EEUU abandona Afganistán, dejando caos, pobreza, violencia y un desmoralizado ejército
Por Adán Salgado Andrade
Estados Unidos es experto en dejar en peores condiciones a los países que ha invadido, pretextando que son “amenazas a su seguridad interna” o por “razones humanitarias”. Eso hizo con Irak, luego de la invasión del 2003, la que se logró con mentiras, justificando que ese país poseía “armas de destrucción masiva”, que nunca fueron halladas (ver: https://www.motherjones.com/politics/2011/12/leadup-iraq-war-timeline/).
El resultado, luego de 18 años de la invasión es que en Irak, priva la inestabilidad política, la pobreza, ciudades ruinosas y un incierto futuro para el país (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/12/mosul-ruinosa-ciudad-iraqui-se.html).
Igual sucedió con Libia, invadida por Estados Unidos y una “coalición” de otros países intervencionistas, en el 2011, por “razones humanitarias”, en donde, igualmente, priva la violencia y una guerra civil entra mafiosas facciones que se pelean por el poder (ver: https://microsites-live-backend.cfr.org/global-conflict-tracker/conflict/civil-war-libya).
Lo mismo pasa en Siria, en donde la instigación, igualmente por parte de Estados Unidos, a supuestos levantamientos populares contra Bashar Assad, apoyado por Rusia e Irán, sólo ha dejado un ruinoso, empobrecido país, en donde la mayoría de la gente que se ha quedado, ni siquiera tiene asegurada la comida del día (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/03/diez-anos-de-guerra-civil-en-siria-han.html).
Y es lo que está sucediendo en Afganistán, país invadido en el 2001, con el pretexto de que allí se ocultaba Osama bin Laden, luego de que éste se atribuyó el derribo de las Torres Gemelas, el once de septiembre de ese año. Es un muy sospechoso “acto terrorista”, del que siguen sin aclararse muchos aspectos, pero que justificó, muy convenientemente, la lucrativa e intervencionista “guerra contra el terror” de Estados Unidos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2007/11/la-amenaza-terrorista-el-nuevo-gran.html).
Afganistán, está plagado de violencia, sobre todo de los talibanes, que, de esa forma, desean crear inestabilidad y terror, para que, en cuanto Estados Unidos deje el país, vuelvan a apoderarse y a controlarlo totalmente. Los atentados, sobre todo contra mujeres policías o funcionarias, son frecuentes, recordando eso la misoginia con la que gobernaron los talibanes, cuando controlaban al país, antes de la invasión estadounidense. Aún así, las mencionadas mujeres policías, no se rinden y buscan que su labor pacifique al país y le brinde un futuro (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/01/valerosas-mujeres-policias-afganas.html).
A pesar de todo el caos dejado, Estados Unidos, el principal causante, insiste en que dejará al país en septiembre de este año. Incluso, se está llevando su armamento o, el inservible, lo está destruyendo. Hasta las tiendas de campaña, porque, dicen los mandos militares estadounidenses, “no se les vaya a dar un mal uso”. Se quejan los afganos de que ni eso, el equipo usado, les están dejando. Y prefieren destruirlo y vendérselos como material de desperdicio (ver: https://apnews.com/article/afghanistan-business-government-and-politics-1b7c281eb7df53b24c08ac6d5fef6085).
Lo peor de la retirada es que el ejército afgano, que debe, supuestamente, defender al país de los talibanes y otras amenazas, no está bien preparado, se encuentra muy mal armado, mal pagado y desmoralizado. Incluso, algunos de sus integrantes, se están pasando con el enemigo, pues “es más seguro estar allí”.
Es lo que expone el artículo de Associated Press, titulado “Fuerzas afganas se esfuerzan, pero están desmoralizadas, además de que enfrentan corrupción”, formado por Kathy Gannon (ver: https://apnews.com/article/europe-business-lifestyle-b34e8480c8a0d80072fb2b4414914156).
Una foto de un soldado herido, abre el artículo. “El gobierno afgano, hace tiempo, dejó de proporcionar cifras sobre los fallecimientos entre sus fuerzas de seguridad. Pero un ex oficial de seguridad, familiarizado con el costo de la guerra, dijo a AP que entre 100 a 110 miembros de las fuerzas armadas, son asesinados o heridos todos los días. Habló, con la condición de que no se mencionara su nombre, pues no estaba autorizado a platicar de las bajas”, señala Gannon.
Y esas bajas o heridos, se dan por los enfrentamientos con el Talibán o por los constantes atentados que éstos efectúan, con bombas o tiroteos, a diario en ese país.
Y ya se advierten los peligros que enfrentará Afganistán, cuando Estados Unidos se retire. “Sin el apoyo militar estadounidense, es cuestión de tiempo en que el Talibán, consolide sus ganancias, particularmente en el sur, este y oeste. Una vez que Estados Unidos retire su apoyo militar, el Talibán será capaz de retomar y mantener el control de distintas provincias y controlarlas indefinidamente”, dice Bill Roggio, citado por Gannon, miembro de la Fundación Americana para la Defensa de las Democracias.
