentamiento y CO2, esa capacidad irá disminuyendo, proyectándose que para 4º C de incremento en la temperatura, sólo se absorberá un 40% de tal gas. Es decir, se irá a la atmósfera y reforzará la capa que no permite que se expulse tanto calor.
Lo peor es que el CO2 es un gas muy persistente, tardando siglos en degradarse. “Si la humanidad parara de emitir ese gas mañana, aún estaríamos sufriendo el calentamiento por muchas décadas”, señala Simon.
Y también se emite metano que “tiene 80 veces el poder de calentamiento, en relación con el CO2, aunque la ventaja es que se degrada más rápido”. De todos modos, en lo que dura activo, contribuye mucho más elevar la temperatura.
Menciona Simon que se está experimentando con algunas tecnologías que absorben CO2, pero son meros paliativos y lo hacen a muy reducida escala.
La única “solución” que sugiere el estudio es que se reduzcan drásticamente las emisiones contaminantes.
Eso, como ya comenté arriba, es ilusorio. Un sistema de imposición consumista como es el capitalismo salvaje, en lo que menos piensa es en reducir su contaminante sobreproducción, pues es lo que requiere para existir.
Y dicha sobreproducción implica depredar y contaminar, más y más cada día, mes, año, mientras tal sistema continúe en existencia.
Eso es algo a lo que los poderes fácticos que nos dominan, jamás renunciarán.
Así que preparémonos para el peor de los escenarios predicho. Y quizá sea peor, pues con cada grado que vaya en aumento la temperatura, se darán otros problemas “no previstos” y se agravarán los que ya nos afectan.
Sufriremos, pues, el tan temido infierno apocalíptico, por habernos portado tan mal con la noble Tierra.
Contacto: studillac@hotmail.com