domingo, 24 de octubre de 2021

Los microplásticos pueden calentar o enfriar el planeta

 

Los microplásticos pueden calentar o enfriar el planeta

por Adán Salgado Andrade

 

Los microplásticos ya invaden todo el planeta. Están en bosques, reservas naturales, ciudades, polos, glaciares, montañas, aire, tierra, mares… son una plaga creada por la brutal producción de plásticos, la mayoría de los cuales, no se ha reciclado, desde que comenzaron a producirse (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

Son partículas plásticas de menos de medio milímetro, que circulan por aire, mar y tierra y no se degradan, la mayoría. Además de contaminar, un reciente estudio mostró que pueden alterar el clima, como expone el artículo de Wired, titulado “Los microplásticos pueden estar enfriando o calentando el clima del planeta”, firmado por Matt Simon, quien agrega que “pedacitos de plástico, surcan el cielo y un nuevo modelo computacional, sugiere que podrían estar afectando, sutilmente, al clima” (ver:  https://www.wired.com/story/microplastics-may-be-cooling-and-heating-earths-climate/).

Así que no basta con todo el daño que esos contaminantes, indestructibles desechos, han ya ocasionado, no sólo al medio ambiente, sino, muy seguramente, a la salud humana, pues ingerimos el equivalente a una tarjeta plástica de las de crédito, cada semana. Hasta los bebés, nacen con microplásticos o los ingieren (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/09/los-lactantes-ya-tienen-en-sus.html).

“Se esparcen como las cenizas de un volcán. El aire contiene tantos, que cada año, el equivalente a 120 millones de botellas plásticas caen en once áreas protegidas de los Estados Unidos, que montan sólo el 6% del área total”, señala Simon

Y eso, tan sólo en Estados Unidos. Si 120 millones equivalen sólo al 6%, entonces, el 100% corresponderá a 2,000 millones de botellas, correspondientes a la cantidad total de ese país. Así que a nivel mundial, estaríamos hablando de miles de millones de microplásticos que surcan los cielos.

Por ello, científicos estudiaron los efectos que pueden tener tantos millones de partículas en el clima planetario, pues al igual que las cenizas volcánicas que, cuando se sueltan a la atmósfera, han provocado trastornos climáticos, como enfriar al planeta, eso mismo provocan tantas micropartículas.

“El estudio mostró resultados ambiguos, pues, por un lado, los microplásticos pueden enfriar al planeta, al reflejar la luz solar, pero, en otros casos, pueden estar contribuyendo a encerrar más al calor, por tanta densidad de esas partículas, las que se duplican cada 15 años”.

Por los distintos materiales plásticos de que están formados los microplásticos, pueden reflejar o absorber los rayos solares. “De tan variados, el modelo sólo consideró microplásticos que no estuvieran pigmentados y asumieron una densidad de 100 partículas por metro cúbico”.

Menciona Simon a la geoingeniería, que pretendería reflejar los rayos solares, soltando microcristales de azufre a la atmósfera, para “enfriar” al planeta. Pero, en mi opinión, esas “soluciones” podrían tener consecuencias negativas, pues podría suceder que llegara el momento en que fueran tantos y que siempre se mantuvieran flotando, que el planeta se iría enfriando y, con ellos, se alterarían ciclos biológicos, agrícolas, y otras inesperadas consecuencias. Habría menos alimentos, las plantas irían muriendo, por la falta de sol y así. Claro, eso sucedería en un caso extremo, pero podría darse, pues si se aúnan contaminación, microplásticos y otras partículas suspendidas, además de los mencionados microplásticos, podría suceder.

Laura Revell, química atmosférica, principal encargada de la investigación dice que “quiero dejar claro que no es bueno que los plásticos enfríen el planeta, pues, antes que eso, ya son un problema ambiental”. Y también, el otro problema que señala Revell con el estudio, es que hay tanta variedad de microplásticos, colores, texturas, materiales, que sería imposible construir un modelo tomando en cuenta tantas variantes. Y también los microbios que se adhieren a los microplásticos, “influyen en los resultados”.

Pero, sí está claro, que pueden reflejar el calor o concentrarlo más.

El modelo de análisis es producto de la conjunción entre “ciencia climática y ciencia de los microplásticos”. Otra científica, Natalie Mahowald, de la Universidad de Cornell, dice que es “un primer estudio, muy interesante, sobre la influencia de los microplásticos en la atmósfera y tendrán mucho que ver con su tamaño, distribución así como el color de aquéllos”.

No cabe duda que hemos creado una pandemia artificial con tantos plásticos y microplásticos que hemos hecho.

Y es que no es fácil realizar esos estudios, pues es muy distinta la concentración de microplásticos en el planeta. “En el mar, la concentración de microplásticos puede ser de menos de una partícula por metro cúbico, en tanto que sobre Beijing, es de 5,600 y sobre Londres, de 2,500”.

En efecto, las partículas suspendidas, no sólo los microplásticos, varían mucho, en relación directa al nivel de contaminación. Lo irónico es que dicha contaminación, ayuda a que los rayos solares no caigan tan de peso y hasta contribuyen a cierto enfriamiento. Eso se comprobó cuando, durante las fases iniciales de la pandemia, que China dejó de fabricar cosas, se registró un aumento de la temperatura mundial, pues los cielos estaban más claros. Absurdo, pero así fue (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/10/aire-mas-limpio-en-china-y-noches.html).

Y eso lo vemos, por ejemplo, en la ciudad de México, cuando, luego de fuertes lluvias, que el cielo está muy limpio, la radiación solar es intensa. Lo que no sucede cuando hay mucha contaminación, que el sol está algo bloqueado por las nubes de contaminantes.

Peor todavía, es que los microplásticos se degradan y se forman nanoplásticos, “los que miden una millonésima de metro. En los remotos Alpes, un equipo de científicos halló un mínimo de 200,000 millones de partículas en un solo metro cuadrado de una montaña cada semana”, indica Simon.

Como dije antes, ya las áreas prístinas, libres de contaminantes, son cosa del pasado.

Incluso, Revell y sus colegas, especulan que los microplásticos pudieran contribuir a la formación de nubes. “Las nubes, se forman al aglutinar moléculas de agua. Los microplásticos, pudieran estar contribuyendo a ello. Sólo con modelos más completos, podremos comprobarlo”, dice la científica.

Realmente se avecinan graves catástrofes ambientales y climáticas. Como dice Revell, “si no modificamos nuestra forma de vida, crearemos más y más microplásticos, que irán a parar a la atmósfera”.

Y ya sea que calienten o enfríen el planeta esos billones de microplásticos, no será nada bueno.

De nuevo, agradezcamos al depredador y contaminante capitalismo salvaje habernos plastificado.

 

Contacto: studillac@hotmail.com