miércoles, 6 de diciembre de 2023

Sellafield es el tiradero nuclear más peligroso del mundo y está en Inglaterra

 

Sellafield es el tiradero nuclear más peligroso del mundo y está en Inglaterra

Por Adán Salgado Andrade

 

Cuando fue creada la mortífera y nefasta bomba nuclear, que se empleó en el innecesario e infame bombardeo atómico a Japón, en agosto de 1945, se buscó que la abominable invención se aplicara a programas “pacíficos”. Fue cuando se le ocurrió a alguien con poca inteligencia, destinarla a generar electricidad, mediante los peligrosos reactores nucleares, aberraciones que emplean agentes sumamente radioactivos, letales y duraderos como el uranio o el plutonio. Estos compuestos tienen una máxima duración como combustibles para los reactores, luego de lo cual, se deben “desechar”. Pero no son como cualquier basura, sino que deben de almacenarse. Hay cientos de reactores distribuidos en distintos países, muchos de los cuales ya han sido deshabilitados, pero eso no quiere decir que dejen de ser peligrosos y mortales pues, como señalé, tanto sus partes, así como todo el combustible desechado siguen siendo mortales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2012/07/el-mortifero-legado-nuclear.html).

Los que se mantienen funcionando, si por algún motivo sufrieran un accidente, pueden derramar radioactividad que podría actuar como la nube radioactiva que dejaría un estallido de una ojiva nuclear. Fue lo que ocurrió en Chernóbil, cuando por fallas en los sistemas de enfriamiento, estalló el reactor del mismo nombre, ocasionando una nube radioactiva que dejó inutilizada una amplia zona alrededor del mismo que, a la fecha, sigue deshabitada (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/05/chernobil-un-evitable-desastre.html).

En otro accidente, en el de Fukushima, en Japón, debido al intenso terremoto del 2011, que hasta ocasionó un tsunami, a partir de agosto del 2023, se comenzó a descargar el agua que por tantos años se ha empleado para enfriar los dañados reactores de la planta. Dicen las “autoridades” japonesas que esa agua se trató hasta dejarla en un nivel “mínimo” de radioactividad, pero aunque sea así, no se sabe qué efectos vaya a tener en la flora y fauna marinas. Por lo pronto, países como China, ya han suspendido la importación de peces de la zona afectada (ver: https://www.reuters.com/world/asia-pacific/japan-release-fukushima-water-into-ocean-starting-aug-24-2023-08-22/).

Pero a pesar de la peligrosidad de la energía nuclear, tanto en los potenciales accidentes, así como por la acumulación de letales desechos radioactivos (que no hay muchos sitos que sean “seguros” para almacenarlos), muchas empresas que se dedican a fabricar reactores, insisten en que sería “seguro” y eficiente seguirla empleando, pues ayudaría a reducir emisiones contaminantes de CO2. Pretende, absurdamente, mostrarse como una energía “verde” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/11/la-oportunista-muy-peligrosa-energia.html).

El problema de los residuos tóxicos, radioactivos y muy letales es algo que no está resuelto. En Estados Unidos, por ejemplo, en Carolina del Norte, se agolpan desechos nucleares de todo el país en sitios que resultan hasta más peligrosos que las centrales nucleares (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/07/estados-unidos-usa-algunos-de-sus.html).

Y otro sitio así está en Inglaterra, en un lugar llamado Sellafield, como expone el artículo de The Guardian, titulado “Sellafield: ‘un barril sin fondo de infierno, dinero y desesperanza’, eso es uno de los más tóxicos sitios nucleares de Europa”, firmado por Anna Isaac y Alex Lawson, quienes nos introducen a su trabajo diciendo que “Descrito como una Narnia nuclear, el sitio es una fuente de apoyo económico para Cumbria y un problema de seguridad internacional que ya lleva mucho tiempo preocupando a varios países” (ver: https://www.theguardian.com/business/2023/dec/04/sellafield-money-europe-toxic-nuclear-site-cumbria-safety).

Es irónico que se le llame al sitio “Narnia”, en alusión al idílico lugar en donde el escritor inglés Clive Staples Lewis (1898-1963), ubicó sus famosas historias tituladas “Crónicas de Narnia”, las que publicó entre 1950 y 1956 y las que han sido adaptadas a cine, radio, televisión y hasta videojuegos, de lo famosas y entretenidas que son (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/The_Chronicles_of_Narnia).

