Colocar paneles solares en presas, ahorraría agua y aumentaría generación eléctrica
Por Adán Salgado Andrade
Ante los cada vez más graves problemas ambientales que está ocasionando el calentamiento global, varios estudios buscan propuestas para remediar en algo los, hasta mortales, efectos de aquél.
Por ejemplo, se sugiere que se siembren hortalizas en las ciudades, en las azoteas de edificios, pues así, además de incrementar la disponibilidad de alimentos – en un mundo cada vez más y más hambriento –, esas hortalizas, combinadas con más áreas verdes, bajarían las altas temperaturas que se producen por el efecto que se da en las ciudades, llamado isla de calor, el que incrementa en cinco o más grados centígrados la temperatura en la ciudades, pues tanto asfalto y concreto, absorben calor, lo que induce el aumento de aquéllas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/sembrar-huertos-masivamente-en-las.html).
Igualmente, para resolver la escases de agua potable en ciudades, como la de México, se deben de aprovechar las aguas de lluvia, construyendo zonas de recarga, como arroyos a un lado de camellones, fuentes y más áreas verdes, para que tanta agua excedente, se vaya y rellene a los sobrexplotados acuíferos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/deben-de-habilitarse-mas-areas-de.html).
Algunas personas que tienen invernaderos, los cubren con paneles solares, los que ahorran agua, al disminuir la evaporación, y también generan electricidad (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/10/la-agricultura-voltaica.html).
Lo más reciente en esas tendencias, es la propuesta de cubrir el agua de las presas con paneles solares, con lo cual, se reduciría también la evaporación del agua contenida, además de que se generaría electricidad o se incrementaría, en caso de que se tratara de hidroeléctricas.
Por evaporación, sugieren estudios, se pierde alrededor del 16 por ciento del agua almacenada en las presas del mundo cada año, “que correspondería al 20 por ciento del consumo global” (ver: https://www.waterworld.com/water-utility-management/asset-management/press-release/14279180/study-finds-evaporative-water-loss-increasing-for-lakes-reservoirs).
Como ven, es demasiada agua la que se pierde por evaporación. La misma agua de lluvia, se evapora en un 72 por ciento y sólo un 22 por ciento llega a ríos, lagos y presas. Por eso sería muy importante que se pudiera reducir la evaporación de las presas.
Y si, además, se genera electricidad o se incrementa en las hidroeléctricas, parecería una buena propuesta el hacerlo.
El artículo del portal Wired, titulado “¿Paneles solares flotando en presas? Bienvenida esa sugerencia”, firmado por Matt Simon, expone esa interesante sugerencia, indicando inicialmente que “los sistemas fotovoltaicos flotantes (floatovoltaics) proveen electricidad, reducen la evaporación y no disponen de tierras adicionales para colocarse” (ver: https://www.wired.com/story/solar-panels-floating-in-reservoirs-well-drink-to-that/).
Dice Simon que “un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, muestra lo útil que podría ser instalar paneles flotantes globalmente. Calculan que tan sólo cubriendo 30 por ciento de la superficie de las 115,000 presas que hay en todo el mundo, se podrían generar 9.434 terawatts-horas de electricidad cada año. Lo que sería más del doble de la electricidad que Estados Unidos genera cada año y suficiente para electrificar 6,200 ciudades en 124 países”.
De ser fiables esos cálculos, se ahorraría mucha agua, además de incrementar bastante la generación eléctrica, sin gran contaminación, excepto, claro, la que se requeriría para construir tantos paneles. Y si se genera eso, cubriendo sólo el 30 por ciento, de hacerlo con la totalidad, se obtendrían 31.44 terawatts-horas, más del doble que la que requiere todo el planeta anualmente de electricidad, que es de alrededor de 17.7 terawatts-horas (ver: https://www.electricrate.com/what-is-a-terawatt/).
Dice Elliot Campbell, ingeniero ambiental de la Universidad de California, citado por Simon, que “los 9.434 terawatts-horas, son alrededor de diez veces la generación que se obtiene actualmente de la energía solar y como es una fuente que está creciendo mucho, ya era hora de ver en dónde colocar tantos paneles”.
