En Irán usan reconocimiento facial para reprimir a mujeres que no usan hijab
Por Adán Salgado Andrade
Entre otras tecnologías invasivas para mantener cada vez más contralada a la población mundial, está el llamado reconocimiento facial, una combinación de cámaras e “inteligencia artificial” (algoritmos) para “reconocer” caras de personas. Y aunque se precia como algo muy “efectivo”, muchos errores han cometido esos sistemas (ver: https://www.asisonline.org/security-management-magazine/articles/2020/05/facial-recognition-error-rates-vary-by-demographic/).
No sólo se equivocan esos sistemas (hechos mediante la alimentación, a los algoritmos, de millones de fotos de rostros, de las cuales, “identifican” a la persona que se les pide reconocer; por ello, no son tan “exactos”), sino que se usan para controlar a la población de un país, como se hace en China, sobre todo, para reprimir a uigures, etnia que siempre ha tratado de independizarse de ese autoritario país “y también, para detectar a chinos que exhiban comportamiento vergonzoso. De esa manera, imponen una ingeniería del comportamiento, con la cual controlan más fácilmente a la población, la que siempre está temiendo que expongan su más mínima falla (ver: https://www.cnet.com/news/politics/in-china-facial-recognition-public-shaming-and-control-go-hand-in-hand/).
Por lo mismo, ya hay movimientos en países como en Estados Unidos, concretamente en San Francisco, Oakland, Boston y otras partes, para “prohibir esa práctica, que representa una invasión a nuestra privacidad, libre expresión, seguridad de la información y justicia social (ver: https://www.eff.org/deeplinks/2022/05/movement-ban-government-use-face-recognition).
Lo peor es que las “bases de datos” para alimentar a los algoritmos de reconocimiento, se obtienen de redes como Flickr, Instagram, Facebook, Google y otras, que países como Israel, también, emplea a su antojo, sobre todo, para controlar a los palestinos (ver: https://www.theguardian.com/technology/2019/jul/29/what-is-facial-recognition-and-how-sinister-is-it).
Por desgracia, eso está sucediendo en Irán, para imponer un comportamiento “moral” en las mujeres, que no usan hijab, la mascada obligatoria que deben de emplear para cubrir su cabeza. Igualmente, para “garantizar comportamientos morales, como ser vírgenes”.
Y esos invasivos sistemas de vigilancia, se han intensificado, ante las masivas protestas que se han dado en ese país, debido al asesinato de Mahsa Amini, el 16 de septiembre del 2022, a manos de la “policía moral”, porque no llevaba puesto el hijab. Desde entonces, los cuerpos represivos – policía y soldados – han arrestado a unas 19 mil personas, y asesinado a unas 500, además de haber ejecutado a cuatro personas, que participaron en tales protestas, por “atentar contra la seguridad estatal” (ver: https://apnews.com/article/iran-crime-government-and-politics-da53071412f8c3da9cd51945b7870780).
El artículo del portal Wired, titulado “Irán dice que el reconocimiento facial será usado para identificar a mujeres que violen la ley del hijab”, firmado por Khari Johnson, expone esa infame situación. Y nos introduce diciendo que “las mujeres iraníes, están descubriendo sus cabezas para protestar contra los controles gubernamentales. Un oficial de alto rango dijo que los algoritmos pueden identificar a quien sea que viole los códigos de vestimenta” (ver: https://www.wired.com/story/iran-says-face-recognition-will-id-women-breaking-hijab-laws/
En efecto, es claro que se trata de una manera de infundir miedo, ante la insurgencia de la gente iraní, mujeres, sobre todo, para que les dé temor de protestar, ya que no ha podido la mafia en el poder iraní lograr que dejen de hacerlo, a pesar de tanta represión, arrestos y hasta asesinatos (incluso, actores, actrices y otras importantes personalidades, han sido arrestadas por su apoyo a las protestas).
Menciona Johnson el caso de una chica que fue a su trabajo, un parque de diversiones llamado Sarzamineh Shadi (Tierra de la Felicidad). Como circuló una foto de ella sin el velo, por las redes, el parque fue de inmediato cerrado.
La activista Shaparak Shajarizadeh, mencionada por Johnson, dice que ya es muy común cerrar un sitio para forzar a los propietarios de tal negocio a “cumplir con las estrictas leyes de la vestimenta de las mujeres. Ella dejó de usar el velo desde el 2017, como protesta. Por lo mismo, tuvo que pedir asilo en Canadá, desde donde sigue monitoreando las violaciones a los derechos de las iraníes”.
