El aumento de la emigración centroamericana,
también lo ocasiona la falta de agua
Por Adán Salgado Andrade
El agua dulce se usa
cada vez más y más en todas las actividades humanas, sean las básicas o las
agrícolas, comerciales, industriales y otras. Por lo mismo, cada vez es más y
más escasa (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2008/10/el-agua-dulce-cada-vez-ms-demandada-y.html).
En muchos sitios,
tienen que desalinizar el agua, con los grandes costos implicados, gasto
energético y contaminación que el proceso implica. Pero no pueden vivir ya
miles de lugares sin desalinizadoras, de las que hay una veinte mil actualmente
(ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/08/las-contaminantes-muy-demandantes-de.html).
Pero también, la falta
de agua, es un grave problema que está llevando a mucha gente en el planeta a
cambiar de residencia, buscar lugares más idóneos para seguir existiendo, como
los refugiados climáticos, que, incluso, en países “desarrollados”, como
Estados Unidos (EU), existen por miles, unos, buscando huir de sequías, otros,
de constantes incendios forestales o de frecuentes inundaciones (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/los-refugiados-climaticos.html).
El agua en exceso,
provocada por torrenciales lluvias o huracanes, es también un problema, pues
hay demasiado líquido, pero no es aprovechado, y sólo anega, degradando tierras
de cultivo, lo que incide en la producción alimentaria, como sucede igualmente
en EU (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/07/las-graves-y-duraderas-inundaciones-de.html).
Pero en cuanto a los
países en donde las sequías y la sobrepoblación están llevando a una grave,
aguda escasez de agua, es ya un factor que lleva a miles de personas de esos
sitios a emigrar, como es el caso de países centroamericanos, como El Salvador,
Honduras y Guatemala, de los que más de un millón han tratado de emigrar a EU,
pasando por México, con tal de aliviar su pobreza y estrés ambiental.
El periódico The Guardian, publicó recientemente un
podcast, en el que se presenta a la falta de agua, como otro de los problemas
que empujan a miles de centroamericanos a buscar mejor vida en México o,
principalmente, EU.
Producido por la
reportera Nina Lakhani, presenta sus experiencias, al visitar directamente
Guatemala, El Salvador y Honduras, para analizar de cerca ese grave problema,
que se agudiza cada año (ver: https://www.theguardian.com/news/audio/2019/aug/02/running-dry-water-crisis-driving-migration-central-america-us-podcast).
Comenzó visitando Guatemala,
en donde la falta de agua afecta a las tierras de cultivo de temporal, las que pertenecen
mayoritariamente a campesinos.
Allí, habló con
Esteban, quien ha perdido ya las esperanzas de que llueva. Así, no habrá
cosecha y no tiene idea de qué vayan a hacer. Por eso quiere emigrar a EU y
hasta le pidió ayuda a la reportera.
Tiene 7 hijos, todos
desnutridos. La mayor, de nueve años, se
ve de 6 y su esposa, que amamanta a su hijo de siete meses, pesa 45 kilos. Son
familias numerosas, a pesar de la pobreza en que se encuentran, quizá porque,
para los padres, sobre todo, como esa es su
familia, su única posesión – pues nada más tienen –, entre más grande sea,
seguro se creen más afortunados, con una
verdadera propiedad, pues es su gran
familia. Lakhami no ha sabido más de él, pues perdió la comunicación.
De Guatemala, se
dirigió a El Salvador. A donde fue, Nejapa, un pueblo pequeño, sólo platican de
cómo obtener agua, comparándolo, dice, en el caso de Inglaterra, con que la
gente hablara de fútbol o de programas de televisión. Así es de escasa el agua,
que es importante tema diario de conversación.
Uno de los
entrevistados, Víctor, va unas veinte veces al cementerio, en donde hay una
llave del vital líquido, con una cubeta, para llenarla de agua, con tal que su
esposa haga todo lo que se necesite, como lavar, cocinar, y cosas así. Dice que
cerca de donde vive está la Coca-Cola, empleando miles de litros diarios de
agua, para hacer su dulcísimo refresco –que provoca enfermedades como obesidad
y diabetes –, además de que contamina al vital líquido, al verter sus perjudiciales
desechos en ríos.
También, los cañeros de
la región, ricos e influyentes agroempresarios, tienen acceso al agua, abundantemente.
Todo es una mafia, pues hay grupos que controlan el agua de pueblos como el de
Nejapa. Sucede como en la India, que hay ciudades que se surten del agua que
les llevan pipas, las que son controladas por grupos mafiosos. La gente no
puede surtirse por sí sola, sino que debe de acudir a esos mafiosos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/06/las-declinantes-reservas-de-agua.html).
Así que los ricos y las
empresas tienen todos agua, menos familias como la de Víctor. De todos modos,
El Salvador está condenado, pues señala Lakhani que tiene agua sólo para los
próximos 85 años (en la ciudad de México estamos peor, pues recientes estudios
muestran que sólo hay agua para 29 años, pues en el 2048, no tendremos ya el
vital líquido. Ver: https://news.culturacolectiva.com/mexico/cdmx-se-quedara-sin-agua-segun-experta-de-la-unam/).
En Honduras, siguiente lugar
del recorrido, el problema del agua es de otra naturaleza. Hay gente que, con
tal de vivir del turismo, ha establecido negocios en las playas, sobre todo de
comida, pero como el calentamiento global ha ido derritiendo los polos y los
glaciares, el nivel del mar ha ido subiendo, y es lo que sucede en ese país.
Habló Lakhani con Eric,
un chico que hace dos años puso un restaurante con comida a base de pescado,
arroz y frijoles, junto a la playa. Por el citado calentamiento global, el
nivel del mar sube en Honduras ¡un metro cada año!
Eso se agrava porque ha
ido creciendo el cultivo de camarones. Por hacer sus estanques, los productores
de camarón, políticos incluidos – quienes también le han entrado al jugoso
negocio del camarón “cultivado” –, han destruido los manglares. Estos
ecosistemas ribereños son los que amortiguan las inundaciones, son barreras
naturales de contención hídrica.
En donde se han
construido estanques, se han puesto muros para impedir que el agua marina los
invada y como los únicos puntos de costa que quedan libres son las playas,
hacia allá va el oleaje, subiendo cada año su nivel un metro e inundándolo
todo.
Varios restaurantes han
cerrado por el alza del nivel del mar y el de Eric, sólo está a dos metros del
agua, así que quizá muy pronto, deba de cerrar también. Eso les quita sus forma
de vida a los lugareños, quienes deben de emigrar a la ciudad o a otros países,
como los cientos de miles que desean radicar en EU.
Y por todos esos
problemas detectados por Lakhani, desde
la escasez de agua, hasta la acelerada subida del nivel del mar, más de 1.2
millones de centroamericanos están solicitando asilo en EU.
Es un círculo vicioso
el que viven esos países, pues al no haber agua o bosques, se genera más
pobreza, porque no hay ni lo más elemental para la gente.
Por eso, ningún muro
parará ese éxodo. Trump debe de pensarlo mejor.
Contacto: studillac@hotmail.com