Los superricos se vuelven más ricos y se divierten mucho con la pandemia
por Adán Salgado Andrade
Para los superricos, menos del 1% de la población mundial, la presente emergencia sanitaria planetaria, les ha traído grandes beneficios, como haberse y estarse enriqueciendo como nunca antes, lo que ameritó que en Estados Unidos (EU), los hubieran “regañado” los congresistas, por haber hecho, incluso, quebrar a muchas industrias pequeñas, como es el caso de Amazon, propiedad del nefasto Jeff Bezos, que con sus sucias prácticas monopolistas, logró desplazar a cientos de compañías de muchos países. En un solo día, por tal razón, logró tener ingresos por $13,000 millones de dólares (mdd) y los sigue incrementando, como nunca antes. Igual sucede con otras empresas tecnológicas, como Apple, Facebook o Google, cuyos ingresos han crecido obscenamente, aun con la pandemia y sus negativos efectos económicos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/el-mezquino-capitalismo-salvaje.html).
Ni tampoco ha sido un problema la pandemia, que deban de estar confinados en sus lujosas residencias o tomar medidas por el estilo. Un artículo de la publicación Vanity Fair, titulado “A todos estos ricos, ni ellos mismos los paran: las lujosas vidas durante la cuarentena de la élite de Silicon Valley”, firmado por Nick Bilton, da cuenta de cómo, todos esos superricos, además de hacer mucho dinero, la han pasado muy divertidos, mientras que el 99% de la humanidad, hemos debido observar estrictas medidas de confinación, que para millones han significado, además de la pérdida del empleo, serios problemas físicos y hasta mentales.
Con el subtítulo “Travis Kalanick, hace fiestas al aire libre, dueños de jets, saltan de zona segura a zona segura y anfitriones de cenas, realizan pruebas rápidas de 15 minutos, para detectar el Covid-19 – todos son negocios, como de costumbre”, Bilton da un preámbulo de que los superricos se la toman muy en serio. Y una fuente le dijo “el coronavirus, es el virus de la persona pobre”, sí pues Bilton refiere todo lo que han hecho varios millonarios en sus “ratos de ocio”, que son frecuentes, pues mientras sus negocios marchen bien, nada les preocupa.
Comienza diciendo que recibió una invitación de Kalanick, fundador de compañías como Uber, cuya fortuna asciende a $2,600 mdd, para una fiesta aire libre, como las que usualmente hace ese empresario. Y dice que no es el único que organiza fiestas, pues “he oído de fiestas desde Palm Springs a Palo Alto, de juntas de negocios en las lomas de Colorado, después de una sesión de ciclismo de montaña, de surfeo eléctrico en Hawái y billonarios viajando en sus jets privados, yendo de estado a estado, de país a país, intencionalmente buscando los más bajos índices de Covid-19, de la semana previa. Alguien le dijo que “esas personas no pueden pararse ni ellos mismos. Se la pasan dando fiestas y viajando en sus jets, como si todo fuera normal”.
Como ya señalé, sus fortunas han crecido mucho y eso se refleja en los índices tecnológicos S&P y NASDAQ, que han mejorado sus valores, incluso, mucho más de los que tenían antes de la pandemia. Es dramática la brecha que está dejando tan obsceno enriquecimiento, pues mientras que esas pocas empresas se enriquecen sin precedente alguno, más de 20 millones de estadounidenses se han quedado sin trabajo y ya 26 millones padecen hambre regularmente (ver: https://www.cnbc.com/2020/07/23/millions-of-americans-cant-afford-enough-food-in-the-pandemic.html).
Esos millonarios, gozan sin precedentes. Por ejemplo, un billonario, dueño de muchas casas, ha buscado estar en los sitios en donde haya menos casos de contagios. Comenzó en Florida, cuando apenas despuntaba la pandemia. Luego, se fue a California y ahora que ha subido mucho allí el número de enfermos, está en Nueva York, pero “siempre monitoreando a dónde irse, pues en todos lados tienen mansiones”, le dijo a Bilton un trabajador de esa persona.
Otro millonario, hace fiestas, en las que no admite periodistas. Fuera de su mansión, una enfermera administra pruebas de cien dólares para detectar el virus. Si lo tiene alguien, no puede pasar. Otro hombre de negocios, le dijo a Bilton, que varios de sus compañeros, rentan por $50,000 dólares mensuales, un complejo en Palm Springs, que se usa como casa para fiestas, “y eso se hace en Los Ángeles o en Silicon Valley”. Pues sí que la gozan todos esos mezquinos negociantes, que, como Bezos o Zuckerberg, se hacen ricos a costa de esta tragedia mundial, que sucede “cada cien años”, si tomamos en cuenta la influenza española, que sucedió entre 1914 y 1918, hace poco más de cien años.