Y eso es cierto, pues si los talibanes han sido contenidos, es por la presencia de militares estadounidenses allí. Acostumbraron al país a su presencia y, ahora, de repente, se van.
Y le saldrá contraproducente, pues si el Talibán regresa al poder, seguramente hará alianzas con el Estado Islámico, esa organización mercenaria “terrorista” – otro engendro de la CIA –, y la “amenaza terrorista” resurgirá, además de la inestabilidad territorial que podría darse en Afganistán, país geoestratégico para Estados Unidos, por sus fronteras con Irán, Pakistán y las ex repúblicas soviéticas Turkmenistán, Tayikistán, y Uzbekistán. Perderían los estadounidenses esa clave posición.
Dice Estados Unidos que confía en “haber dejado un ejército afgano profesional”. Pero eso dista de ser así, pues los soldados afganos, además de mal pagados, muchas veces, no reciben regularmente sus salarios. Además, se quejan de que tienen equipos anticuados, botas corrientes, que se rompen con poco uso, “pues corruptos contratistas emplean material muy malo. AP pudo percatarse de botas con agujeros, insuficientes cascos y armas que se traban”. Muchos ataques de los talibanes, no pueden responderse, por falta de buen armamento. Incluso, en una reciente incursión de los talibanes, prefirieron los soldados retirarse, “lo que provocó que tomaran los talibanes otras estratégicas posiciones”.
Y si no les pagan regularmente a los soldados activos, menos a los retirados, a quienes pensionan por haber resultado mutilados, como es el caso de Abdullah Mohammadi, “quien perdió sus dos piernas y un brazo, abajo del hombro, en una feroz batalla contra el talibán. Como un joven soldado afgano, él siempre estuvo dispuesto a pelear por su país, pero ahora está furioso contra un gobierno que, dice Mohammadi, lo ignora y no le ha pagado su pensión de veterano por más de un año”, menciona Gannon. Una mina antipersonal, le estalló hace seis años, cuando se preparaba para un ataque, y le mutiló las piernas y su brazo.
Se muestra una foto de él, quien, a pesar de su falta de miembros, luce sonriente. Ha tenido que pedir prestado a sus amigos y familiares, para sobrevivir. “Me deben de ayudar a colocarme las piernas, pero sólo puedo soportarlas quince minutos, pues son muy dolorosas de usar. Estoy orgulloso de lo que he hecho por mi país, pero, por eso, me duele que me traten así”, dice Mohammadi, cuyo sueldo es de 16,000 Afganis mensuales, unos cuatro mil pesos, “lo suficiente para sobrevivir, pero no me han pagado y sólo me dicen que espere”.
A pesar de esos problemas, Fawad Aman, vocero del Ministerio de la Defensa, dice que aunque hay corrupción, “no está tan extendida. Y aunque Estados Unidos se vaya, no habrá un vacío en la seguridad en Afganistán, pues nuestras fuerzas, pueden defender a nuestro país independientemente”.
Es obvio que no aceptarán que sin su benefactor, será el caos en el país.
Un observador estadounidense, John Sopko, dice que los supuestos 300,000 soldados afganos activos “son mera especulación, pues muchos de ellos son ‘soldados fantasmas’, que los comandantes inscriben en el padrón, con tal de cobrar los correspondientes cheques”. Así que, como se ve, muchos militares afganos, sobre todo, los de alto rango, se están preparando más para asegurar mayores sueldos, no tanto para defender a su país.
El militar retirado Attiqullah Amarkhiel, quien sirviera en 1989, cuando Afganistán era aliado de la desaparecida URSS, dice que “el actual ejército afgano es la mitad de bueno de lo que había en ese entonces. Había 150,000 tropas, teníamos calidad. Ahora, tenemos 300,000, pero sólo hay cantidad. Sólo les dan seis semanas de entrenamiento, por eso están tan impreparados”.
Lo peor será cuando, yéndose Estados Unidos, el creador mundial de caos y desgracias, vuelva gradualmente todo a ser como antes, en los tiempos en los que el Talibán dominaba al país. Sobre todo, su forma tan machista y misógina de controlar a las mujeres, a las que, durante su mafioso reinado, prohibía que salieran, no importando si eran profesionistas laborando, estudiantes, empleadas, obreras. Sólo se les permitía salir acompañadas por un hombre, usando el velo (burka) y, eso, sólo a cosas “realmente necesarias, como ir de compras” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Taliban_treatment_of_women).
Si no cumplían el mandato, eran, incluso, golpeadas públicamente con un fuete, como “lección” para las otras (ver: http://pz.rawa.org/rawasongs/movie/beating.mpg).
Es lo que muchas mujeres afganas temen, que se vuelva a esos bárbaros tiempos.
Así que tendría una obligación moral Estados Unidos de mantener su presencia militar en Afganistán, si con eso, al menos, ha frenado aberraciones misóginas como esa.
Dijo Biden que su obligación “no es con Afganistán, sino con mi país”.
A ver si dice lo mismo cuando, de nuevo, un “ataque terrorista”, les derribe a los estadounidenses otras torres.
Contacto: studillac@hotmail.com