jueves, 27 de mayo de 2021

La corrupción mata a mucha gente

 

La corrupción mata a mucha gente

por Adán salgado Andrade

 

Con toda seguridad, puede afirmarse que la corrupción está presente en todo el mundo. Tanto empresas, como mafias en el poder, tienen algún grado de corrupción. Para los mafiosos “políticos”, ésta, constituye ingresos extras a sus, de por sí, abultados salarios. Igualmente, para las empresas, son ganancias extras (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2015/12/corrupcion-corporativa-ganancias-y.html

Por ejemplo, en el 2015, la automotriz Volkswagen trucó el software de sus motores diésel de ciertos modelos, con tal de que las emisiones aparentaran ser reducidas, en comparación con las de otras marcas, pero que, en realidad, eran mucho mayores. Así, pudo vender miles de vehículos más, sin realmente mejorar las emisiones de sus motores. En Estados Unidos, se descubrió su falta. Y le salió más caro, por las millonarias multas que debió pagar, además del desprestigio (ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/19/economia/037n2eco).

Obras mal hechas, por corrupción, cuestan vidas. Edificios con acabados muy flamables, puentes nuevos que se caen, por mal hechos o por falta de mantenimiento, cuestan varias vidas anualmente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/cuando-el-mezquino-egoista-interes.html).

En China, hace poco, un edificio de casi 300 metros, de repente, comenzó a sacudirse, lo que ocasionó que la gente que se hallaba en él, saliera en estampida, temerosa de que pudiera desplomarse. Los preliminares análisis, indicaron que estaba mal hecho, pues por la imperante corrupción china, miles de construcciones no se edifican bien (ver: https://www.theguardian.com/world/2021/may/18/panic-as-300m-high-tall-skyscraper-wobbles-in-china).

Hace unas semanas, un tramo de la línea doce del Metro de la ciudad de México, se colapsó, cuando pasaba sobre él un tren, ocasionando la lamentable pérdida de vida de 26 pasajeros y decenas de heridos. Esa línea, desde su construcción, durante la mafiosa administración del corrupto panista Felipe Calderón, tuvo muchas fallas y desperfectos, además de que el diseño original, indicaba un túnel, no que se hiciera elevado, pues esa zona es de arcillas compresibles, muy inestable. Eso lo expuso el ingeniero Enrique Rodríguez Ramírez, quien dijo de esa obra que es “una vergüenza para la ingeniería mexicana”, que hasta los 1980’s era ejemplo mundial “de mecánica de suelos, estructuras e ingeniería hidráulica” (ver: https://www.jornada.com.mx/2021/05/10/capital/028n1cap).

Sin embargo, no sólo aquí suceden tragedias así, derivadas de la corrupción. En Italia, el 24 de marzo, en una muy concurrida zona turística – en tiempos normales, claro –, en el monte Mottarone, del que se ve el lago Maggiore y otros, cerca de Suiza, uno de los carros del teleférico que sirve para que los turistas contemplaran tanta belleza natural, tuvo una falla al romperse el cable que lo desplazaba y, como no funcionó el freno de emergencia, que lo habría detenido sobre el cable que lo sostiene, se zafó de éste y fue a caer al abismo, muriendo 14 ocupantes. Sólo sobrevivió un niño israelí de cinco años, que andaba de turista, junto con sus abuelos, padres y un hermanos menor, los cuales, fallecieron instantáneamente. Será algo muy traumático de recordar para ese niño (ver: https://apnews.com/article/world-news-europe-italy-middle-east-health-93e3487ca9dcae871e84601a80cbd496).

Sorprendió mucho a los investigadores la causa por la cual ese freno de emergencia había “fallado”.

Sin embargo, habiendo analizado más lo que quedó del vagón, se halló que ese freno había sido intervenido por los encargados del teleférico, porque “a cada rato se activaba y les detenía los vagones”. Es lo que expone el artículo de la agencia Associated Press titulado “Tres arrestados en el accidente del funicular; una abrazadera, desactivó el freno”, firmado por Nicole Winfield (ver: https://apnews.com/article/europe-italy-arrests-fea24a04d4049a21f6e78c3e221f2f56).

Fotos de los entierros de los israelitas que murieron y de la abrazadera que inmovilizó el freno, abren el artículo, en el que queda claro que para que no sufrieran interrupciones, los operadores del teleférico, alteraron el mecanismo automático del freno, para no experimentar “interrupciones en el servicio y que los turistas gozaran de la vista”, declaró uno de ellos. “La policía arrestó a tres personas por el desastre del teleférico que mató a 14 personas, al norte de Italia, diciendo que trabajadores colocaron una abrazadera en el freno de emergencia, para desactivarlo”. Esos mezquinos operadores hicieron la provisional “reparación”, pues no querían gastar mucho y perder más tiempo en revisar totalmente el freno y su mecanismo. O sea, fue un claro acto de corrupción, la que he estado refiriendo.

“Las revelaciones, obtenidas durante una interrogación policiaca de los sospechosos, convirtieron el horror del desastre en enojo, dado que dicha tragedia, pudo haber sido totalmente prevenible”, indica Winfield.

Los mezquinos operadores del funicular estaban muy ansiosos de prestar el servicio y ganar mucho dinero, pues ya se había abierto, luego de varios meses de estar cerrado por la pandemia. Lo brutal de su actuación es que, un teleférico, es un transporte que requiere muchas medidas de seguridad, justamente por estar suspendido, no es un camión.

La investigadora Olimpia Bossi, dice que es evidente que los operadores querían ahorrarse una “reparación radical y por eso prefirieron poner una abrazadera”.

Los responsables son “el dueño del teleférico, el director y el jefe de mantenimiento, quienes fueron arrestados por negligencia criminal”.

El mencionado único sobreviviente, Eitan Biran, sufrió varias fracturas, “y ya abrió los ojos, luego de estar sedado varios días”.

Pues terrible destino de ese niño, cuya familia falleció por una verdadera mezquindad, producto, vuelvo a enfatizar, de un sistema de corrupción, en donde lo único que interesa es obtener una buena ganancia y enriquecerse lo más pronto posible, aun a costa de que haya muertos.

 

Contacto: studillac@hotmail.com