Pero para aquéllos que no desean estar en EU, el país con más contagios y muertes por la pandemia, hay una solución, salir del país. “Los superricos, pagan $2.6 mdd por ciudadanías internacionales y se van al país de su elección – el que tenga menos contagios, claro – en sus jets privados. No todos tienen su propio jet o ‘P.J.’, como los llaman. Como resultado, las rentas de jets están incrementándose como nunca. Un vocero de NetJets, una compañía privada de renta de aviones, me dijo que las consultas para rentas de vuelos, subieron mucho, con respecto al año anterior, y siguen incrementándose, al irse alargando la pandemia. En abril, por ejemplo, las llamadas a NetJets, subieron 60%, con respecto al año anterior y para junio, eran 195% más altas”. Sí, porque ni a eso se arriesgan los ricos, a viajar en jets comerciales, en donde puedan contagiarse. Y, como puede verse, hay negocios que van dirigidos solamente a ese tipo de pudientes sectores.
Los que quieren adquirir “juguetitos” para divertirse, compran cosas como el Lift eFoil, descrito por la empresa que lo produce, como “una tabla de surfeo que planea y vuela” (ver: https://liftfoils.com/efoil/).
El “juguetito” cuesta doce mil dólares (unos $266,000 pesos). “Una foto reciente, mostró a Mark Zuckerberg, usando uno de esos, con su cara cubierta de zinc – para protegerse del sol. Para los que prefieren el ciclismo, hay varias opciones de bicicletas y recorridos, que en algunos casos equivalen a dar un enganche de una casa nueva. Los que desean algo más económico, se deciden por una bicicleta MATE, que es eléctrica y se dobla, por módicos $2000 dólares ($44,335 pesos). Y se organizan para salir en grupos en esas bicicletas”, dice Bilton.
Incluso, la venta de vehículos recreativos, como el Winnebago Revel – un camper adaptado en una camioneta Mercede-Benz, a todo lujo – que llega a costar hasta $200,000 dólares ($4,433,500 pesos), han subido escandalosamente.
Dice Bilton que también los excesos de los ricos, se ven en la educación de sus hijos, pues, como le dijo un funcionario de California, “muchos maestros de escuelas públicas son contratados para que den clases a un solo niño en áreas pudientes, como Beverly Hills o Palo Alto, “lo que es un problema para los sistemas escolares”, claro, pues esos niños ricos, deben de estarse riendo de las clases en línea. Y muy probablemente, hasta puedan conseguir sus certificados, sin mayores problemas. Justo como hacía la rancia nobleza de pasados siglos, que tenían institutrices o profesores particulares para sus privilegiados hijos.
Vuelve Bilton a mencionar lo que le dijo una persona, que el “coronavirus es un virus de personas pobres”, que, en efecto, ha golpeado más a los trabajadores que ganan el mínimo, y deben de exponerse a contagios, como los de Amazon, que, gracias a que el mezquino de Bezos no quiso gastar para equipos de protección y de desinfección, varias decenas resultaron contagiados y hasta murieron (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/negligencia-de-amazon-con-sus.html).
Lo mismo sucedió con trabajadores de rastros, quienes, a pesar de que una empresa estaba enterada de los contagios, los obligó a seguir laborando, muchos, en avanzado estado de la enfermedad. También murieron varios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/los-acelerados-contagios-por-covid-19.html).
Como ya señalé, la brecha entre superricos y pobres, se ha estirado todavía más. “El surfeador Zuckerberg, ya es el cuarto personaje más rico del planeta, con una fortuna de $100,000 mdd. Jeff Bezos, ya posee $190,000 mdd. Elon Musk, quien se la pasó como conspiracionista, casi negando que la pandemia fuera real, ya tiene $70,000 mdd, sobrepasando a Warren Buffett”. Pero cuando lo rebasó, dijo que “es lo que menos me importa’. ¿Será que, de verdad, lo que menos le importa es ser tan rico? Pues que lo demuestre, donando toda su fortuna a fundaciones o a los pobres, directamente. Tocarían casi de a diez dólares por cabeza, unos $220 pesos, suficientes para comer un día decentemente.
Así que, como vemos, el superrico, que no llega ni al 0.01% de la población total del planeta, no sufre por nada.
Al contrario, entre más problemas haya, como pandemias, guerras, depredación ambiental, contaminación, calentamiento global, cambio climático… más será favorecido.
Y, como vimos, hasta hará muchas fiestas, de lo bien que le va.
A ver si las hace cuando todo el planeta sea un basurero inmundo.
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