Lo cual tiene sentido, pues instalarlos en tierras que pudieran emplearse para otros fines, como sembradíos, es un desperdicio. Justo como sucede con las granjas de viento, que invaden terrenos útiles y que, además, afectan a la vida animal silvestre que vive en esos sitios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/los-pozos-de-fracking-y-las-granjas-de.html).
Por eso es que se está buscando establecerlas en alta mar, para que no sean tan invasivas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/07/las-menos-invasivas-granjas-de-viento.html).
Los paneles flotantes se instalarían, anclándolos al fondo, mediante cables. Para que pudieran subir o bajar, cuando variara el nivel del agua de las presas, tendrían que idearse sistemas que permitieran que subieran o bajaran, lo cual no es difícil, indica Simon (me imagino que serían sistemas de cables ajustables al nivel del agua, digamos, “inteligentes”).
Y es que las plantas solares, como señalé, requieren grandes extensiones de tierras. El ingeniero ambiental Brandi McKuin, de la Universidad de California, también citado por Simon, dice que “se lleva 70 veces más superficie de terreno instalar una planta electrosolar, que una gasoeléctrica. Así es que, si vamos a adoptar este tipo de ‘soluciones’, debemos de hacerlo responsablemente, protegiendo a medio ambiente y biodiversidad”.
Lo cual es cierto, pues muchos de esos proyectos “verdes”, no lo son del todo. Los paneles solares, sólo tienen una duración de 25 años y menos del 5 por ciento se reciclan, acumulándose en terrenos que sólo se dedicarán a almacenar toda esa basura panelaria (ver: https://www.wired.com/story/as-millions-of-solar-panels-age-out-recyclers-hope-to-cash-in/).
Lo mismo sucede con las aspas de los molinos de viento, que tampoco se pueden reciclar (ver: https://www.euronews.com/green/2022/08/30/engineers-are-turning-old-wind-turbine-blades-into-gummy-bears-and-nappies).
Así que, como una propuesta menos invasiva de tierras y de espacios que ya existen, como la superficie acuosa de las presas, los paneles solares flotantes, serían una buena solución.
Además, trabajarían más eficientemente, enfriados por la misma agua sobre la que flotan, por lo que serían más durables.
Ya se está probando una instalación en Singapur, en la presa Tengeh, en donde el proyecto ocupa 45 hectáreas (equivalentes a unos 45 campos de fútbol), “formado por 122,000 paneles solares, colocados en 10 islas flotantes, que producirán un 7 por ciento de las necesidades eléctricas del sistema generador de Singapur” (ver: https://www.pub.gov.sg/sustainability/solar/floatingsystems).
Otra consideración ambiental es que se tendría que dejar espacio suficiente entre los paneles para que aves migratorias pudieran asentarse en el agua o especies acuáticas recibieran la necesaria luz solar, comenta Simon.
De todos modos, son propuestas que tendrán que considerarse, obviamente acompañadas del correspondiente ahorro energético, pues no se trata de generar más y más energía para nuestras desperdiciadoras, glotonas necesidades (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2010/05/mas-energia-o-mas-desperdicio.html).
Por ejemplo, se alaba mucho a los autos eléctricos, pero se oculta el hecho de que se requerirá muchas energía para construirlos y más, para estarlos recargando. Ya muchos estudios indican que no son solución, sino que debe de impulsarse mucho más el transporte público eficiente, calles peatonales, bicicletas, ciudades más compactas (las llamadas de “quince minutos”, es decir, que todo, trabajo, escuela, quede a no más de quince minutos caminando), más áreas verdes urbanas y menos autos, aunque sean eléctricos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/02/se-requieren-menos-autos-incluso.html).
Así que allí está otra propuesta, para aminorar todo el daño que hemos ocasionada a este noble planeta.
No es una solución, finalmente, para “salvarlo”, sino para que podamos mantener las condiciones que nos permitan continuar viviendo en él.
Nosotros, como especie, desapareceremos algún día.
La Tierra, quizá feliz cuando llegue ese evento, seguirá estando por millones de años más.
Contacto: studillac@hotmail.com