Se está haciendo un banco de bacterias fecales
Por Adán Salgado Andrade
Los trasplantes de excremento, se han vuelto una alternativa, para curar males digestivos, sobre todo, del intestino grueso, pues el bioma de personas saludables que se encuentra en sus heces, puede sanar a las que tienen problemas, como infecciones, porque no tienen una adecuada flora intestinal (ver: https://www.hopkinsmedicine.org/health/treatment-tests-and-therapies/fecal-transplant).
Pero por tanta estandarización en la comida, que se han generalizado la rápida y la chatarra, además de tantos químicos nocivos de las industrias y de la agricultura, la flora bacteriana del intestino grueso, se está extinguiendo (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2010/08/la-muy-lucrativa-adictiva-engordante-y_01.html).
Por ello, un grupo de investigadores suizos, está buscando preservarla, porque, como señalé, es necesaria esa diversidad, para la salud digestiva de los seres humanos. No podrían hacerse más los trasplantes de heces, si tales bacterias se reducen a unas pocas o a una o a ninguna.
Es lo que expone el artículo del portal Wired, titulado “Una extinción masiva está teniendo lugar en el tracto intestinal humano”, firmado por Sabrina Weiss, quien agrega que “para preservar las bacterias intestinales tan diversas de la humanidad, los científicos están recolectando, congelando y almacenando popó de todo el mundo” (ver: https://www.wired.com/story/microbiota-vault/).
Comienza Weiss mencionando que en noviembre del 2022, científicos suizos, recibieron un cargamento de excremento humano, procedente de Etiopia, de pastores nómadas que, supuestamente, al mantener más natural su alimentación, a base de leche de sus cabras y vacas, sobre todo, mantienen su bioma bacteriano de sus intestinos más natural. “Esas muestras, las había estado recolectando el investigador de salud pública de Etiopía, Abdifatah Muhummed, durante dos meses, de niños, que vivían en una remota comunidad de pastores. Es parte de un esfuerzo global para catalogar y preservar la diversidad de la bacteria intestinal humana. Dividió cada muestra en cuatro tubos, los congeló a – 80º Celsius y embarcó dos a Europa”.
El país receptor es justamente Suiza, pues es una nación estable políticamente, tiene buena infraestructura “y contactos con agencias internacionales, tales como la Organización Mundial de la Salud, que se localiza en Génova, lo que lo hace un país idóneo, para guardar el banco de excremento humano. Podría ser un bunker ubicado en los Alpes suizos”.
El otro sitio para preservarlo, en el que se había pensado, es Svalbard Global Seed Vault (Contenedor global de semillas de Svalbard), ubicado en Noruega, en un sitio en donde, supuestamente, todavía hay mucho frío (ver: https://www.seedvault.no/our-contribution/the-organisation/).
Por lo pronto, será funcional, mientras el calentamiento global, no afecte las bajas temperaturas del sitio y se deba de recurrir a refrigeración.
Señala Weiss que “billones de bacterias, hongos y otros microbios, habitan en el tracto digestivo “y varios son benéficos para la salud humana, influenciando nuestro metabolismo y sistema inmune. Pero esa diversidad, está amenazada por la industrialización, urbanización y los cambios ambientales”.
Justo lo que señalo arriba, que se han incrementado las enfermedades digestivas, igual que todas las que sufrimos, por tantos agravantes de la, así llamada, “civilización”.
Pero Muhummed se sorprendió de que al analizar las recientes muestras que había recolectado, “halló que ya contenían antibióticos, así que cada vez será menos probable que la variedad de las bacterias intestinales, se conserve, de no actuar rápidamente para su preservación”.
No es de sorprender que antibióticos y otras sustancias, como los invasivos microplásticos, ya se hayan diseminado por todo el planeta, pues, finalmente, es un sistema cerrado y, con el tiempo, todo es invadido, hasta las zonas prístinas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).
Lo que se denomina Microbiota Vault Project (Proyecto par almacenar microbiomas) busca, lo antes posible, preservar las mencionadas bacterias intestinales, “crear una especie de arca de Noé de microbios y almacenarlos, antes de que sea demasiado tarde”. El microbiólogo Adrian Egli, que trabaja en Zurich, y es parte del proyecto, mencionado por Weiss, dice que “por supuesto, es difícil decir lo que estamos perdiendo, así que debemos darnos prisa”.
Así es, pues pudiera ser que esa variedad bacteriana, incluso, ya esté muy reducida y contaminada, pues si hasta en pastores nómadas de África, se hallaron muestras de antibióticos, significa que ya estaría afectada y no existe en su diversidad original.
Muhummed ha recolectado 350 muestras de pastores, pues, se suponía, que serían muy naturales. “Hasta ahora, ha sido muy raro investigarlos en estudios de salud, por su naturaleza nómada, moviendo sus borregos, chivos y camellos entre los pocos pastizales que aún quedan, luego de tantos años de sequía en África Oriental. Por lo mismo, tienen poco acceso al cuidado médico”.
Por ello, en el Microbiota Vault, “decenas de muestras de heces de gente saludable de todo el mundo, podrían un día almacenarse permanentemente, con tal de que distintas especies de bacterias intestinales, no se pierdan del todo. Podrían incluso revivirse y ser cultivadas, para tratar daños de la salud digestiva en el futuro distante”, dice Weiss.
Egli afirma que “ganamos todos, pues proveemos la infraestructura, pero también tenemos acceso a la secuenciación de tales bacterias, para que investigadores de todo el mundo, puedan revisarla”.
Todavía tienen que decidir Egli y sus colegas, cuáles son las mejores técnicas para congelar y preservar las muestras en el largo plazo. “Las encontrarán, cuando las primeras muestras sean descongeladas y secuenciadas de nuevo, después de dos años. Así, podrán decidir cuál es el mejor método para preservarlas”.
Bueno, y sé que es un tema, lo del excremento, que puede ocasionar bastante asco (en personas que no hacen un fetiche sexual de aquél, por supuesto), pero, finalmente, los que sufren de una mala digestión por causas de poca diversidad bacteriana intestinal, no tendrán empacho en recibir un trasplante de heces, si eso les mejora sus problemas y hasta pudiera mejorar sus personalidades, pues está demostrado que problemas intestinales, provocan hasta depresión.
Así que esperemos que sí se logre preservar el excremento global, el saludable, claro.
Contacto: studillac@hotmail.com