Pero Sellafield no tiene nada de fantástico o ensoñador, sino que es un muy tóxico sitio para almacenar desechos nucleares, incluso de otros países (a los que se les cobra, claro), “que cuesta millones de libras al año sostener y que presenta muchas fallas de seguridad que lo podrían convertir en una catástrofe nuclear”

Un ex secretario de Estado, al visitarlo, justo se refirió a Sellafield como indica el título del artículo analizado, que se trata de “un barril sin fondo de infierno, dinero y desesperanza”. “Para los trabajadores, ‘ingresar a Sellafield es como llegar a otro mundo, es la Narnia nuclear, excepto que usted no entra a través de un armario mágico, sino que por una serie de puntos de revisión, en tanto que la policía lo patrulla con armas’. Otros lo llaman la Disneylandia nuclear”.

El sitio es un enorme depósito de desperdicios nucleares, ubicado en la costa de Cumbria, en el noroeste de Inglaterra, que cubre más de seis kilómetros cuadrados de área, “y que data desde que inició la carrera nuclear armamentista. Fue el sitio original en donde Inglaterra desarrolló y construyó sus armas nucleares, en 1947, fabricando plutonio. También albergó la primera estación nuclear para la generación de electricidad, la Calder Hall, que inició actividades en 1956 y dejó de funcionar en el 2003”.

Sí, la absurda carrera armamentista nuclear, que se dio por el estúpido, irreal cometido de que una guerra nuclear, la ganaría quien tuviera más armas. Nadie sale victorioso en un conflicto así. Muy probablemente, de darse (que cada vez estamos más cerca de ello), sería el fin de la humanidad y es más probable que así terminemos, antes de que la emergencia climática nos aniquile (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/10/el-sovietico-que-salvo-al-mundo-de-uno.html).

Ya ha tenido sus accidentes, como en 1957, cuando se dio el llamado incendio Windscale, “que fue considerado como el peor incidente nuclear de Europa en su momento y que acarreó una nube de humo tóxico que se esparció por todo el continente. La leche de vacas que se encontraban en un área de 518 kilómetros cuadrados, pertenecientes a granjas de Cumbria, se sentenció como radioactiva”.

Muy seguramente los corruptos políticos priístas de entonces, la han de haber comprado como “ganga”, con tal de ahorrarse unos pesos, para distribuirla entre la población (parecería broma pensarlo, pero así lo hicieron cuando en 1986, compraron leche radioactiva de Irlanda, afectada por el accidente de Chernóbil, para distribuirla a través de la entonces CONASUPO. Ni pensar en qué daños haya ocasionado a quienes la ingirieron. Ver: https://www.xataka.com.mx/investigacion/leche-radioactiva-conasupo-historia-cuando-al-gobierno-mexico-le-importo-comercio-que-ciencia).

Como señalé, desde 1959, ha estado Sellafield recolectando y almacenando basura radioactiva, la que se guarda en silos, lagunas artificiales y edificios sellados. Sus deterioradas construcciones necesitan constante mantenimiento, además de que se construyen más para seguir almacenando, “pues se espera que dure hasta el 2130”, señalan los reporteros.

¡Vaya optimismo de sus administradores!, en primer lugar, para  pensar que podamos pasar del año 2100 y, en segundo, que un sitio así, tan tóxicamente peligroso, pueda llegar hasta ese año sin sufrir un accidente mayor, que contamine a toda Europa.

Actualmente, tan sólo de “limpiar” ese sitio, se necesitarían más de £100,000 millones de libras ($125,610 millones de dólares), que equivalen “al déficit anual de Inglaterra. El costo de deshabilitar el sitio es un gran peso que ni siquiera tendría que ver con la deuda externa de Inglaterra, pues se debe de considerar como un gasto aparte”.

Esos $125,610 millones de dólares (mdd) que tendrían que usarse para que ese tiradero desapareciera, equivaldrían a 3.72 por ciento del PIB mexicano (Producto Interno Bruto), más de lo que se destina aquí a la educación, por ejemplo, que para el 2023, fueron $52,500 mdd – 1.55 por ciento del citado PIB (ver: https://imco.org.mx/recursos-para-la-educacion-en-mexico/).