Se ha intensificado el uso del reconocimiento facial, como forma de represión, desde que en el 2022, “el director de la agencia gubernamental que impone la ley de la moralidad dijo que tal tecnología podría usarse para identificar acciones ‘inusuales’, así cómo para detectar a mujeres que no usen el hijab”.
Luego de su infame declaración, fue cuando fue asesinada la mencionada Mahsa Amini, por la señalada “policía moral”.
El problema, señala Shajarizadeh, “es que muchas de las mujeres que protestan no han sido arrestadas en las calles, sino días después, cuando reciben un correo que indica su ‘grave falta’”.
Por ello, es que la activista y otras, están seguras de la implementación e intensificación del reconocimiento facial.
Esa ley se había relajado algo en 1970, cuando las mismas autoridades hasta obligaban a las mujeres a quitarse el velo, “pero desde 1979, cuando se dio el ascenso de Ruhollah Khomeini (1902-1989), que Irán se convirtió en una teocracia, el velo se hizo de nuevo obligatorio”.
Y el actual presidente, Ebrahim Raisi, recrudeció las restricciones, imponiendo que “mujeres que violen la ley, pueden perder el acceso a bancos, transportes públicos, y otros servicios públicos esenciales. Quien sea una frecuente violadora, podrá ser encarcelada varios años o forzada a aprender leyes morales. Un registro de la ONG Unidos por Irán, señala que más de 5,000 personas están encarceladas desde el 2011, lo que indica que ya, desde entonces, el no cumplimiento de las leyes del hijab, se castigaba con varios años de prisión”.
¡Vaya si las mujeres en Irán y en otros países árabes, Afganistán entre ellos, se encuentran en un estado de profunda indignidad, de total indefensión, aplastados sus derechos humanos, que ni siquiera puedan vestir como lo deseen!
¿Y para evitar que entren a bancos las violadoras de esa imposición, me pregunto, habrá un reconocedor facial y le cerrará la puerta cuando desee entrar?
No cabe duda, que el Big Brother, es decir, el estado distópico-policial, ya está muy avanzado en esos autoritarios, represivos países.
Como siempre, se ha convertido en un buen negocio. Y China, por supuesto, le ha entrado desde hace años. La empresa Tiandy (https://en.tiandy.com/) está ganando buen dinero en Irán, vendiéndole cientos de equipos para reconocimiento facial, “los que ha usado China para detectar a los uigures”.
“Agencias policiacas, cárceles y los Guardias Revolucionarios, son buenos clientes de Tiandy. Por ello, el Departamento de Comercio de Estados Unidos (EU), sancionó a esa empresa. E Intel, que le vendía chips, ha dejado de hacer negocios con Tiandy”.
Como ven, todo mundo hace muy oportunos buenos negocios. Y seguramente Intel, seguiría vendiéndole a Tiandy, si no fuera porque ya se lo prohibieron las autoridades estadounidenses.
“Las exportaciones de China, han contribuido a una rápida generalización del reconocimiento facial y otras formas digitales para vigilar a la gente. Steven Feldstein, experto retirado del Departamento de estado de EU, ha estudiado a 179 países, entre el 2012 y el 2020, y ha hallado que 77, usan alguna forma de vigilancia digital. Y el reconocimiento facial, lo emplean 61 países, más que cualquier otra tecnología digital de vigilancia”.
Cita Johnson el libro de Feldstein, La era de la Represión Digital, en el que apunta que “países autoritarios han logrado contrarrestar las protestas sociales, adaptando las tecnologías digitales para afianzar su control del poder”.
A pesar de ello, “las recientes protestas en China y en Irán, se han incrementado”.
En China, sobre todo, porque la gente ya estaba cansada de tantas medidas represivas para contener el covid, el que, de todos modos, de nuevo es pandémico en ese país (ver: https://www.bbc.com/news/world-asia-china-63855508).
De todos modos, Mahsa Alimardani, quien estudia la libertad de expresión en Irán, en la Universidad de Oxford, espera que las protestas prosigan.
Una vez que la gente se cansa de regímenes totalitarios, por más que los repriman y asesinen, nada puede detenerlos, a menos que los maten a todos.
Y eso, no les convendría a los asesinos que los controlan.
No podrían seguir siendo ricos y poderosos, sin gente bajo su mando.
Contacto: studillac@hotmail.com