Los aberrantes “experimentos” que hizo Neuralink con macacos
Por Adán Salgado Andrade
En nombre de la “ciencia” actualmente se están haciendo varios “experimentos” con pobres animales de laboratorio que resultan, además de mortales, aberrantes, pues hacen sufrir a tales animales, recordando las monstruosas prácticas de los “investigadores” nazis que hacían con prisioneros de los campos de concentración, muchos de los cuales morían, no aguantaban tanta alevosa maldad en nombre de la “ciencia”.
Por ejemplo, se están modificando genéticamente cerdos, para usarlos como fuente de órganos para humanos, como corazones. Ya se han hecho dos trasplantes, el primero, fallido (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/el-negocio-del-trasplante-de-organos-de.html).
Otra aberración es que injertan tejidos humanos en ratas, para que produzcan “organoides” humanos y poder estudiarlos. Ratas recién nacidas, son injertadas con tejido cerebral humano, para que vaya creciendo un “cerebro” humano dentro del de ellas, generando “minicerebros” que pueden, según los investigadores, analizarse mejor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/estan-experimentando-con-organoides.html).
En esos cuestionables “experimentos”, lo que menos importa es lo que sienta un animal, pues son torturas, más que experimentos, a los que son sometidos.
Eso quedó evidenciado en las investigaciones que hizo la empresa Neuralink, del nefasto Elon Musk, que hace unos años estuvo experimentando con macacos que le proporcionó el centro de primates Davis, de la Universidad de California. En un trabajo periodístico realizado por el portal digital Wired, se evidencia que Musk mintió cuando fue cuestionado por las muertes de varios macacos, que aquél, mentirosamente, atribuyó a que estaban los especímenes proporcionados por Davis (UC Davis), “enfermos terminalmente”, y que por eso habían fallecido, lo cual no es así, de acuerdo con testimonios de varios exempleados y grupos de médicos éticos (ver: https://www.wired.com/story/elon-musk-pcrm-neuralink-monkey-deaths/).
Una carta que fue enviada a la SEC (Comisión reguladora de acciones de empresas, de Estados Unidos, por sus siglas en inglés), por el “Comité de Médicos para una Medicina Responsable”, aclara que los macacos estaban saludables, al momento de los “experimentos” y que Musk había mentido a sus inversionistas, con tal de que las acciones de Neuralink subieran, pues, finalmente, como bien señalan, las interfases cerebrales que esa empresa desea crear, son un “negocio muy especulativo”.
Los “experimentos” los llevó a cabo en un centro de primates de la mencionada UC Davis, desde el 2017, hasta el 2020.
Exempleados afirman categóricos, que los animales eran jóvenes, saludables, “no estaban enfermos y murieron a causa de los experimentos”. Confirman que varios de los macacos, sufrieron por electrodos mal puestos, que les ocasionaron inflamación cerebral, vómitos, diarreas, comezón y molestia generalizada en todo el cuerpo. “Lo que hacían era eutanaziarlos, pues el daño ocasionado a sus cerebros era mayúsculo”.
Nada de esas prácticas frankenstenianas las ha revelado Musk, por supuesto, con tal de seguir juntando dinero para financiar a Neuralink. Recientemente, ya hasta recibió aprobación de un organismo independiente para “probar sus interfases en humanos” (ver: https://www.wired.com/story/everything-we-know-about-neuralinks-brain-implant-trial/).
De todas esas inhumanas prácticas hay evidencias, pues para conducir tales “experimentos”, eran tomadas fotos y videos, previa aprobación de la UC Davis, con tal de que pudieran ser analizados posteriormente, “sin ocasionar una gran impresión al verlos”.
De tales documentos gráficos, señala la investigación de Wired, se sabe sólo porque, como señalé arriba, exempleados lo han confirmado. “Una de las macacos hembra, estaba sufriendo tanto por un electrodo mal puesto, que tuvimos que sacrificarla para terminar con su dolor, reflejado en su rostro, en lágrimas que salían de sus ojos” (ver: https://www.wired.com/story/neuralink-uc-davis-monkey-photos-videos-secret/).
Lo peor es que esa “investigación” de Neuralink, hecha con gran parte de fondos públicos, está protegida por la UC Davis, que se opone a que sean públicos los videos y fotos tomados durante los experimentos, pues afirma que no “son de interés público y pueden ocasionar fuerte impresión”. Pero, ¿cómo no va a ser de interés público la forma en que varios macacos fueron torturados, sometidos a indescriptibles sufrimientos en nombre de la “ciencia”?
Algo muy terrible se oculta en todo eso. Pareciera que es de gran interés que las interfaces comiencen a experimentarse en humanos, con tal de que, si sirven, los inversionistas ganen mucho con el dinero que han metido en esa empresa.
La forma en que exempleados describen los “experimentos”, es de que les hacían agujeros en el cráneo, del tamaño de una moneda de diez centavos de dólar, por el que introducían los electrodos, los que, como dije, fallaron en una buena parte de casos, pues se rompían o se aflojaban, ocasionando molestias, infecciones, cerebros inflamados y así. Y los pobres macacos reflejaban el sufrimiento en sus rostros, la debilidad de sus cuerpos, sus movimientos erráticos, hasta que eran eutanasiados, para dar paso al siguiente, con tal de ver si, ahora sí, era exitoso un implante. Unas verdadera carnicería ¡Aberrante!
Unos doce macacos, entre hembras y machos, fueron sacrificados, con tal de obtener una interfase que funcione en humanos.
Muchas empresas están tratando de hacer algo similar, un aparato que conecte al cerebro inalámbricamente con cosas como una computadora para que puedan hablar o hasta escribir. Recientemente, una mujer con parálisis cerebral, pudo hablar mediante uno de esos dispositivos, mediante un avatar y una computadora (ver: https://www.jornada.com.mx/2023/09/06/ciencias/a06n1cie).
Y que quede claro que son importantes los avances médicos, pero que no se hagan a costa de sacrificar vidas de animales, que son igualmente o hasta más valiosas que las de los humanos (los animales no depredan, ni contaminan irracionalmente el planeta, como lo hacemos los humanos).
De todos modos, ya varias empresas han diseñado mejores interfaces. Incluso, la empresa Precision Neuroscience ya ofrece una que no se debe de insertar dentro del cerebro y sólo es una especie de membrana que se adhiere al hueso craneal, mucho menos invasiva (ver: https://www.wired.com/story/precision-neuroscience-brain-implant/).
Y son más éticas, no como Neuralink, que sacrificó macacos saludables para producir un producto que ya hasta puede resultar obsoleto. A Neuralink, le puede suceder lo que pasó con Tesla, la precursora en vehículos eléctricos, que tantas automotrices los están haciendo, que ya los de Tesla, no son la novedad y sus ventas, así como el valor de la empresa, están bajando rápidamente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/en-la-agresiva-competencia-capitalista.html).
Porque, finalmente, todo “adelanto” es una mercancía más para venderlas y obtener jugosas ganancias, nada se hace por filantropía.
¡Y que se tengan que matar a los animales de laboratorio que sean necesarios!
Los negocios son primero.
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