Así que se necesita casi 2.4 veces más dinero que el que se invirtió en educación en el 2023 en México, para limpiar ese letal tiradero. Sería un desperdicio de recursos.

El sitio cuenta con once mil empleados, casi mil edificios, tiene su propio ferrocarril, servicios de lavandería para lavar ropa normal o que pudiera estar contaminada, además de que tiene su propia policía, la que posee 80 perros, siempre vigilando que nada vaya a suceder.

Aunque recientemente el sitio, a pesar de tanta seguridad, fue hackeado por cibercriminales ligados a Rusia y a China. Los efectos y daños que tuvo esa intromisión, se han ocultado (ver: https://www.theguardian.com/business/2023/dec/04/sellafield-nuclear-site-hacked-groups-russia-china).

Los efectos locales son evidentes, pues se han hallado aves contaminadas con radioactividad, así como decenas de gatos callejeros que andan por el sitio, los que se denominan “gatos atómicos”, pues también acarrean rastros radioactivos.

Países como Noruega e Irlanda siempre están escrudiñando el sitio, ya que cualquier fuga los afectaría directamente. En particular, Noruega resultaría muy afectada en su Mar del Norte, pues una nube radioactiva “acarrearía devastadoras consecuencias para sus alimentos y vida silvestre”.

Aún así, Sellafield se ha atrevido a usar al mar también como tiradero. Lo hizo en 1999, cuando arrojó technetio-99, un metal radioactivo y muy tóxico, a lo que se opuso, justamente, Noruega (ver: https://www.theguardian.com/uk/1999/nov/20/paulbrown).

¡Vean con qué facilidad arrojan desechos radioactivos al mar, como si fuera un basurero! Así como hizo Japón o la extinta URSS en su momento (y es sólo uno de tantos desechos que llegan al mar, que no sólo los recibe, sino que también absorbe el 90 por ciento del calor atrapado que generamos a diario. Y encima, quieren minar su fondo. Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/10/la-depredadora-destructiva-mineria.html).  

Muy probablemente tanta porquería radioactiva arrojada al mar, ha tenido que ver con enfermedades genéticas (alteración del ADN), que padecen actualmente millones de personas en el mundo. Pero no les importa. Las mafias en el poder que controlan el planeta hacen lo que desean, aunque maten al medio ambiente y a la población.

Pero Sellafield se sigue sosteniendo, aunque sea tan costoso de mantener y tan peligroso, porque es una “importante fuente de empleos para le región. Todos en Sellafield laboran o conocen a alguien trabajando allí”.

Quizá porque sea, en efecto, tan peligroso el sitio, es que los sueldos son altos, en comparación con los de otros sitios. Un ejecutivo percibe £334,999 libras anuales ($7,276,893 millones de pesos). Un egresado comienza ganando £36,556 $794,000 pesos). Los gerentes ganan £50,000 ($1,086,106 pesos) en promedio anuales y los ingenieros de la planta, £63,000 ($1,368,494 pesos). Eso es más que el salario promedio en la región noroeste de Inglaterra, que ronda los £30,248 ($657 051 pesos), “de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística”.

Y los precios de las casas, por lo mismo, han subido mucho, “los que rondan entre las £133,000 ($2889044 pesos) y £155,000 libras ($3,366,931 pesos), en sitios como Workington o Whitehaven,  cercanos al tiradero”.

Así que allí tienen, un tiradero que se sostiene para que un puñado de personas digan que tienen un gobierno “preocupado” por sus trabajos, a pesar de los altos costos y potenciales catástrofes que pudiera ocasionar (y que así será, de acuerdo con analistas).

Pero, no importa, si eso es un símbolo de primermundismo, poseer tan tóxico y letal tiradero, Inglaterra lo asume.

Nada de tiraderos como los de la ciudad de México, abultados de desperdicios normales.

Así que brindemos con pulque porque el tiradero nuclear Sellafield sí dure hasta el 2130.

Es el símbolo de “progreso” del siglo 21.

 

Contacto: studillac@hotmail.com